Desde Madrid, hay al menos tres visitas de un día que no debés perderte. Difícil elección entre Avila, Segovia y Toledo en el caso que tengas poco tiempo.

La «Toletum» romana ya era próspera en los tiempos de Tito Livio y desde fines de los años 500 fue capital del reino visigodo; aquí nace el concepto de unidad política de España, todavía no logrado auténticamente. Tras muchos siglos de violencia inaudita, se transforma en el centro intelectual del mundo y en el mayor ejemplo de tolerancia y respeto por la pluralidad de creencias. Allí convivieron en armonía cristianos, musulmanes y judíos, todos juntos luchando por el bienestar y el conocimiento. Gracias a ellos, la humanidad recuperó los escritos de Aristóteles, Galeno y Ptolomeo. Quemada la Biblioteca de Alejandría, todo el conocimiento occidental sobreviviente se atesoró en Toledo, hacia donde convergían los sabios de la época:  allí se producían el arte y ciencia que nos convirtió en lo que somos.

Todo funcionó maravillosamente hasta que primó la intolerancia religiosa. Hay tres historias de Toledo según la religión del autor; lo que es inequívoco es que sus maravillosas sinagogas y mezquitas nunca más volvieron a ser centros religiosos, actualmente pertenecen al Estado que las administra con sumo respeto … pero no esperes servicios religiosos dentro de ellas. Lo cual, como todo, admite muy diferentes interpretaciones.

Aprontá las piernas porque treparás todo el día y andarás perdido la mayor parte del tiempo entre sus callecitas retorcidas, llevá una botella de agua y un bolso bastante grande. En el bolso irás metiendo las joyitas de la inigualada orfebrería toledana y, si sos un desenfrenado, hasta

llevarás una espada toledana como la del Cid. He visto turistas cargando armaduras completas, quizá nuevamente útiles con la violencia delictiva que estamos viviendo.

Aquí se inventaron el queso manchego y el mazapán; en las posadas te sirven liebre estofada y cordero asado por un precio razonable. No hay problema en excederse, el camino de regreso hasta el ferrocarril es todo en bajada.

Aunque podés tomar una excursión desde Madrid y entonces alguien te relatará todo, la mayor parte de los viajeros llega en tren. Al llegar a la estación mirá para arriba y medí la capacidad de tus rodillas; lo mejor sería que te trajinaras toda Toledo, pero también podés tomarte un autobús panorámico que por diez euros te permite bajar y subir todo el día.

Guillermo Perez Rossel

Para saber más:

http://www.toledo-turismo.com/turismo

http://www.spain.info/TourSpain/Destinos/TipoII/Datos+Generales/g/TP/0/toledo

http://es.wikipedia.org/wiki/Toledo