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Misterios de la casa Ximenez

Uno de sus hijos casi abolió la esclavitud ¡en Angola! y uno de sus huéspedes quizás ocultó el tesoro de las Massilotti.

Mirá los misterios con los que esta vez se mete Alberto Moroy. Nos trae las extrañas historias de la Casa de Ximenez uno de los patrimonios montevideanos menos conocidos y una personalidad extraordinaria. Pero la Casa en sí tiene su historia formidable, por los huéspedes ilustres que tuvo, desde un sacerdote que luego fue Papa y posiblemente depositario del tesoro que aún se busca de tanto en tanto en el Cementerio Central, hasta el Duque de Saldanha.
 
Por Alberto Moroy

Si bien esta casa tuvo su historia, podria estar relacionada con otra mas inquietante referente al tesoro de «las hermanas Massilotti». Es por eso que le brindaremos los dos articulos concatenados como para que usted juzgue y si puede opine. En la portada  la casa Manuel Antonio Ximénez y Gomez en Montevideo, dibujada por Federico Reilly, excelente artista uruguayo de motivos tradicionalistas. Esta ubicada en la  Rambla 25 de Agosto  580, entre Ituzaingo y Juan Carlos Gomez hoy  Museo Histórico Nacional «casa de Manuel  Jiménez y Gomez» .Viajaremos a esta famosa casa que pocos conocen y menos saben su historia, famosa por su dueño y  por quienes en ella se alojaron como el futuro Papa Pió IX, Mastai Ferreti en 1824 o el Duque de Saldanha, capitán general de Rio Grande do Sul (1821) y ministro de Guerra en 1827, entre otros.

Ubicacion de la casa Montevideo 1830 / Actual

Famosa por un hecho cargado de simbolismo que casi no trascendió en la historia uruguaya y merecería de poder confirmarse, al menos una recordacion. Se trata de un montevideano, hijo del dueño de casa, de nombre Manuel Miguel, que por esas cosas del destino termino siendo gobernador de la colonia portuguesa africana de Angola  (lugar de origen de miles de esclavos que llegaron a Uruguay) y en funciones como tal,  decreto la abolición de la esclavitud de 150 de ellos, por el año 1852. Estos, en agradecimiento le regalaron una cadena de plata, reproduccion de las que los sujetaban con un cofre de madera. Recien el 23 de julio de 1856 se establecía en Angola que los hijos de mujeres esclavas nacidos a partir de esa fecha, fuesen declarados libres, aunque obligados a servir a sus dueños hasta los 20 año.

Miguel Miguel Jiménez y Rodríguez, gobernador de Angola y «ainda mais»  General de divisão reformado, do conselho d’el-rei, comendador das ordens de Cristo, da Torre e Espada, e de Nossa Senhora da Conceição de Vila Viçosa; cavaleiro da de Avis; condecorado com a cruz de ouro das campanhas do Rio da Prata; grã-cruz da ordem de Isabel a Católica, comendador da de Carlos III, cavaleiro de 1.ª classe da de S. Fernando, todas de Espanha. N. em Montevideu a 25 de Fevereiro de 1806, fal. em Lisboa a 22 de Maio de 1884

 

Manuel Antonio Ximénez /  Su hijo Miguel Jiménez y Rodríguez
 
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El dueño de la  casa  

Manuel Antonio Ximénez,  habia nacido en Huelva España en 1776, a los 17 años de edad se trasladó al Río de la Plata,embarcándose en Cádiz en compañía de Bernardina González, y Fernando Abilleira. Pasó a residir en la Villa de Canelones en casa de don Antonio Monasterio a quien venia recomendado por ser sobrino de su esposa. Rápidamente se incorporó a la vida lugareña formando su propio hogar. El 22 de octubre de 1796, contrajo matrimonio con Margarita Rodríguez Calleros (nacida en las Piedras), hija de Don Gregorio Rodríguez y Doña Narcisa Calleros, tuvieron 13 hijos. Su primera mujer falleció en el año 1819 y en 1821 se casa con Juana Francisca Benita de la Puente con quien tuvo otros diez hijos mas.

Genealogia de  Manuel Antonio Ximénez y Gomez  http://gw1.geneanet.org/horaciogabriel?lang=es;p=d.+manuel+antonio;n=ximenez+y+gomez

Origenes de la casa

Habia comprado el primer solar a doña María Angélica Farias en 1809, se estima su construccion recién en 1817, posteriormente adquiere otros lotes mas. Llama la atención el lugar, para ese entonces casi un basural,  entre las bovedas y la linea costera, auque vivir frente a la bahia, para un hombre que tenia barcos y era comerciante  «tenia sus ventajas». En 1821 Ximénez solicitó al Barón de la Laguna le concediera en merced un terreno baldío y sin propietario, ubicado en el costado izquierdo de su casa frente a la muralla y a las Bóvedas. Entre los fundamentos de la petición señalaba que el suministro de pan a las tropas de que se hallaba encargado exigía que su «laboratorio» estuviera inmediato a la casa de su residencia El 23 de junio de 1821, Lecor firmó el decreto adjudicando a Ximénez la propiedad del terreno solicitado. Tenía veintinueve varas de frente al norte ( 24,24 m.) con figura irregular. En octubre y noviembre de 1823,  Ximénez adquirió dos nuevos terrenos contiguos a éste y sobre estas tres parcelas hizo construir un edificio de dos plantas, con frente también a la calle de San Telmo, destinado al comercio la planta baja, y la alta a residencia, a esta casa pasó a vivir Ximénez con su familia,

Pto.Montevideo 1826/27 (bandera Cisplatina) / Idem 1829 con bandera uruguaya
Lamina de un dibujo ingles 1829, Casa Ximenez, pegada ángulo inferior izq.
  
La escena portuaria que ven arriba, quedaba a metros de su casa y el entorno se  pareceria, aunque este fue dibujado por los ingleses, diez años mas tarde. Abajo su casa de dos plantas, luego sufrió modificaciones hasta llegar a nuestros dias sin demasiados cambios en su parte exterior  En el primer patio tenia una cisterna de agua dulce,  escavada en la roca, alimentada por una de las primeras fuentes de Montevideo. Podria ser la «aguada de Viana». ya que Ximenes le compro un lote contiguo a doña María Maria Antonia Achucarro, (Atxukarro) viuda de Melchor de Viana Fernandez.  Fue restaurada en Í963 por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, supervisadas en las distintas, etapas de ejecución por el Arquitecto.Rogelio Fusco Vila con el asesoramiento en materia histórica del Director del Museo Histórico Nacional, Profesor Juan E. Pivel Devoto. Finalizada la restauración, el Ministerio de Obras Públicas hizo entrega de la casa a la Dirección del Museo Histórico Nacional el 13 de setiembre de 1971. En su planta baja  funciona la Liga Marítima Uruguaya y la Academia de Historia Marítima y Fluvial.
Ubicacion 34°54’13.94″S 56°12’24.12″ W
Puerta y balcón principal. Díb.  C. Menck Freiré. (Museo Histórico Municipal)
Vista interior desde el patio principal.  las dos plantas y el miradar.Dib. de Vicente Martín. (Museo Histórico Nacional )
Arcos  del Zaguán y acceso al primer piso Dib. de  Vicente Martin (Museo Histórico Nacional.)
Dibujo de pozo de agua de época
Museo http://www.mhn.gub.uy/
Su historia continua. Ref de este articulo. .. «Interesante»
http://www.bse.com.uy/almanaque/Almanaque%201972/pdf/0%20-%20025.pdf
Vista a Chile de Moseñor Muzzi acompañado por el canónigo Mastai (izquierda)
Giovanni  Mastai Ferretti Sollazzi (Pío IX)  Arzobispo Muzzi
 
Giovani Mastai Ferreti
 
Empezaba el año 1824 cuando arribó a este puerto, (1° de enero), el bergantín francés Heloisa, a cuyo bordo venía el canónigo Giovanni Maria Giambattista Pietro Pellegrino Isidoro Mastai Ferretti Sollazzi  acompañando al Arzobispo Muzzi, Nuncio de su Santidad, en misión apostólica a Chile.Una tempestad  había rechazado la nave conductora, de las costas de Maldonado, consiguiendo a duras penas ganar el puerto de Montevideo, de donde siguió viaje a Buenos Aires. De allí partió la misión por tierra para Chile.
 
El viaje a Chile de la comitiva eclesiásticas y los prolegómenos del mismo fueron relatadas por Domingo Faustino Sarmiento en el año 1848 cuando estaba en Chile. En Enero de 1824 Muzi , Mastai y otros llegaron a Montevideo por casualidad, ya que en varias oportunidades estuvieron a punto de hundirse. Poco se detuvieron allí los viajeros, partiendo para Buenos Aires. La mañana siguiente del tres de Enero, el Supremo Gobierno mandó un bellísimo bote suyo con cuatro comisionados para recibir a Monseñor Muzi, su compañero Mastai y comitiva.
 
Los viejos exclamaban: «Bendito, el que viene en nombre del Señor» y así, acompañados hasta la fonda de los Tres Reyes (calle Sarmiento B.A), encontraron puesta una mesa suntuosa, con treinta cubiertos y manjares. A los pocos días, era tanto el gentío que los aclamaba que el gobierno (Bernardino Rivadavia , omnipotente ministro del gobernador Martín Rodríguez), temiendo una sublevación popular, les pidió que partieran. El viaje por tierra a Chile fue un martirio. Permanecieron en Santiago poco tiempo: desde el 7 de marzo hasta el 19 de octubre de 1824. El 30 de octubre del mismo año partieron nuevamente para Montevideo donde permanecieron dos meses y medio para luego partir el 18 de febrero de 1825.

 

Agunos de los hijos de Manuel Ximenez
  • María Juana casó el 12 de noviembrede 1821 con el Coronel brasileñoMiguel Antonio Flangini, secretario del Barón de la Laguna, Gobernador y CapitánGeneral de la Provincia; Bernardina contrajo enlace con Ladislao Martínez Castro y pasó a residir en Buenos Aires;
  • Mercedes  se casó con Francisco Xavier de Viana y Estrada, hijo de! Brigadier don Francisco Xavier de Viana y nieto del primer gobernador de Montevideo, el Mariscal José Joaquin de Viana
  • Manuela fue esposa del marino brasileño Juan Evangelista de Araujo Pitada, trasladándose al Brasil en 1825;
  • Dolores casó con Bernardo Suárez, hijo de Joaquín Suárez; Margarita, a cuyo nacimiento había muerto su madre,
  • Margarita  fue esposa de Gregorio Lecoq, hijo del Brigadier de Ingenieros Bernardo Lecoq.
De los hijos varones del matrimonio Ximénez Gómez – Rodríguez Calleros,
  • Miguel siguió la carrera militar enrolado en la División de Voluntarios Reales al mando del general Alvaro Da Costa. Esta división que había permanecido fiel al Rey de Portugal, D. Juan VI, cuando se produjo la independencia del Brasil, se retiró a Lisboa luego de entregar la plaza de Montevideo al general Lecor, Barón de la Laguna, pronunciado en favor del nuevo Emperador del Brasil don Pedro I de Braganza. Con ella marchó el joven Miguel a Portugal donde alcanzó altas posiciones habiendo desempeñado años después el gobierno de Angola, provincia portuguesa de África.
  • Salvador Ximénez se dedicó al arte y a la diplomacia. Fue escultor, pintor, músico, Cónsul Pontificio ante el gobierno uruguayo al que representó en diversas ocaciones
El artista Salvador Francisco Bernardino Ximénez y Rodríguez 1812-1888
Se decia que Pío IX  (antes Mastai Ferretti) fue su padrino, incluso un supuesto dialogo entre Salvador y Pio IX cuando este lo visito en Roma, hacen mención a esta situación
Parece dificil ya que cuando estuvo en la casa de su padre (Manuel) tenia 12 años y seguramente estaba bautizado,
Urquiza nombró a Salvador Giménez (artista) , cónsul pontificio en Montevideo, como agente confidencial del gobierno de la Confederación Argentina cerca de su Santidad Pío IX. El decreto de su nombramiento expresaba que el gobierno estaba «decidido a promover por todos los medios ordinarios el arreglo definitivo de la Iglesia Católica Argentina».
El 2 de abril de 1849 el Comandante Militar de Gualeguaychú, Don Rosendo María Fraga, escribe al gobernador dándole cuenta que ha llegado a ésta para establecerse por un tiempo con su familia, Don Salvador Ximénes. Que este sujeto estaba acreditado como Cónsul de Roma en el Estado Oriental y que de acuerdo a estas circunstancias le ha prestado las atencion  Será en Gualeguaychú: escultor, maestro de bellas artes y marmolero. Fue él quien por entonces, esculpió las placas para los edificios públicos de Gualeguay, C. del Uruguay y Gualeguaychú.  .

                                                                                              

Pila Bautismal / Estatua de la libertad (plaza Cagancha 1866)   Benito Lamas, tercer vicario apostolico miniatura pintado por Salvador Ximenez

Palacio San Jose (Urquiza, Ar.) Pila Bautismal  de mármol de Carrara para el  agua bendita. Tiene una altura de 2,70 metros y en la parte superior está coronada con una escultura representando el bautismo de Cristo por San Juan Bautista. Realizada en Italia, llegó al Palacio San José en 1857, procedente de Génova. En el Vaticano existe una igual, en San Pedro su autor fue Salvador Ximénez

 

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