Ahí tenés el quid de la cuestión; podés ganar muchas batallas, podés lograr mucha fama y sin embargo, todo lo que hiciste no sirvió para nada.

Ese fue el caso de Abu Amir Muhammad ben Abi Amir al-Ma’fri, a quien para no aburrir a un pueblo, lo llamaban Almanzor, a secas. ¿A quién se le ocurre ponerle al hijo un nombre tan complicado? Personalmente diría que el verdadero mérito de Almanzor fue haber remotado desde su condición de hijo de una familia culta pero empobrecida, hasta transformarse en uno de los personajes más notorios, respetados y temidos de la región ibérica dominada por los musulmanes, de toda la península y hasta del norte de África. Ayudó su formación en leyes adquirida en Córdoba, su viveza para manipular bienes de gente que moría sin hacer testamento y su habilidad para conquistar la simpatía (digamos, simpatía)  de la favorita del Sultán.

¿Y además era guerrero? Lo era, y brillante, e intrigante, entre cristianos y musulmanes. Muchos de sus triunfos fueron producto de su habilidad para dividir y confundir a sus enemigos. También fue un pionero en el arte de aprovecharse de la yihad y de la ignorancia de muchos fieles, quienes igual que ahora, se tragaron la idea de que Mahoma se quedaba contentísimo si salían a degollar cristianos. Porque eso es lo que se olvidan los que todavía defienden el ala violenta de esa respetable religión; los cristianos cometieron tropelías sí señor; pero los musulmanes se les habían adelantado. La Fe sirve para cosas muy buenas, pero también se ha usado para saquear, matar y violar sin ningún complejo de culpa. Como las Cruzadas, pero al revés.

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La Yihad, aclara la Wikipedia, no implica matar sino esforzarse; los muyahidines no aparecen en el Corán como salvajes asesinos, sino como esforzados fieles que buscan el camino de Alá. Para empezar, la Yihad no forma parte de los cinco pilares del Islam, una religión que tradicionalmente ha promovido la paz entre los humanos y la adoración de Alá como Dios único. Pero andá a explicarle a los fanáticos de hoy que sus antecesores más musulmanes que ellos habían donado la gloriosa cultura clásica a una Europa que no lograba despertar, casualmente, de un extremismo religioso que los devolvió a la barbarie. Porque en tiempos de Almanzor, los cultos eran ellos. En fin, ¡cuántas vueltas da la historia del mundo!

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Sinteticemos para ir al grano. Almanzor (ya lo dijo Gosciny con Iznogud) no fue califa, pero sustituyó al califa, hostigó a los reinos cristianos peninsulares aprovechando sus desavenencias, realizó nada menos que 56 expediciones de castigo y destruyó ciudades tan importantes como Barcelona, Pamplona, León, Santiago de Compostela y otras. En otras palabras, Almanzor fue el terror de su época y en esta nota te estamos invitando a que huyas de sus tropas por la Castilla ancestral, refugiándose en pueblitos milenarios, castillos, alcazabas e iglesias que ya no estarán igual a como estaban entre el año 900 y el 1002 después de Cristo.

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En el año 1002 Almanzor la emprendió contra el Monasterio San Millán de la Cogolla, donde consiguió otro triunfo, pero también se consiguió la enfermedad que terminó con él en tierras de Soria, posiblemente en la fortaleza musulmana de Berlanga o muy próximo a ella. Su cuerpo fue llevado a Medinaceli, ya que sus hijos querían proteger sus restos y guardarlos como ejemplo para el futuro. Tanto es así, que hicieron labrar la siguiente leyenda: “¡Por Allah!, nunca volverá a dar el mundo nadie como él/ ni defenderá las fronteras otro que se le pueda comparar”. Y fue un mensaje cierto, porque después de él, los musulmanes fueron perdiendo territorio hasta que en 1942 los cristianos arrasaron con lo que quedaba y ya que estamos, también con los judíos. ¿Y la tumba? Ya ni se sabe dónde estaba, se supone que en el castillo de Medinaceli, pero no hay constancia. Así de frágil es lo que se consigue con las batallas.

Ya hemos hablado de David de la Garma y su apasionante programa de Viajes Guiados, así como de su proyecto Arte Guías. En este caso hemos escogido “La ruta de Almanzor en el Sur de Soria”, pues me ha resultado apasionante. Si estás pensando viajar a Madrid, te aseguro que te será de provecho examinar las fechas de David y si no podés disfrutar de esta ruta de un día entero, bien podrás engancharte a cualquier otro de los viajes guiados, todos excelentes. El que tocamos hoy figuraba en http://www.arteguias.com/rutaalmanzorsoria.htm.

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Antes que nada y para que no haya confusión. Aunque la figura de Almanzor nos lleva a la idea de que la presencia musulmana en España fue una sucesión interminable de guerras y atrocidades, la verdad es que la mayor parte del tiempo, cristianos, judíos y musulmanes se llevaron tan bien y tan fructíferamente, que sentaron las bases de ese país conquistador del mundo y cuna de la civilización que disfrutamos. La tolerancia y la buena convivencia –esos bienes tan escasos– lo hicieron posible  durante siglos. Alternativamente ocurrían estas cosas; el bichohumano no tiene alternativa.

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La excursión sale de Madrid, Plaza de Castilla, en un confortable autobús para 60 pasajeros, exactamente a las 8.30 de la mañana y regresa al mismo lugar a las 22.30.  Esto ya ocurrió, pero volverá a ocurrir porque este es un recorrido muy demandado. Volverás cansado, pero rebosante de paisajes, de imágenes medievales, de estupenda comida castellana y de nuevos amigos. No me voy a tomar el trabajo de describir lo que vas a recorrer, pues David lo hace mucho mejor.

Andaluz
Este pueblo cuyo nombre indica origen andalusí, posee una de las iglesias más antiguas de Soria, fechada por una inscripción inequívoca en 1114. Posee una magnífica puerta y un encantador pórtico románico, además de un museo románico en su interior.

Berlanga de Duero.

Importante población a la vera de un castillo milenario, primero musulmán y luego cristiano. Conserva una notable colegiata gótica y algunos restos románicos de extraordinaria calidad, como el tímpano incrustado en el Convento de las Concepcionistas.

Caltojar
Monumental iglesia la de este pueblo de la Ruta de Almanzor. Notable cabecera y sobresaliente portada.

Villasayas
Este pueblito presume de contar con una de las iglesias románicas más hermosas del sur soriano, con galería porticada y portada repleta de escultura heredera del monasterio de Silos.

Medinaceli
Es una de las poblaciones más afamadas de la provincia de Soria. De antiguo origen prerromano, su monumento principal es el arco romano,pero también cuenta con restos de mosaicos, una impecable colegiata, su amplia plaza mayor y un castillo donde probablemente se encuentre sepultado el cuerpo de Almanzor «El Victorioso de Alá».

Olvidaba decirte que almorzarás seguramente en el Restaurante San Baudelio como hizo este grupo en un viaje anterior. El menú está compuesto de revuelto de ajetes y gambas, cordero asado y natillas, vino, agua y café. ¿Qué tal?

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Guillermo Pérez Rossel

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