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El pueblo de Venecia contra Mister 513

Nos resistimos a abandonar este tema, un sainete a mitad de camino entre Fuenteovejuna y el remate de Pluna.

Este es el tercer artículo sobre la isla de Poveglia; al final insertamos los vínculos con las notas anteriores. Nos encariñamos con esto, porque es la historia de un pueblo que se resiste a que le arrebaten un pedazo de historia, una isla repleta de episodios reales y mitos fantasmales y también un hermoso lugar que los vecinos podrían disfrutar y que el estado pretende vender al bajo precio de la necesidad, como diría Artigas.

¿Y quién es el “Mister 513”, quien como son ofertas por escrito y anónimas hasta el final, no puede decirse que estaba a la izquierda o a la derecha del rematador? Lo que sí se sabe, es que pretende llevarse una hermosísima isla de la Laguna de Venecia por medio millón de euros. Nuestra isla Gorriti tiene un tamaño comparable, ¿te imaginás al fisco uruguayo vendiendo esa isla por unos  700.000 dólares?

Por eso es que el tema me parece apasionante y merece seguirse, aunque con artículos de menor tamaño que los habituales.

La isla Poveglia tiene unas siete hectáreas y contiene once edificios, entre los cuales se cuenta una iglesia y lo que queda de un hospital psiquiátrico. Medio millón de euros es lo que vale un apartamento de 60 metros cuadrados en el casco histórico de Venecia, alerta el diario La Reppubblica (http://www.repubblica.it/ambiente/2014/05/13/news/poveglia-85976643/?ref=HRERO-1) y para que no crean que somos tan laboriosos, confesemos desde ya que en este caso tenemos la ayuda del uruguayo Maurizio Taffani, un sommelier encantador con el privilegio de tener un restaurante en Florencia. Es él quien nos envía estas cosas; ¡la ringrazio molto, Maurizio!

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También los vecinos de Venecia ofertaron, con la plata que tenían recolectada planetariamente no solo entre italianos sino también entre gente de buena voluntad y sangre caliente. Pero solo lograron reunir 400.000 euros porque tenían poco tiempo y porque, además, 400.000 euros es una montonera de dinero, un éxito asombroso. El remate no terminó, tiene una siguiente fase, en la cual los venecianos pueden levantar su oferta… pero también puede hacerlo el Señor 513 (en nombre de una sociedad anónima), comenta Jenner Meletti, el autor del artículo en La Reppubblica.

Más allá de todo esto, para nosotros el gran protagonista es el pueblo veneciano en rebeldía y un encantador boliche de La Giudecca, un lugar que suelen saltearse los turistas que no saben lo qué se pierden. Cuando vayas, date una vuelta, tomate algo y con un poco de suerte te encontrás con alguno de los héroes de esta cruzada. ¿Qué cómo llegar? Te tomás el vaporetto Palanca y te caminás un poco desde el Ponte Piccolo, hasta Giudecca 448. Allí está “La Palanca”.

Preguntá por algún directivo de la Asociación “Poveglia per tutti”. Seguramente encontrarás intacto el espíritu que describe Meletti en los siguientes párrafos: “La asociación nació en este restaurante en marzo pasado, fue la primera protesta. No queremos –dicen Barina Andrea y Lorenzo Pesola, dos de los líderes- que una isla siempre nuestra, se convierta en propiedad privada, abierta a unos pocos ricos y cerrada a todos los demás. Estamos saturados de cierto tipo de turismo y no queremos una ciudad resignada con lo que venga por dinero”.

Los vecinos tienen la ilusión de conseguir el dinero necesario, pero también tienen la esperanza en una reacción de las autoridades ante su movilización y sus argumentos. Es un patrimonio construido a lo largo de muchos siglos, el que está a punto de ser entregado posiblemente para construir un hotel de recontrasuperlujo, seguramente al estilo de las grandes cadenas, temiblemente un adefesio que nada tenga que ver con ese alarde de varias culturas, entre las cuales destaca la bizantina,  que reina en la laguna veneciana.

Cada fin de semana hay decenas de embarcaciones con familias venecianas que van allí a hacer un picnic, algunos hasta han cultivado algún pequeño huerto respetado por los demás; Poveglia nos pertenece, está en nuestro ADN, le dijeron los entrevistados al periodista de La Reppubblica.

Las personas que aportaron 99 euros en la colecta son unas 3.500, pero son muchos miles más los que brindan su apoyo. Los venecianos quieren recuperar los edificios, transformar la maleza invasora en bellos jardines, quizás dar cabida a una escuela de vela tradicional y hasta a un pequeño varadero para mantenimiento y construcción también tradicional.

¿Es posible que un municipio sea tan sordo a un pedido que parece tan razonable? ¿Hay argumentos para oponerse? ¿Cómo termina esta historia?

Guillermo Pérez Rossel

(con la inapreciable ayuda de Maurizio Taffani)

http://viajes.elpais.com.uy/2014/05/03/podes-salvar-a-poveglia/

http://viajes.elpais.com.uy/2014/04/26/poveglia-la-isla-aterradora/