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Cuando los hijos vienen en yunta

Es bien gracioso: podés peinarte mirando a tu hermano.

Una de las ciudades se llama Twinsburg y tiene mucha fama en el mundo anglosajón; pero es una farsa, pues a los gemelos los tienen que traer de otros lugares. En cambio muy cerquita de Uruguay, en un lugar próximo a Cándido Godoy, Río Grande do Sul, lo complicado es tener hijos que no sean gemelos.

El pueblito gaúcho campeón mundial de los gemelos, se llama “Linha Sao Pedro”. Si, ya se, parece uno de los recorridos de un subte inexistente, pero así son las cosas: cuando a un pueblito le da por la originalidad, no se anda con chiquitas. Linha Sao Pedro queda a cuatro kilómetros y casi todos sus habitantes son rubios de ojos azules, exactamente como los querría Josep Mengele, el “Angel de la Muerte”. Y esto no lo digas en voz alta en ese lugar, porque te podrían tirar con un arado, que es la única arma que conocen.

Les indigna la sola mención, pues viene acompañada de la versión antojadiza, hiriente y falsa, de que la incidencia de gemelos se deben a experimentos de Mengele. Lo malo para ellos es que podría ser posible que alguna vez, muy ocasionalmente, el médico maldito haya llegado hasta acá desde Paraguay, aunque difícilmente se haya dado a conocer.  Por otra parte, allí nacían mellizos a rolete desde mucho antes.

Lo que les molesta, es que con esas versiones, un libro y hasta una película con Gregory Peck, al pueblo llegan tanto anti nazis como pronazis, lo cual es muy fastidioso y altera la paz de un pueblito de agricultores alemanes, semejante a muchos otros de Brasil, a los de la provincia de Entre Ríos en Argentina y hasta a nuestro Nuevo Berlín. Lo que pasa es que acá, por las distancias y las costumbres, los habitantes continúan casándose y hablando entre ellos el dialecto  Hunsrückisch, del suroeste de Alemania.  “Seremos rubios y de ojos azules, estaremos orgullosos de la patria de nuestros abuelos, pero somos tan brasileños como el mejor”, explican cuando les preguntan con cortesía. No se te ocurra acusarlos o olvidarte de la cortesía porque en un pueblo de gemelos las reacciones vienen por duplicado. Los vecinos están tan molestos con eso que pidieron ayuda a la Universidad del Estado de RGS.

VOLVAMOS A TWINSBURG. Porque esta ciudad norteamericana también rompe los ojos con sus originalidades. Se encuentra en el estado de Ohio, donde en 1817 llegó un muchacho de apenas 16 años que no era gemelo de nadie, sino que vivía una soledad prodigiosa a la que deseaba ponerle fin fundando un pueblo entero a su alrededor.

Se llamaba Ethan Alling y a pesar de su corta edad, ya era uno de esos emprendedores que todos querríamos tener cerca. En poco tiempo se convirtió en Jefe de Correos, Operador de la Diligencia, comerciante y propietario del Hotel del pueblo. Esa mínima infraestructura creada por él les alcanzó a los mellizos Moisés y Aarón Wilcox, quienes en 1819 vieron el negocio y compraron 16 kilómetros cuadrados de tierra al mejor estilo Piria o Emilio Reus.

Vivos como un rayo, donaron parte de su tierra para una plaza pública y para una escuela y el resto lo lotearon en pequeñas parcelas. Pusieron como condición que el caserío, antes denominado Millsville pasara a denominarse Twinsburg, algo así como la ciudad de los mellizos o de los gemelos. Parece que eran absolutamente idénticos y lo propiciaban. Eran socios en todos sus negocios, tenían todos sus bienes en común, sus hermanas casadas tenían el mismo número de hijos, ambos contrajeron la misma enfermedad y murieron a las pocas horas el uno del otro. Están enterrados en el cementerio de Twinsburg, naturalmente.

Entonces, en Twinsburg nacen tantos gemelos como en cualquier lugar del mundo, pero los dos fundadores metieron un marketing de miedo; tanto  que sigue funcionando dos siglos después. Y si no lo querés creer, mirá el video del divertido festival que organizan todos los años, aunque con gemelos prestados.

Imagen de previsualización de YouTube

 

http://www.youtube.com/watch?v=J_RPg4LowI8

¿Y si no fue Mengele, que fue? Porque la cuestión es que en ese lugar de Brasil de cada cinco nacimientos, uno es de gemelos. No de mellizos, que pueden ser distintos entre sí, sino de gemelos, idénticos. Andás caminando por el pueblo y pensás que se te fue la mano con el Velho Barreiro. La gente de Linha Sao Pedro apuntaba las razones de tal natalidad a un pozo que la comunidad usa con frecuencia y donde habían comprobado que la mayoría de las madres habían bebido… pero no tomaban en cuenta que también bebían de esa agua mujeres que tenían partos únicos.

Tal parece que se trata del “Efecto del Fundador”, una característica que suele presentarse en pueblos fundados por pocas familias que vuelven a casarse entre sí, dado que no hay mucha oferta en la vuelta. Claro que en ningún caso con tanta incidencia como acá. Lo explica un artículo del diario ABC de Madrid y lo reproduce la web de Cándido Godoy (http://www.candidogodoi.rs.gov.br/portal1/intro.asp?iIdMun=100143070) Allí se da cuenta que los investigadores de la Universidad de Rio Grande del Sur informaron de esta particularidad genética luego de haber estudiado los casos de 42 madres de gemelos y a otras 101 que no tuvieron gemelos. La conclusión a la que llegaron es que las primeras tienen una frecuencia mayor de la variante  P53, vinculada con la supervivencia de los embriones en el útero. Este gen se manifiesta de forma C (la más rara) y G (la normal). La variante C está presente en el 33% de las madres de gemelos, considerándose que la posibilidad de heredar ese gen es muy común, lo cual se multiplica por los enlaces de descendientes de los mismos fundadores.

Así que guardate las teorías conspirativas y cuidate mucho de suponer que un médico como Mengele, por ser nazi, podría tener conocimientos que el resto de la medicina ignoraba. Si alguien piensa así, dando por supuesta alguna superioridad, andá a Cándido Godoy y confesáselas al primero que encuentres;  seguro que te arranca las ideas con pocas trompadas sin necesidad de llamar a su hermano gemelo.  Porque es algo que los tiene muy calientes, lo cual no impide que cada dos años,  en el mes de abril, se reúnan saquen fotos y festejen que bien se lo merecen, más que los de Twinsburg que no tienen gemelos propios, pero tienen más marketing.

Pero todo está por cambiar. Por lo pronto a la fiesta la denominan ahora Festival de Géminis e invitan a gemelos de todas partes; ellos los agasajan como si fueran nativos. Además, en el 2008 se inauguró en Cándido Godoy una fuente con una estatua que muestra a una generosa matrona alemana con sus gemelos. Ahora quieren inaugurar un restaurante con comida típica de la región de Alemania de donde vinieron sus ancestros, una parte de lo que hoy es Baviera, donde ya casi no se habla el alemán que ellos conocen.

http://www.youtube.com/watch?v=Y9Z12bvU2Hk

http://www.youtube.com/watch?v=0WeIeVFEQoI