Horrible peligro acecha en las playas
Los chicos practican kite surf con inocente entusiasmo cuando ¡zas! la procacidad los ataca por detrás con todas sus partes pudendas.
La primera víctima fue Richard Branson que estaba disfrutando tranquilamente de su deporte favorito en su isla privada, cuando la modelo Denni Parkinson saltó del agua y se aferró a su espalda sin que el desafortunado surfista pudiera hacer nada para desprenderse de ella. No es lo que dice el artículo en http://blogs.fd.nl/dennis4life_uk/2009/06/richard-branson.html, pero es la versión que nos parece más contundente.
Se asegura que Denni Parkinson no es la única modelo que aguarda agazapada en las olas el pasaje de distraídos practicantes del kite surf. Tal parece que en la zona de la Barra del arroyo Maldonado hay varias imitadoras cuyas reprobables prácticas nunca fueron denunciadas. Ahora se rumorea que han aparecido algunas desfachatadas en la playa brava de Malvín, en pleno Montevideo. Los efectivos de la prefectura están alertas y en cualquier momento sorprenden a alguna. ¡Eso no se hace!
Así es como lo hacen: aguardan debajo del agua y luego saltan sobre el incauto.
Para quienes no están al tanto, el kite surf, también llamado kiteboarding o flysurfing, es uno de los deportes acuáticos más apasionantes pues combina las dificultades del surf, con los vértigos del parapente. Nuestro ventoso Uruguay es un país ideal para practicarlo, por ejemplo en la Brava y en la Barra del arroyo Maldonado, en Punta del Este.
Sin ir tan lejos y durante todo el año, la Playa Malvín (ver foto) queda poblado de lo que parecen paracaídas pero no lo son, aunque lo parecen. No necesita otra fuerza que la del viento para volar por encima de las olas, o trepar por ellas para alzarse en increíbles piruetas.
La práctica masiva en Malvín y tal como los vemos en la Brava de Punta del Este.
Hay que dominar muy bien el viento, tener muchísimo equilibrio, ser buen nadador y tener mucho cuidado con el viento que te aleja de la costa, pues hay ocasiones en que el surfista se encuentra tan cansado que le resultaría imposible retornar a la costa.
Pero el peor de los riesgos es este otro deporte complementario y por ahora solo femenino, que consiste en aguardar al kitesurfista distraído y ¡ooops! atraparlo por la espalda con la consecuencia de que no puede hacer más piruetas hasta que logre zafar de la intrusa. Obsérvese en una de las fotos como las deportistas desnudas aguardan pacientemente que se acerque el kitesurfista para saltarle encima. ¡Qué desverguenza!
Algunas superaron la etapa de aprendizaje y pueden enseñar a los varones, como es el caso de la brasileña Bruna Kajiya, campeona mundial de Kitesurf.
Un deportista experimentado nos explicó que no se trata de señoritas fastidiosas que se aprovechan del surfista, sino simplemente chicas que carecen todavía de las destrezas y quieren saber qué se siente volando por encima de las olas. Dice el especialista que la ausencia de bikini se debe a que la intrusa no desea rasparle la espalda al kitesurfista y que no debe buscársele otro significado que ese.
Así que cuando desde la costa veas a alguna de ellas trepada a un kitesurfista, no le grites guarangadas, tené compasión con quien todavía está aprendiendo. No es tan difícil desprenderlas de la espalda por más aferradas que estén: basta con arrojarles un poco de agua bendita al tiempo que se las amenaza con el catecismo. El problema es que uno no suele llevarlos cuando se lanza al mar.