Atila rey de los hunos, el azote de Dios
¿Se puede creer la versión de que el más terrible de los guerreros murió porque le salió demasiada sangre de la nariz? Llegó a ser el dueño del mundo conocido y el jefe supremo de un ejército de guerreros que se deformaban la cara para que les entrara el casco, pero nada de eso lo protegió ni pudo seguir disfrutando sus bienes.
Atila cambió al mundo y el mundo lo cambió a él. Tras su muerte, se desgranó el imperio que conquistó, al tiempo que Roma y Bizancio dejaron de ser el centro del universo.
Por Alberto Moroy
En la portada Atila (Flagellum Dei) y sus hunos invadiendo Roma, imaginado por Ulpiano Checa (1887). Conocido en Occidente como El azote de Dios, sus posesiones se extendían desde la Europa Central hasta el mar Negro, y desde el río Danubio hasta el mar Báltico. Durante su reinado fue uno de los más férreos enemigos del Imperio romano, que en esta etapa final de su historia estaba dividido en dos: el Imperio Oriental, con capital en Constantinopla, hoy Estambul; y el Imperio Occidental, con capital en Milán y Rávena, 270km. al Norte de Roma que ya había dejado ser el centro político del imperio.
Así lo vieron en el 985 / Eugene Ferdinand Víctor Delacroix Attila 1843
Cronología
395 d. C. El emperador Teodosio I muere. El Imperio Romano se divide en dos partes: el Imperio Oriental, gobernado por su hijo Arcadio, y el Imperio Occidental, por su hijo Honorio.
450 Hasta esa fecha pueblos bárbaros (suevos, vándalos, alanos, visigodos, francos y borgoñones) cruzan la frontera hacia el Imperio Romano de Occidente para establecerse. A veces se ponen al servicio de Roma.
451 Atila, rey de los hunos desde 445, invade la Galia. Al frente de una coalición romano-germánica, Aecio derrota a Atila en la Batalla de las llanuras catalanas, después de lo cual Atila se retira con su botín.
452 Los hunos saquean el norte de Italia pero abandonan la península italiana sin atacar a la propia Roma. Al año siguiente, Atila muere.
De un oficial del ejecito imperial
En el año 395 comenzaron a circular rumores alarmantes en la frontera romana. Un oficial del ejército imperial, destinado en Tracia, contó la aterradora aparición a orillas del Danubio de unos hombres que describió así:
“Pequeños y toscos, imberbes como eunucos, con unas caras horribles en las que apenas pueden reconocerse los rasgos humanos. Diríase que más que hombres son bestias que caminan sobre dos patas. Llevan una casaca de tela forrada con piel de gato salvaje y pieles de cabra alrededor de las piernas. Y parecen pegados a sus caballos. Sobre ellos comen, beben, duermen reclinados en las crines, tratan sus asuntos y emprenden sus deliberaciones. Y hasta cocinan en esa posición, porque en vez de cocer la carne con que se alimentan, se limitan a entibiarla manteniéndola entre la grupa del caballo y sus propios muslos. No cultivan el campo ni conocen la casa. Descabalgan solo para ir al encuentro de sus mujeres y de sus niños, que los siguen en carros.
El mundo del Mediterráneo sobre el 450 d. C.
El origen de Atila
Los hunos europeos pueden haber sido una rama occidental de los xiongnu, grupo protomongol o prototúrquico de tribus nómadas del noreste de China y del Asia Central Durante siete décadas, los hunos fueron una potencia dominante en Europa y su notoriedad ha sobrevivido durante siglos. Se trasladaron por primera vez al sudeste de Europa en 370. Rápidamente expandieron su territorio con una caballería ultrarrápida y arqueros precisos, inspirando miedo donde quiera que fueran.
Empezaron invadiendo muchas zonas del Asia central y, poco a poco, fueron acercándose al legendario Imperio romano, al que, no temían en absoluto. Se dividían en clanes, como hemos comentado anteriormente, algunos de los cuales se asentaban en los lugares invadidos y otros proseguían el avance. En un momento determinado, las hordas invasoras se separaron en dos grandes grupos o tribus para penetrar en el Imperio Romano por diversos lados. Unos, por la zona de la cordillera del Cáucaso (tribu de los blancos) y otros, por la desembocadura del río Danubio (apodados los negros).
Los clanes que se acomodaban en los distintos pueblos o ciudades que conquistaban tenían un cabecilla o señor que les gobernaba. Igualmente, a las tribus expedicionarias también las guiaba un jefe, un líder por el que todos daban la vida y seguían hasta el fin del mundo. Entre ellos podemos mencionar a Balamir, caudillo de la tribu de los blancos, y a Turda, dirigente de los poderosos negros y, podríamos decir, gran rey de todos los hunos.
Turda tuvo cuatro hijos legítimos: Oktar, Ebraso, Rugila y Mundzuk. Todos ellos fueron grandes líderes que causaron infinitos problemas al grandioso Imperio Romano. Mundzuk engendró dos hijos: Bleda y Etil (más tarde conocido por Atila) en el año 395 d.C., en la antigua provincia romana de la Panonia Atila nació en llanuras danubianas, c. 395.1 – Valle de Tisza, 453) fue el último y más poderoso caudillo de los hunos
Bleda, el hermano de Atila (390 DC – 445 DC):
Bleda era el hermano de Atila el único que impedía que los hunos invadieran Roma. Después de su muerte, nada detuvo a Atila. Bleda murió en el año 445 dC, lo que dejó a Atila en control total del imperio. Muchos historiadores creen que Bleda fue asesinado por su hermano Atila.
Bleda hermano de Atila (así lo imaginaron)
https://es.wikipedia.org/wiki/Bleda
Panoia (Austria, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia y Hungría)
Atila rey de los Hunos | Douglas Sirk | 1955
Así modificaban sus rasgos
El poeta y obispo Sidonio Apolinar (Lyon, 431 o 432) subraya en su “Panegírico a Antemio” los rasgos físicos de los hunos, como el alargamiento de su cabeza y la estrechez de sus ojos acostumbrados a abarcar con su vista grandes espacios: «De otra parte, para que los dos orificios nasales no sobresalgan de los pómulos, envuelven la nariz, cuando aún es tierna, en un vendaje para que se adapte al casco: hasta ese punto el amor materno deforma a los niños nacidos para guerrear, de modo que la superficie lisa de las mejillas se prolongue al faltar la interrupción de la nariz. Los Hunos y los Alanos fueron reconocidos por haber practicado la deformación craneal. En la Antigüedad tardía (300-600 d. C.), los pueblos germánicos orientales (Gépidos, Ostrogodos, Hérulos, Rugíos y Burgundios) que eran gobernados por los Hunos adoptaron esta costumbre “El resto del cuerpo es hermoso en los hombres: tienen pecho amplio, fuertes hombros, vientre compacto
Sus aptitudes
Apolinar se admiraba de sus aptitudes como jinetes: «De estatura media cuando van a pie, son altos si se les ve a caballo; por eso parecen con frecuencia altos cuando están sentados Apenas se tiene en pie el niño, separado de su madre, cuando ya un caballo le ofrece su grupa: se podría pensar que los miembros de éste se adaptan a los del hombre, tan unidos se mantienen cabalgadura y jinete. Otros pueblos se dejan llevar a lomos de caballo; éste vive en ellos. Llevan en el corazón los arcos curvos y los dardos; su mano es temible y certera; creen firmemente que sus proyectiles llevan la muerte y su furia está habituada a hacer el mal por medio de un golpe infalible.
Deformación craneal / Casco romano de la época con protector nasal
El hijo del rey huno Mundzuk (padre e Atila) había conocido en su juventud los placeres del mundo romano, y había comprobado que no le gustaban. Sin embargo, fue un amante de la poesía, una característica contraria a la imagen que proyectaba. Tampoco quiso ser adorado como un dios. Entre sus mejores amigos se encontraba un romano, Flavio Aecio, que había vivido entre los hunos para aprender sus artes de guerra. Atila acudió en su ayuda en varias ocasiones, y gracias a ello Aecio consiguió hacerse con el título de caudillo.
Atila (Historia)
El negocio de la guerra
Atila fue el primero que utilizó la guerra como negocio. Sus rapiñas en el territorio de los dos Imperios Romanos existentes en la época y la crueldad que exhibía en ellas llevaron a los emperadores romanos a entregarle cuantiosos tributos para evitar ser atacados. Con este dinero, Atila construyó un Imperio fabuloso.
Arquero huno, modalidad tiro Parto
Vestimenta el Kurgán de Noin-ula. / Armas y armaduras de los hunos
En el 440, comienza la ofensiva lanzando ataques contra Oriente y, durante diez años que siguen, invade y conquista diversas zonas arrebatándole al Imperio, las actuales Georgia, Armenia, Azerbaiyán e Irán (antigua Persia). El Imperio Romano de Oriente, gracias a que dentro de lo que cabe tenía un ejército consolidado y disponía de abundante oro, consiguió frenar el avance de Atila mediante nuevos pactos con el ya conocido por los romanos cristianos como “el azote de Dios”. Atila consideró que atacaría Occidente, mientras que Oriente le llenaba las arcas de su Imperio.
Campos Cataláunicos
A finales del año 450 se dirigió hacia el Imperio de Occidente, cruzando el Rin por Maguntiacum (actual ciudad alemana de Maguncia, limítrofe a Francia) con aproximadamente medio millón de guerreros (cuesta creerlo). Saqueó y sitió la mayor parte de ciudades del norte de las Galias (Francia), entre ellas, París y Orleáns (100 km al Sur de Paris).
Valentiniano III mandó a su principal general Flavio Aecio (396-454) a combatir a los bárbaros. Cuando los hunos terminan de sitiar Orleáns, llega Aecio con un imponente ejército y obliga a Atila a retirarse por el momento. Unos meses después, en las proximidades de la actual Troyes, en una inmensa llanura que los romanos denominaban Campos Cataláunicos, tuvo lugar una gran batalla que enfrentó, en el 452, a los hunos con una coalición de romanos y otros pueblos bárbaros aliados (francos, visigodos y burgundios). Atila fue derrotado y dejado huir por Aecio. Aecio.. Ésta fue la primera gran derrota de los hunos, que, por el momento, salvaba la integridad del Imperio de Occidente.
Valentino III
https://www.despertaferro-ediciones.com/2018/la-batalla-de-los-campos-catalaunicos/
Otra vez Atila sobre Roma
Unos meses más tarde, Atila congregó al resto de sus ejércitos y se dirigió hacia la península italiana penetrándola por el norte. Avanzaba sin compasión hacia el sur, dejando el terror en aquellos que lograban escapar de la muerte. Esta vez ni el mismo Aecio pudo pararlo. Con paso firme se iba acercando cada vez más a la capital del Imperio, dejando asentamientos en las zonas por las que iban pasando. Valentiniano III, asustado por las noticias que le llegaban desde el norte, intentó firmar la paz, pero Atila no aceptó.
Atila y el papa León I
Fue entonces cuando a un senador de romano llamado Gennadius Avenius se le ocurrió la idea de mandar al papa León I (m. 461) para pactar con el bárbaro Atila era muy supersticioso y todas las personas que tenían nombre de animal le causaban, en principio, un enorme respeto; por otra parte, sentía gran curiosidad por conocer al representante en la tierra de ese Dios de los romanos y saber cómo pensaba, y accedió a entrevistarse con él. Corría el año 452.
El encuentro de San León Magno y Atila de Rafael 1514
El papa León I con Atila. Y el surgimiento de la iglesia como fuerza política
Se sabe que fue un encuentro muy cordial. El Papa le ofreció un enorme tributo y Atila aceptó retirarse. El dinero no fue la razón principal por la que Atila aceptó retroceder; sus tropas estaban cansadas de tanto guerrear; además, debido a su extensa ausencia, las tribus hunas instaladas en centro Asia estaban peleándose entre ellas y contra diversos enemigos, por lo que decidió partir hacia su Imperio asiático. Este hecho tuvo una gran importancia simbólica ya que, aunque el Imperio romano seguiría existiendo hasta 476, situaba como principal fuerza política de Europa a la Iglesia y no el Imperio.
De que murió Atila 453 según Prisco de Panio
Se casó Atila con Idilco, en un palacio de madera a la orilla del río Tisza a comienzos del año 453. La fiesta se prolongó hasta que los recién casados se retiraron a sus aposentos. Allí pasaron su noche de bodas hasta que el sueño derrotó al rey de los hunos, que nunca más volvió a despertarse. Al día siguiente, los soldados irrumpieron en la estancia y se toparon con el cuerpo sin vida de su líder en medio de un gigantesco charco de sangre. Pero no había ninguna herida visible..Según Prisco, un historiador tracio del siglo V, Atila falleció a causa de una hemorragia nasal provocada por el estallido de un vaso sanguíneo mientras dormía. El temido guerrero se habría ahogado en su propia sangre. A Idilco la hallaron en una esquina de la habitación llorando. El rey más poderoso de los hunos falleció en la alcoba después de celebrar su matrimonio.
La muerte de Atlla
La otra versión de su muerte
No obstante, existe otra versión sobre la trágica muerte del poderoso hombre y que conduce al homicidio: habría sido la joven Ildico, su flamante esposa y empujada por Marciano, el emperador romano de Oriente, la autora material del asesinato del gran enemigo de Roma. La mujer habría agarrado una daga y se la habría clavado a su marido mientras dormía. El pueblo huno no volvería a conocer a otro caudillo de las características de Atila.
https://hammurabiseye.wordpress.com/2014/01/25/la-muerte-de-atila/
Siguiendo las costumbres de los hunos y apenas sin tiempo para digerir la trágica muerte, los escuderos de Atila recogieron su cuerpo, le cortaron la cabellera y le provocaron varias incisiones en la cara con espadas. “El más grande de todos los guerreros no había de ser llorado con lamentos de mujer ni con lágrimas, sino con sangre de hombres”, escribió el historiador Jordanes. Comenzaron los preparativos para esconder su cuerpo, fue llevado a un lugar secreto por algunos guerreros de su guardia personal… Y su último lugar de descanso fue un secreto total.