Fue la edificación más alta del mundo hasta el obelisco de Washington.  También tiene la campana más grande del mundo. Pero ésta no es ni remotamente una competencia de récords sino de espiritualidad.

Hay tanta información que tendré que hacer un esfuerzo por no transformar esto en una pesadilla de enumeraciones. Quizás ayude que me apoye en anécdotas, como la que cuenta que los vecinos de la ciudad pusieron luces en su campanario para que los pilotos de los bombarderos de la segunda guerra mundial hicieran un esfuerzo para no hacerla polvo. Aun así, fueron tantas las toneladas de bombas que arrojaron, que algunas próximas la dañaron y otra hizo impacto directo en la construcción… porque nunca falta un bombardero anticlerical.

Te la desarman piedra por piedra y explican cómo la hicieron

En fin, ya que hablamos del campanario, comencemos por allí. Hasta la separación entre Iglesia y Estado, proceso en el cual los uruguayos fuimos pioneros, a nadie se le ocurría quejarse por los campanazos… y mucho menos multar al párroco porque se pasó de decibeles. Pero ahora eso es frecuente. Por ejemplo, en Móstoles (integra la Comunidad de Madrid) el párroco Ignacio Torres se quejó de la multa de 16.000 euros que le aplicaron por producir ruidos molestos y la municipalidad le contestó que no hay privilegios para nadie y que otras dos iglesias serán sancionadas por superar los 55 decibeles. En otros tiempos no se salvaban de una excomunión, pero  los inspectores tienen ahora más poder que los sacerdotes.

No fue por esa causa que la gigantesca “Campana del Zar” continúa en silencio: nunca fue tañida. Es tan grande que no la pudieron subir a ningún campanario. Se la exhibe en el Kremlin, cerca del también gigantesco “Cañón del Zar”, que nunca hizo un disparo. Tampoco no nos vamos a meter con la historia rusa porque no terminamos más. Trajimos a colación esa descomunal campana de 202 toneladas, solo para poner en valor la campana de la Catedral de Colonia, que pesa 27.000 kilos. La sigue en tamaño la del Sacre Coeur de Montmartre, Francia, con 18,000, seguida por la de Viena (17.000). La célebre campana de la Catedral de Pamplona pesa apenas 11.900 kilos… así que nuestra campana de Colonia no solo es  la más grande, sino que gana por lejos.

No es la más grande, pero es la que suena mejor entre las xx campanas del campanario de la Catedral de Colonia

A esta catedral se comenzó a construir en 1248 y no se la consideró terminada hasta 1880. En ese momento se la consideró como la construcción más alta del mundo, con 157 metros de altura. Pero como decíamos, apenas cuatro años después colocaron el pináculo del monumento a Washington en la ciudad del mismo nombre, y perdió ese récord, pues el obelisco mide 170 metros.  Como templo católico conserva el título del más alto y hacemos la precisión, porque la catedral protestante de Ulm, terminada en 1890 mide 161,5 metros… lo cual solo tiene relevancia porque están más cerca del cielo, quizás.

Lo que muchos no saben es que esta barbaridad de iglesia se hizo para albergar los huesos de losTres Reyes Magos, atesorados todavía hoy en este relicario que –para no desentonar—también es el más grande (y lujoso) del mundo. No consta a qué santo estaba dedicada antes, pues los huesos de los magos estaban en Milán en 1164 cuando por razones que no se mencionan fueron trasladados a Colonia.

Mirá lo que son las paradojas, los Reyes Magos descansan en Colonia que está en Renania del Norte… pero ahí no se conmemora el tradicional Día de Reyes, el de los regalos es Nicolás. El 6 de enero es un día poco celebrado en Alemania. De hecho, el día de los Reyes Magos (“Die Heilige Drei Könige”) sólo se celebra en tres de los 16 estados federales esto es Baviera, Baden-Württemberg y Sachsen-Anhalt.  Tanto esfuerzo para nada.

Si hay lugares propicios a la santidad, el escogido para esta catedral es uno de ellos. Allí había construcciones sacras romanas y carolingias. Obstáculos y demoras enlentecieron los trabajos. Hacia 1510 se interrumpió la construcción por problemas económicos y por falta de interés, consigna la Wikipedia. En 1560, el cabildo de la catedral dejó de aportar fondos de forma definitiva. A partir de entonces, durante siglos se estuvo utilizando como templo la única parte  terminada.

A comienzos del siglo XIX, los románticos  alemanes entusiasmados por la Edad Media, llamaron la atención sobre el estado en que se encontraba la catedral, inconclusa. En 1842 el rey Federico Guillermo IV de Prusia destinó fondos y finalmente se reanudó la construcción.  Cuando se inauguró el 15 de octubre de 1880, las relaciones entre la iglesia y el estado estaban tan mal, que el Arzobispo de Colonia Paulus Melchers residía en el exilio y no le permitieron celebrar el acontecimiento con una misa. El emperador Guillermo I hizo una concesión: le permitió celebrar un Te Deum.

Los bombardeos y metralla de la Segunda Guerra Mundial no afectaron la estructura, pero dañaron la base de la torre izquierda (en persona vi las perforaciones, que me señalaron para resaltar la maldad de los vencedores) y la vibración de los estallidos destruyó muchos vitrales, aunque otros fueron salvados al retirarlos antes que comenzaran los ataques. Sea como sea, la catedral continuó dominando la silueta de una ciudad destruida.

Conmovedora filmación de la procesión de Corpus Christi en Colonia en 1946

La procesión de Corpus der 2012… si hay algo admirable en este pueblo es su capacidad de recuperarse. Tuvo ayuda estadounidense, pero solo al principio.

Antes fue la guerra, ahora es la contaminación atmosférica y las palomas lo que amenaza a la formidable construcción, erigida con tres tipos diferentes de piedras a lo largo de sus 778 años de existencia. ¿Querés números para cuantificar su gloria?

• Largo total: 144,58 m
• Ancho total: 86,25 m
• Ancho de la fachada occidental: 61,54 m
• Ancho de la fachada del transepto: 39,95 m
• Altura de la torre sur: 157,31 m
• Altura de la torre norte: 157,38 m
• Altura de la torrecilla del canto: 109,00 m
• Altura de la fachada del transepto: 69,95 m
• Altura del canto de la azotea: 61,10 m
• Altura interior de la nave: 43,35 m
• Altura interior de los pasillos: 19,80 m
• Área del edificio: 7.914 m²
• Volumen interior: 407.000 m³

Volvamos a las campanas y a la Wikipedia, que en este caso es una fuente incomparable. La catedral tiene once campanas, cuatro de la época medieval. La primera era de 3,8 toneladas llamada Dreikönigenglocke («campana de los tres Reyes»), moldeada en 1418, instalada en 1437 y modificada en 1880. Dos de las otras campanas, la llamada Pretiosa (de 10,5 toneladas; en aquel momento la campana más grande del occidente) y la Speciosa (de 5,6 toneladas) fueron instaladas en 1448 y donde todavía permanecen en el mismo lugar. Durante el siglo XIX, como se acercaba la finalización de la obra y el edificio, surgió el deseo de ampliar el número de campanas. Son tres campanas en la torre de la derecha, el resto las acumula sin temblores, el campanario principal.

Este deseo fue facilitado por el káiser Guillermo I –continúa la Wiki– quién dio un cañón de bronce francés, capturado en 1870-71, con este fin. Los veintidós pedazos de artillería fueron exhibidos fuera de la catedral en mayo de 1872. Andreas Hamm en Frankenthal los utilizó para realizar una campana de 27 000 kilos el 19 de agosto de 1873. El tono no era armonioso y se realizó otra tentativa el trece de noviembre de 1873. La asociación central de la catedral, que había acordado asumir el control de los costos, no quiso esta campana tampoco. Otra tentativa ocurrió el 3 de octubre de 1884. La campana colosal fue enviada a Colonia y el 13 de mayo de 1875 fue instalada en la catedral. Esta sería desmontada en 1918, eventualmente por el káiser para apoyar el esfuerzo alemán de la guerra.

Escuchalo hasta el final si querés asistir al mayor estruendo de tu vida, capaz de despertar a la más sorda de las conciencias.

https://freesound.org/people/BIGBEN12345/sounds/200437/#

El sonido y sus decibeles

La campana mayor de Colonia, la St. Petersglocke, perdió en 2016 su título en esta desatinada competencia no por los valores cristianos, sino por los tamaños. La fundición austriaca de campanas Grassmayr vertió una campana aún más pesada para la Catedral de la Redención del Pueblo en Bucarest.

En muchos sentidos la Catedral de Colonia es un milagro, ¿qué otra construcción podía haber aguantado en pie el impacto de 14 bombas? Y no supongas mala intención de esos protestantes ingleses y estadounidenses… Si mirás las fotos de la época, lo sorprendente es que hubieran sobrevivido los habitantes de la ciudad… no quedaron ni dos metros cuadrados de la ciudad libre de impactos.

El Emperador no se conformó con la grandiosidad de la iglesia. Agregó a su lado lo que debió ser una de las mayores estaciones de ferrocarril del siglo XIX, quería conseguir admiración mundial hacia Alemania y hacia él mismo.

El interior de la catedral es tan magnífico como su exterior. Entre las cuatro naves laterales que conforman la cruz, se desarrolla el amplio pabellón central, todo sostenido por imponentes columnas góticas sobre las cuales se apoyan los arbotantes que destacan por fuera. Esa es la estructura titánica   destinada a sostener el peso de los techos y de la bóveda. Si tenés la juventud necesaria, se impone una escalada hacia el mirador: son 100 metros de altura que demandan 509 escalones de esfuerzo.

La vista de la ciudad desde esa altura es impresionante y es la mejor manera de admirar de cerca su hermoso cimborrio. Ni me lo  digas, yo tampoco sabía qué significaba cimborrio, pero google me desasnó rápidamente: es una torre o cuerpo saliente al exterior, generalmente de planta cuadrada u octogonal, que se levanta sobre el crucero de una iglesia para iluminar su interior. En este caso, una belleza.

Al norte del altar se halla el Crucifijo de Gero, una de las esculturas monumentales más destacadas de su época. La capilla, al sur del altar, muestra el tríptico de La Adoración de los Magos, de Stefan Lochner, obra maestra de la escuela de pintura de Colonia del siglo 15. De gran interés son el Tesoro de la Catedral y la cripta donde se hallan enterrados los arzobispos de la ciudad.

Se puede acceder de forma gratuita al vestíbulo principal, aclara también la web oficial.  Para entrar a la Cámara del tesoro y a la torre de la catedral es necesario pagar una pequeña tarifa. Alacatedral podés llegar tomando el metro hasta la estación Dom/Hauptbahnhof. Hay un estacionamiento pago en las cercanías.

A la salida merece una recorrida el Museo Romano Germánico dedicado al asentamiento romano que dio origen a la ciudad. Losromanoslallamaban Colonia Claudia Ara Agrippinensium. Son tres plantas con espacios dedicados al patrimonio romano de Renania y eso incluye inesperados objetos de cristal, esculturas, joyas, vajillas, muebles,  frescos y hasta juguetes.

En las calles contiguas encontrarás los interesantes museos Ludwig y Kolumba. La estación central de trenes de Colonia está a cinco minutos a pie y cuando estés cansado y hambriento, te queda el recurso de Alter Markt, el antiguo mercado.

No te va a ser tan fácil como parece, desprenderte de Colonia… sin contar con el resto de los atractivos que tiene la ciudad. La Liga Mundial de Comportamiento Turístico (LMCT) que termino de inventar, podría imponerte multa si al pasar por acá no llevás algún  frasquito de Agua de Colonia para tus amistades y te humedecés un poco en la fuente que debería estar en la casa de la calle Glockengasse 4711. De hecho, la marca del agua de Colonia es “4711”. Pero los alemanes, que parecen tan circunspectos, tienen casi tanta impredecibilidad como nosotros en lo que respecta a nombres y numeraciones de calles.

La casa de Wilhelm Mülhens tenía ese número desde el siglo XVII, pero unas décadas después le cambiaron la numeración a 12 y actualmente es  el número 4… Esto te lo aclaro para que no te pierdas, porque allí deberías ir si querés adquirir el aroma local si las tradiciones no fueran tan manoseadas. No te confundas, porque al número 4711 lo vas a ver en muchos lugares de la ciudad, incluyendo un gran edificio de tiendas en la plaza de la Catedral. ¿Entonces hay que ir allí? No señor, ya te dije que esto viene zarandeado, la tienda, museo y fuente del 4711 está en Obenmarspforten 21. Solo para confundir…

La confusión acompaña al más famoso de los aromas desde el comienzo. El hecho de que la calificación de “cologne” para distinguir un producto más fresco y liviano que  el  “eau de parfum”, deviene justamente del contenido de ese frasquito que te vas a llevar. Sin embargo, el “agua  de Colonia” no es una creación de Mulhens, sino de un italiano residente en Colonia. De esa nacionalidad era Giovanni Maria Farina, quien a principios del siglo XVIII hizo una mezcla que era la antítesis de los aromas  empalagosos de ese entonces y tuvo un extraordinario éxito.

Farina vivía en Colonia, justamente en el 4711 del callejón de Glockengasse, en una vivienda que sigue en pie. Pero su descendencia no tuvo su mismo talento y dedicación: prefirieron el suculento precio que estuvo dispuesto a pagar Wilhelm Mülhens en 1803 y la colonia no cambió de ciudadanía ni de nombre, ni de aroma… solo de dueños. Si no te entienden, pedí Kölnisch Wasser .

Guillermo Pérez Rossel

https://aquicoral.blogspot.com/2013/05/kolner-dom-catedral-de-colonia.html

https://www.descubrewestfalia.com/2017/11/visitar-la-catedral-de-colonia.html