El planeta no da descanso…
Ahora resulta que aparecen cráteres inexplicables en Siberia. Por lo menos ya se sabe lo que con seguridad no los produjo… lo demás son teorías que van ganando fuerza… pero tienen científicos discrepantes.
Buena era aquella época en que todo se explicaba con los extraterrestres, como mucho antes la culpa la tenían los herejes. Uno encuentra al culpable, señala la teoría y todos se quedan contentos, menos los que somos suspicaces porque vimos al ser humano equivocándose una y otra vez. Con todo, no hay razones para dudar de la explicación que hace poco le dieron a estos cráteres descubiertos por casualidad, cuando un helicóptero sobrevoló uno de ellos el 16 de julio pasado. Una revisación más prolija permitió detectar otros dos cráteres de naturaleza semejante… entre tantos otros cráteres que hay en Siberia, esos sí debidos a meteoritos. Y la búsqueda continúa.
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El científico más consultado por los medios que siguen de cerca este asunto, es Vasili Bogoyávlenski, director adjunto de ciencia del Instituto de los Problemas del Petróleo y del Gas de la Academia de Ciencias de Rusia. ¿Porqué el gas? Porque las teorías van desembocando en el metano como culpable del gran agujero. Vasili describe el primero de los encontrados señalando otra curiosidad: solo un mes después de una expedición de investigadores rusos, el primero y más grande de los fosos se redujo de 60 metros de diámetro exterior a solo 37 metros, en tanto que su profundidad disminuyó de 50 a 37 metros.
¿Exageraron, midieron mal los primeros que fueron? Quizás no, quizás lo que ocurre es que comenzó a congelarse nuevamente. Hay que tener en cuenta que esos 37 metros no son la profundidad real, sino la superficie del lago que inundó su profundidad o el río subterráneo congelado que allí podría haber. ¿Cuánto más abajo continúa el cráter? Por ahora solo hay suposiciones, habrá que investigar más.
Bogoyávlenski descarta por varias razones a un meteorito como causante, porque el agujero y sus bordes tendrían diferente forma. Tampoco parece razonable el impacto de algún arma militar y la hipótesis de una construcción de factura humana o extraterrestre no está permitida hace mucho tiempo en ningún ámbito académico. Los expertos del Centro para Estudios del Ártico y la Academia de Ciencias de Rusia han recolectado muestra de tierra y agua, pero parece que los científicos llegaron a una conclusión. Siempre hay discrepantes, claro.
La tesis dominante consiste en que en algún momento en ese terreno pantanoso y gélido, un núcleo de hielo quedó enterrado. Luego ese hielo se derritió y su lugar fue ocupado por gas metano. La presión aumentó y se produjo un escape violento, cuando no una explosión. Si alguien te pregunta y no te da la gana de entender esto a profundidad, hacé como hacen los cientíticos: deciles que fue un «proceso termokárstico». Y chau, que lo busquen en la Wikipedia. Pero por ahí tenés un dibujito, por si te interesa.
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Si no te quedó claro escuchá atentamente lo que dice este señor y quedarás más confuso todavía.
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El planeta agarró la manía de agujerearse, hay que creer o reventar
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La lástima es que la explicación no trae tranquilidad a los que se angustian por estas cosas. Más bien todo lo contrario, pues hay quienes sostienen que atrás de esto está el calentamiento global (¡al fin un culpable recurrente!), el cual podría estar creando las condiciones para una liberación catastrófica del metano acumulado en las profundidades de Siberia… y de otros lugares donde pueden existir yacimientos subterráneos congelados.
Tranquilo… los científicos rusos todavía no se han pronunciado sobre esta teoría. La hipótesis de un yacimiento de gas en tu propio barrio, es sencillamente descabellada.
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El metano se escapa de los sedimentos submarinos de poca profundidad en la plataforma siberiana. Este diagrama Fundación Nacional de Ciencias muestra siberianos burbujas de metano que se elevan a la superficie y entran en la atmósfera. Pero si la inquietud del Dr. Kurchatova es correcta, significa que en estas zonas donde antes hubo mares, puede haber yacimientos de metano que pugnan por liberarse de su estado congelado e ingresar a la atmósfera. El metano es un gas de invernadero mucho más nocivo que el CO2, dicen estas fuentes.
Ahora, ¿por qué la gente siempre busca lo malo? Lo principal es llegar al fondo de los cráteres y averiguar que hay abajo del agua congelada. Podría ser simplemente agua, podría ser metano… o podrían ser ¡¡diamantes!!.
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Eso es lo que ocurre en el Yacimiento de Popigai, también en Siberia, el cual no es otra cosa que un cráter, pero no como estos tres, sino definitivamente causado por un gran meteorito que dejó un agujero de cien kilómetros de diámetro. El cráter está a 400 kilómetros de la ciudad de Khantiga, y era conocido desde hace 40 años por lo menos.
Pero el meteorito cayó hace 35 millones de años. Los primeros investigadores locales encontraron los diamantes… pero no tuvieron los recursos suficientes para realizar su explotación sistemática y eficiente, fundamentalmente por la lejanía y ausencia de fuentes de energía. Ahora, como puede verse en la foto, comienza a crecer un pueblito industrial al borde del gigantesco hoyo. Los geólogos pertenecientes al Instituto de Geología y Minerales de Sobolev, en Novosibirsk, aseguran que en el fondo del cráter hay diamantes con miles de kilates, supuestamente generados por las fuerzas que desató el impacto.
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Los «diamantes popigai» no se utilizarán en joyería, sino en requerimientos industriales pues con el uso de este material de increíble dureza, muchos procesos se verían beneficiados. No habrá problema de abastecimiento: los científicos estiman que hay diamantes al menos para 3.000 años. Unos cinco mil millones de kilates, nada menos.
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Guillermo Pérez Rossel
Novosibirsk State University: http://www.nsu.ru
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http://all-len-all.com/mysterious-siberian-crater-found-at-end-of-the-world-may-portend-methane-climate-catastrophe