Passerella sopra la galleria Vittorio Emanuelle
Y que sea la última vez que te vea bautizando en inglés alguno de los tesoros italianos ¡Maledetto xenófilo!
¿Se puede creer que hicieron un sendero por los techos de la soberbia Galería Víctor Manuel de Milán y la presentan como “Highline Galleria” así, en vergonzosa mezcolanza gringófila. Si se enterara Caravaggio, se levanta de su tumba y de bronca, al autor de ese adefesio le tira encima un plato de alcauciles hirviendo. Porque así era como el pintor manifestaba su abierto desacuerdo, siempre que hubiera los alcauciles a mano. Es lo que se asegura en la Wikipedia y no me digan que no es una genialidad. Ladrillos, huevos, eso es lo que tira la gente sin talento.
No tengo que decirte lo que es la Galleria Vittorio Emanuele, esa impresionante construcción que conecta la Piazza del Duomo con la Piazza della Scala. ¡Nada menos! Como te podrás imaginar, desde este sendero de 250 metros tenés una visión privilegiada de los techos del Duomo y, caminando hacia el otro extremo, ves a los privilegiados ingresando a la Scala. Debajo, ves a la gente deambulando como hormigas por dentro de la galería. Estarás a 47 metros de altura. ¿Cómo no se les ocurrió antes? En realidad se les había ocurrido desde que lo edificaron, como verás más adelante.
El sendero a todo lo alto lo creó la “Seven Stars Galleria” (mirá por dónde se explica el agringamiento, tan poco frecuente entre los tanos) y el Grupo Alessandro Rosso, con los auspicios del municipio milanés. El pretexto fue enriquecer la ciudad con motivo de la Exposición Universal dedicada a la alimentación y la energía, que tuvo lugar en Milán en 2015, con la presencia de 140 países. Junto con esta pasarela, también se inauguró una exposición de réplicas de las máquinas de Leonardo da Vinci; la Scala tuvo una programación especial y en el Castello Sforzesco se exhibió la Pieta Rondanini de Miguel Ángel. Los milaneses no se andan con chiquitas.
También se renovaron 14.000 metros cuadrados de fachadas interiores de la Galleria. Así que no te quejes cuando te cobren 12 euros por andar caminando por el techo. Se puede ingresar hasta las 22.30 y no es una mala idea, pues este corazón de Milán está bonitamente iluminado por expertos en resaltar edificios como el Duomo y la propia galería.
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La galería en secuencia de fotos
El ritual de romperle las bolas al toro
La Galleria es una obra descomunal a la cual ya le dedicamos un artículo en http://viajes.elpais.com.uy/2013/08/19/galleria-vittorio-emanuelle-ii . Se llama así por Vittorio Emanuele II, el primer rey de aquella gloriosa Italia unificada, luego de que muchos señoríos renunciaron por las buenas o por las malas a sus jurisdicciones, e incluso desaparecieron absorbidos, algunos territorios con tanta alcurnia y lengua propia como el Reino del Piamonte. Piamontés era Garibaldi, un héroe de esa unificación, quien a su paso por Uruguay fue iniciado como masón, así que es casi un milagro que el Vaticano (que tenía ejércitos) mantuviera su independencia, aunque en un menguadísimo territorio.
En tiempos de Garibaldi y Vittorio, ya no se construían catedrales como aquellas que ayer y hoy asombran al mundo. Todo el esfuerzo, toda la tecnología, en esos tiempos se ponían al servicio de Dios. Lo que se construían, eran castillos. Pero en 1861 la aristocracia ya estaba cercada por los empresarios y todo el esfuerzo y toda la tecnología, estaban aplicadas al comercio y la riqueza. Las Gallerías eran las nuevas Catedrales y el dinero era la nueva deidad.
La de Milán pensada en 1861, pero construida por Giuseppe Mengoni entre 1865 y 1877 no es la primera. La antecedieron varias, entre las cuales destacan las Galeries Royales Saint Hubert, en Bruselas, que abrieron en 1847. Sorprendentemente, Mengoni tenía prevista esta pasarela superior, como un complemento interesante de las imprescindibles necesidades de limpieza del increíble techo vidriado. El conjunto de techos demandó 353 toneladas de hierro para sostener miles de metros cuadrados de vidrio de respetable grosor. ¡Hay que limpiar todo eso!
El hierro era un recién llegado a la construcción y Mengoni era un artista. Tanto, que sus técnicas inspiraron a Eiffel, quien construyó su torre en 1889, para celebrar la Exposición Universal realizada en París en ese año. Todavía hoy la galería es llamada “Il salotto di Milano”, para identificarla con su propósito comercial. En sus cuatro pisos y ocho avenidas, alberga a algunas de las más famosos establecimientos de Milán, y Milán es el corazón vivo de la moda universal. Entre las firmas más reconocidas está Prada, Gucci, Armani, Massimo Dutti, la platería Bernasconi, el histórico Café Biffi, el moderno bar Zucca… ¡¡y un local de Mac Donald!!.
Sería como para abrirse las venas, si no fuera porque la cadena estadounidense toleró en ese lugar sacro, las más pecaminosas variables a su estándar de acero inoxidable y neón. En este caso respetaron los colores y el mobiliario es un poco más acorde a lo que debería verse en la Galleria. Un poquito…
Pero no me digas que es un poco incongruente, al menos con el hotel Town House Galleria (lo del gringuismo es una manía) que tiene siete estrellas y precio acorde a los lujos que ofrece. No niego que puedas tener una tarjeta de crédito capaz de superar ese escollo… pero quizás te quieras conformar con un recuerdo tanto o más bueno si sos amante de la ópera y la buena mesa. Pues no hace mucho se inauguró un restaurante en homenaje a Luciano Pavarotti. Dicen que se come muy bien por 15 euros, respetando los sabores que prefería el tenor.
No te olvides de que también podés trepar al techo del Duomo, otra experiencia alucinante en una ciudad que le gusta estar a todo lo alto. Ver: http://viajes.elpais.com.uy/2013/04/19/el-duomo-de-milan/
Guillermo Pérez Rossel
http://milano.repubblica.it/cronaca/2015/01/28/news/milano_una_passerella_sui_tetti_della_galleria_per_expo_il_duomo_come_non_l_avete_mai_visto-105994510/?refresh_ce#gallery-slider=105993190
https://es.wikipedia.org/wiki/Galer%C3%ADa_V%C3%ADctor_Manuel_II
http://www.disfrutamilan.com
https://es.wikipedia.org/wiki/Caravaggio