Lo que le gusta a Woody

Un tour por París con el «leñoso» Allen, porque los gringos critican, pero nadie admira como ellos a la Ciudad Luz.Esta es la oportuna reseña que nos trae esta vez Damián Argul, otro enamorado de París. Fue a ver la película y mirá lo que nos trajo.

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Si al terminar de ver la película Media Noche en Paris (Woody Allen, 2011), no sentís el irrefrenable deseo de viajar a esa ciudad, es posible que estés atravesando por un cuadro depresivo agudo.

A lo largo de los años Paris ha sido admirada, amada y halagada por una interminable lista de pintores, escritores, músicos y cineastas que alabaron sus encantos en sus diferentes formas de expresión. Esto no ha desanimado a Woody Allen a realizar su propio homenaje, lleno de amor, poesía, ingenio y deslumbrantes

imágenes. Para ello cuenta con la invalorable colaboración de esta ciudad, que no conoce del descanso en sus esfuerzos por mantenerse siempre atractiva y mostrarse fresca y juvenil, tal cual se aprecia claramente en esta película.

Con lluvia o a pleno sol, de día o de noche, en los grandes espacios o pequeños rincones, la ciudad es mimada y acariciada en la película, demostrando una vez más que cine y turismo se retroalimentan: algunos verán la película para recodar Paris, otros querrán viajar a París después de ver la película.

Allen y su equipo, que incluye una sobria Carla Bruni-Sarkozy y la encantadora Marion Cotillard, pasean por el Barrio Latino, Montmartre, Rue de Rivoli, Champs Elysees y se detienen en una serie de puntos que detallamos por separado.

Pero más allá de las imágenes la película es un tributo a Paris como centro de las artes y refugio de grandes pintores y escritores. Para ello se incluye una visita a Toulouse Lautrec en el Moulin Rouge.

La espectacular escena del French Cancan que se contempla, nos permite sugerirte dejar de lado los preconceptos sobre lugares “turísticos” y otros clisés y visitar este monumento a la Belle Epoque.

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El Tour de Woody Allen

-Paul Bert, mercado de pulgas en Saint-Ouen, con más de 400 puestos de antigüedades, curiosidades y adornos de todo tipo.

-Quai de Tournelle. Libros en los célebres “bouqunistes” junto al Sena.

-La Rue Montagne-Ste. Genèvieve. Calle del siglo XIII, en una colina, distrito Vº.

-Rue du Chevalier de la Barre. Pintoresca calle con escaleras en Montmartre, próxima al Sacre Coeur.

-Plaza Dauphine. Encantador rincón de forma triangular, rodeada de casas de ladrillos, muchas de las cuales conservan su fachada original del siglo XVI. Distrito Iº.

-Plaza Juan XXIII. Ile de la Cité, junto a Notre Dame.

-Librería Shakespeare & Co. Mítica y actualizada. especializada en literatura anglo-sajona. Distrito Vº.

-Joyería Choppard. Tradición y lujo suizo en Place Vendome.

-Rue des Renaudes y Boulevard Courcelles. Zona de mobiliario de colección, con vista a la iglesia ortodoxa rusa Alexandre Nevsky.

-Giverny. Jardines y Museo Monet a 72 kilómetros de Paris. (Como los veía Claude Monet)

-El Museo de L’Orangerie. Colección de obras de arte que incluye Los Nenúfares de Claude Monet. En las Tullerías.

-Museo Rodin. Museo y Jardín de Esculturas en 61 Rue de Grenelle.

-Musée des Arts Forains. Colección privada, célebre por sus calesitas. Visita con reserva previa, 53, avenue des Terroirs de France,

-Maxim’s, restaurante, todo un símbolo de París, decorado en el más puro Art Nouveau. En el Nº3 de Rue Royal.

-Le Grand Véfour. Más allá de que aquí se hayan sentado Napoleón o Victor Hugo y de su cuidada decoración no deje de probar su “gourmandises au chocolat”. Distrito Iº.

-Aux Lyonnais. Orientado por Alain Ducasse, aquí se comprende porque Lyon es la capital gastronómica de Francia. Distrito IIº(La Bourse)