Oportunas obras ampliaron a 538 amarras la capacidad del Puerto de Punta del Este. Pero continúa abarrotado y las naves grandes no pueden arrimarse.

La buena noticia es que los yates siguen llegando a toda la costa uruguaya, desde Colonia y Soriano, hasta Montevideo, Maldonado y Rocha. Cruzar el río o afrontar los temporales de nuestro extremo este no es la principal preocupación de los yatmen; venir o no venir a nuestro país dependerá de que consigan amarras. Decenas o cientos de ellos no lo logran y eso sí que es una mala noticia, particularmente para los que vienen desde muy lejanos lugares.

La reconstrucción de las marinas 3 y 4 y la construcción de la nueva marina 5 costó unos 32 millones de dólares muy bien invertidos y la ampliación no afectó a este tradicional paseo de todo el año. Pero se necesita más.

Durante la inauguración de las obras en el Puerto de Punta del Este

Hay varios proyectos a lo largo de nuestra extensa costa; algunos avanzan otros no resultan viables por el momento, otros están enterrados por el extremismo ecologista, o por la burocracia pública y privada y otros, pero pocos, no logran financiamiento.

Punta del Chileno. Uno de los más interesantes es el que apunta a la zona de Punta del Chileno, en el extremo oeste de la Playa Mansa. Ciertamente habrá que atender muchos aspectos, un puerto allí puede tener altos impactos. Difícilmente ninguno tan realmente impactante como tener ociosa la maravillosa puerta de entrada al balneario, transformándola en depósito de fea maquinaria oxidada y ruinas de un absurdo Hospital con vista privilegiada al mar.

 Punta del Chileno desde Beira Mar y desde el satélite, con todo su entorno.

 Desde el Punte de la Laguna del Diario, hacia un lado y hacia el otro; aunque el proyecto es más al oeste.

Es un pesquero buscado por la profundidad de las aguas y rara vez un bañista arriesga inmersión en esa área desierta. En todo caso, pescar desde un muelle no es mala opción y podría preverse en los pliegos. De paso se podría arreglar definitivamente el mal olor que a veces parte de la Usina de OSE y se podría prever una comunicación permanente de la Laguna del Diario con el mar para terminar con las algas… y hasta para lograr que regresen los camarones. Al norte del emprendimiento hay una vastísima área esperando un urbanismo acorde con el balneario y una carretera que acorte el trayecto entre Portezuelo, el centro de Maldonadoy La Barra, descongestionando la rambla y el Camino de la Laguna.

¿Por qué Punta del Este tiene que crecer hacia el Este huyendo de la concentración urbana cuando hay tantas tierras inexploradas hacia el oeste? Por otra parte, el balneario necesita más centros como lo son la Península y La Barra. Ambos están que revientan y lo peor que le puede ocurrir a José Ignacio es que se abarrote. No hace falta otro Mar del Plata u otro Camboriú en la región.

 El Puerto de Punta del Este en Gogle Earth, antes de la ampliación.

El proyecto propuesto, sin perjuicio de que puedan presentarse otros y licitarse al mejor, no le costaría un peso a los contribuyentes y duplicaría las amarras actualmente disponibles. La versión de que se impediría que los cruceros atraquen directamente, parece un chiste de mal gusto o un abuso de intereses privados. Conversando todo se arregla, impedir es el peor de los deportes nacionales. En todo caso, los grandes yates que no se pueden aproximar al Puerto actual, podrían amarrar en Punta del Chileno.

Naturalmente la propuesta incluye un Casino; parece que sin juegos de azar no hay desarrollo turístico privado posible. Y también una ampliación del negocio inmobiliario que también descongestionaría una Playa Mansa donde las torres están compitiendo feamente con el paisaje…  y con el ordenamiento territorial. ¿Y la maravillosa vista que aparece al viajero justamente en ese lugar? Ciertamente habrá que tener mucho cuidado en no perjudicarla.

En cuanto a las ballenas que también nos visitan cuando les da por tener sexo, también habrá que tener cuidado y pedir asesoramiento a entendidos de verdad, no a asambleistas que le encajan un piquete a cualquier intento de mejorar la calidad de vida del ser humano. En todo caso, ellas retozan más al este, fuera del área prevista para el puerto. Los piqueteros ecologistas que se ocupen de los delfines y toninas del Río de la Plata por los cuales nadie derrama una lágrima mientras desaparecen, quizás los últimos. ¿Defender a las toninas no deja rentabilidad?

 Los otros puertos deportivos. Nueva Palmira, Carmelo, Conchillas, Arroyo San Juan, Puerto Sauce, Boca del Rosario, Santiago Vázquez, Puerto del Buceo, Atlántida, Solís Chico y Solís Grande, Piriápolis, varias lagunas rochenses, La Paloma, etc. ¡Fíjense cuantos puntos posibles de amarre para una actividad de yachting y crucerismo que crece vertiginosamente! Algunos claman por inversores que los transformen en realidad, otros están abarrotados todo el verano y necesitan ampliación y perfeccionamiento.

Uno los mira desde Google Earth y se pregunta si no es posible hacer más de lo que ya se hizo, porque tampoco es cuestión de criticar la excelente disposición de las autoridades. Pero debería haber más agilidad y más ingenio para atraer inversores, particularmente para inversores que no piensan en un Casino al que le adjuntan un puerto. ¿El negocio inmobiliario turístico no alcanza para financiar un proyecto?