La Florencia de Savonarola
Si mandás libros a la hoguera, es posible que termines carbonizado como Girolamo Savonarola. Censurar al periodismo te sale momentáneamente más barato… pero la historia achicharra tanto como Torquemada.
Luego de cuatrocientos años de llamarada eclesiástica categórica, hubo revisionismo y ahora tenemos quienes consideran que Savonarola fue un héroe, un precursor de la Reforma. Está bien; hay argumentos para una cosa y para la otra, pero en lo personal, un tipo que quema libros y obras de arte al tiempo que amenaza a la gente con un Dios aterrorizador, me parece tan insoportable como los que se aprovechaban de la religión para cometer todo tipo de corruptelas y perversiones… que era lo que hacían sus enemigos.
Primero te quiero confesar que lo de Savonarola es un pretexto… en realidad quedé subyugado con la imagen de portada cuando la encontré en la iconografía del Palazzo Médici. Tenía que poner esa imagen en una nota y la quedó Girolamo por accidente, aunque entiendo que su caso es de absoluta actualidad en este momento en que la humanidad se siente compelida a juzgar y ajusticiar a los demás, solo porque asomaron la nariz en internet. Soy un feroz defensor de internet, pero reconozco que estimula algunas de las peores pasiones del ser humano, como esa de creerse con argumentos suficientes como para radicalizarse, juzgar a todos y desde esa superioridad, incinerar a quienes discrepan con efectos no muy diferentes a las “hogueras de la vanidad”.
No se pierdan la segunda parte de este video donde insertan la animación en 3D
Volvamos por un momento a la imagen, “il piano della cadena”, dibujado por Lorenzo Rosselli entre 1471 y 1482, el primero en su clase por el minucioso respeto al detalle, la perspectiva y la precisión. Te debo la necesaria explicación de por qué diablos se llama el plano de la cadena, en lugar del plano de Florencia, una obra maestra a mi entender. No encontré el por qué. Tengo la esperanza que cuando lea esto mi amigo Maurizio Tafani, un uruguayo celebrado sommelier en Florencia, nos ilumine sobre este y los demás tornillos que me hayan quedado flojos. ¡Dale Maurizio, aflojale a los banquetes y danos una lección
Acá la tenés, una reconstrucción en la cual podés cambiar la historia a tu gusto.
! Y ahora volviendo al siglo XXI, te diré que con ese plano perfectamente se pudo hacer un jueguito de realidad virtual como los del Play Station, en el cual intervinieran Leonardo da Vinci, Miguel Angel, Bocaccio, los Medici y, por supuesto, Girolamo Savonarola sin descartar al propio Maquiavelo.
Nuestro personaje era un monje domínico, influyente confesor del gobernador de Florencia, Lorenzo de Médici, a quien le aterrorizaba su poder. El monje predicó contra el lujo, el lucro, la depravación de los poderosos, el consumismo y le faltó el odio al neoliberalismo y a los yanquis para parecerse como un hermano mellizo, a muchos de los que hoy conocemos. Reconozcamos que podríamos asumir como propios todos esos principios, porque todo eso existía, igual que la sodomía con tanto entusiasmo practicada por algunos de los más ilustres artistas florentinos de aquellos tiempos. Pero sus arengas promovían hogueras en la Piazza della Signoria para quemar cosméticos, espejos, vestimenta ostentosa y libros licenciosos como los de Giovanni Bocaccio. ¿Querés una coincidencia escalofriante? Torquemada también era un monje domínico y murió en el mismo año, pero de diferente manera que nuestro Savonarola.
Girolamo no era un hipócrita sino un extremista carente de autocrítica y un imprudente capaz de enfrentar al Papa y a las restantes jerarquías eclesiásticas. En el convento asustaba a sus condiscípulos con lo riguroso de sus ayunos y penitencias, así como con el abuso del cilicio, con el cual se lastimaba suponiendo que a Dios le complacía semejante comportamiento. Los tipos que hacen estas cosas y tienen locuacidad, se transforman en guías espirituales de personas desconcertadas… o temerosas de lo que podría hacer contra ellas un demente como Savonarola. Sus críticas quizás en parte justificadas, pero virulentas al extremo, contribuyeron a la expulsión del Gobernador Piero de Médici, favorecieron la invasión del Rey de Francia Carlos VIII… todo eso en medio de convulsiones sociales, políticas y militares, como fue el caso de una ruinosa guerra contra Pisa y sus aliados.
El odio había comenzado antes, con Lorenzo de Medici, un banquero juicioso que trajo prosperidad, disminuyó la miseria y sobre todo, promovió al arte en todas sus manifestaciones. Girolamo cusaba a los pintores y escultores florentinos de presentar a la virgen María como una ramera y a las santas como prostitutas. Ordenó que las pinturas fueran retiradas de las iglesias y quemadas en las hogueras, los niños debían denunciar a sus padres y los juegos de tablero, también debían ser arrojados al fuego. ¡Que nadie osara complacerse ni divertirse en ese mundo tétrico que había inventado Savonarola! No queda claro si la muchedumbre se creía sus sermones o si simplemente estaba aterrorizada.
Pero luego arremetió imprudentemente contra el Papa Alejandro VI, quien lo excomulgó en 1497 tras lo cual fue arrestado, torturado y quemado en la misma plaza donde incendiaban libros y prestigios. Se cuenta fácil, pero fue todo un proceso que es casi una novela. Te recomiendo un link detallado que pongo al final. Un artista anónimo retrata la hoguera en la que murió y agrega a sus dos compañeros quemados con él, aunque en la imagen se ven otros tres en un tétrico cortejo… quizás para mostrar un relato secuencial. Las quematinas de Torquemada eran algo así como las telenovelas o los bailes del caño con los que hoy entretienen muchedumbres no muy diferentes a las de 500 años atrás. Te incineran o te fríen en aceite por no coincidir con las verdades de turno… pero ahora sin derramamiento de sangre. Maquiavelo que era un joven en ese tiempo, contemplaba estas cosas y las procesaba para su recetario de cómo conseguir lo mismo sin andar martirizando gente a la vista de todos y sin arriesgar que de rebote, te martirizaran a vos.
Ahora viene la visión en espejo, contraria hasta el punto en que Girolamo se transforma poco menos que en un santo. Porque resulta que ese Papa Alejandro VI que combatió era nada menos que un Borgia y que ese Medici había salido fallado, pues le daba por mortificar a su pueblo en lugar de por promover el arte y la arquitectura como hizo su antecesor. ¿Se puede creer que entre los más entusiastas discípulos se encontraba Sandro Boticelli, tan convencido de las maldades de la belleza que quemó en las hogueras todas sus obras con temas paganos ¡qué horror! Menos mal que La Primavera y al Nacimiento de Venus no estaban en su poder, porque de lo contrario, no las hubiéramos conocido. Girolamo no logró convencer a Miguel Angel Buonarroti, pero sedujo a su hermano mayor.
Otra que se salvó, la «Virgen de la leche», atribuida a Leonardo.
Las “pruebas” con las cuales se juzgó a Fray Girolamo, Fray Domingo y Fray Silvestre, parece que fueron falsificadas por el notario, tras lo cual estuvieron meses en prisión sin que el corazón de Borgia se conmoviera. Aunque hay que reconocerle que primero le dio la oportunidad de que se callara la boca y se dejara de conjurar, ofreciéndole un cargo de Cardenal, nada menos. Tampoco es fácil interpretar objetivamente a Borgia, pues Savonarola se había apoderado de la rica ciudad de Florencia y amenazaba al Papa en tiempos en que del poder terrenal podía aventajar al poder celestial y que los rezos se complementaban con un poderoso ejército papal que terminó invadiendo Florencia.
Savonarola abdicó de sus ideas… pero luego de 47 días de torturas inauditas, causándole innumerables fracturas salvo en el brazo derecho, que reservaron para que pudiera firmar la humillante renuncia a sus creencias. El documento fue firmado con el único brazo disponible, posiblemente el 8 de mayo de 1498. Como le quedaba ese brazo sano, volvió a escribir para arrepentirse de haber abdicado y para comenzar a escribir nuevos libelos contra la autoridad eclesiástica.
Dicen las crónicas de la época, que el 23 de mayo de 1498 Savonarola y sus dos fieles seguidores caminaron por la pasarela vestidos solo con una túnica blanca y subidos hasta la cima de una imponente construcción donde fueron colgados. Todavía pendiendo de la horca, sus justiciadores encendieron la hoguera y completaron la sentencia. Las cenizas fueron arrojadas al río Arno y algunas mujeres trataron de recogerlas para venerarlas, pero los guardias lo impidieron. Dicen que al día siguiente el lugar donde estuvo la hoguera amaneció cubierto de flores y pétalos de rosas. Desde fines del siglo XX, hay un movimiento promovido por los domínicos que promueve la canonización de Savonarola.
Un disco de granito indica el lugar preciso donde ese día murieron quienes por cuatrocientos años fueron enemigos de la iglesia y hoy son venerados defensores del verdadero credo, ambas cosas al mismo tiempo, ¡mirá si será incomprensible el bicho humano!. Como comentario al margen, te diré que es difícil encontrar literatura equilibrada. O están rabiosamente en contra o se pronuncian como admiradores plenos. Tanto tiempo después, es escaso el juicio crítico objetivo sobre este asunto, lo cual a mi manera de ver, entraña la conclusión de que somos incorregibles.
Si estás en Florencia un 23 de mayo, es posible que puedas apreciar la denominada “Fiesta de la Fiorita”, en la cual se colocan flores y se esparcen pétalos sobre el disco de piedra, tras la celebración de una misa en el Palacio de la Signoria. Complementariamente, se hace un desfile en vestidos renacentistas desde la plaza de la Signoria hasta el Ponte Vecchio, donde se tiran los pétalos al Arno.
Una última reflexión. Savonarola escribió en 1472 De ruina Mundi y en 1475 De ruina Ecclesiae, donde compara a la Roma de Papa con la antigua y corrupta Babilonia, según nos recuerda la docta Wikipedia. De manera que lo dejaron predicar contra el poder imperante durante más de 20 años; mucho más de lo que toleraría una discrepancia Nicolás Maduro. Maduro parece un acólito de Savonarola, pues está tomó medidas eficaces para terminar con toda la riqueza y las vanidades de Venezuela.
Guillermo Pérez Rossel
http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=3110
http://www.palazzo-medici.it/mediateca/it/iconografia_scheda.php?id=4
http://www.dominicos.org/grandes-figuras/personajes/jeronimo-savonarola
