Playa Escondida
La naturaleza y la historia compiten en México haciéndole bromas a la gente que se pone nerviosa con lo inesperado.
Acá tenés a la Playa Escondida, que es solo uno de los chistes de la naturaleza en las islas Marietas, en la poco conocida Riviera Nayarit. El humor por el absurdo histórico que te reservamos para esta entrega, es esa cruz bastante frecuente en la región, que bien podría adornar una iglesia medieval asturiana o una iglesia copta de Egipto… pero que fue tallada por los indígenas tecoxquines mucho antes del descubrimiento de América. ¡No te digo que hasta la historia se pone bromista en México!
Hablaremos de un Área Natural Protegida con la categoría de Parque Nacional, también calificada por la Unesco como Reserva de la Biósfera desde 2008. Está en la Bahía de Banderas, sobre el Pacífico, a 39 kilómetros de Puerto Vallarta perteneciente a Jalisco, pero más próxima a Punta de Mita, que tiene jurisdicción Nayarit.
Es una reserva protegida, porque allí se refugian, se reproducen y descansan en sus migraciones, tanto cientos de aves continentales y marinas, como algunos habitantes del mar que también deambulan por los océanos, como las ballenas y las tortugas. Entre toda esa fauna, está el llamado Pájaro Bobo de patas azules, otro chiste que en este caso le hace morisquetas a Darwin. ¿Qué entresijo pudo impulsar a la genética de este pájaro para colorear de esa manera sus patas y otorgarle el instinto que lo impulsa a bailarle un pequeño malambo a su amada?
Acá te mostramos el bailecito, pero en las Galápagos, donde también vive este extraño pájaro. ¡Mirá si las Galápagos se iban a perder algo así!
No sé cuál pudo ser el capricho evolucionista, pero te aseguro que ese payasesco bailecito es mucho mejor que esos enfrentamientos a muerte que se ven en otras especies. Erotismo pacífico, eso es lo mejor, vamos aprendiendo viejo y querido Mendel. He visto entre los humanos maneras más ridículas que esta de cortejar a una dama.
Pero, además, la zona marítima de las Marietas tiene gran diversidad de especies coralinas y de peces de arrecife. La ballena jorobada y la tortuga golfina, dos especies en peligro de extinción, vienen por aquí en luna de miel y esa es otra razón para ir a ver este maravilloso lugar, colección de sorpresas y de paisajes. Si te decidís por una excursión en barco, te acompañarán los delfines en cualquier época del año; pero si vas entre diciembre y marzo, puede que te encuentres cara a cara con las majestuosas ballenas jorobadas y sus crías.
En fin, pondré centro en la Playa Escondida y en la anacrónica Cruz que dio lugar a un mito rápidamente descartado, como tantas cosas que no pueden ser, pero son y alguna explicación tienen, aunque sea incómoda. De manera que dejemos a los bichos y a las cosas, para ir a lo nuestro.
Te aseguro que te dará calor y que querrás ir a la playa. En la Isla Larga podrás disfrutar la Playa del Muerto y la Playa de la Nopalera, hermosísimas… pero convencionales. Lo que realmente te pudo traer acá si sos un coleccionista de playas, es la Playa Escondida, una atracción natural que algún folleto turístico asegura que fue causada involuntariamente por el hombre, cuando se produjo allí el “impacto accidental de una bomba durante ensayos militares del siglo pasado”. Permitime una sonrisa, este debe ser otro chiste de la singular región.
No te creas que podés llegar por tierra, es imposible. Y aunque te pudieras aproximar al borde de esa olla, ¿cómo te descolgarías por las paredes sin darte un porrazo que los históricos tecoxquines celebrarían a carcajadas? ¿Una bomba, dijo? Son graciosos estos turistas.
Hay compañías que te llevan por mar desde Puerto Vallarta, La Cruz de Huanacaxtle, Bucerías y Punta de Mita. Y hay otras que te ayudan a aproximarte para que te luzcas remando en kayak o a bordo de alguna embarcación pequeña. Cuando hay marea alta, la entrada llega a cubrirse por completo de agua. Entonces, la única manera de entrar es haciendo esnórquel… a tu riesgo.
El paseo tradicional consiste en un día de expedición (de 8.30 a 17.30), con servicio de comidas y bebidas, a bordo de embarcaciones que trasladan hasta 200 personas. Los precios varían según la temporada y hay excursiones más individuales en embarcaciones para seis personas, con la ventaja de que si la marea lo permite, con ellas se puede ingresar hasta la playa.
Yo te recomendaría que antes de que se te escape la juventud (yo sé porqué te lo digo), reserves por lo menos una semanita de tu vida para las Islas Marietas. La playa y la cultura Nayarit no son lo único, por acá abundan las grutas y acantilados en aguas de una transparencia nunca vista. Debe ser una maravilla inolvidable deambular en kayak por esa costa o sumergirse en esos arrecifes.
Eso sí, cumplí a rajacincha con las recomendaciones que hacen en la zona:
- No alimentar, tocar o hacer ruidos intensos que alteren el comportamiento natural de los ejemplares de vida silvestre.
– No cazar, capturar, molestar, remover, extraer o apropiarse de la vida silvestre y sus productos, así como remover o extraer cualquier tipo de materiales del área.
– No alterar o destruir por cualquier medio o acción los sitios de alimentación, anidación, refugio o reproducción de las especies silvestres.
– No realizar deportes extremos tales como escalada de roca.
– No encender fogatas en las islas
Tené en cuenta que aunque se puede ir por cuenta propia, antes de emprender el viaje deberás conseguir un permiso especial que expiden en Semarnat (ni idea de lo que es) y se paga por embarcación. No podés ingresar a la Playa Escondida con alimentos o bebidas (¿ni una mísera botellita de agua mineral? Permitime una duda…), aunque lo de los comestibles y envases, envoltorios y otras porquerías es absolutamente razonable.
Esta información la tomé prestada del amable Carlos Guzmán, que ofrece su mail ( carlos@cgmkt.com), su cuenta de Facebook (facebook.com/carlosguzmanpv) y hasta su twitter ( @Pvallartanews) para que le pidas orientaciones y el te las dará con todo gusto. Este es otro que igual que yo, no se cree lo de la bomba militar. Con solo mirar las fotos queda claro que es un derrumbe del techo de lo que pudo ser una caverna tallada por el mar o uno de esos ríos subterráneos que son otra broma de la intrincada naturaleza mexicana. Es decir, algo así como un cenote, pero sin mayas. A la izquierda, en esta foto de Carlos, se ve otro derrumbe, menos espectacular, pero derrumbe al fin.
Hasta aquí, como ves, ni una palabra sobre las enigmáticas cruces, que por lo visto no le cayeron en gracia a la industria turística, pero lo que es a mí, me pusieron de cabeza. ¿Qué está haciendo una nítida cruz cristiana en medio de una cultura derivada de la azteca? La misma pregunta se hicieron los misioneros católicos que llegaron a la zona tempranamente, a comienzos del 1600.
Eso era muy fácil de explicar para ellos, que no le tenían temor al academicismo descalificante ni se andaban con muchas vueltas para encontrarle explicación religiosa a todas las cosas. Pues, para ellos, esta era una prueba de que el Apóstol Mateo había andado por acá catequizando indígenas en tiempos de Cristo. ¿No estaba acaso Mateo el Evangelista habitualmente acompañado por un ángel alado? Y era capaz de increíbles milagros, como el de transformarse en Santo luego de haber sido recaudador de impuestos; ¿por qué no iba a atravesar el océano casi 1500 años antes que Colón, quizás transportado por su ángel amigo?
Estas cruces se encuentran en el sitio arqueológico de Altavista y ya estaban descritas en 1612, donde también se describe a un Cristo que la gente local todavía venera. Los entendidos aseguran que se trata del “Hombre de Maíz”, un dios o un semi dios que simboliza la fecundidad y el crecimiento (curioso: en estos casos siempre es una mujer). Los agricultores le ofrendan velas y tazones de calabaza con sal, con la finalidad de conseguir mejores cosechas de café y tabaco… o para obtener trabajo cuando tratan de emigrar hacia Estados Unidos.
Dicen los que aseguran saber, que para los Tecoxquines, como para la mayoría de los mesoamericanos, la Cruz era en realidad un “mapa mental” del cosmos, cosa que se expresa con total solemnidad, para que la gente no se sorprenda con tu delirio imaginativo que uno desde acá no está calificado para asumir o descartar. Dicen que cada dirección se asocia con ciertos dioses, colores y reinos sagrados. Eso lo simbolizan con una cruz o con la figura de un diamante, o con cosas parecidas.
Los tecoxquines, un grupo indígena poco estudiado, habitaban la zona de Altavista, cerca del pueblo costero de Chacala, en el estado de Nayarit. Estaban allí en los años 2000 y 2300 antes de Cristo, aunque se ignora si los petroglifos tienen tanta antigüedad. Se les atribuyen 56 de los cientos que pueden verse procedentes de otras culturas y diseminados en una zona poco estudiada. Actualmente habitan la zona los nativos Huicholes, quienes continúan dejando ofrendas en estos monumentos.
En lo que a mí respecta, me deja estupefacto que esto no despierte la curiosidad frenética de los arqueólogos, ni de la industria turística, ni de los amantes de la simbología críptica. Con mucho menos que esto, te arman una historia maravillosa, llena de princesas, dragones y naturalmente íncubos y súcubos, porque la mitología no tiene por qué ser contradictoria con la lascivia.
Hay más zonas arqueológias en Aticama, Brucerías, Savulita, San Francisco, Lo de Marcos, Los Ayala, Rincón de Guayabitos, Peñita de Jaltemba y Las Varas, dice la docta Wikipedia. Y contienen esculturas tan originales como éstas, todo en la región. ¡Si habrá cosas para ver en México lindo y querido!
Guillermo Pérez Rossel
http://www.rivieranayarit.com.mx
http://richardlawhorn.com/altavista/pila_del_rey.html
http://soyvallartense.blogspot.com/2013/06/la-playa-escondida-hidden-beach-puerto.html
http://imagenagropecuaria.com/2014/islas-marietas-porcion-del-paraiso-en-costas-mexicanas
http://www.3djuegos.com/comunidad-foros/tema/30573067/0/la-playa-escondida-mexico-gran-paisaje
