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Cómo calmar la ansiedad y disfrutar la Costa Azul-

 

Matisse

Matisse

Es demasiado para un compatriota con sensibilidad. Es todavía más difícil para alguien como Perucho Argul, que se crió en medio del arte. El entorno geográfico y humano ha sido siempre un iman para artistas plásticos, literatos y personalidades.

Por Damián Argul

En sólo   124 kilómetros de la Riviera francesa (Cote d ’Azur)  podés, recorriendo la Corniche Basee, conocer Montecarlo (Mónaco),  Cap Ferrat, Niza, Cannes y St.Tropez, seguramente los  centros de vacaciones más rutilantes del mundo.

En ese mismo recorrido Éze, Ville Franche sur Mer y Antibes ,Juan le Pins y Cagnes sur Mer   pueden no ser tan famosos pero tampoco tienen desperdicio. Es una sucesión de maravillas junto a un Mar Mediterráneo, con ese azul intenso que inspiró a Yves Klein, pintor vecino de la zona.

La cosa se complica cuando nos internamos no más de 30 kilómetro en la Provenza rural con su constelación de pueblos a cual más encantador. El viajero inquieto se siente como un niño en la juguetería Hamley’s de Londres o un goloso en la chocolatería Godiva de Bruselas.

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HAY QUE ORGANIZARSE

Ante este panorama y en una época que el tiempo vale tanto organizarse resulta imprescindible para elegir que visitar. Para ubicarnos geográficamente la parte  es la ya mencionada que va desde Mónaco a St. Tropez siempre transitando junto al mar, es donde los Alpes Marítimos se zambullen en al agua creando una quebrada costa de playas, acantilados, bahías, golfos, cabos e islas.

La zona rural,montañosa , es surcada de este a oeste por las rutas Media (Moyen) y Alta (Grand) Cornisa.
De acuerdo a las características de cada lugar podremos seleccionar que visitar según nuestras preferencias.

Monaco

Monaco

Calor y playa. Fueron el origen todo, cuando el bronceado todavía no gozaba de su actual prestigio. A lo largo de la costa hay playas públicas y privadas, nudistas, de fina arena, con rocas o cantos rodados y aunque el motivo de nuestro viaje no sea hacer playa, si el clima lo permite cuesta sustraerse a esa tentación. Las hay famosas, muy concurridas y otras casi solitarias.

Entre las famosas se destacan Pampelone y Cap Tailat en St.Tropez, Endless en Niza, Isla Sainte Marguerite frente a Cannes y Paloma en Cap Ferrat donde por 23 euros tenés derecho a una reposera, ducha climatizada y una cabina para cambiarte.

El Glitz principalmente las localidades costeras de Mónaco, Cap Ferrat, Cannes y St.Tropez. Centros de lujo y elegancia, concurrido por aristócratas, magnates variopintos, testas coronadas y “jetsetters” en general. Mucha gente de cine  que ha contribuido a la fama de la zona: Grace Kelly en Mónaco y Brigitte Bardot,  con sus bikinis, en St.Tropez. No menos importantes han sido los Festivales de Cine de Cannes que ya lleva 71 ediciones.

picasso

picasso

El Arte

Ya sea para escapar del invierno de Paris o atraídos por su luminosidad numerosos artistas pasaron largas temporadas aquí. Picasso, principalmente, ha dejado su huella en cada rincón de la Provenza, convirtiendo a muchos de sus pueblos en lugares de culto. No es el único gran maestro, la lista es larga. Algunos dejaron museos donde admirar su obra:
Fragonnard en Grasse,Fernand Leger en Biot,Henri Matisse y Marc Chagall en Niza,Pierre Bonnard en Le Cannet, Picasso y Hans Hartung en  Antibes Juan le Pins y Renoir en Cagnes sur Mer.  A dos horas de viaje, en Aix en Provence, la patria de Cezanne, la fundación Victor Vasarely con su admirable obra de opart   justifica el desvío.

Los Pueblos

Se los calcula en 50 y es difícil encontrar uno que no tenga un ruina romana, una fortaleza de los cruzados, un palacio, jardines, iglesias y capillas de distintas épocas, miradores panorámicos, canchas de bochas (petanca)  mercados, hoteles lujosísimos, campos de lavanda y una gastronomía que agrega sabor a todo el viaje. Y abundantes sorpresas tecnológicas que nos traen al siglo 21.

 

Como Moverse. La mejor forma de conocerla es el auto que da una facilidad e independencia que el transporte público no ofrece. Hay alquileres de bicicletas en muchas, pero los repechos y las bajadas, no menos exigentes, si no sos deportista, pueden transformar el placer en sacrificio.

Donde instalarse.
Todos los caminos conducen a Niza la Capital de la Costa Azul con sus más de  300 mil habitantes lo que me resulta un exceso de paisaje urbano que no es lo que busco cuando estoy cerca de la costa. Quedarse en el Hotel Negresco, ubicado en la Promenade des Anglais no está mal si no te desacomoda el presupuesto. Cuando el turista uruguayo era todavía un cliente disputado fui invitado, junto con otros colegas, a pasar un par de días en este hotel-palacio ubicado frente al mar. Una experiencia alucinante e irrepetible.

cuneo

cuneo

A mí me gusta Gagnes sur Mer un lugar que puede resultar familiar a muchos uruguayos ya que fue pintado por José Cúneo, con su característico fervor, con el mismo  que pintó Punta del Este. Amigo de mi padre y de toda mi familia, fue por él que elegí Cagnes como mi primer destino y no me arrepiento. Junto a Niza y frente al mar- tiene  4 kilómetros de playa, subiendo la colina Haute de Cagnes el pueblo medieval que rodea al Castillo Grimaldi (Siglo XIV) te transporta más que a otra época y otro mundo.

Aunque pueda parecer “fuera de clima” en Cagnes también tenemos el hipódromo –el segundo de Francia-  Marineland – parque acuático y Polygone Riviera un shopping con más de 150 comercios.

Para “volver a la realiad” una cena en Cros-de-Cagnes un antiguo puerto de pescadores,  verdadero reservorio de paz junto al mar, que fiel a su origen italiano ofrece pequeños restaurantes como Pizza Cros donde entre otras cosas podemos probar la socca, nuestro fainá. Y por supuesto la Casa Museo Renoir es tan valiosa por sus obras como por el jardín que lo rodea.

Desde Cagnes se accede fácilmente a los, para mí, pueblos más hermosos de Provenza.

367288 01: ***EXCLUSIVE*** Portrait of artist Pablo Picasso September 11, 1956 in Cannes, France. (Photo by Arnold Newman/Getty Images)

Mougins La visité  para conocer Notre Dame de Vie , la última residencia de Picasso donde vivió sus últimos años y posiblemente su último amor, el lugar es hermosísimo, pero poco o nada pude ver de la famosa residencia. Por el contrario aunque pequeño Mougins tiene galerías de arte, tiendas de artesanías – no importadas de China.

Y sobre todo es un centro gastronómico de primer nivel con numerosos restaurantes muy galardonados y con pecios acordes, pero la variedad es muy amplia hay comida vegana, asiática, pizzerías y pequeños y acogedores restaurantes provenzales con “plato del día” o una más completa “carta del día” sabrosos y accesibles.

 

saint pau de vence

saint pau de vence

St. Paul de Vence. Esta pequeña ciudad fortificada 1400 requiere más tiempo que el que su tamaño parece merecer. Sus fortificaciones  ornamentadas a través de los años, el centro medieval y especialmente la Rue Grande una calle peatonal con casas de piedra del siglo XVI luciendo sus blasones, en la que alternan boutiques, galerías de arte, casas de diseño. La Fundación Margot una dinámica institución cultural posee una importante colección con  obras de maestros del Siglo XX desde Pierre Bonnard a Antoni Tapies y Elsworth Kelly. El edificio construido en ladrillos y piedras de la zona busca aprovechar al máximo la luz natural y la topografía mientras sus patios y jardines lucen obras de Marc Chagall, Giacometti y Joan Miró. Una visita imperdible a una de las colecciones privadas más importantes del mundo.

colombe d'or

colombe d’or

El broche de oro para este paseo es  La Colombe d’Or un hotel restaurante casi centenario que cambió comida y alojamiento por obras de algunos de sus clientes, entre ellos Matisse, Picasso, Braque,Dufy y Soutine.

Para visitar la colección se debe ser cliente del establecimiento, un sacrificio que merece ser asumido. Conviene hacer la reserva con la mayor antelación posible. Se puede comer en el interior rodeado de obras de arte o en su muy agradables   terraza y jardín donde también hay un colgante de Calder y un mural de Leger. Pero como no solo de arte vive el hombre la comida es muy buena y puede ser un poco caro si no se pide con cautela: para empezar el Deep de anchoas, espárragos, cazuela de riñones y una inolvidable tarta de chocolate con frutas. Después de tamaña experiencia un par de días a pizza y socca nivelan el presupuesto.

Tourrettes

Tourrettes

Tourettes-sur-Loup.  Visité este pueblo medieval suspendido en el tiempo y en un risco, en plan de  ”f lanneur” ya que lo bueno es  que no tiene nada para visitar y si para vagar. El difícil acceso para los autocares evita las aglomeraciones turísticas y recorrerlo es saborearlo. Admiré el exterior de piedra tallada de la iglesia de Sam Gregorio, tomé un aperitivo en el café de la plaza, admiré las increíbles vistas del Río Loup, recorrí la Rue Grand con sus centenarias casas, mire un juego de petanca, me senté en un café y pedí  fiambres, y cruidités (caracoles, no gracias) todo con calma para luego sentarte a ver su paisaje con el Mediterráneo al fondo mientras saboreaba un helado de violeta.

Por la costa se llega a tres localidades vecinas a cuál de las tres más espectacular.

St.Jean Cap Ferrat

St.Jean Cap Ferrat

St.Jean Cap Ferrat. Reducto del lujo más exclusivo donde  se ven  las magníficas residencias de famosos y obviamente ricos. Hay que visitar el espléndido jardín de Villa Epphrussi, residencia de los Roshtchild.

Para completar la idea del estilo de vida de este privilegiado rincón no hay como visitar el Grand Hotel, hoy Four Seasons, que combina modernidad con toques de Art Nouvau, manteniendo el encanto que atrajo tanto a Winston Churchill como a Liz Taylor. Su Club Dauphine con  piscina “infinita”, grandes y brillantes ambientes de mármol y cristal, restaurant de varias estrellas Michelin y en general cada detalle transforman este hotel en una verdadera joya. Pasear luego por su pequeño centro, el puerto y sus paseos marítimos completan esta impactante visita.

eze

eze

Eze. Posteriormente seguimos a Éze sobre un peñasco de 429 metros de altura que parece surgido del fondo del mar. La vista del Mar y del Cap Ferrat te dejan sin aliento. Hay que recorrer su pueblo para visitar la iglesia Notre Dame de l’Assomption (s. XVIII) y el frondoso Jardin Exotique, realizado sobre una fortaleza medieval con árboles y plantas procedentes de África  y América perfectamente adaptadas al clima mediterráneo.

 

villefranche

villefranche

Villefranche sur Mer. La tercera escala es Villefranche sur Mer otro atractivo y antiguo puerto de pescadores con magníficas playas de arena dorada. La capilla Saint Pierre   con frescos de Jean Cocteau es un verdaero ícono de la Riviera. .

En el pueblo hay numerosas ferias y mercados para visitar y el de comida orgánica es ideal para surtirte para un delicioso picnic que redondee una jornada maravillosa.

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Vallauris. Aquí Picasso se enamoró de la cerámica y esto, como con todos sus amores, le despertó una fecundidad desbordante. Ahí se mudó en 1946 y vivió durante 10 años produciendo miles de piezas decoradas lo que transformó a Vallauris en la Capital francesa de la Cerámica. También donó al pueblo la estatua “Hombre con oveja” instalada en la muy concurrida Plaza de la Iglesia.

Pintó además en la Iglesia del Castillo de Vallauris los murales “ La Guerra y la Paz” como un alegato pacifista al igual que su famoso Guernika. Hoy más de 60 galerías venden réplicas de sus obras y el café restaurant Clos Cosette todavía ofrece un menú con sus platos preferidos, paella incluida.

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Cannes, Niza, Montecarlo, St.Tropez. No precisan presentación y se pueden visitar varias veces encontrando siempre lugares de interés. Todas tienen playa y su vida nocturna suple la más tranquila de los pequeños pueblos.

 

Nota del Autor. El presente artículo recoge mis experiencias de más de sesenta de viajes, y aunque todos los lugares y datos mencionados han sido debidamente confirmados, recomiendo que no sea utilizado como una guía turística, que las hay y muy buenas.