Los griegos podían ser ingenieros antes que filósofos, si se necesitaban túneles, acueductos o fortalezas. Pero postergaban heroicidades e ingeniería, si lo que venía bien era la piratería.

Era una curiosa poco promocionada habilidad esa de apropiarse de las cosas de otro. Alberto nos cuenta que Pitágoras se pirateó el famoso teorema y Heródoto nos insiste en que el tirano Polícrates no es que fuera mala persona, sino que su destino estaba signado y no podía revertirlo. En fin, creo que este viaje de 2.500 años en que nos mete el compilador (como le gusta calificarse y hace justicia a su quehacer), se relaciona más con la ingeniería que con cualquier otra cosa. No busquen relación con este Montevideo en Obra que tenemos siempre antes de cada pronunciamiento electoral.

 Por Albertoo Moroy       

Samos es una isla de Grecia perteneciente al grupo de las islas Espóradas Orientales. Está localizada en aguas del mar Egeo. La isla estuvo poblada desde el Neolítico (edad de piedra) y recibió, por turno, a los carios (de Mileto), léleges (primeros pueblos de Grecia), y desde el siglo X a. C. los jonios llegados de Epidauro (pequeña ciudad griega a 330 km al O de Samos). Esta era una de las doce ciudades que formaban la “Dodecapolis jónica” (alianza de doce ciudades griegas jonias). Los densos bosques proporcionaban una madera excelente para la construcción de embarcaciones. La isla era rica en olivares y viñedos. De 538 a 522 a. C. Samos conoció una era de prosperidad económica y fueron emprendidos grandes trabajos bajo el fastuoso reinado de su tirano Polícrates. Supo imponer su hegemonía al archipiélago y hacer de la ciudad el más poderos Estado marítimo del mar Egeo.

Bajo Polícrates, el puerto fue dotado de instalaciones apropiadas al papel que había adquirido en la economía de la isla, basada en las relaciones comerciales y en la piratería. La dársena fue cerrada por dos muelles unidos a las murallas que rodeaban la ciudad. La escollera, bordeando el puerto, se levantaba en el mar, con una profundidad que alcanzaba 35,5 metros y cuya longitud era superior a 355 metros. El puerto era el centro de la actividad económica y militar de Samos: abierto al sur, había sido protegido en dicho lado por el largo malecón mencionado por Heródoto, probablemente a iniciativa de Polícrates.

Samos / Ubicación 37°45′00″N 26°50′00″E

Kalimera Samos! Welcome to Pythagorio!

Puerto de Pitágoras Samos (569 a. C donde nació)

El famoso túnel  de Eupalino 541 a.C

En la portada el famoso túnel o acueducto de la isla de Samos en Grecia. Su construcción comenzó en 550 a. C., durante la tiranía de Polícrates y duró diez años. El túnel atravesaba en una longitud de 1045 m (casi la mitad de túnel  del Cristo Redentor tren trasandino Argentina-Chile), atravesando el monte Ampelos o Kastro. Fue el túnel más largo de su tiempo. Heródoto de Halicarnaso,  que nació en Samos fue un historiador y geógrafo griego que vivió entre el 484 y el 425 a. C., hizo referencias a esta obra (Historias III 60). Se extrajeron 7000 m³ de roca excavada lo que equivale a 14 millones de kilogramos.

Túnel de Eupalinos (Samos, Grecia)

En 1992, se convirtió en patrimonio de la humanidad como parte de la ciudad de Pitagorion, al igual que el templo Hereo (Jónico) de Samos. El túnel fue excavado simultáneamente desde ambos extremos y el encuentro entre los dos equipos que excavaban el túnel desde los extremos fue conseguido con una desviación mínima de la recta gracias a los precisos cálculos geométricos de Eupalinos. La excavación duró diez años y se hizo manualmente en roca caliza, para lo cual fueron utilizados prisioneros de la isla de Lesbos, según la descripción del historiador Heródoto.

Ver más de Ostrvo Samos :Pitagorion

https://obidjigrcku.com/post_grad/pitagorion/?type=destinacija

Samos la proeza del túnel

El acueducto o túnel de Eupalino por Heródoto:

“ellos hicieron las tres obras más grandiosas del mundo griego: en un monte de unos 226 m de altura abrieron un túnel que comienza en la falda y que presenta una boca en cada ladera. La longitud del túnel es de siete estadios, mientras que su altura y su anchura tienen, respectivamente, ocho pies. De un extremo a otro del mismo hay excavado, además, otro túnel, de veinte codos de profundidad  y tres pies de anchura, a través del cual llega hasta la ciudad, procedente de una gran fuente, el suministro de agua, que va encauzada por unos conductos. El ingeniero de dicho túnel fue el megareo Eupalino, hijo de Naústrofo. Esta es, en suma, una de las tres obras.

Diagrama del recorrido / El constructor Eupalino

El canal

Eupalino fue un arquitecto griego nacido en Megara (entre Corinto y Atenas) que construyó el gran acueducto de Samos. Su construcción comenzó en 550 a. C., durante la tiranía de Polícrates que duró diez años. El canal que transporta el agua subterránea es de 500 metros de largo desde la ladera sur (la más cercana a la costa) de la montaña, hasta un pozo en una casa de la ciudad, dentro de las murallas. Vale la pena aclarar que el manantial que lo alimenta de Aguades, está ubicado unos cientos de metros de la entrada norte del Acueducto Eupalino, sobre la iglesia de San Juan, que está construida sobre las ruinas del antiguo templo dedicado a la diosa Afrodita y en sus cimientos se encuentra el manantial de Agiades.

El manantial / Tubería de terracota desde el manantial al túnel 37°42’22.04″N 26°55’27.49″E

Muy interesante sobre la fuente de agua, (usar traductor. Está en griego)

https://www.isamos.gr/agiades-pigi-agogos-pou-trofodotouse-efpalinio-origma/

Este canal es de casi 4 metros de profundidad en la montaña en la entrada del túnel y alcanzados en la salida del túnel una profundidad de 8,90 metros. Esta enorme profundidad se explica por el hecho de que el espejo de la fuente de agua ya había bajado en el curso de la construcción, por lo que el canal tuvo que bajarse. Ambos problemas fueron resueltos por Eupalinos de una manera magistral. Por lo tanto, el piso del túnel en el punto de unión de los túneles norte y sur tiene solo una diferencia de altura de 60 centímetros, que corresponde a una diferencia de menos de 0.125 por ciento en relación con la longitud total del túnel.

Representación de su construcción

Entrada y Salida 7°42’22.92″N 26°55’27.14″E   /  37°41’40.54″N 26°55’48.40″

El  túnel de Eupalino

Comentario

En ese tiempo y después, en esta la zona de Grecia estaba la cabeza del mundo antiguo. Pitágoras se podía decir que vivía en el barrio. Su vida pública surge hacia el 532 a.C., en tiempos de Polícrates (el que mandó construir el túnel) y de Lucio Tarquinio el Soberbio, (el séptimo y último rey de Roma, reinado: 534-509 a. C.), aunque en esa época Pitágoras estaba preso en  Crotona. (Colonia griega en Italia). Aristarco de Samos aunque posterior deja en claro que por ahí no andaban flojos en matemáticas. No obstante más que seguro Eupalinos su constructor tenía conocimiento del “teorema de Pitágoras” sobre todo porque pese a llevar su nombre, era conocido en la Mesopotamia y el Antiguo Egipto bastante antes, como lo demuestran algunas tablas (“Plimpton 322”, babilonia 1800 a.C, escritura cuneiforme) y papiros.

La cuna de los filósofos

Un poco de historia

El momento de la tiranía

Cuando Ciro el persa acabó el imperio de Creso el lidio, la península de Anatolia vivió un momento de dificultad política. Parecía que el mundo se fuera acabar. Los nuevos conquistadores no eran tan laxos como los lidios y nadie sabía cómo esconderse de la inminente conquista que se aproximaba. Las colonias griegas ubicadas en las orillas del mar Egeo y las costas jonias también sufrieron una fuerte crisis. Ellos creían que lo mejor que debían hacer era postrarse ante el rey persa, pero éste no quería negociar. La guerra era inminente y la desesperación llevó a que se propiciaran los golpes de estado.

Polícrates y sus dos hermanos

En la isla de Samos, tres hermanos hicieron una tiranía, despojando el poder social que hubo antes. Polícrates, Pantagnosto y Silosonte se quedaron con el poder absoluto de la isla. En el transcurrir de un año Polícrates mató a su hermano Pantagnosto y exilió a Silosonte, así se quedó con el control de todo. Era el primer tirano de Samos y había conseguido la corona eliminando a todos los que se oponían ante él.

La prosperidad de Samos

Para afianzar su poder Polícrates construyó 100 enormes barcos llamados “penteconteros” y entrenó  a 1000 hombres en la arquería. Así hizo una guerra de piratería ante todas las islas que rodeaban Samos. Viajaba con sus barcos ante las costas y tomaba los puertos  Fue gracias a estas emboscadas piratas que Samos se volvió prestigioso. Polícrates mandó a los prisioneros a construir fosas alrededor de las murallas de su isla para evitar cualquier toma enemiga.

Navios Penteconteros

La muralla de Samos

La muralla de Samos, de bloques rectangulares y poligonales, encerraba a lo largo de 6,7 km la ciudad y el puerto en un mismo perímetro defensivo. La meridional tenía 370 m de largo. La muralla de Samos de la que todavía se ven buenos tramos en lo alto del Ampelos y en Kastelli, rodeaba por motivos estratégicos las cimas de las dos colinas. La primera fase, de época anterior a Polícrates (la muralla existía ya en época del ataque espartano a Polícrates en 524 a. C.), posee un alto zócalo de grandes bloques poligonales y debía tener la parte superior de adobes. Es de suponer que la superficie encerrada por la muralla nunca estuvo totalmente urbanizada. No obstante, en época de Augusto debía encaramarse por las primeras pendientes de las colinas. Polícrates mandó excavar en los puntos más expuestos de las fortificaciones un gran foso, hallado por los arqueólogos.

La muralla

Periodo de fortuna

Con aumento en su poder mandó traer riquezas de otras ciudades. Sus alianzas serán envidiadas por todos: los egipcios les darán la mano. El faraón Amosis II le colmará de riquezas y prestigio, se aliaron en mutuo beneficio y Polícrates pudo disfrutar las ventajas de ser un tirano como pocos. Desde sus ambiciones, los samoanos apoyaron al dirigente con mucha lealtad. Nunca la isla había estado tan prestigiosa. Algunos de los samoanos que pertenecían a la aristocracia escaparon. Se refugiaron en el territorio lidio que pertenecía a los persas. Allí un lidio llamado Oretes les favoreció el odio recíproco hacia el pirata, prometiendo ayudar en la destrucción de la fuerte armada de Polícrates.

El faraón Amosis II /Territorio Lidio

Orestes matando a Aegisthus y Clytemnestra (Mitología griega)

A modo de final.

Con la muerte de Polícrates, sus viejos enemigos comenzaron a disputarse el gobierno de la isla bajo el ala del sátrapa Oretes.  Sin embargo, tras la muerte del sátrapa, el nuevo rey persa, Darío I el Grande, dispone que Silosonte, el desterrado hermano de Polícrates, asuma el poder total de la isla. Cuestión que nos permite sospechar sobre la actividad conspirativa que este samosata pudo haber desplegado ante diferentes líderes persas. Esto no pudo evitar que el persa Otanes finalmente sometiera la isla al imperio en algún momento entre los años 517 y 513 a.C., tiempo durante el cual fue sátrapa de Lidia.

Dirá Herodoto que la muerte de Polícrates confirma el primer vaticinio mencionado en este escrito (aquel del faraón Amosis). En virtud de que la fortuna del tirano, antes siempre próspera, “vino al cabo a terminar en el más desastroso paradero”.

Esta característica en los relatos de Herodoto, esa mezcla entre realidad y fantasía, son una constante en sus escritos, cuestión que será muy criticada por Tucídides, cuando este aborde la guerra del Peloponeso. En definitiva, Herodoto nos plantea la historia de una persona marcada por un vaticinio. Y el destino final de Polícrates se desata por desoír el consejo de la prudencia. A fin de cuentas, más allá de la fantasía o lo improbable de los hechos relatados por Herodoto, más que con vaticinios y agoreros, el destino final de Polícrates está relacionado con las propias decisiones y sus consecuencias.