Uno se conforma y enorgullece con una casita en Salinas, pero mirá los lujos que se daba una casa real alemana… y la usaba poco porque estaba en una subida incómoda.
El turismo comenzó con los hidrocarburos, hay que darles ese crédito. Moroy rescata volantas y tranvías, muy hermosos e inspiradores, pero ¡qué sacrificio recorrer largas distancias!
Son tipos asombrosos hasta para cometer errores, no neguemos que les tenemos simpatía, respeto y hasta admiración.
Con el calor aparece esta inmunda compañera del hombre, cuya versión más común, doméstica y fastidiosa no existe: lo asegura la Real Academia a cuyos miembros no se les mete en la nariz, ni les …
Uno de estos fenómenos invadio la casa familiar de Alberto Moroy, quien parece dispuesto a que si a alguno de nosotros nos dicen «que te parta un rayo», al menos sepamos a qué cosas quedamos …