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Ranitas en París, una experiencia personal

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Damián es irrepetible, particularmente por su personalidad y su bagaje cultural… pero todos los uruguayos tenemos esa sana desfachatez que nos permite mimetizarnos con quien sea y donde sea.

Por Damian Argul

Aconsejo – a quien pueda – hospedarse en distintos barrios de París para conocer mejor esta ciudad inagotable. Uno pasa mucho tiempo en los alrededores del hotel, lo que puede ser muy aprovechable. Quedarse en Saint Germain des Pres (Distrito 6°), por ejemplo, es imperdible.

Una de sus calles, Rue des Grands Agustins es totalmente encantadora. Allí se mudó el joven Picasso, enamorado de Dora Maar, fotógrafa surrealista que bien podría ser un personaje del París de Woody Allen.  Entre otras cosas se le ocurrió colorear el Guernica. Por esta razón el N° 7 de esta calle es un lugar de culto para los amantes de la pintura. Muchos otros notables vivieron en esa calle llena de historia, galerías, de arte  y algunos buenos restaurantes como Roger La Grenouille, (la ranita) donde fuimos con Rosario a encontramos con Víctor y Lina Kong un matrimonio amigo, también de paso por París.

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El Restaurant

El elegido por Víctor, era ya desde afuera muy interesante con diferentes representaciones de ranas al borde de lo obsesivo.  Poseedor de una rica   historia, abrió en 1930 se destacándose  por su autenticidad y su comida inconfundiblemente francesa. El dueño: Roger La Grenouille, que fue héroe de la Resistencia, hacía gala del típico mal carácter parisino, irónico y gruñón. Se destacaba también por su generosidad, dando precios muy especiales a  estudiantes, y alimentos a cuantos le pedían ayuda.

Cuentan que cuando los comensales de Estados Unidos  pedían una Coca Cola los mandaba a una farmacia. Su personalidad le llegó a ocupar una tapa de la revista TIME.

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Adentro, el restaurant, parecía un vagón de tren con mesas a ambos lados del pasillo. Sus paredes estaban llenas de memorabilia, mas ranitas, y fotos de sus ilustres comensales: Picaso, Balthus – del que habia un óleo importante- Francois Truffaut, Antoine de Saint-Exupery y hasta Su Santidad Juan XXIII y la Reina Madre de Inglaterra… pero también Rita Hayworth y el Aga Khan. Pese a una clientela tan famosa no era un restaurant lujoso y sus precios eran  muy razonables.

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Juntando coraje debuté con las ancas de rana, fritas a la provenzal, exquisitas, y no recuerdo que otro plato. De postre, inolvidables milhojas que se deshacían en la boca con una crema pastelera  que me hizo olvidar  nuestro  tradicional dulce de leche.

Socializando.

Pasillo por medio, un matrimonio francés muy elegante, con el señor luciendo el discreto cintillo de la Legión de Honor.

Y un señor también elegante acompañado por un hijo joven y barbudo, que hablaban español y eran argentinos, y para mí cuando viajo, encontrarme con un argentino es como encontrarme con un compatriota.

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Los dos señores eran médicos, cirujanos plásticos y el francés estaba recopilando una enciclopedia de cirugía plástica, con cada especialidad un capítulo, y me contaron que el uruguayo Dr Fossati, tendría otro capítulo con los grandes cirujanos plásticos del mundo. El joven argentino era pintor y estudiaba en París por lo que el arte no faltó, por su parte la señora francesa era una conocida autora de biografías, entre otras la de Coco Channel, y ahora estaba abocada a la del propio Roner La Grenouille.

« Sud Ouest » recherche un correspondant sur Iholdy

Iholdy, el pueblito vasco que unió a comensales y cocinera.

En un momento justificando mi mal idioma le dije : “Je parle francais como une vache espagnole” – hablo francés como un vaca española. Una frase que la sorprendió y me preguntó de dónde la había sacado. Le dije que mi abuela era vasca francesa de Iholdy, y se quedó demudada: ella era del mismo pueblo o casería enclavado en el Pirineo francés. Entonces llamó a Marie Therese, una robusta y reluciente cocinera que también era vecina y conocía a mis parientes. Toda una situación bastante poco común en Paris, una ciudad pionera en recibir la invasión turística.

Finalmente se sumó La Grenouille “le propietaire” andando con dos muletas, y se sentó con mis nuevos amigos. Se armó una linda reunión sobre todo cuando Víctor Kong le dijo que venía a comer de estudiante y que lo encontraba más joven que nunca, lo que lo dejó feliz. Nos regaló unas ranitas de plomo, en poses “non sanctas”- y mandó la vuelta de “eau de vie” (aguardiente) de pera y fresa, inolvidables ambas dos.

L’Île Saint-Louis © Jean-Pierre Dalbéra

Ille de  St.Louis

Para culminar la velada el médico argentino nos invitó al atelier de su hijo y conocer su producción. Allá fuimos caminando junto al Sena, e ingresando a la isla que a esa hora estaba desierta, disfrutando ese privilegio de caminar por el corazón de una gran ciudad toda para nosotros.
Tras recorrer Saint Louis en Isle – la calle principal admirando la maravillosa arquitectura de sus pequeños palacios de los siglos XVII y XVIII, descendiendo luego hasta el Quai d’Anjou, donde estaba su taller en un edificio en el que también vivía Marisa Berensen. Evidentemente nuestro joven amigo vivía de manera muy diferente a la de nuestros artistas y escritores que hace casi un siglo vivían en las heladas buhardillas de Rue Cujás.

Cartel que anuncia la llegada del Beaujolais Nouveau.

Con una mágica vista de la margen derecha – rive droit – y la Isla de la Cité, no era fácil prestar atención a las pinturas de nuestro anfitrión, pero igual degustando un buen beaujolais, seguimos hablando del arte y de su arte, e incluso le sugerimos que “levantara su paleta”. Realmente viviendo en Paris en sus condiciones creo que intentaría pintar algo parecido a la Grande Jatte de Seurat.

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Pese a la sencillez del local (o quizás por eso mismo), el restaurante fue muchas veces escogido por famosos diseñadores para lanzar colecciones.

NdR I. Cerrado en los últimos años el restaurante Roger La Grenouille ha reabierto con todo su esplendor y precios presumiblemente más altos.

NdRII El presente artículo reúne experiencias  de muchos años en el mundo del turismo. Las informaciones incluidas, aunque  han sido previamente reconfirmados,  se deben tomar como orientación, aconsejando  sean confirmadas a través de guías especializadas, Trip Advisor  o las páginas Web de los lugares sugeridos.

Psicología: Hablemos de ‘fernweh’, el llamado trastorno del viajero

El Editor agrega fuentes de fotos:

https://www.roger-la-grenouille.com/ (web oficial)

https://radinito.wordpress.com/2011/03/13/pasajes-secretos/ (estupendo)