Mujeres de terracota
Acá están las 108 mujercitas de terracota prontas para enfrentar a 7.500 varones que las aguardan desde hace 2.200 años. Se escondieron bajo tierra, los muy cobardes.
Sería algo así como “La venganza de la chinita”, porque además son niñas. Las mujeres son discriminadas en China (en la India y otros lugares también), pero las niñas son todavía más discriminadas… cuando logran nacer.
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La idea fue de la artista francés Prune Nourry y la intención fue la de denunciar los abortos selectivos que se practican en los dos países mencionados. India y China representan el 30% de la población mundial y allí, dar a luz una niña es considerado como una carga, razón por la cual son generalmente indeseables. Ni que decir las cosas que ocurren contra las mujeres en el mundo islámico y no te afirmes en los pedales porque aquí mismo, entre nosotros, las mujeres también sufren discriminación… en las remuneraciones, por ejemplo. O en la miserable cobardía que representan los acosadores, como otro ejemplo.
¿Querés un detallecito genérico acompasado con esto? Pues bien, es sabido que naturalmente nacen más mujeres que hombres y que, además, en condiciones normales, las mujeres sobreviven a los hombres, de manera que tal como ocurre en Uruguay, Argentina, Paraguay, Chile y Sur de Brasil, los indicadores demográficos registran esa característica. ¿Me podés decir por qué razón en el resto de América Latina los indicadores demográficos casi siempre registran más hombres que mujeres? ¿Hay una excepción a la regla natural en esos países o más bien hay condiciones de vida de la mujer que impiden que las hijas, madres, hermanas y abuelas tengan al menos tanto expectativa de vida como los varones? Suele ser una constante en todos los países con economía crítica, más acentuada en aquellos que agregan grandes diferencias sociales. Horrible, ¿no?
«Me pregunté cómo podía mostrar de manera artística el problema de la desaparición de niñas», explica Nourry, quien consultó a demógrafos, organizaciones no gubernamentales y grupos de mujeres. «Tenía que encontrar la manera de hablar de este problema de manera universal». Para su proyecto, le pidió ayuda a la asociación Los niños de Madaifu, que seleccionó a 8 huérfanas para la campaña. Nourry tomó foto de las niñas que sirvieron de modelo para sus esculturas.
Prune trabaja con esa asociación tratando de solventar educación a niñas 3 años de educación, mediante la venta de 8 esculturas. Eso fue lo que ocurrió en Ciudad de México, concretamente en el Museo Diego Rivera-Anahuacalli. Otras ocho fueron vendidas en Nueva York, donde se expuso la colección completa por primera vez. Luego, se acabó la venta, pues las niñas de terracota serán enterradas en China durante 20 años y sea como sea, serán 108.
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Lo de ocho niñas tiene un valor particular, pues en la cultura china el 8, aún vertical, representa al infinito. Así que Prune escogió ocho niñas de ocho distintos pueblos chinos, esculpió tomándolas como modelos, hizo moldes con sus rostros y cuerpo y con distintas variantes. Llevan sus vestimentas regionales, pero en todo lo demás son semejantes a los guerreros del primer emperador de la Dinastía Qin, Qin Shi Huang, construido entre el 210-209 a. C.. Debió llevar bastante más tiempo que el registrado, esculpir esas 8.000 figuras (quedan menos de 7.500), todas diferentes entre sí, posiblemente réplicas de personajes reales.
La exposición se exhibió hasta en el Bajo Manhattan, donde tuvo bastante éxito. También en Zurich y París. La muestra se financió con la venta de réplicas de bronce de las niñas de terracota, cuyo valor oscila entre 8.500 y 60.000 dólares, según el tamaño. La artista reserva el resto para ayudar a las organizaciones que velan por las niñas de China e India. Observá las fotos y opiná si lo valen… pero no olvides incluir en la valoración, el objetivo perseguido por la artista.
Para tallar su colección, Noury consultó sociólogos especializados en la preferencia de género de la Universidad de Xian, donde están los guerreros de terracota. También se asoció con la organización sin fines de lucro The Children of Madaifu quien la ayudó a encontrar los ocho niñas huérfanas que inspiraron sus esculturas. Las 108 niñas (algunas fuentes hablan de 116) no son absolutamente idénticas a los ocho modelos, pues el maestro artesano Wen Feng Xian siguiendo instrucciones de Noury, dirigió un equipo de 108 profesionales que introdujo detalles individuales en cada estatua.
Guillermo Pérez Rossel
