Perdoname la subjetividad, con esta ciudad tengo una particular debilidad y te advierto que es un padecimiento  contagioso.

La contraje hace más de sesenta años, cuando de pantalón corto me llevaron a ver la Ciudad de los Niños y el imponente Museo de Ciencias Naturales. Luego la pasión por esta ciudad la alimentaron sucesivos amigos platenses, entre los cuales destaco a los Kraiselburd, padre e hijo, propietarios del diario El Día, un modelo periodístico  irrepetible. En poquísimas ciudades se  puede hacer un diario con tanto arraigo como El Día. Los platenses tienen vida absolutamente independiente. Buenos Aires para ellos es una respetable enorme ciudad, pero «a mí dejame con La Plata y todas nuestras cosas». No es como lo de Rosario o Córdoba, que respecto a Buenos Aires tienen una relación de apenassiteaguanto. No, lo de La Plata es algo más difícil de definir.

A tan corta distancia de Buenos Aires, los platenses puede que te compren Clarín o La Nación, pero no pueden comenzar el dìa sin su ejemplar de El Día. Será mérito de los Kraiselburd, pero hasta por ahí nomás. Les salió bien porque tuvieron el tino de no inventar nada que no fuera lo que querían sus vecinos y los vecinos de la extensa zona que comparte ese patrimonio cultural.  Andá mirando y comparando en http://www.eldia.com.ar

Cerca de allí estaba la costa que había escogido Piria para hacer su segundo Piriápolis. Fijate qué visionario era el tipo, pues además de buenas playas, la zona era tan cercana a nuestro país que había sido escogida como cabecera del puente entre Colonia y Buenos Aires. Apenas 42 kilómetros en línea recta, mirá lo que nos perdimos por haber cabildeado como vejigas durante tanto tiempo. Ahora al puente lo quieren hacer por El Tigre, como persiguiendo a la fenecida lancha Cacciola. Demás está decir que nos llevamos notable con esta gente… a menos que nos toque enfrentarnos futbolísticamente.

Si, ya se que te dicen que vayas solo por el día o solo para ver un partido.  Tengo remordimiento por haberles hecho caso yo también. Por la ciudad, por la sorpresa que te causará la impresionante colección de edificios públicos, como homenaje al diseñador (francés tenía que ser, como casi todos los que se dedicaron a eso), a uno de los mejores museos del mundo, a una de las más prestigiosas universidades argentinas, por los balnearios y toda la zona del partido de La Plata, en fin, sólo por presenciar a los platenses, que todos juntos impactan más que de a uno, deberías dedicarle varios días.  Mejor que no hables de fútbol y seguí las instrucciones que te daban las amigas de la Agencia Tur, promotora del turismo en Argentina.

La catedral es una proeza arquitectónica en su verticalidad, debido a la inconsistencia del suelo aluvional. En cuanto al Estadio, es Unico, por varios motivos, uno de los cuales consiste en que dos adversarios se hayan puesto de acuerdo.  Y esa es otra proeza de La Plata.

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Diseñada hace más de un siglo para ser la Capital bonaerense, sorprende al viajero con renovado aire juvenil y un marcado estilo europeo. A 40 minutos de la City porteña, es protagonista de emblemáticas obras como el Estadio Único y la República de los Niños. Reconocidas universidades, amplios pulmones verdes e innumerables museos confluyen en la ciudad de las diagonales.

El penetrante aroma  de los tilos y la postal de abundantes jacarandaes florecidos embellecen en primavera la geométrica estructura de la ciudad de La Plata. Una cosmopolita urbe con más de 120 años de historia, donde la cultura joven ocupa un lugar de particular importancia. A la vera del río que le dio su nombre, representa para el mundo entero un modelo de planificación urbana. Más conocida como la “ciudad de las diagonales”, asegura al recién llegado que no hay forma de perderse entre sus calles.

Los 365 días del año, La Plata cuenta con una cargada agenda de actividades entre cines, ferias artesanales y de diseño, teatros independientes y clásicos, espectáculos musicales internacionales, como fue U2 el pasado abril, y una gran cantidad de artistas callejeros que maravillan al público con acrobacia, magia y folclore. Es un polo educativo por excelencia, con prestigiosas universidades como la Nacional, la Tecnológica y la Católica. El sudeste de la provincia representa para el turismo una escapada imperdible de fin de semana.

Casa de Gobierno, Banco Provincia, Ferrocarril Roca, Juzgados Federales.

Arquitectura que sorprende

Elogiada por los más destacados urbanistas del mundo, alberga entre sus tesoros imponentes edificios públicos como el Palacio Municipal, de estilo renacentista alemán; la Casa de Gobierno, con rasgos flamencos; y la Legislatura provincial, sobre la transitada Avenida 7. Su creación data de 1880 cuando el entonces gobernador bonaerense Dardo Rocha impulsó lo que sería una perfección geométrica de avanzada para la época. Y este atributo se lo dio el ingeniero Pedro Benoit, quien delineó sobre un enorme cuadrado simétricas diagonales y una plaza cada seis cuadras. En esta “ciudad ideal”, dos años más tarde el presidente Julio Argentino Roca colocó la piedra fundamental en el centro mismo de la urbe, sobre la actual Plaza Moreno. Postulada para ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, los especialistas aseguran que representa el pensamiento imperante de una época, con las primeras ideas republicanas y una incipiente concepción ambientalista sustentable.

Otra de las obras trascendentales es la Casa Curutchet, del arquitecto francés Le Corbusier, que puede visitarse de lunes a viernes de 10.30 a 14.30. Finalmente, en lo que fue la primera terminal de ferrocarril, se erige el famoso Pasaje Dardo Rocha, un centro cultural con salas de teatro y exposiciones, bajo un estilo clásico francés.

Espacios dedicados al arte

Uno de los circuitos más interesantes es el de los museos y espacios donde abundan diversas expresiones artísticas. Entre los ineludibles están el Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano y el Teatro Argentino, cuya capacidad supera las 2 mil personas. El más recomendado para familias es el tradicional Museo de Ciencias Naturales, en el Paseo del Bosque, donde se aprecian milenarios restos de enormes dinosaurios, de martes a domingos de 10 a 18. Uno de los nuevos es el Centro Cultural Islas Malvinas, en la Avenida 19 y 51, donde funcionaba antes el Casino de Oficiales del Regimiento 7 de Infantería, y hoy ofrece salas de micro-cine, espectáculos, exposiciones y cibercafé.

Como estandarte de la historia, está el Museo de Arte y Memoria, espacio de reflexión por los derechos humanos, abierto de martes a viernes de 14 a 19, y los sábados de 16 a 20. Otros destacados son el Museo del Automóvil, el del Ladrillo, el de Astronomía y Geofísica, el de Instrumentos Musicales, y uno Pictórico Indigenista con artesanías, tejidos y pinturas. Por las noches, se disfruta de ballet y orquesta en el Teatro Coliseo Podestá, shows de tango y peñas folclóricas.

Esparcimiento y recreación

En las infinitas plazas que componen la urbe, los fines de semana se desarrollan espectáculos infantiles, ferias artesanales y shows musicales de bandas locales. Pero si de espacios verdes se trata, el más visitado es el Paseo del Bosque, donde está el Observatorio Astronómico y el Jardín Zoológico y Botánico.

Saliendo de la ciudad está el Parque Pereyra Iraola, refugio de los lugareños los domingos soleados; y cerca del río, los balnearios de Punta Lara, con actividades náuticas y la posibilidad de disfrutar de un día de campo en algunas de las chacras que ofrecen agroturismo.

Como parada obligatoria, la República de los Niños es un gran emprendimiento que recrea un mundo de fantasía a pequeña escala.

Entre las edificaciones actuales se destaca el Estadio Único donde, además del clásico local de fútbol entre Estudiantes y Gimnasia, hay espectáculos y visitas guiadas. Para los que gustan del juego, un moderno Bingo y el tradicional Hipódromo, detrás de la pintoresca Estación de Trenes, escenario elegido en 1997 para la película Siete Años en el Tibet, con Brad Pitt.

Leyendas y religión

Uno de los atractivos locales por excelencia es la imponente Catedral, templo neogótico con 37 vitrales de origen francés y alemán, un Museo subterráneo y un ascensor panorámico que recorre el interior de las torres para apreciar la ciudad desde la cima. Alrededor a las estatuas que se erigieron enfrente -sobre la Plaza Moreno- y otros elementos relacionados, sorprenden al viajero las historias contadas por oriundos sobre una presunta influencia masónica existente desde los orígenes de la ciudad.

Para sumar al circuito, está la Basílica de San Ponciano; la Iglesia de San Francisco de Asís, donde se casaron Juan Domingo Perón y María Eva Duarte; y uno de los lugares preferidos cada 3 de julio es el Santuario de María Rosa Mística, a la que se le atribuyen apariciones y milagros.

Salidas y compras

Las opciones de vidrieras son muy variadas. Está el centro comercial de Calle 8, con reconocidas marcas, y el de Calle 12, donde acceder a precios más económicos. En City Bell, se pueden adquirir refinados objetos mientras se pasea entre viejas casonas. El más nuevo es el Shopping Pasaje Rodrigo, un edificio de estilo clásico situado en el eje histórico. En lo que respecta a gastronomía las alternativas también son amplias: restó, pizzerías y pubs sobre Diagonal 74, parrillas y cocina gourmet en Camino Centenario, y la zona de Meridiano V (en 17 y 71) con picadas y espectáculos para los más jóvenes.

Dos tradicionales recomendados son El Quijote, en Plaza Paso, y la Cervecería Modelo, en 5 y 54.

Datos útiles

Salidas en bicicleta. Grupo La Loma ofrece recorridos rurales sin costo (www.grupolaloma.com.ar). Y con Bike&Trek se visita la zona sur, Parque Ecológico, Punta Lara y Chascomús (www.biketrekgg.com.ar).

Caminatas guiadas por el eje fundacional, a las 9 y a las 14, a cargo de la profesora de historia, María Cecilia García (cgarcia436@ciudad.com.ar)

Cómo llegar

Desde Buenos Aires por autopista son poco más de 40 minutos, y hay servicios de ómnibus cada media hora por menos de U$S 5. La opción más económica es el tren desde Constitución. Otras vías son la RN 36 y la RP 11.

Dónde hospedarse

Las opciones de alta gama rondan los U$S 150 y en tres estrellas es posible encontrar habitaciones por U$S 50. Son muy usuales los departamentos amoblados desde U$S 60 diarios o U$S 300 semanales. También hay hostales con valores accesibles desde U$S 14 en habitaciones compartidas.