La gente reacciona exageradamente. Pero es cierto, comen todo, rompen todo y en los ratos libres se divierten como degeneradas con su triple vagina y su doble pene.

Conozco casos de turistas que abandonan una casa alquilada aterrorizados por una comadrejita de porquería. ¿Y si la llamamos zarigüeya te cae más simpática? Bueno, a mí si me lo parece… pero porque soy uruguayo. Buscando información, me encontré con este comentario en un blog de imprecisa nacionalidad: “La plaga no es de lindas comadrejas, son zarigüeyas. Lo que pasa es que en Argentina se les llama comadrejas a las zarigüeyas pero no son lo mismo ni mucho menos” Esto lo puso un usuario que firma Millanin, pero no dice de dónde es. Así que la simpatía o el asco liso y llano, va por barrios, o más bien, por latitudes.

Pues bien, no encontré ninguna fuente que hiciera referencia a que sean dos animales diferentes; todo apunta a que son dos de los infinitos nombres que tiene el bichito. No parece en cambio correcto emparentarlo con el hurón, que ese sí es un mamífero diferente hasta el punto que no es marsupial sino placentario. Hay que reconocer sin embargo el parecido y la misma característica de exudar un olor disuasivo cuando lo acosan sus depredadores.

Deberíamos ser más respetuosos con esta comadreja que nos precede por millones de años y que así como lo ves de chiquito y poquita cosa, sobrevivió la era de hielo como si nada. Ya lo viste en más de una película de dibujitos animados. Y si a los realizadores y también a vos, te resultó tan querible, ¿por qué ahora ponés el grito en el cielo cuando encontrás las huellas de sus andanzas nocturnas en la proximidad de tu parrillero? Cierto… para los yoruguas el parrillero es un recinto sagrado… pero objetivamente no da para tanto terror. Por lo que se sabe no transmiten ninguna enfermedad; se les adjudica ser portadores de rabia, pero es un mito.

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Rescaté la foto… pero no pude encontrar referencias a que puedan hacer ésto.

A las mujeres, que tanto asco les causa, les debería dar un poco de curiosidad el premio que le otorgó la naturaleza a una congénere (perdón, pero si se usa “género” de manera tan difusa, me están autorizando esta interpretación). Porque la comadreja hembra tiene tres vaginas, ¡imaginatela disfrutando el sexo!. Por la del medio nacen los bebés y finaliza el aparato urinario; las otras dos se hacen necesarias durante la fecundación y llevan a cámaras de útero diferentes… aunque en el nacimiento todas las crías se desplazan hasta la vagina del medio. Los machos no le van a la zaga, pues tienen un pene bifurcado cuyos glandes ingresan simultáneamente a dos vaginas durante el acto sexual. ¡Pucha bicho privilegiado y lascivo!

Puede ser más mimosa que un perro

Madre amorosa cargando más de diez crías

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La nuestra, la comadreja overa, comadreja mora o comadreja picaza, tiene la denominación científica de Didelphis albiventris y la propia Wikipedia la identifica como perteneciente a la familia de las zarigüeyas, ampliamente distribuida por toda Sudamérica desde hace millones de años. Se considera que hay 92 variedades vivas en la actualidad, así como incontables extinguidas a lo largo de los milenios. Se la menciona como un fósil viviente, calidad que obtuvo gracias a su facilidad para adaptarse a lo que encuentre. Come lo que sea y cualquier medio ambiente le viene bien, tanto en nuestros más cerrados montes nativos, como en el fondo de tu casa y si te descuidás, también adentro de ella. Yo tuve una familia entera entre el cielo raso y las chapas del techo de mi ranchito en Aguas Dulces, no las pude sacar hasta que tiré abajo el rancho. Mi hija tenía una aquerenciada en el fondo de su casa en Punta del Este y en estos días, noté que otra comadreja se sube a un quincho donde logré enredar un mburucujá, para comerse los frutos, ¡puchaquelatiró!

La foto que te muestro, corresponde al destrozo que dejó en la barbacoa de mi hija, quien precavida, nunca deja comida a la mano… pero esa vez se descuidó luego de un asado con amigos, cuando salió a despedirlos hasta la puerta. Cuando volvió, se encontró con esto y despertó al vecindario con sus gritos de indignación. Ahí fue donde descubrimos que las comadrejas adoran el helado, o lo que queda en bols y cucharas. ¡Qué asco!

Comadreja y gato se amenazan

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¿Y los gatos de la proximidad? ¿Cómo es que pareciéndose tanto a una rata, los gatos no atacan a las comadrejas? Es que las atacan… pero así les va pese a la eventual diferencia de tamaño. Otros gatos, como el del video, luego de medir la situación, prefieren hacerse los distraídos. ¿Y los perros? Son pocos los perros que pueden con una comadreja, salvo en jauría. Además, los perros no trepan a los árboles.

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Ya vamos a hablar de la ambigua relación del hombre con las comadrejas, a las que les iba mucho mejor cuando tenían que alternar solo con gliptodontes y tigres dientes de sable. Ahora hablemos un poco de lo que les impone su biología. Sin la más mínima vergüenza, citaré textualmente a la enciclopedia, no sea que por dármelas de sabihondo tergiverse algo. “La vida de la comadreja es rápida y corta, la gestación dura 14 días, la madurez sexual llega a los 10 meses, la menopausia llega a los 2 años, y la muerte llega pocos meses después (en cautiverio puede llegar a vivir hasta los 4 años)”.
“Esta especie tiene un tamaño mediano, como el de un gato doméstico pequeño».

«Presenta cierto dimorfismo sexual, los machos suelen medir entre 45 y 70 cm de longitud, mientras que las hembras suelen medir entre 41 y 60 cm de longitud, la cola mide entre 40 y 65 cm. El peso en los adultos varía entre los 500 g y los 2 kg. La apariencia general recuerda a ratas, cerdos y zorros entre otros animales. La cabeza es chata y se extiende hacia adelante con un hocico largo y puntiagudo similar al de un zorro, y de él se despliegan vibrisas y largos bigotes, sensibles al tacto”.

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“En la punta se encuentra una nariz desnuda que junto al hocico y ciertas posturas del animal, recuerda a los cerdos. Sus orejas son redondas y grandes, una de las causas por las cuales se la confunde con ratas y otros roedores, a pesar de ser un marsupial. Los ojos son pequeños y oscuros, adaptados más a la visión nocturna que a la diurna. La cabeza y las orejas son de color blanco (estas últimas pueden tener una base color negro), y la nariz rosa. Un «antifaz» de color negro cubre sus ojos, lo cual le da a la comadreja overa un aspecto agresivo. Sobre su cabeza, y extendiéndose verticalmente de entre el medio de sus ojos hasta la nuca, muestra una tercera franja de color negro”.

En cuanto al nombre, los entendidos consideran que “comadreja” es una nomenclatura que le damos los argentinos, paraguayos y uruguayos, pero en español debería llamársela Zarigüeya. En Brasil le dicen según la región, esgambá, timbú, cassaco, múcura, sarigué, micuré. Taibúi, tacacaca y ticaca, entre otros. En definitiva, hay como sesenta nombres para referirse a este bicho o más bien, a todas las 60 variantes de este animalito.

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¿Podrás creer que se parece a nosotros porque es el único animal con pulgar abierto como para poder “manipular” valga la redundancia, ventaja que compartimos con ella y con todos los primates? Como todos los marsupiales, tiene ubres dentro de la bolsa donde se crían los bebés cuando son muy chiquitos, antes de que su espíritu aventurero los lance a la espalda materna ayudados por esas manos manipuladoras, que tiene cuatro como los monos y no dos como nosotros, lo que les permite aferrarse mientras ella anda a la carrera por los árboles o en la barbacoa de mi hija. ¿Viste en la foto que tiernos y simpáticos se los ve a los bebés con la mamá? Se habrá divertido en la concepción… pero luego de nacidos los bichitos, tras dos meses de teta, se le suben al lomo ¡durante otros cuatro meses!.

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Ella les enseña una rígida disciplina de higiene, con frecuentes lavados de cara y manos . Nadan sin ningún problema desde chiquitas… pero no corren con rapidez y las luces de los autos la deslumbran hasta el punto que quedan inmóviles en la carretera con la consecuencia de que junto a los zorrinos, son los bichitos nativos más atropellados que tenemos.

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El oloroso mecanismo de defensa es particularmente admirable. Primero trata de asustar al enemigo mostrando los dientes y poniendo la cara más aterradora que tiene… si todo eso falla, se hace la muerta, pero con tanta maestría actoral que le daría envidia al propio Petru Valenski. Nuestra comadreja logra disminuir los latidos del corazón, queda con los ojos vidriosos y la boca abierta, en estado inconsciente. Para completar la puesta en escena, su cuerpo exuda un olor pestilente que podría confundirse con el de un cadáver. Más convincente, imposible. Puede quedar horas en ese estado hasta que el enemigo desiste y se va. Entonces, escapa disparado como si lo corriera el diablo. ¿Es algo enseñado, es algo natural en ellos?, solo se sabe que pueden hacerlo hasta las crías que terminan de bajar del lomo de la madre.

Los bebés en la bolsa marsupial, como los canguros

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Ahora, ¿es justificada esa persecución a muerte a que las sometemos en Uruguay? No debería serlo; hay lugares donde las consideran simpatiquísimas hasta el punto de que son el símbolo de algún club deportivo en Brasil; en otros lugares consiguen comadrejas para mantener los hogares libres de cucarachas, ratones y ratas. También comen sapos y lagartijas y, desgraciadamente para ellas, adoran los gallineros y se comen todas las frutas que encuentran en los árboles. Naturalmente, comen y desparraman basura. Por eso son perseguidas por los granjeros y eran odiadas en aquél Montevideo en el cual en cada casa se criaban gallinas. ¿Una curiosidad? Les apasiona la comida granulada para gatos.

Sin embargo, también pueden ser extremadamente cariñosas y juguetonas si se las cría como una mascota, como ocurre con los hurones y los armiños, que son animales diferentes, pero de aspecto y hábitos semejantes. La ventaja de estas tres mascotas, es que te liberan de alimañas que esas sí transmiten enfermedades. En algunos ámbitos se sostiene que pueden contagiarse y transmitir la hidrofobia (rabia), como los murciélagos, como los perros; pero eso no es cierto se explica en buenas y variadas fuentes. La comadreja tiene una curiosa temperatura corporal de 32 grados, temperatura que impide la permanencia y reproducción de numerosos vectores, además del beneficio extra que dispone de un alto nivel de delinfocitos lo que le otorga sólidas defensas contra microorganismos nocivos, razón por la cual los ambientalistas recalcan que esta especies fundamental para el equilibrio de los ecosistemas.

Trampa para comadrejas ofrecida en Mercado Libre.

Entre esos admiradores estaban algunos veterinarios de Nueva York, que en 2007 decidieron conseguir unas cuantas comadrejas para combatir la plaga de ratas que siempre hay en la ciudad más poderosa del mundo, mostrando que la riqueza no lo puede todo. Hecho esto, se sentaron a contemplar como las comadrejas terminaban con los roedores… pero no contaban con la inteligencia de las comadrejas, con millones de años de aprendizaje.  En lugar de luchar contra ratas en la asquerosa red cloacal, prefirieron instalarse en los jardines, visitar las fruterías, husmear en la basura de las carnicerías y dejar tranquilas a las ratas, sus compañeras de desventura en la defensa contra el peor asesino de bichos: el ser humano. Así que los veterinarios de Nueva York ahora tienen que lucar no con una, sino con dos plagas.

Quizás no hayan perseverado tantos milenios para fracasar en Broadway… pero pensá en las ranas, sapos, lagartijas y otros bichitos comedores de mosquitos y larvas que con tanto entusiasmo tratamos de extinguir. Ahora los científicos los están extrañando, con ellos puede que resultara más fácil luchar contra el Aedes Aegypti, el dengue, el Zika y antes, la fiebre amarilla, entre otras pestes. ¿Dónde encaja la comadreja en el delicado equilibrio de las especies?

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Guillermo Pérez Rossel

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La información y las fotos fueron recopiladas de Wikipedia, wikimedia, taringa net y Google image.