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¿Así que Bulgaria está barato?

Entonces mirá qué país se pone a tiro para que lo conozcas.

¿Sos de los que creés que Europa se agota en esos cinco países de nuestros abuelos? ¡Qué equivocado que estás! Mirá lo que es Bulgaria, donde podés ir por las tuyas con el nunca bien ponderado eurail pass, pero donde también podés ir como un bacán a lo largo de 15 días con guía personal que te lo muestra todo y todo te lo explica sabiendo de qué habla. Vamos a aclarar: no hicimos este viaje y este artículo no es publicitario. Simplemente nos llamó la atención lo bien que hablan de Yonka Bakardjieva, historiadora, filóloga y guía de turismo para viajeros de habla hispana. Pero antes nos había sorprendido que el Washington Post lo considerara el mejor cuarto lugar del mundo para viajar, en verano, en invierno y en cualquier momento. Para rematar, en estos días Damián Argul nos recordó que es uno de los países más baratos de la Unión Europea, a la que ingresó hace poco.

Yonka y el trekking en Bulgaria.

Andá mirando la pagina de Yonka en Facebook (http://www.facebook.com/yonna100) y decime si no t e cae simpática. Armó este paquete de 15 días que nos pareció espectacular para una peculiar agencia de viajes http://www.agama.net/bul011c.htm , pero como no tenemos ningún compromiso, capaz que podés hacer un arreglo personal con ella. Tendrás que conseguir entre 6 y 12 compañeros de viaje o esperar que se junte esa cantidad, que es la ideal para que los costos se ajusten al mínimo. Porque viajarás en minibús, tendrás pensión completa y no te alojarás en hoteles de lujo sino en carismáticos hotelitos escogidos por la guía.
A Bulgaria no la ví, pero me la imaginé vívidamente más que por los relatos de un embajador de Bulgaria en Uruguay del que supe ser amigo, por las botellas de vino de rosas que decantamos juntos. No hay como el vino de rosas para ver y sentir a un país, por lejano que esté. Los tipos juntan pétalos hasta quedar mormosos y con eso se mandan una destilación que queda francamente exquisita. Es que Bulgaria es también conocida por las compritas que uno puede hacer favorecido por la artesanía local y por una industria que se mantiene acotada por una Europa que sabe cuidarse de los países pequeños, igualito que el Mercosur.

Y no te creas que Bulgaria es un paraíso para los buenos borrachos; no señor, aquí también se inventó el yogur y los desayunos suelen ser una apasionante aventura. Decía mi amigo embajador, que los paisanos búlgaros, igual que los uruguayos, todavía andaban por el campo con un facón atravesado en el cinto. Por si había que faenar un novillito o por si aparecían de nuevo los turcos invasores.

Mirá lo que te recomiendan: además del vino y los aguardientes de frutas, las especias que podés conseguir en tiendas como Queen’s Winery House, en Balchik, o el Templo del Vino, en Varna. Otras mercancías inolvidables pueden ser las tallas de madera y cerámica, juegos de cobre y joyería de plata a muy buen precio. Además, los artículos confeccionados con piel y cuero, las muñecas de trapo, los manteles y bordados y los kilims -tapices de Bulgaria- son objetos encantadores para cualquier gusto. Es posible adquirir estos productos en los núcleos turísticos de cada ciudad como el Monasterio de Rila de Plovdiv, o en la Cripta de la Catedral Alejandro Nevski.

Como no siempre vas a estar con Yonka (para tu desgracia), te enterarás que son pocos los búlgaros que hablan otros idiomas y, para peor, dicen «si» sacudiendo la cabeza de este a oeste y dicen «no» como nosotros decimos «si». Así que no te equivoques porque mirá que estos tipos que no se pueden aprender su propia historia dado lo complicada que es, en cambio te pueden despachar como a un otomano grandulón, cosa que hicieron varias veces. En cuanto a eso del «no» que en realidad es un «si», te vas a acostumbrar como te acostumbraste a la argumentación femenina. Y digo esto solo para que alguna mujer se ponga enojadísima.

Eso sí, nos copiaron el London París, pero no vamos a hacer un problema por esto.

Bien, vamos al asunto, aunque al final te reproducimos la agenda de los 15 días que comienzan en Madrid, pero bien pueden comenzar en Sofía, como broche de oro de algún viaje inolvidable a la patria vieja europea. ¿Porqué Bulgaria es un país que todos deberíamos visitar? Pues porque siempre estuvo en la frontera inmediata donde todo lo históricamente importante ocurrió: limita con Grecia y Turquía, es decir es otro de los puentes hacia Bizancio, el Cercano y el Lejano Oriente, linda con la región de Macedonia de donde salieron Alejandro Magno y la cultura occidental. Es decir, es como el Gallo Luis, los rasgos culturales que no están aquí, no existen.

Buenas playas y excelente hotelería.

Además, mirá las fotografías. ¿Te imaginabas estos paisajes en un país al que las noticias mencionan solo cuando ocurre algo malo?

Con todos estos remezones culturales, la región ha sido cuna de las más violentas reyertas particularmente las religiosas. Pero no es el caso de Bulgaria que desde el 865 es mayoritariamente cristiana, aunque practica la tolerancia con tanta efiociencia que en la ciudad de Sofía, la iglesia cristiana de Santa Nedelya, la mezquita Banya Bashi y la sinagoga de Sofía están a pocos metros de distancia, hace siglos. Cuando decimos cristianos en Bulgaria, nos referimos a los ortodoxos, que suman el 20% de la población, en tanto que los católicos son apenas un 0,6%, los musulmanes un 12,3% y los protestantes un 0,5%. Hay quienes dicen que los búlgaros y los uruguayos somos parecidos, pues más del 50% no reconoce practicar activamente ninguna religión. Y eso que José Pedro Varela no anduvo por aquí.
No nos parece prudente atiborrarte de información, sino solo despertarte el interés por este lugar del mundo donde confluyeron casi todas las culturas occidentales, con la curiosidad de que curados de espanto, cuando Hitler y Mussolini los amenazaron se sumaron al Eje, pero apenas pudieron se pasaron a los Aliados. Claro que eso fue en 1944, ¿pero puede un país pequeño andar desafiando a otros muy grandes y belicosos? Mejor aferrarse a su cultura, dejar que los fanáticos se maten y cuando no corra más sangre, restaurar los viejos y queridos hábitos. Particularmente el vino de rosas, al menos en mi caso.

Y sin más trámite, te ofrecemos la hoja de viaje de Yonka Bakardjieva, que es como un curso acelerado de historia, geografía y cultura búlgara. ¡Bien por la Yonka! Y si ponés atención, al final verás un comentario agradecido. ¡Se lo merece!


Día 1. España – Sofía

Salida en vuelo con destino Sofía. En estos momentos hay vuelos directos a Sofía desde los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Alicante, Valencia y Bilbao, con las compañías Wizz Air y Air Bulgaria. Recepción en el aeropuerto por parte de la guía del viaje, Yonka Bakardgieva. Llegada y traslado al hotel. Según la hora de llegada, inicio de las visitas de Sofía. Cena y alojamiento en un céntrico hotel en Sofía.

Día 2. Sofía – Monasterio de Rila – Bansko (200 km)
Desayuno. Dejamos la capital para dirigirnos en dirección sur, por carreteras de montaña, hacia la montaña de Rila, donde se encuentra el monasterio que le da nombre. Rila es todo un símbolo, no sólo para los búlgaros, sino también para el mundo ortodoxo. Sus frescos e iconos se consideran una de las joyas del arte balcánico y del renacimiento búlgaro (siglos XVII y XIX). Visitamos cada rincón de este gran monasterio (con gran actividad en la actualidad). Desde el monasterio, realizaremos el primero de nuestros paseos (aptos para todos), hasta el lugar en el que vivió el ermitaño Rilski, el fundador del monasterio. Visitaremos su cueva, lugar venerado por los cristianos ortodoxos.
Seguiremos nuestra ruta hacia la región de Macedonia, en el corazón de la cordillera de Pirin. Esta región y el país vecino tienen el mismo nombre… porque históricamente eran una única entidad, que formaba parte de Bulgaria. Avatares históricos la partieron en dos, y hoy en día, una parte es un estado independiente, y la otra sigue perteneciendo a Bulgaria. Pararemos en Bansko: se trata de un pueblo monumetal que conserva su estilo arquitectónico desde la epoca del Renacimeiento búlgaro. Durante el dominio turco fue un importante centro cultural y económico, refugio del espíritu búlgaro. Aquí nacieron algunos de los héroes del Renacimiento bulgaro (siglos XVII al XIX). Hoy en día, Bansko es la mejor estación de esquí alpino de Bulgaria, de modo que por un motivo u otro, la mayor parte del año recibe a gran cantidad de visitantes. Alojamiento. Hasta la cena dejamos un tiempo para relajarnos con el SPA de nuestro hotel, o pasear en el casco de Bansko.Cenaremos en una taverna local en la que degustaremos la deliciosa cocina macedonia y escucharemos la musica de Pirin (muy popular en todo el país).


Día 3. Bansko – Kovachewitsa (90 km)

Desayuno.Antes de marcharnos vamos a visitar los sitios mas emblematicos de Bansko: la casa de Delyan, el museo de iconos y la iglesia Santa Trinidad.
Desde la montaña Pirin entramos en Rodopi. Este lugar, en el que se encuentran restos de una civilización anterior al Neolítico, es la cuna de los mitos de Dionisio y Orfeo, durante la época de máximo esplendor de los tracios. Llegada a Kowachewitsa, un pueblo al suroeste de Rodopi, situado a una altura de 1050m, con vistas espectaculares. El pueblo contiene un inmenso patrimonio arquitectónico y cultural. Alojamiento en una casa rural: confortable y con todos los servicios, tiene unas vistas espectaculares y nos ofrece comida casera de la región de Rodopi: cordero a la parrilla, patatnik (con patatas), klin (empanada de arroz), pimientos rellenos… Almuerzo. Pasaremos la tarde en el pueblo y en sus alrededores (haciendo un poco de senderismo), conoceremos su historia, herencia cultural, la vida cotidiana… Cena – comida típica.

Día 4. Los secretos de Rodopi… (115 km)
Desayuno. Seguimos nuestra estancia en Rodopi, saliendo hacia Gela: se trata de uno de los pueblos más antiguos de Rodopi, que se encuentra sobre un antiguo centro de culto a Dionisio. Hoy en día es famoso por el festival de gaitas que se celebra cada año, el primer domingo de agosto. De camino pasaremos por el desfiladero de Trigrad y visitaremos una de las cuevas más misteriosas: «La garganta del diablo», donde se encuentran las cascadas subterráneas más altas de los Balcanes. Las leyendas cuentan que fue aquí desde donde Orfeo bajó al infierno, a buscar a su amada Euridice…Por la tarde llegada en Gela. Nos alojaremos en un hotel familiar con mucho encanto y con propio SPA .Aprovechamos el resto de la tarde para disfrutar con el SPA, montar caballo o pasear por el pinturesco pueblo de Gela. Cenaremos en la taverna del hotel donde nos esperan sorpresas culinarias de Rodopi. La cocina en la taverna donde comeremos este dia tiene mucha fama, aqui preparan la comida con productos de agricultura ecológica y especias de Rodopi. Tienen una verdadera coleccion de hierbas aromáticas y vinos. Entre las comidas destacan el cordero a la parrilla, patatnik, setas, pimientos rellenos, el klin de Rodopi, la trucha a la barbacoa….. Y no dejaremos de probar el popular te Muskalski, el te de Rodopi.

Día 5. Gela – Shiroka Laka – El monasterio de Bachkovo – Plovdiv (100km)
Desayuno. Por la mañana vamos al pueblo vecino (Shiroka Laka) reserva arquitectonica, famoso por su escuela de música tradicional, con la caba gaita la gaita búlgara del sur) y el popular kukeri. Reciben el nombre de kukeri los que se disfrazan con pieles de cabra y cencerros y bailan.
Alrededor haremos una caminata (de unas 2 horas, por una senda muy agradable a través del bosque) y acabamos nuestra estancia en los pueblos de Rodopi con picnic-almuerzo, preparado de todo corazon de una familia del pueblo, junto a una capilla que tiene una zona para poder comer y preparar una barbacoa. Conoceremos leyendas e historias de esta montaña. Antes de marcharnos conoceremos el museo de Shiroka Laka, situado en una casa – conac (ayuntamento turco). Ademas tendramos la ocasión de escuachar la famosa caba gaita de Rodopi (un gaitero del pueblo va a tocar para nosotros).
Por la tarde salimos hacia Plovdiv, la «ciudad de las colinas», puerta de entrada o salida de Rodopi. Poco antes de nuestra llegada a la ciudad, y aún en la zona de montaña, pararemos en el monasterio de Bachkovo. Junto al de Rila y Troyan, se considera uno de los tres «grandes». Durante la invasión turca (que recordemos, duró 5 siglos), Bachkovo fue uno de los grandes centros culturales donde se mantuvo la cultura y tradición ortodoxa búlgara. Destacan unos frescos de los siglos XI y XII (algo poco frecuente, pues la invasión turca o destruyó o convirtió en mezquitas la mayor parte de los templos cristianos), en una cripta junto al monasterio, además de un refractario (comedor de los monjes) con otros frescos del siglo XVII. Por otro lado, también podremos contemplar los frescos del famoso pintor búlgaro del siglo XIX Zajari Zograf. Finalmente, llegaremos a Plovdiv. Alojamiento en hotel en el casco antiguo. Tiempo libre hasta la cena.

Día 6. Plovdiv
Desayuno.Este dia nos dedicamos a conocer Plovdiv. Se trata de una de las ciudades más antiguas de Europa (se cree que fundada 6000 a.C., contemporánea de Troya) entre las ciudades más emblemáticas del país, puesto que ya fue una de las capitales de Filipo de Macedonia (el padre de Alejandro Magno, rey de Macedonia). En nuestra ruta vamos a visitar el casco antiguo de Plovdiv, situado en una de las colinas… calles estrechas, tranquilas, con una interesante arquitectura que algunos especialistas definen como barroco balcánico. Los siglos XVIII y XIX fueron quizás entre los más opulentos de su historia, y ello se manifiesta en las casas de los comerciantes, las iglesias que fundaron… Hoy en día, la ciudad mantiene su espíritu, y el viejo Plovdiv nos ofrece buenas galerías de arte, anticuarios, terrazas muy agradables donde tomar café… y todo ello, sin olvidar el magnífico teatro romano, construido durante el reinado del emperador Trajano.Visitaremos el teatro romano,algunas de las casas mas emblematicas,el museo de iconos, una de las iglesias mas importantes: San Konstantin y Elena…
Cenaremos en este barrio, en un restaurante que fue un monasterio de derviches (musulmanes sufíes turcos), junto a la muralla romana: un entorno con historia con una carta excelente, y regado con vinos de la región de Plovdiv. Alojamiento.

Día 7. Plovdiv – Nesebar (270 km)
Desayuno. Hoy nos dirigimos hacia el Mar Negro. Las playas del Mar Negro están marcando la vida del este de Bulgaria, que cuenta con dos grandes puertos: Varna (al norte) y Burgas (al sur), Nos instalaremos cerca de Burgas, en Nesebar (una pequeña península unida a tierra por un estrecho istmo), pueblo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por su legado arquitectónico y cultural. Se trata de una de las ciudades más antiguas de Europa, fundada en la edad de Bronce (III milenio a.C.). Los tracios la llamaron Melsambria. En el siglo IV a.C. se instalaron en la ciudad los primeros colonos griegos, de origen dorio. Hoy en día, paseando por sus calles podemos contemplar las murallas de los siglos II y IV, sus iglesias medievales (entre los siglos X y XVI) con un fuerte componente bizantino: en su casco antiguo hay catalogadas hasta 42 de ellas, algunas transformadas en galerías de arte.
Alojamiento en un hotel encantador en el casco antiguo de Nesebar. Almorzamos en alguno de sus restaurantes frente al mar, en la terraza si el tiempo lo permite (y en Nesebar, suele hacerlo). Haremos una ruta guiada por la península en la que visitaremos el museo de arqueología y algunas de las basílicas medievales. Entre ellas, destaca la iglesia de San Esteban (siglo XI), que fue sede episcopal y que guarda en su interior unos frescos bien conservados de gran belleza. Seguiremos con las ruinas de la antigua residencia de los obispos (IV-V), la basílica del Cristo Pantocrator y la iglesia Aliturgetus (XII-XIV), y pasearemos entre murallas griegas, termas y fuentes bizantinas, baños turcos (XVIII), molinos de viento, y residencias del renacimiento nacional búlgaro….
A parte de esta inolvidable entrada en la historia en la costa del Mar Negro, en nuestra estancia en Nesebar tendremos la posibilidad de disfrutar del pescado de mar Negro y del delicioso vino de la costa: en Pomorie, cerca de Nesebar, se encuentra una de las más famosas bodegas de Bulgaria, donde probaremos su vino y evidentemente, la rakia de esta bodega. Por la tarde, tiempo libre para disfrutar de la playa. Cena en restaurante frente al mar. Alojamiento en el casco antiguo.


Día 8. El Mar Negro (Nesebar)

Desayuno. Saldremos a navegar hasta Sozopol, la otra perla de la costa del Mar Negro. Sozopol fue una colonia griega (polis), puerto comercial y gran mercado. Su nombre antiguo es Apolonia (por el dios Apolo, cuya estatua de bronce estaba en Sozopol en la antigüedad). Hoy en día impresiona por la arquitectura de su casco antiguo y con el festival de arte que cada año se celebra aquí en septiembre. Pasearemos por el casco antiguo de Sozopol y visitaremos el complejo arquitectónico: la muralla del sur (muy interesante por ser un conjunto de restos de la antigüedad, de la Edad Media y del Renacimiento).En este mismo complejo haremos una degustación de vino de una de las bodegas más destacadas en Bulgaria. Almorzamos en una terraza muy agradable sobre el mar. Por la tarde, tiempo libre para disfrutar de la playa o simplemente, para relajarse en cualquier rincón de historia. Regreso a Nesebar. Cena y alojamiento.

Día 9. Nesebar – Bogentsi (250 km)
Desayuno. Desde las orillas del Mar Negro, iniciamos nuestro regreso hacia Stara Planina: los Montes Balcanes. Atravesaremos el valle de la rosas (famoso por la producción de aceite y esencias) y Kazanlak. Pero esta hermosa llanura entre montañas tiene para nosotros otro gran atractivo: esta es una de las cunas de la civilización tracia. En esta zona han sido descubiertas numerosas tumbas y santuarios de los tracios que muestran una inmensa riqueza cultural: frescos, trabajos en oro y otros metales, conocimientos astronómicos… Así pues, aquí visitaremos la tumba tracia de Kazanlak (entre los monumentos arqueológicos más importantes, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO)., la tumba Goliama kosmatka (siglo III a.C), considerada una de las tumbas de mayor valor como muestra del mundo tracio, donde fue enterrado el rey Sevt III. También visitaremos el museo de historia en Kazanlak, que expone algunos de los hallazgos más interesantes de los tracios. Almuerzo.
Seguimos y nos detendremos brevemente en Chipka, donde se levanta una iglesia de 1902, que fue construida como panteón en honor de los héroes, soldados rusos y búlgaros de la guerra ruso-turca (1877-1878). Por ello, esta iglesia nos sorprenderá por su estilo arquitectónico ruso (destaca el azul en sus frescos, así como las cúpulas revestidas de una capa de oro que, si el Sol brilla ese día, resplandecen a gran distancia. Desde aquí iniciamos nuestra entrada en la montaña, en los Montes Balcanes: bosques infinitos, principalmente caducifolios, lo que les otorga un perpetuo manto de hojas. En la cumbre, haremos una breve visita al monumento a una de la grandes batallas de la guerra de liberación… desde donde (si la niebla no lo impide) se puede disfrutar de unas excelentes panorámicas de estos montes. Desde aquí continuamos hacia Gabrovo, capital del humor y de la sátira. Seguimos nuestra ruta hasta el cercano pueblecito de Bogentsi, donde nos alojaremos en un pequeño hotel familiar con taverna tradicional.. Bogentsi es un típico pueblo de los Balcanes con un precioso patrimonio arquitectónico, que tuvo su máximo esplendor durante la ocupación turca. Estos pueblos fueron el refugio frente al invasor y cada rincón y cada casa tiene su historia, su espíritu especial… Cena y alojamiento. La taverna donde cenamos los días que nos alojamos en Bogentsi ofrece unas especialidades locales que nos sorprenden por su riqueza de sabor y variedad de especias. En la terraza o al lado de la chimenea, aquí la comida puede ser un espectáculo culinario.

Dejamos para el final, lo mejor de todo, el Monasterio de Rila, en Sofía.

Día 10. Artesanía y encantos en los Montes Balcanes… (50 km)
Desayuno tradicional. Salida hacia Etar, museo al aire libre, un conjunto arquitectónico que representa el modelo de un pueblo típico desde los siglos XVIII – XIX. Aquí se mantiene la tradición de la artesanía búlgara: talladores de madera, pintores de iconos, telares de alfombras, peleteros, cobrería… Después de la visita, subimos hasta el cercano monasterio Sokolski: es un convento de monjas, deliciosamente cuidado y con mucho encanto, antiguo refugio de rebeldes. Aquí tendremos la posibilidad de aprender más sobre la vida en los monasterios búlgaros a través de una conversación con la abadesa.
A continuación, nos trasladaremos a Triavna, famoso centro de la escuela de iconos y talla de madera. Almuerzo en una taverna típica. Visitaremos su casco antiguo con los talleres de artesanía, la plaza Abuelo Nikola con la antigua torre de reloj y el puente antiguo, el museo de talla de madera, la iglesia San Mijail, sus galerías de arte, que nos sorprenden con unas verdaderas obras maestras del arte contemporáneo que conserva la linea tradicional de la escuela de Triavna.. Regreso en Bogentzi y tiempo para relajarse en plena naturaleza o tomar una copa o el típico yogur… Cena.

Día 11. Bogentsi – Monasterio de Drianovo – Veliko Tarnovo (60 km)
Después de desayunar haremos una visita al Monasterio de Drianovo, deleitándonos con este encantador marco: los Balcanes. Al llegar visitaremos la cueva Bacho Kiro y el monasterio San Mijail (convento de monjes, fundado en el siglo XII y de hecho renovado en el siglo XIX, punto importante del levantamiento de abril 1876). Salida hacia Veliko Tarnovo, la capital medieval de la Gran Bulgaria, cuando tenía salida a tres mares (Egeo, Negro y Adriático). Durante la Edad Media se convierte en importante centro cultural y religioso. Alojamiento en un hotel encantador y hospitalario en el casco antiguo con vistas sobre el río Yantra. Almuerzo. Por la tarde visitaremos Tsarevets, la fortaleza que fue residencia real durante el Segundo Reino búlgaro (siglos XI a XIV). y la iglesia medieval de San Pedro y San Pablo, muy popular, e interesante por sus frescos únicos pues comparten motivos ortodoxos y católicos… También daremos una vuelta por el mercado antiguo (Samovodska Charshia), entre talleres de artesanos y casas obra del famoso maestro búlgaro Kolio Ficheto. Acabamos nuestro paseo en alguna terraza. Cena y alojamiento.


Día 12. Veliko Tarnovo – Arbanasi – Monasterio de Troyan – Koprivshtitsa (200 km)

Desayuno. Nos trasladamos al vecino pueblo de Arbanasi, antigua residencia de la nobleza búlgara, Resulta impresionante su arquitectura monumental e iglesias bien conservadas,por lo que el pueblo esta reconocido como museo y reserva arquitectónica: 36 de sus casas están catalogadas como monumentos históricos. Visitaremos la casa de un comerciante del s. XVII (La casa Konstantzalieva) y la iglesia de la Natividad de Cristo, verdadera joya del arte ortodoxo que conserva unos frescos únicos del s.XVI de gran valor artístico. Es aquí donde se conserva uno de los motivos más populares de la iconografía búlgara: la rueda de la vida y unas 3500 imágenes del Antiguo y el nuevo Testamento. Seguimos hacia el Monasterio de Troyan. La zona de Troyan es famosa por su cerámica y la producción de rakia de ciruelas. El monasterio de Troyan es uno de los monasterios de mayor relevancia en la época del dominio turco, fue centro espiritual y cultural…. En este lugar se encuentra el milagroso icono de la Virgen de las tres manos. Almuerzo en taberna local alrededor del monasterio en la que probaremos la popular rakia de ciruelas y comida típica de la región. Por la tarde atravesaremos una zona de montaña y llegamos a Kopriwchtitsa. Se trata de una pintoresca ciudad con un museo,que contiene 250 muestras de arquitectura renacentista. Tiene gran importancia en la historia búlgara, puesto que en esta ciudad se inicia el levantamiento de abril de 1876. Nos alojamos en un hotel familiar con mucho encanto, donde nos va a recibir una familia muy amable,. Es una «etnoresidencia», con su propia huerta. La comida que van a preparar especialmente para nosotros es de productos de la tierra: todo está producido por la familia, incluso el yogur (que por otra parte probaremos en todas partes durante el viaje). Además la residencia ofrece programas de relajación! El resto de la tarde-paseo por las calles empedradas de Koprivchtitsa. La cena será a base de comida casera, con recetas tradicionales, ¡preparada para el grupo de todo corazón!

Día 13. Kopriwchtitsa – Sofía (110km)
Desayuno tradicional. Después de desayunar pasearemos por las empedradas calles de Koprivshtitza, una oportunidad para conocer su historia y artesanía. Por las calles nos encontraremos con las abuelas de Koprivshtitza que venden delante de sus casas mermelada de moras y fresas, o alfombrillas, encajes y manteles hechos de punto, que tienen su estilo particular, conocido en toda Bulgaria. Visitaremos algunas de las casas en Koprivchtitsa (la casa de un comerciante y la casa de uno de los poetas más famosos en Bulgaria – Dimcho Debelianov). Salida hacia Sofía. Llegaremos a tiempo para registrarnos en nuestro céntrico hotel, y salir a comer. Sofía tiene el atractivo de una capital y ciudad de larga historia. El emperador romano Constantino (que instauró el cristianismo como religión oficial en el Imperio) la tuvo como lugar favorito de descanso, por sus aguas termales y su clima benévolo. La hija del Gran Justiniano vino a Sofía a curarse, y se quedó a vivir en ella. Los zares búlgaros la tomaron como capital al conseguir la liberación de los turcos. Calles adoquinadas, edificios imponentes e iglesias y callejuelas cargadas de vida. Así pues, nos zambulliremos en Sofía tras el almuerzo, para visitar Alexander Nevski, la gran catedral que se construyó a principios del siglo XX como agradecimiento a Rusia, en honor a los caídos por la liberación de Bulgaria de los turcos. Es de destacar la colección de iconos, situada en su cripta (una de las mejores colecciones de iconos ortodoxos en el mundo, expone originales de los siglos IV d.C. al XIX,C). Seguimos con Santa Sofía, la pequeña iglesia de la hija de Justiniano, San Jorge (del siglo IV d. C), circular, ínfima, acogedora, la iglesia personal de Constantino el Grande Siempre a pie, recorreremos calles comerciales, mercados populares,,, hasta volver al hotel, o salir a disfrutar de un paseo por esta ciudad. Cena en taverna popular con programa de folklore búlgaro.


Día 14. Sofía

Desayuno. Visita de la iglesia de Boyana (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), cuyos frescos desde s. XIII se consideran como un estilo previo al Renacimiento europeo y son verdaderas obras maestras del arte medieval. Visita del museo de Historia, situado en el mismo barrio de Boyana, en la antigua residencia del ex-gobierno comunista. Fue aquí mismo donde el 10 de noviembre de 1989 cayó Todor Jikov, el último líder comunista de Europa del este. Haremos un recorrido breve por la historia búlgara, un resumen de muchas de nuestras visitas en este viaje… Almuerzo. Tarde libre. Cena.

Día 15. Sofia – España
Desayuno. Traslado al aeropuerto para salir en vuelo de regreso. Llegada y fin del viaje.

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