Hipólita y Pentesilea, derrotadas por el amor
Y no me digas que son de fantasía, porque ahí está la vasija con la instantánea que prueba la existencia histórica, en este caso de Pentesilea.
Porque no hubo nadie tan prolijo como los ceramistas para retratar los sucesos antes de la Nikon. Pasaba algo importante y ¡zas!, inmediatamente salía un plato o una vasija con las leyendas de último momento. No era un buen momento de la historia para las invencibles pero enamoradizas mujeres guerreras, cuando el formidable Aquiles caía rendido ante su amigo Patroclo para desesperación de las amazonas que hacían cola en la puerta de su carpa. En cambio, la literatura y la leyenda (salvo lo de Lesbos) son más reservadas en cuanto a la homosexualidad femenina.
Ahora no se ahorran chusmeríos en torno a la recordada serial de Xena, la princesa guerrera y su sensual rubia acompañante; hay episodios donde casi llegan a los hechos. Y no pongas esa sonrisita sobradora, pues igual que La Guerra de las Galaxias, la de Xena también es una serie de culto, anualmente celebrada en convenciones que se realizan en Estados Unidos e Inglaterra. En cuanto a la rubiecita, se transformó en directora y productora de cine, nada mal para quien fue llamada solo para protagonizar un equívoco.
En fin, que la apología de la ambi o la polivalencia que hoy vemos, no es nada moderno. Lo que era y es abyecto e insoportable, es la intolerancia generalizada que se tenía hasta hace muy pocas décadas, hoy apenas disimulada por algunos. Pero aclaremos que aunque viene al punto, la sexualidad no es el tema central de esta nota. Porque las amazonas podían partir en dos al macho mejor puesto… pero se derretían de amor cuando el tipo les gustaba, y ahí estaba su perdición. El varón suele ser un jodido abusador.
Hipólita (en este jarrón) y Pentesilea eran hermanas, igual que Melanipe y Antíope, también famosas… pero no creo que los lectores se hubieran interesado en una prolija enumeración de todas las amazonas. Además, las cuatro eran hijas de Otrera, una de las primeras reinas de las Amazonas y de la nación amazónica en versión homérica. ¡Cómo querés que no salieran todas guerreras cuando fue el propio Ares el que se cruzó genéticamente con Otrera para gestarlas!. A esta reina la consideran fundadora de Esmirna, Éfeso, Cirene o Mirina, lugares donde levantó templos a su esposo Ares. Hay algo asquerosamente homofóbico en el descarte histórico de estas mujeres ¿recordás que en Secundaria te las hubieran mencionado a pesar de la importancia, si no histórica, al menos mítica que tuvieron?
Hércules e Hipólita: Disney, el mitificador de mitos.
En fin, comencemos con Hipólita, que era la hermana mayor. Su padre Ares le había regalado un cinturón mágico y el noveno trabajo encomendado a Hércules fue robárselo para regalárselo a una tal Admete. Hay más de una versión, pero la que más circula, es la que adjudica el éxito de la misión al hecho de que Hipólita se enamora perdidamente del forzudo. En apariencia, ni él hubiera podido derrotarla por la fuerza… pero el amor pudo más. De manera que Hércules sería todo lo héroe que quieras, pero era un traidor y un hipócrita. Peor todavía. Después que se queda con el cinturón, Teseo que era un amigo de Hércules, secuestra a Antíope… Una vergüenza, un claro antecedente a la violencia doméstica. ¿Qué se podía esperar de alguien que en un ataque de furia mata a su esposa, sus hijos y hasta a dos sobrinos; que esa fue la razón por la cual le exigen esas doce tareas? Pero todo es confuso, hay muchas versiones de esta historia, tantas como las que sobre un mismo episodio se escuchan en un juzgado de familia.
Ni qué decir que hay una ópera que relata todo esto… porque si los ceramistas se matan por retratar estos episodios, los compositores y poetas no les van a la zaga. Claro que en este caso Hércules tuvo el privilegio de que su ópera (Hércules en el Termodonte) tuviera música de Vivaldi, nada menos.
La Batalla de las Amazonas 1873, Anselm Feuerbach
Así como Hipólita se enamoró perdidamente de Hércules, Pentesilea cayó ante los encantos de Aquiles, el de los pies ligeros. Lo que demuestra que aunque Amazonas y forzudas, las mujeres también deberían ser cultas, pues si hubiera leído la Ilíada y conocido las preferencias eróticas del héroe, no hubiera perdido el tiempo tan lastimosa y cruentamente.
Acá hay un serio problema de incongruencia temporal, pues si Hipólita combatió con Hércules y con Teseo, entonces era dos generaciones mayor que Pentesilea… pero 2.500 años después, no nos vamos a detener en minucias como esa. La mitología se empeña en ubicarla en Troya, donde habría acudido a axiliar a los troyanos, lo cual la convertiría en una enemiga de Aquiles. También es curioso que se la señale como amiga y auxiliadora de Príamo, cuando hay otra leyenda en la cual al rey de la fortificada ciudad lo señala como luchando con los frigios contra las amazonas.
No te me pongas muy detallista, porque nadie le exige coherencia a la mitología y en cambio, todos admiten con mucha seriedad relatos históricos muy académicos en los cuales los vencedores siempre tenían razón y los vencidos eran los culpables de todo, tal como ocurre actualmente con las versiones policiales, en las cuales la culpa siempre la tienen las víctimas, por haberse defendido, por vestirse provocativamente, por ser adolescentes caminando entre las dunas, por usar championes Nike, por lo que sea. La víctima siempre se lo buscó y el victimario suele ser el producto de una sociedad injusta y de una prensa opositora de éste, aquél o aquél otro gobierno.
Pentesilea llega a Troya acompañada por doce amazonas armadas hasta los dientes. Quinto de Esmirna, que se empeñó en hacerle la continuación a la Ilíada y la Odisea de Homero, las identifica una por una y señala quien las mató. Según él, Aquiles era un gran asesino de amazonas: mató a Pentesilea, Polemusa y Antíbrota, pero en apariencia no abusó sexualmente de ninguna de ellas. En este caso no hubo amor entre la amazona y Aquiles, previo a su asesinato. Simplemente la atravesó con una lanza en cuanto la vió… pero después se enamoró de su belleza, porque la bisexualidad también existe. El enamoramiento tras la muerte le pareció divertido al griego Tersites, quien tuvo la mala ocurrencia de burlarse. Fiel a su fama, Aquiles mató al burlón de inmediato y arrojó su cuerpo al río Escamandro. ¡Qué tipo con pocas pulgas!
Hércules y Patroclo. En tiempos de García Lorca los hubieran fusilado… si podían.
En la ópera Penthesilea, de Othmar Schoeck, pero basada en un poema de Heinrich von Kleist, Aquiles derrota a la Amazona pero se enamora de ella. Por esas cosas de que el amor literario nunca puede ser facilongo, Pentesilea no puede conceder su amor a alguien que la hubiera vencido. Así que Aquiles le hace creer que ella fue la vencedora con el propósito de casarse, si Patroclo se lo permite. Pero en la segunda batalla, Aquiles no tiene que fingir; Pentesilea lo hace pedazos y el héroe se pone iracundo como es su estilo. Así que cuando se entera que la bella amazona ha ido a auxiliar a su amigo Príamo, resuelve unirse a los aqueos en el sitio de Troya.
Y esta vez la mata, con gran estridencia de los metales en el Grande Finale de la ópera. Y si no fue así, pudo ser de otra manera, como diría algún político nuestro. De vez en cuando es bueno meter un tema tan raro como éste para ver por dónde andan los intereses de los lectores… díganme si quieren más.
Guillermo Pérez Rossel
https://es.wikipedia.org/wiki/Ercole_su%27l_Termodonte
https://es.wikipedia.org/wiki/Penthesilea
https://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_de_Esmirna
http://mitologiaypunto.blogspot.com.uy/2014/09/doce-trabajos-de-hercules-el-cinturon.html
http://revistamito.com/pentesilea-el-amor-como-poder-devastador/
