El Cairo en versión árabe
Con nuestra formación cultural, Egipto es todavía faraónico.
Y si estuviste por allí, seguro que advertiste que eso molesta a quienes edificaron allí mismo su propia y magnífica cultura, por encima de lo faraónico, de lo helénico y lo romano. Pero no lo podemos evitar, nos tiran más las pirámides que las mezquitas. Y por eso es bueno contemplar El Cairo con los ojos de una puertorriqueña que no padece nuestros prejuicios.
Aparte de esto, hay otra novedad: un altísimo porcentaje de la poderosa industria turística de Egipto está ocioso debido a los problemas políticos, pero todos afirman que la ciudad no es insegura, es barata debido a la abundancia de oferta y escasez de demanda.
Por Mariana Lafont, el Nuevo Día, Puerto Rico.
La primera impresión que se obtiene de un lugar nunca antes visitado dependerá del lugar desde donde se viaje. Estoy convencida de esta premisa. Por ello, no me llamó tanto la atención corroborar el famoso estado caótico de las calles de Cairo, Egipto. Como nuestro destino anterior había sido India, esta ciudad nos pareció mucho más ordenada. Sólo vimos autos en las calles, no coches, motos, ‘rickshaws’, vacas y camellos deambulando como en India. Eso es bastante.
De todos modos la capital de Egipto tiene muchísimo movimiento -y viniendo de Occidente el cambio se siente- ya que es la mayor ciudad del mundo árabe, y de África, además de ser el centro político, económico y cultural de Egipto y el Oriente Próximo.
Con casi 25 millones de habitantes, El Cairo es una de las quince urbes más pobladas del planeta. La actual ciudad se ubica en antiguas capitales árabes como Al-Askar, Al-Qatta’i y Fustat que hoy forman la zona histórica.
Cuando los fatimíes entraron a Egipto fundaron en 972 Al-Qahira (“la trinunfante”), la nueva capital al norte de Fustat y junto a las riberas e islas del Nilo. Con sus más de 6,700 kilómetros este río es, luego del Amazonas, el más largo del mundo. Y fue la clave del éxito de la civilización egipcia ya que mientras el clima cambiaba y se formaba el desierto del Sahara, tribus de la zona se fueron agrupando cerca de este río.
Luego de la destrucción de Fustat en 1168-1169 para evitar su captura por parte de los cruzados, la capital administrativa de Egipto se mudó a El Cairo donde ha estado desde entonces.
Durante el día, el centro de la ciudad no tiene tanto movimiento y nos resultó llamativo ver tantas tiendas cerradas a las diez de la mañana. Pero de noche Cairo vibra -seguramente por el calor que hace de día- las calles se llenan de gente buscando el fresco, mientras vendedores ambulantes improvisan ventas donde sea y llaman a los gritos a los clientes.
En las calles secundarias se levantan mercados de frutas y verduras junto a puestos de tentadores “shawarmas”, panes recién salidos del horno. Las carnicerías exhiben corderos listos para ser ejecutados. Estos, asustados, en ocasiones se escapan entre la multitud.
Un gran destino turístico
Los egipcios nos resultaron simpáticos y muy curiosos. Durante nuestro recorrido pronto descubrimos que no éramos muchos los turistas que andábamos por la calle. Sin embargo, Egipto es un gran destino turístico, ¿dónde estaba la gente entonces? Al día siguiente lo supimos. El Museo Egipcio estaba abarrotado de contingentes y buses.
La mayoría de los visitantes viaja en tours, imaginamos que por un asunto de seguridad. Lo cierto es que últimamente el país ha estado convulsionado políticamente y con muchas protestas violentas. Sin embargo, si para la fecha que planifiques viajar a Egipto el país está “tranquilo” trata de ir por tu cuenta. Es la única manera de relacionarte con los locales.
Seguramente alguien quiera sacar un poco de ventaja, pero eso es algo que le suele ocurrir a todos los viajeros en cualquier otro lugar.
De otra parte, te recomiendo que visites Cairo durante sus meses de clima más agradable, de noviembre a marzo. De abril a agosto el calor puede ser agobiante, y en primavera se dan las tormentas de arena.
Pasado y presente
El Cairo histórico, en el centro de la ciudad, es la zona más visitada por razones obvias. Es donde se levanta la arquitectura monumental de mezquitas y esculturas islámicas de mayor valor histórico. A saber, la Mezquita de Amr (la primera erigida en África en el 642) y la de Al-Azhar, la universidad más antigua del mundo con funcionamiento ininterrumpido. Además están Khan el-Khalili (Gran Bazar), la Ciudadela de Saladino y “La ciudad de los muertos”.
Esta última es la zona más humilde de El Cairo y alberga una antigua necrópolis donde viven familias pobres que mantienen las tumbas. Otro mundo. Situada en la colina Muzzatam, la Ciudadela de Saladino brinda una panorámica de la gigantesca y polucionada Cairo.
Lo que no debes perderte
• La Ciudadela -refugio de todos los gobernantes desde Saladino, en el siglo XII hasta Mehmet Alí en el XIX- alberga bellas mezquitas (como La de Alabastro), palacios y museos.
• En el Zoco, plaza más importante de la capital, venden sedas y especias, los productos más solicitados. Khan el-Khalili -de 1382- es un entramado de callejuelas, bellos arcos y tiendas minúsculas. Si ves algo que te gusta, regatea y cómpralo, difícilmente volverás a encontrar a ese lugar. Es que es fácil perderse en ese laberinto de papiros, hibiscus, lámparas, narguiles, esencias y perfumeros.
• Cuando te canses de caminar ve a una tetería, o al Café Fishawi, bar que hace 200 años no cierra. También es conocido como el “Bar de los Espejos” por tener en sus paredes espejos de todas las formas y tamaños.
• Y para los amantes del Cairo antiguo y cóptico -egipcios cristianos- está el en la estación de metro Mari Girgis. Allí se concentran las principales manifestaciones cristianas como la Iglesia Colgante y la de San Jorge con su monasterio. La Iglesia de San Sergio es conocida como la Iglesia Colgante al erigirse sobre antiguas construcciones y murallas y se dice que aquí se refugió la Sagrada Familia durante la matanza de los inocentes ordenada por Herodes.
• Está también el Museo Copto, ubicado en un jardín dentro de la antigua fortaleza romana de Babilonia, exhibe arte de la época cristiana en la región con miles de piezas de tela, marfil tallado, papiros con textos de los evangelios y pinturas. El arte copto tiene influencia egipcia y helénica pero alterada con símbolos y emblemas del cristianismo.
• Midan Tahrir o Plaza de la liberación es el centro de la ciudad moderna y recibió ese nombre luego de la Revolución de 1952, cuando Egipto pasó a ser una república. Allí hay una estación de metro (El Cairo es la única ciudad de África que lo tiene) que lo lleva hasta Guiza y las célebres pirámides. En esta misma plaza está el Museo Egipcio de El Cairo, instalación cultural que guarda la mayor colección del arte del antiguo Egipto en el mundo.
Dos millones y medio de personas lo visitan al año, y durante cualquier día de la semana hay que abrirse paso entre la gente. Sus orígenes se remontan a 1835 cuando se creó el Servicio de Antigüedades de Egipto para resguardar tesoros y monumentos de los saqueos locales y extranjeros. Luego del control de seguridad, en la planta baja hay una gran colección de papiros en griego, latín, árabe, egipcio antiguo y con jeroglíficos y le siguen objetos de los Imperios Antiguo, Medio y Nuevo como estatuas, pinturas y sarcófagos.
Desde el 1922 el museo vivió un crecimiento extraordinario con el gran tesoro de Tutankamón descubierto por Howard Carter y con más de 3 mil quinientos objetos. Tan grande es la colección del museo que han tenido que almacenar muchas piezas en el sótano de la estructura, piezas que esperan ser documentadas.
Llegar a las pirámides de Keops
Las famosísimas pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, junto a la enigmática esfinge, están a veinte kilómetros al sudoeste del Cairo en la necrópolis de Guiza. Sin tour, ir es una miniodisea en metro, bus y taxi. Realmente impresiona el tamaño de las añejas construcciones, tanto que los buses parecen ser de juguete al lado de éstas.
Cada año una de las pirámides se cierra al público para dejarla descansar de las visitas que producen mucha humedad. Entrar es una gran experiencia -no recomendada para claustrofóbicos- a lo Indiana Jones.
Hay que subir agachado por un angosto e inclinado túnel hasta un recinto donde se guarda un sarcófago de piedra, iluminado con una luz muy tenue. Parece increíble estar dentro de uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, y que no se pueda tolerar el calor en su interior que es agobiante. A muchos desespera esta condición y les urge salir de inmediato al exterior. Aún así vale la pena intentarlo.
La civilización del llamado
El antiguo Egipto alcanzó tres épocas de esplendor faraónico: los imperios Antiguo, Medio y Nuevo. Esta civilización se desarrolló por más de 3 mil años. Comenzó con la unificación de varias ciudades del Valle del Nilo, en 3150 a. C. y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio Romano conquistó el Egipto “ptolemaico”.
La Gran Pirámide de Keops es considerada una de las siete maravillas del Mundo Antiguo y la única que aún permanece en pie. Su propósito fue acoger el sarcófago del faraón Keops y se estima que para construirla utilizaron casi 2 millones y medio de bloques de piedra caliza. Se construyó en 2580 a. C. y hasta el 1300 d.C. fue la construcción más alta del mundo con 145 metros.
Por último, un viaje al Cairo no estaría completo sin fumar “shisha” o “narguile” en un bar al caer el sol. Esta pipa de agua para fumar tabaco no tiene orígenes precisos y se cree que se fumaba en India, China o Egipto hace 600 años. Se fuman finas hojas de tabaco lavadas muchas veces y mezcladas con miel y aditivos de algún sabor (el más popular es de manzana).
Tips
• La shisha no se comparte. Mientras fuman los cairotas toman té o café y juegan damas. Pero nosotros, como turistas, compartimos el narguile y nadie nos miró mal. Se ven más hombres fumando pero las mujeres también lo hacen y hay bares para cada uno.
• Fumar shisha no tiene nada que ver con fumar un cigarrillo. Es un lindo momento para reunirse y charlar con amigos en la vibrante y noctámbula Cairo.