¿Admirable o aterrador?
Esto nos demuestra que ambas sensaciones puedan darse simultaneamente. ¿Será el futuro?
Deberemos prestar más atención a Singapur, un país que se está poniendo en primera fila de la tecnología y que, a pesar de eso, no se olvida de una naturaleza agobiada por la superpoblación. ¿Cómo se debería leer la noticia de que este 29 de junio inauguran la primera etapa de un bosque artificial en la zona de Marina Bay, al sur del país? ¿Puede un bosque artificial recrear con exactitud las sensaciones y las utilidades que dan los árboles reales?
La última palabra la tendrán los pájaros y los insectos, particularmente los polinizadores. Y quizá nos llevemos una sorpresa, porque estos tipos de Singapur se proponen justamente eso, que las otras formas de vida puedan participar, que esto no sea otro engendro de la civilización mal entendida.
Andá mirando estos dos videos para tener las cosas en perspectiva y luego te cuento lo que publican sobre este bosque artificial.
Primero mirá este video con atención
y luego poné este otro. No olvides el volumen de los parlantes.
Lo de bosque quizás no se justifica por el número de ejemplares, que serán 18, pero el nombre es merecido por el tamaño, ya que se trata de árboles (¿artefactos, cosas?) de descomunales 50 metros de altura desplegados en un parque de 40 hectáreas en las cuales coexistirán y/o servirán de soporte a nada menos que 226.000 plantas absolutamente reales, rebosantes de vida, procedentes de todo el mundo. Se llamará el Jardín de la Bahía y será algo así como un reservorio, una caja de caudales para preservar especies que eventualmente podrían desaparecer.
De manera que los árboles serán todo lo artificiales que se quiera, puesto que se construyen con una estructura de acero y hormigón, pero están concebidos para que las plantas puedan trepar, ubicarse a la altura que les quede más cómoda y transformar cada una unidad en un organismo vivo, complejo, nuevo en la naturaleza solo en lo que significa agrupar tanta vida y ayudarla a subsistir.
¿Qué pájaro no se sentiría tentado por tanta vida y oferta de comida y soporte de nidos? Excepción hecha del picapalo, por supuesto, ¡menuda sorpresa lo espera! En lo que respecta a nuestros horneros, acostumbrados a anidar en los postes eléctricos, quedarían encantados con la novedad si Singapur estuviera a la altura de la isla Martín García, que no es el caso. Y no se anoten para pedirnos algún casal porque no va, no tendremos tanta tecnología, pero tenemos maravillosos pajaritos como ésos. Ahora, no nos vendría mal la cercanía con un país como ese. Nos cambiaría la vida.
Eso nos llevaría a la geografía, pero primero tenemos que terminar con la descripción de este Jardín para el asombro. Pues los bosques no solo son imprescindibles para los pájaros sino también para nosotros, los que respiramos oxígeno y liberamos dióxido de carbono, contribuyendo junto con los motores de combustión interna, a disminuir peligrosamente el gas imprescindible para la vida animal. Durante la fotosíntesis, los vegetales liberan oxígeno y por eso, además de por muchísimas otras razones, son absolutamente imprescindibles.
Por eso el escándalo que arman los países ricos cada vez que un país pobre quema bosques para producir más alimentos y riqueza que le resultan imprescindibles. ¿Por qué no proponen derribar Nueva York para ganar espacio para los bosques? En fin… esas son las cosas que suceden cuando el planeta tiene que soportar 7.000 millones de sujetos depredadores y contaminadores como nosotros.
Pues bien, este bosque artificial no solucionará ese problema que le estamos heredando a nuestros nietos, pero la vegetación que trepará por sus troncos y ramas de metal, puede llegar a ser un anticipo de paliativo para proponer a nuestra descendencia. Deslumbrante pero un poco atroz, ¿no?
Los ingenieros previeron paneles solares entre los árboles para iluminar toda la zona y producir la energía necesaria para los mecanismos. También habrá un puente colgante que unirá todos o algunos de los tres parques en que se subdivide el complejo para formar un anillo de vegetación y brindar comodidades a los visitantes, que lo disfrutarán como un bosque, un jardín botánico, un paseo floral, un impresionante derroche de tecnología de buen gusto y una muestra de que el mundo tiene que comenzar a mirar con mucho respeto a este país y a esta región del mundo. Todavía hay gente que los supone copiandines de la ciencia occidental; más les vale que se vayan sacando esa idea de la cabeza. Estos orientales están saliendo tan ilustrados como valientes.
Y esto es apenas la primera etapa. El proyecto completo se terminará en el 2015 e incluye un Domo Floral, un Bosque de las Nubes, estos Superárboles, un Jardín Dorado y el Mundo de las Plantas. ¿Qué la entrada saldrá muy cara para rescatar la inversión? ¡No señor! Todo gratis, porque el país puede darse ese lujo y la plata debería servir siempre para estas cosas… luego que se alcanza la justicia social. Y en este tema no me meto; carezco de información y calificación suficiente.
Marina Bay es probablemente único en el mundo, un alarde de ingeniería y banco de pruebas de proyectos de inimaginable envergadura. Muchos de ellos admirables como este que describimos y otros que, aparentan solo un alarde, aunque los ensayos aún sin objeto aparente, siempre deberían ser bienvenidos.
En principio es un complejo de edificios de Singapur, ubicado frente a esa bahía y si querés un poco de mala intención, en el meollo del proyecto hay un casino valorado en 5.700 millones de dólares, lo cual rentabilizaría el resto de los desarrollos sin retorno económico. ¿Qué querés que te diga? Los casinos existen y existirán, pero cuando un gobierno supedita los permisos a proyectos como éste, uno pensaría que ese país está bien gobernado, al menos en ese aspecto.
Dice la web oficial de Marina Bay que “cuando este completado, el conjunto contará con tres torres hoteleras con 2.560 habitaciones, un centro de convenciones y exposiciones de 120.000 m², un centro comercial, un museo de Arte y Ciencia, dos teatros Arenas, seis restaurantes de cocineros de prestigio (celebrity chef), dos pabellones flotantes y un casino con 500 mesas y 1.600 máquinas tragaperras. Las 20 hectáreas del complejo fueron diseñadas por Moshe Safdie Arquitectos y la ingeniería corrió a cargo de Arup y Parsons Brinkerhoff (MEP). Safdie también diseñó una ruta artística dentro del complejo, incorporando siete instalaciones de cinco artistas como Sol Lewitt, Antony Gormley y Zheng Chongbin, cuyas piezas incluyen efectos ambientales de luz, agua y viento, integrando el arte con la arquitectura.
El núcleo del complejo está formado por tres torres independientes de 55 plantas destinadas a hotel, coronadas por una única plataforma apoyada sobre ellas a modo de terraza abierta —de 340 m de largo y más de una hectárea de superficie— y que finaliza en uno de los lados en la mayor plataforma pública en voladizo del mundo, sobrevolando la torre norte unos 67 m.
Los Jardines de la Bahía, donde ya pueden verse estos superárboles, continúan ese proyecto público y privado, que sin ninguna duda hará que el nombre Singapur tenga un nuevo significado para esta superpoblada generación.
http://www.youtube.com/watch?v=Uh2JGMMgoSc
Expliquemos que la República de Singapur tiene apenas 707,1 kilómetros cuadrados, una de las mayores densidades demográficas del mundo y, a pesar de su superpoblación, es el cuarto cent ro financiero más importante del mundo. ¿Superpoblado y rico? ¿Cómo es eso? Bueno, Mónaco está todavía más superpoblado y no le va mal, todo es cuestión de ajustarse a lo que se tiene y hacerlo mejor que los demás.
Fuentes:
http://www.gardensbythebay.com.sg/en/home.html
http://inhabitat.com/new-photos-singapore%E2%80%99s-solar-powered-supertrees-under-construction-at-gardens-by-the-bay/