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El primer submarino de un uruguayo

Tebaldo Ricaldoni, un sorprendente científico uruguayo.

Se había anticipado a Guillermo Marconi en la invención de un aparato de telegrafía sin hilos y desarrolló un proyecto de submarino que hubiera puesto a la Argentina al frente de la industria naval de aquél entonces. Pero la burocracia es mucho más potente que las leyes de la física. Al menos en estas latitudes… y también en Barcelona.

Veamos qué averiguó Alberto Moroy respecto a esta singular manera de viajar, aunque en su inicio sólo era otro instrumento de guerra soñado desde la época de Alejandro Magno.

 

Lo que  ven es el primer submarino utilizado en una operación militar en 1770 (antes hubo varios ensayos). Tenía forma de huevo y sólo transportaba  una persona (2,30 m. de largo y 1,80 m de ancho). Fue llamado La Tortuga e inventado el ingeniero estadounidense David Bushnell. Era propulsada por dos dispositivos parecidos a tornillos que se hacían funcionar de forma manual: se sumergía cuando una válvula permitía entrar el agua de mar en un tanque de lastre y se elevaba cuando el agua era expulsada por una bomba manual.

Al comenzar la Guerra de la Independencia, la marina británica impone un bloqueo a los puertos estadounidenses. Bushnell reflexionó sobre nuevas armas en el terreno marítimo. Inspirándose en diseños y descripciones anteriores (tales como los de Andrés Villa, Felipe Chaparro o Andrés Felipe Melo Arias), incluidas las representaciones de la máquina sumergible de Alejandro Magno descrita por Aristóteles, concibió el primer submarino operable de verdad.

Submarino Tortuga

http://www.elortiba.org/foro/viewtopic.php?=&p=5923

El primer submarino a motor de combustión fue el Ictineu II, construido en 1867 por un inventor catalán: Narciso Monturiol. La nave de 14 metros de largo estaba diseñada para albergar una tripulación de dos personas, sumergirse 30 metros y permanecer en el agua hasta dos horas. En la superficie usaba un motor de vapor; pero bajo el agua este motor habría consumido rápidamente el oxígeno del submarino. Por ello, Monturiol recurrió a la química e inventó un motor que consumía una mezcla de clorato potásico, zinc y peróxido de manganeso. La elegancia de esta idea fue que la reacción que movía la hélice liberaba oxígeno, que tras ser tratado se podía utilizar en el casco para la tripulación y también alimentaba un motor de vapor auxiliar que ayudaba a propulsar la nave bajo el agua. Pese a las exitosas demostraciones en el puerto de Barcelona, Monturiol no consiguió que nadie se interesara por su invento. El Ictineu II acabó hecho chatarra.

Replica del Ictineu II  / Narciso Monturiol.

Submarino fabricado por Tebaldo Jorge Ricaldoni (Uruguayo)


Nació en Montevideo, a fines del siglo XIX era reconocido en Argentina como sabio y maestro, inventor de un receptor de telegrafía sin hilos que se habría anticipado a Marconi, así como creador de un proyecto de submarino revolucionario que hubiera sido uno de los  pioneros en el mundo. Enrolado en el positivismo y allegado a la alta sociedad porteña, el ingeniero uruguayo Tebaldo Jorge Ricaldoni fue elegido por Joaquín V. González para crear el Instituto de Física de la naciente Universidad Nacional de La Plata.

Nació en Montevideo el 24 de mayo de 1861, hijo del «educacionista” italiano Pedro Ricaldoni, y de Filomena Saroldi Su primera esposa se llamó Clara Ramos Mejía, y con ella tuvo dos hijos llamados Hugo y Alberto, y aunque Ricaldoni viajaba frecuentemente a Buenos Aires, pero vivía en Montevideo. Posteriormente se divorció y se casó con Teresa Di Jorgi, con quien tuvo dos hijos: Marta y Jorge.

Foto revista Caras y Caretas Bs. As. año 1901/ Submarino de Ricaldoni 1892

Cursó estudios primarios y secundarios en Montevideo, mientras que al  respecto de sus estudios universitarios no hay concordancia en las fuentes consultadas. Sus descendientes afirman que a los quince años se mudó a Buenos Aires, a la casa de Bartolomé Mitre, para poder cursar los estudios de ingeniería en la UBA. Se habría recibido de ingeniero civil en la Facultad de Ciencias Exactas de Buenos Aires  y luego “regresó a Montevideo, fue nombrado vocal primero y subdirector de Obras Públicas. Dos años más tarde, por no querer complicarse en el despacho favorable, según el mismo refirió alguna vez, del proyecto del puerto de Montevideo, presentado por Cudbill Son y Delungo, tuvo que abandonar la posición que se había formado y volvió a Bs. As., dispuesto a ejercer la ingeniería” (La Prensa 1923).

Después de una breve y conflictiva gestión, en el Instituto de Física de la naciente Universidad Nacional de La Plata, Ricaldoni fue desplazado por la contratación de científicos alemanes, que convirtieron el Instituto de Física en un centro científico al estilo europeo. A partir de entonces  se dedicó al dictado de clases en la UNLP y el Colegio Nacional de Buenos Aires, y al trabajo en su taller particular, con fondos propios y aporte privado. Publicó veinticinco libros de texto y desarrolló numerosos inventos, entre los que se destacan el submarino, un receptor de telegrafía sin hilos, un reductor de voltaje, una boya de salvataje, un panoramoscopio y un desvía-torpedos.

Sobre Ricaldoni Buenos Aires 1892 (de época)

«El ingeniero Ricaldoni, conocido en nuestro mundo científico por la orientación .de a sus estudios técnicos, acaba de dar cima á una empresa que si produce los resultados que hay derecho á esperar, señalará una jornada honrosa para el país. En 1892 presentó el referido ingeniero al gobierno un esbozo teórico que sometido á una comisión produjo la exigencia de que el proyecto respondiera á las condiciones impuestas por los Estados Unidos en un concurso de la materia.

En 1893, el plano y cálculos requeridos quedaban presentados, pero una nueva comisión opinó que en nuestra naciente armada, un submarino no tendría misión apreciable que desempeñar. Raro y todo, así permanecieron las cosas, no obstante la refutación publicada por el Inventor, hasta que, hace seis años, en presencia de marinos y hombres públicos de distinguida figuración, el capitán de navio Domecq García declaró qué los 27 inventos constitutivos del proyecto Ricaldoni significaban, si no el submarino Ideal, por lo menos la torpedera más formidable del mundo.

En el nuevo submarino ideado por el señor Ricaldoni (la inmersión y emersión dependen de varias condiciones). Por lo pronto, el simple manejo de una llave, destacando reumáticamente cuatro cillndros en la parte inferior, produce la emersión Instantánea, basada en el principio de Arquímedes.

Además, cuatro hélices, dos superiores y dos inferiores, como la hélice propulsora, combinando sus movimientos, aseguran una dirección oblicua, y en caso de catástrofe, el desprendimiento de una falsa quilla de 15.000 kilogramos de peso permite aquellas condiciones.

La estabilidad de Inmersión y horizontalidad se obtienen automáticamente por un manómetro que marca el funcionamiento de las hélices ó cilindros, y por medio del péndulo. La brújula y el giroscopio  indican la dirección. Una dificultad sentida en otros submarinos es la brusquedad de las evoluciones,  ha sido evitada aquí gracias á unas aletas dispuestas á ambos lados del aparato, que se pueden abrir ó cerrar con un simple movimiento de palanca.

La respiración, problema de difícil solución en este género de aparatos, está asegurada por la recomposición química del aire y la producción de oxígeno por hora y por tripulante Como todos los movimientos son instantáneos, en caso de combate, puede aparecer y desaparecer como una luz, y es éste, sin duda, mérito especialísimo del submarino Ricaldoni, cuyo definitivo triunfo quisiéramos ver patentado para gloria de la República…

Tebaldo Jorge Ricaldoni

http://www.exactas.unlp.edu.ar/museo/img/pdf/a.pdf

http://www.elsnorkel.com/web/index.php?option=com_content&view=article&id=452:submarino-argentino-en-1892&catid=49:argentina&Itemid=300057

Breve e interesante artículo sobre la historia de la radio en la Argentina (Ricaldoni)

http://www.cihtr.cnba.uba.ar/historia/hradio.htm

A comienzos del siglo, cierto día el doctor Dardo Rocha (fundador de la ciudad de La Plata Arg. entre otras) paseaba por la plaza Moreno  con un amigo, cuando acertó a pasar a su lado un hombre que llevaba dos niños de la mano. Rocha, señalándoselo a su acompañante, le dijo:»ese hombre podía habernos dado la supremacía en los mares…»

Primeros submarinos USA

Simon Lake en 1894

El submarino construido por Simon Lake en 1894 como forma económica para demostrar sus principios de inmersión iría a cambiar  el desarrollo de tecnología submarina.

Una característica novedosa de los submarinos fue el uso de las ruedas para mantener el casco quede atrapado en el fondo y para proporcionarle  movilidad. En 1895 construye un buque submarino de acero, el Argonaut I, en 1898  Tenia 36 pies (12 m.) de longitud y 9 haz de pie, y accionado por un motor de gasolina de 30 caballos de fuerza.

En Diciembre de 1898, Simón llevó su Argonaut I a Nueva York para ser ampliado y equipado de nuevo con una variedad de mejoras como una mayor flotabilidad, mayor espacio de cubierta, mas capacidad de combustible, un motor de 60 HP y espacio para una tripulación de ocho hombres. Se le añadió un reflector  para iluminar la vía delantera, y se instalaron teléfonos en todas partes, de manera que la conversación podría llevarse a cabo entre los buzos y los miembros de la tripulación, estacionados en diferentes partes del barco. Reconstruido en julio de 1900, el Argonaut II fue de 66 pies (22m) de largo y capaz de hacer un viaje por mar sin escalas de 3.000 millas y la inmersión durante 48 horas. El Argonaut se asemeje más a un barco de superficie que un submarino. Simon Lago promovió la nueva Argonaut tomando grupos de personas en un viaje inolvidable a la parte inferior de Long Island Sound.

Asi lo mostraba un diario de época con el titulo Julio Verne en la realidad

Comentario en una revista de época (1900)

Hemos llegado a unos tiempos donde no es difícil sino casi imposible hacer lo que otro haya hecho antes ; pero esto no reza con la raza de fenómenos vivientes, los cuales han de asombrarnos constantemente con algún invento.  El capitan Lake de Baltimore (USA) tiene un buque submarino que titula Argonauta II.  El capitan invito dias pasados a varios amigos a celebrar un banquete en el fondo del mar cerca de Long Island. Los comensales eran 13. El barco llega al fondo del océano por un procedimiento muy sencillo con dos ancoras que pesan 1000 libras y que se conservan en la bodega; para lanzarlas al fondo del mar se utiliza un tambor mecánico. Una vez lanzadas las ancoras se deja entrar agua en los compartimentos de lastre hasta que la flotación es menor que el peso de las dos ancoras, entonces se lleva el barco al fondo hasta que descansa sobre sus tres ruedas.   Cuando se quiere que vuelva a la superficie, se arroja el agua de los compartimientos y si en la maquinaria ocurriese alguna avería puede hacerse con bombas de mano y si esto no fuera suficiente de un simple tirón se libera la quilla que pesa 4 mil libras.

Dibujo de época (curioso, nótese el sifón de soda). Y el editor agregaría la barbaridad de fumar pipas y habanos con tan poco aire disponible.