Cariñoso, perseguido y ninguneado carpincho
Ahora reintroducen al pecarí… muy bien por ese bichito apenas parecido, pero ¿averiguaron qué impacto tendrá en nuestro carpincho compitiendo por el hábitat cada vez más reducido?
No tengo ningún argumento para dudar de la sapiencia de los que están haciendo esto, carezco del conocimiento y de la información adecuada… solo que aprendí que en esta materia puede haber sorpresas. Ahí tenés a los chinos, que exterminaron a todos los gorriones porque se comían los granos y tuvieron que importar bandadas enteras porque su ausencia había liberado la maldición de las pestes causadas por insectos que los gorriones eliminaban. En la naturaleza, el aletear de una mariposa puede tener efectos devastadores a miles de kilómetros de distancia. Es una exageración literaria… ma non tanto.
Te confieso que el carpincho como el apereá que pertenecen a la misma familia, me caen profundamente simpáticos: son bichitos compatriotas residentes y consecuencia de nuestro acuífero guaraní. Agrego que los pecarí que como especie no tienen nada que ver, y los tapires que en realidad están emparentados con los rinocerontes, también me siento cómodo, como si en un remotísimo pasado los hubiera pastoreado como ganado domésticos.
Lindo bicho, pero no querrías experimentar un mordiscón de pecarí.
Dicen que esos cien pecaríes de collar liberados en un lugar (que no se revela porque no faltaría una jauría de imbéciles que salgan a cazarlos), se reproducirían hasta repoblar un territorio como el nuestro, donde retozaban hace doscientos años. Aseguran que “esta reintroducción «requirió de un estudio exhaustivo atendiendo aspectos genéticos, sanitarios, alimenticios y hábitat de una especie extinta en Uruguay, así como el desarrollo de un plan de monitoreo de la adaptación de estos animales al medio», lo cual tranquiliza legítimamente a quienes no sean tan lunáticos como yo.
El pecarí “habita pastizales abiertos pero también bosques dado que necesita una cierta cobertura arbórea o arbustiva para refugio y alimento. Pesan entre 30 y 40 kilo, son herbívoros y su dieta es amplia pudiendo estar compuesta por frutos, hojas, y tubérculos. Es un animal sociable que vive en grupos de 2 a 30 individuos. “El pecarí cumple diversas funciones en el ecosistema, mientras busca alimento, aérea y remueve el suelo; por tal razón se lo conoce como el «animal que hace senderos a través del bosque». Al alimentarse de frutos, el pecarí es también es un dispersor de semillas, jugando un importante rol en los ecosistemas que habita”. A menos que las fuentes que consulté estuvieran muy equivocadas, este hábitat y estos hábitos se corresponden con los del carpincho, aunque este último es herbívoro a ultranza.
Ta bien, me alegro por el pecarí y por las palmeras yatay que parece que ayudarán a diseminar… pero ¿me podrían tranquilizar diciéndome que a mi querido carpincho también lo van a proteger con el mismo afecto? ¿Qué no voy a ver embutidos y jamones de carpincho como los veo de ñandúes en el supermercado?
Hydrochoerus hydrochaeris. Así de acuática es la nomenclatura del carpincho, también llamado capincho, capibara, ronsoco, chigüire y chigüiro según la latitud y la región, pero siempre al sur de Panamá, cuyo istmo fue para los bichos, como para ahuyentar mexicanos y otros oscuritos es esa estúpida muralla que está construyendo Donald Trump. Hydrochaeris no es otro latinazo, sino la nomenclatura griega para el cerdo de agua. Capibara viene del guaraní, “señor del pasto”, en tanto que a la más común designación como carpincho, no le encontré etimología.
Es un roedor, el más grande de todos ellos y posiblemente el más amistoso y dócil. Si se los adopta como mascotas, se les pueden enseñar algunos trucos y aprender a entender su lenguaje bastante expresivo. Por ejemplo, un ronroneo semejante al de los gatos, significa sumisión, satisfacción. Un ladrido es un grito de alarma, algo parecido a un “clic” expresa felicidad y con el tiempo podrás asociar a otros mensajes, algunos silbidos estridentes, gruñidos otra colección de sonidos que solo conoce el que convive con ellos.
Un carpincho en off pide: ちょっとした場所を作る. Que quiere decir, «hagan un lugarcito»… porque es un bichito que se adapta y estos viven en un zoo de Japón.
En Japón hay un zoológico donde una familia de carpinchos es uno de sus huéspedes estelares y mejor tratados. Hasta tienen un jacuzzi para disfrutar sus juegos y soportar mejor los fríos de esa latitud. En Estados Unidos los informativos de televisión le dieron espacio a una familia que tiene como mascota al carpincho Gary. Se lo ve disfrutando de las caricias, jugando con otros animales, paseando en coche y haciendo travesuras como si fuera un cachorro, cuando en realidad es un enorme animal de 60 kilos de peso.
Ahí lo tienen en el hogar de los Typaldos, totalmente enamorados de su roedor, afecto que él corresponde. ¿Qué más podría hacer con quienes lo dejan dormir en el lecho matrimonial y nadan con él en la piscina? «Aunque algunas personas podrían resultarle extraño, en realidad no es tan diferente a tener un perro o un gato», dice Melanie, y agrega que «Gary es muy inteligente y cariñoso, viene cuando se lo llama y le gusta dormir conmigo».
Igual que los humanos y a diferencia de casi todos los restantes mamíferos, carece de cola. Alguien que sabe puso en la Wikipedia que su pelaje es largo y áspero, pero en algunas partes es tan fino que se puede apreciar la piel a través de él. Esto hace que sean unos animales propensos a las insolaciones, y para evitarlo, se revuelcan en el barro para protegerse la piel del sol. La coloración va de un pardo rojizo al gris en la parte superior, mientras que la parte inferior tiene un color pardo amarillo.
En un zoológico de Japón compiten en popularidad con los pandas… acá los convertimos en chorizos
De compras con los carpinchos regalones
Se lleva bien con todos
Igual que nuestros NINI, los carpinchos son animales principalmente crepusculares en los países muy calurosos. Pasan el calor del día en agujeros en el barro o dentro de las aguas. Para dormir se esconden entre una vegetación espesa; no les hace falta ninguna cueva. En las zonas donde son molestados por las actividades humanas, cambian y adoptan un estilo de vida nocturno.
Si un carpincho advierte peligro –continúan en la Wikipedia– avisa a los demás con un ladrido corto, y de inmediato todos corren trotando con una velocidad equiparable a la de un caballo a fin de ponerse a salvo en el agua. Pueden bucear y permanecer bajo el agua hasta cinco minutos, y son capaces de nadar con todo el cuerpo sumergido excepto las orejas, los orificios nasales y los ojos. Solo un uruguayo patéticamente urbano no ha escuchado nunca la zambullida de un carpincho en alguno de nuestros arroyos. No los ves… pero escuchás la salpicadura.
Charles Darwin describía así el comportamiento de esta especie: “Durante el día están tendidos entre las plantas acuáticas o van tranquilamente a pacer la hierba de la llanura. Vistos desde cierta distancia, su paso y su color les hace parecerse a los cerdos; pero cuando están sentados, vigilando con atención todo lo que pasa, vuelven a adquirir el aspecto de sus congéneres los cavias y los conejos”.
Se habla de manadas de carpinchos, pero eso solo ocurre durante alguna sequía, cuando se ponen más tolerantes en su hábito territorial y se sienten más protegidos compartiendo una multitud. Pero pueden vivir en una familia tan poco numerosa como la de una pareja y sus crías. En Uruguay lo habitual son grupos de entre seis y veinte ejemplares. Muy de tanto en tanto, puede encontrarse algún macho adulto viviendo en soledad: es el filósofo de los carpinchos… o el pobrecito que perdió la batalla con el macho dominante y no aceptó la condición de subordinado.
Tanto te acompaña a hacer los mandados como convence al perro a que se deje bañar
Habitualmente soy contrario a la domesticación de bichos como éste… pero en el caso del carpincho hago una excepción, pero sin abusos. Porque cada grupo de carpinchos necesita entre 5 y 17 hectáreas para encontrar alimento. Cada año resulta más difícil a los carpinchos conseguir hogar en la naturaleza. Cuando lo logran, marcan su territorio con glándulas odoríferas y lo defienden contra el ingreso de congéneres. Comen hierba sin arrancarla, como las ovejas, algunas plantas acuáticas y ocasionalmente sandías o maíz. Uno de sus comportamientos más curiosos y admirables, es que dejan de comer alguno de sus alimentos cuando comienzan a ralear, dejándolo descansar para que se recuperen.
¡Cuidado con lo que hacés con el carpincho! Mirá que te estamos vigilando
Por esa excepción que hago con la domesticación, es que te doy una puntita para que te consigas una cría destetada e independizada. En https://articulo.mercadolibre.com.uy/MLU-453504077-carpinchos-o-capibaras-de-criadero-granja-habilitado-_JM los conseguís desde 210 dólares cada macho… las hembras cuestan un poco más. El vendedor se presenta como un criadero habilitado y cada ejemplar se entrega con la documentación exigida y un microchip de identificación. “Tenga en cuenta que los capibaras son una especie protegida, siendo ilegal su extracción del medio silvestre”, advierte este proveedor. Otra advertencia de mi parte: si llegás a comprar alguno para engordarlo y comértelo, juro que pido prestada una anaconda en Alternatus (https://www.facebook.com/CriaderoDeReptiles/) y la pongo enrrollada en tu bidet. Paqueaprendas a no ser dañino.
El carpincho es un bicho muy perseguido por su piel y su carne. Aseguran que la grasa de carpincho tiene propiedades medicinales. La razón de que la hembra tenga mayor valor de venta, consiste en que el macho puede ponerse un poco agresivo cuando está en celo, pero hay muchos que insisten en que una correcta domesticación evita esa actitud que también puede presentarse en perros y gatos. Lo trascendente es que están considerados animales afectuosos y limpios. Las fuentes alertan que “como animal de compañía, es necesario poder satisfacer todas las necesidades de un animal de este tipo, como un refugio donde cobijarse, comida adecuada, hierba y paja, así como un espacio de agua donde pueda jugar (sin agua donde poder bañarse, los capibaras pueden desarrollar un trastorno cutáneo que en algunos casos puede llegar a ser mortal).
Guillermo Pérez Rossel
https://es.wikipedia.org/wiki/Hydrochoerus_hydrochaeris
http://www.probides.org.uy/publica/bol18fichatecnica.htm
http://www.galeon.com/faunayflara/carpincho.htm
https://www.elpais.com.uy/domingo/regreso-pecari.html
