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Český Krumlov, el pueblo que se escapó de un cuento

¡Vamos! ¿A quién le vas a hacer creer que esto existe? Sin duda es la ilustración de un cuento, y seguro que refiere a algún rey que no caza elefantes y a un príncipe que no se enamora de una aldeana pobre, sino de la heredera de una gran corporación. Para variar, digo. 

Pues no, Český Krumlov (y no me preguntes cómo se pronuncia),  es una ciudad checa de la Bohemia Meridional que figura en la lista de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Tan empingorotada como poco conocida por estas latitudes, la ciudad era la antigua capital de la región “de la rosa de cinco pétalos” que identificaba a los Rosenberg (valga la redundancia), la nobleza más rica e influyente del país en la edad media.

Los Rosenberg gobernaron la región entre 1302 y 1611, razón por la cual muchos pueblos y valles adoptaron la rosa como símbolo; de hecho los cinco pétalos representaban para los Rosenberg a Austria, Baviera, Moravia, Silesia y Misnia, todo bajo administración de esta familia que dejó su marca en la región y en la historia. O quizás fue la rosa de cinco pétalos la que consagró el poder en ese entonces, pues también tiene cinco pétalos la Rosa Tudor, emblema nacional de Inglaterra desde la Guerra de las Dos Rosas, la blanca de York y la roja de Lancaster.

¿Alguna vez te preguntaste de donde proviene ese apellido que no reconoce fronteras ni idiomas, como Rossell, Roselló, Rosés, Roselli, Roussel, Russel e incluso Roosen, o Rossel (*), como el materno del firmante de este artículo? Pues sí señor, todos proceden de la rosa y acá en Český Krumlov está la patria de esa flor. Todos los años entre el 21 y el 24 de junio (pleno verano) se celebra la Fiesta de la Rosa de Cinco Pétalos. Es una flor con tanto aroma como misterio… y si no, preguntale a los Rosacruces.

Puede que en junio haya aflojado lo suficiente la pandemia para abandonar nuestros refuigios. Junio  es entonces  el momento ideal para visitar esta ciudad de apenas 14.000 habitantes. En esos días desborda de mercadillos, ferias gastronómicas y performances callejeras de las que participan los vecinos y turistas con visible entusiasmo, vistiendo trajes medievales y representando algún episodio de ese tiempo histórico. Las representaciones en castillos, palacios y plazas, se centran en el matrimonio de Willen de Rosenberg con Polyxena de Pernstejn, como si se estuviera realizando en ese preciso instante.

El día 22 tuvo lugar una procesión de antorchas que culminó en pantagruélicas cenas con productos de la zona. Al día siguiente los anfitriones y sus visitantes podían transformarse en aldeanos o en campesinos y aprender a moldear cerámica, a esquilar una oveja, hilar o realizar muchas otras tareas de las maneras tradicionales. ¡¡Todos vestidos a la usanza!! Y si te olvidaste del traje medieval en tu casa, no te preocupes, allí mismo te alquilan uno. Así vestido, es la mejor manera de jugar un ajedrez viviente en los jardines del castillo y de encontrar un lugarcito en los jardines del castillo para contemplar los lances caballerescos,  fuegos artificiales, escuchar conciertos o tratar de conquistarse a una checa/o, lo cual no estaría nada mal.

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¿Qué sería el Moldava si no pudiera abrazar amorosamente a Český Krumlov con uno de sus meandros? Francamente, no sería lo mismo… a no ser por la desbordante belleza que también le regala a Praga a su paso por ella. Si también tenés en cuenta los rápidos, castillos, bosques, y paisajes derramados en sus orillas, entenderías a qué refiere el poema sinfónico que le dedicó Smetana. ¡Qué río con personalidad! Se cree que su nombre original significaba “agua salvaje”, y lo fue cuando en 2002 se desbordó y arrasó con todo lo que encontró en su paso.

Sin embargo, cuando llega a Český Krumlov se amansa y para contemplar mejor la ciudad, le da toda una vuelta antes de perderse, para buscar la compañía del Elba del que no es un afluente, sino un compañero de ruta. En ese recodo se comenzó a construir la ciudad en el siglo XIII y dada la riqueza que tenían los Rosenbeg, deslumbran los edificios con arquitectura medieval gótica, renacentista y barroca. Los entendidos destacan el teatro barroco del castillos, que se conserva hasta hoy sin modificaciones.

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En un estupendo blog con reminiscencias de aquella inmortal película   El Mago de Oz (somewhereUNDERtherainbow.es), encontramos un relato en primera persona de alguien que viaja con todos los sentidos bien puestos. Sus observaciones nos parecieron tan interesantes, que seleccionamos algunas de ellas y hasta nos permitimos titular de manera semejante a como él lo hizo.  El autor se alojó en un hotelito, Villa Margarita (Rooseveltova, 434), “aunque para ello tuvimos que despertar a su propietaria, a pesar de lo cual fue muy amable con nosotros. La habitación era realmente acogedora, un salón con sofas y una zona superior abohardillada. Por 1.600 Koronas no podía haber nada mejor”.

…”Ya de mañana pudimos conocer el pueblo a la luz del día. Cesky Krumlov es un pueblo medieval, construido a orillas del rio Moldava, aprovechando una serie de meandros del mismo con el fin de favorecer la defensa del Castillo. Aunque a día de hoy se trata de un pueblo orientado al turismo, la cantidad de hoteles, tiendas de souvenirs y restaurantes no le quitan ni un sólo ápice de encanto. La restauración del casco antiguo parece haber sido realizada con mucho mimo, todo está integrado en el entorno, nada parece desentonar. Y eso ya es todo un logro”.

“Como no podía ser de otra manera, el primer destino debía ser la plaza principal, de menor tamaño a las que estábamos acostumbrados tras visitar otras localidades, pero no por ello exenta de atractivo, sus edificios con fachadas de colores no dejan indiferente a quienes los observen.  Pero no son los únicos elementos que llamarán nuestra atención, también lo hará la columna Mariana que se encuentra en uno de sus laterales, un bonito complemento de ésta joya urbanística. Bajo los porches del Ayuntamiento se encuentra la Oficina de Turismo, aunque la verdad es que atiende a tantos visitantes que la espera para recibir información no merece la pena, pudiendo optar por adquirir un colorido mapa del pueblo en cualquiera de las tiendas de souvenirs que podamos encontrar”.

“Abandonamos la Plaza con un sólo destino posible, el Castillo, el cuál nos había estado acompañando desde el primer momento en que lleguemos a Cesky Krumlov. De noche sus luces y el color rosáceo de su torre nos había cautivado, deseando poder conocerlo más a fondo, y por fin había llegado el momento de hacerlo. Cruzamos el río Moldava dirección a una de los accesos, una especie de acueducto que une el castillo con un edificio adyacente, el Teatro Barroco. En su parte trasera hay unas escaleras a las que subir a la parte superior, una especie de mirador desde el cuál podremos ver por primera vez el maravilloso pueblo de cuento desde lo alto. Afortunadamente no será la última”.

“Desde éste mirador se accede a la parte principal del castillo, en la que podremos disfrutar de dos patios interiores de forma rectangular con sus paredes decoradas con pinturas, simulando piedras y esculturas con gran detalle. El camino empedrado sigue por debajo del edificio, ofreciendo la posibilidad de acceder a algunas salas que actualmente sirven de museos con la historia del Castillo, el pueblo y la región. Tras visitar ésta zona del castillo llegamos hasta una zona abierta, un nuevo patio cuyas dimensiones son mucho más grandes que los dos anteriores y en cuya parte central hay una bonita fuente con un relajante sonido del agua saliendo de ella. La sombra de alguno de los árboles que se encuentran en éste patio son el sitio perfecto para descansar y tomar un respiro, exhaustos por tantas maravillas que hemos visto hasta ahora. Aunque todavía falta lo mejor, todavía falta por conocer la preciosa torre circular que corona el castillo, cuya pared exterior está totalmente decorada con pinturas en tonos amarillos, rosas y grises, la cual nos había cautivado desde el primer momento que lleguemos a Cesky Krumlov”.

“Esta torre del Castillo es uno de los escenarios principales de nuestro cuento, era la primera vez que observábamos una torre de éstas características y con ésta belleza. Afortunadamente se puede acceder a ella y subir hasta el mirador de la parte superior. Merece la pena pagar por subir a ella, sería imperdonable llegar hasta aquí y no hacerlo. Con cierta ansia subimos las escaleras, intentando hacer un primer retrato mental de lo que veríamos cuando estuviésemos arriba, pero no es suficiente, por más que lo hayamos estado imaginando, la realidad lo supera. Desde ésta torre, la parte más alta de la parte vieja de Cesky Krumlov, se aprecian las mejores vistas del pueblo, el río dando forma con sus meandros a la estructura del pueblo, las verdes colinas que lo rodean, las casas de colores con tejados rojizos, las iglesias y sus torres con curiosos capiteles, los patios del castillo… ni en los mejores cuentos nos podríamos encontrar algo así. Y en contraposición a los cuentos, la realidad, la que marca la transformación de Cesky Krumlov de pueblo a ciudad, viendo a lo lejos los imponentes bloques de viviendas de color gris triste y las interminables torres de la industria energética. Se podría decir que esa parte de la localidad sería lo que la bruja mala a los cuentos”.

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Este es video  convencional

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Y acá tenés como rompen la noche los jóvenes checos… y te aclaro que para mí, están entre la gente más linda del mundo.

Con todo lo bueno que es el relato, les faltó tiempo o ganas para mandarse una parranda en las cervecerías, que ofrecen la afamada bebida de factura local. Les faltó también deslizarse en balsa o en kayak las aguas del Moldava y disfrutar del aparatito de “Audioguide” que te alquilan por precio razonable y que equivale a que un lugareño te lleve de la mano por todos los hermosos rincones de la ciudad.  También se alquilan bicicletas para recorrer las afueras para ver, por ejemplo, el embalse de Lipno, el “Bosque de Blansko” o el Parque Nacional de Sumava.

Guillermo Pérez Rossel

http://www.ckrumlov.info/php/es

http://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_Checa

De yapa: el teatro barroco del castillo de la ciudad y su impresionante sala de máquinas, original de 1680!!

De yapa de la yapa: una de las tapas del alcantarillado, solo para que veas hasta dónde llevan la prolijidad y el buen gusto.

(*) Cuando los periodistgas nos jactamos de que somos rigurosos, no tenemos idea de lo rigurosos que pueden ser quienes ejercen otra profesión; los médicos, por ejemplo. Eduardo Rossel es un primo, médico e hijo de médico, ajedrecista, y él es tan riguroso vasto y enciclopédico en sus investigaciones, que te puede dejar agotado.

Me cuestionó la relación de nuestro apellido con la rosa, esta rosa enigmática. Y me aseguró que el el apellido se identifica con «ROUX», rojo en francés antiguo. Este orígen del apellido también también lo recoge la versión francesa de la Wikipedia.

Y abunda: «En mi último viaje a Hauterive, Neuchâtel (mayo de 2013), me encontré en casa y bodega de Christian (Rossel, el orígen, las «raíces»)  con un «pariente» (Francis Rossel) octogenario emigrado a Australia a mediados del siglo pasado, quien me dio la misma explicación.  Lo de rojo o rojizo no se refería a una filiación política sino al color del pelo, desde luego. Las primeras menciones del apellido se ubican hacia 1300 en Porrentruy, Francia, muy cerca de la frontera suiza, región del Franco-Condado. Todavía hoy el Franco-Condado es la región con mayor concentración de personas con nuestro apellido.

Puede que este dato importe poco a los lectores, pero la admirable devoción por el rigor de los datos, es algo que merecía mención. ¡Salute, Eduardo!