Roma

De este lugar exacto, aunque inspirada por Atenas, partió la civilización occidental y todos nuestros idiomas latinos.

No te voy a descubrir nada nuevo, Roma es una de las mayores metas del turismo mundial, de manera que es muy posible que hayas ido… o que la tengas atesorada como una esperanza que alguna vez se concretará. En ambos casos, un paseito cibernético como el que te propongo, nunca está demás. Querámoslo o no, todos somos romanos sin importar nuestro origen. ¿Cómo no visitar Roma una vez en la vida? La jurisprudencia, el arte, el diseño y la moda nacieron en Italia, donde también nació el fascismo, porque nadie es perfecto.

Olvidate de la fama de desordenados que tienen los italianos; en materia de turismo son una maravilla de organización. En los museos podés escoger recorridos de una, dos o tres horas y para recorrer Roma hay tres líneas de autobuses turísticos (ticket por un día o más). Uno con un city tour clásico, otro para el circuito histórico y otro para los interesados en religión. Casi todos salen de la estación Termini, donde hay que cuidarse de los arrebatos. Te bajás donde querés, ves lo que te interesó y volvés a subir. Y tanto te hablo de autobuses como de paseos guiados a pie o en bicicleta, en español, en varios recorridos y con la ventaja de no tener que hacer colas. Es la mejor manera de recorrer el casco histórico, no perderse en las callejuelas buscando la Fontana de Trevi, llegar a las catacumbas sin que algún punguista se aproveche de vos en el autobús y hasta lograr estar presente en una audiencia con el Papa. El Coliseo, el Foro, el increíble Panteón, la Piazza Navona… todo esto lo podés hacer por tu propia cuenta y también contratando alguna de las excursiones que te ofrecen, por ejemplo, en https://es.viator.com/es/7380/Roma/d511-ttd. Quizás hasta te convenga contratar allí mismo los obligados paseos a Florencia, Venecia, Nápoles y tantos otros lugares… porque toda Italia es interminable y no te alcanza una vida para visitarla ni dos damajuanas de chianti para imaginarla.

Esta increíble foto de la Catedral de San Pedro fue publicada por El País, con motivo de la beatificación de Juan Pablo II.

Ahora -y si es domingo mejor pues podrías ver al Papa-, estás pronto para ir al Vaticano, el único país sin trámites aduaneros. Si te es posible, dedicale un día entero, pues te gustará trepar hasta la cúpula concebida por Miguel Angel y luego subir hasta el techo para mirar la plaza . En el techo examiná los lucernarios y al bajar, examiná su efecto luminoso sobre la nave central. El baldaquino de bronce es obra de Bernini, cosa que averiguarás tras bajar la interminable escalera de caracol que te condujo al mirador en la cúspide. Si todavía tenés los pulmones en su lugar, entrá a los Museos Vaticanos y andá directamente al pequeño restaurante para almorzar y recuperarte. Te espera nada menos que la Capilla Sextina y los frescos de Miguel Angel, así como los museos egipcio, etrusco, etnológico, las estancias de Rafael y la pinacoteca, todo lo cual te dejará sin resuello, físico y psicológico.

Roma sin mover un músculo. Roma es bellísima, pero agota, especialmente el Vaticano. En http://www.italyguides.it/us/roma/pietro.htm podrás ver sin moverte, imágenes virtuales de San Pedro y sus museos, un mapa interactivo, recorridas en audio para consultarlas en tu i-pod, films y todo lo que pueda aspirar un viajero virtual.

Viviendo Roma con Youtube

Elegimos estos videos de Youtube para que le tomes el gustito a tu próximo viaje real o soñado.

Al ponerse el sol, Trastevere

La noche romana da para todos los gustos, hasta los más refinados como asistir a una ópera, aunque yo preferiría esperar a llegar a Milán. Pero lo que se dice pasarla bien y conocer, es una caminata por Trastevere, un barrio del otro lado del río Tiber (de ahí su nombre), donde vivía el populacho en el medioevo. Es decir que caminarás entre calles empedradas y edificios medioevales muy bien conservados. Italianos y turistas serán tus compañeros de ruta, todos escogiendo alguna de las trattorías, restaurantes y pubs que abundan por allí.

De paso, algunas consignas sobre comida italiana, una de las mejores del mundo. No te voy a aburrir hablándote de la comida italiana, pero sí te recomiendo que al menos una vez, no omitas alguno de los formidables antipasto que sirven en ese y muchos barrios y que cierres el «pranzo» (almuerzo) o la cena con un «gelato» inolvidable y lo remates con un «espresso», aunque si tenés tracto de acero, deberías probar el «ristretto», espeso fuertísimo y amargo … se bebe sin azúcar.