¿Por qué hay dos faros en Punta del Este?
La distancia física entre los dos faros que hay en Punta del Este es de apenas 8.726 mts. Eso es nada en relación a las 9 millas náuticas de iluminación, que tenía el de Punta del Este cuando se inauguró y 22 millas el de la Isla de Lobos. Esta nota tiene por fin dejar a la vista lo que muchos ignorábamos ¿Por qué dos faros?
Por Alberto Moroy
Para los viejos marinos, navegar hoy sería un paseo. La tecnología existente en cuanto a la navegación, a la predicción del clima y a las comunicaciones, reduce la cantidad de naufragios a su mínima expresión, pese a que la cantidad de barcos que navegan por el mundo es muchísimo mayor Abajo una foto en tiempo real de un software de navegación en tiempo real para que vean el tráfico marítimo que aprecien de qué se trata
Por qué se llama faro
Pharos era el nombre de una isla en la desembocadura del río Nilo, al este de la ciudad de Alejandría, en Egipto. Allí se emplazaba una torre con estructura de mármol blanco de más de cien metros de altura que señalaba la entrada al puerto, que con su poderoso fuego y humo podía ser visto desde una distancia de más de 50 kilómetros.(27 millas) Esta construcción, conocida como «el faro de Alexandria», fue destruida por un terremoto en el siglo XIII. A través de su simbolismo y legado, los griegos adoptaron el nombre de pharos para denominar lo que hoy en día conocemos como una estructura distintiva sobre una costa que presenta una luz principal destinada a servir de ayuda a la navegación. En latín se los llamó pharus.
Ubicacion del Faro de Alejandría 31°12’48.33″N 29°53’7.43″E
Así se ve hoy tráfico y faros marítimos costa Sudamérica
No obstante el mar sigue cobrando sus victimas. En 1892 ocurrieron 14 naufragios en las cercanías de la isla de lobos en Punta del Este, solamente en los meses de mayo y junio. Lobo y Riudavets en su Manual de Navegación 1821-1876 dicen «Sucedía que los buques de ultramar cuando cruzaban de noche, en el deseo de evitar la restinga de la isla, se desviaban hacia el Sud, embicando muchas veces en las arenas del Banco Inglés, y el peligro aumentaba cuando el escollo y las proximidades del banco se ocultaban entre las espesas brumas”. En1860 entraron en Montevideo 945 buques, en 1867 1462.
Manual de navegación del rio de la plata 1860 ¡¡Muy bueno!!
https://archive.org/details/manualdelanaveg00boucgoog
La historia
En 1790 las autoridades recomiendan la construcción de torres o atalayas. Una en la isla de Lobos, que correspondería con otra de la Isla de Gorriti y así sucesivamente en varios sitios costeros, con las que por medio de series de bandera, de día, y de cohetes de noche, se podía con la mayor velocidad en tener aviso de las novedades que ocurrieran en el mar en tiempo de guerra. Después de más de medio siglo, durante la breve presidencia de Juan Francisco Giró, el gobierno determina la construcción de un faro para que sirva de guía a los navegantes de ultramar y evite los problemas de la entrada del Río de la Plata.
El primer faro 5 de Abril de 185 8
Cuando en el mes de enero de 1853, Pedro Bustamante visita como representante por el departamento de Maldonado, estuvo tratando de estudiar sus necesidades y los medios de remediarlas. Entre otras cosas expresaba que «mucho convendría establecer en la Isla de Lobos un fanal que sirviese de guía a los navegantes para evitar los peligros de la costa e islas adyacentes». Preocupados porque la luz ahuyentara los lobos, se juzgó conveniente proyectar la colocación de dos faros, uno en la Torre del vigía de Maldonado (45 mts, nivel del mar), y otro en el Cabo Santa María.
Atento al perjuicio que podría resultarle a la industria lobera, se subsanaría poniéndole al faro una pantalla que cubriese los rayos de luz hasta una distancia de dos o tres cuadras. Este pensamiento fue el que mereció la aprobación del gobierno y fue llevado a cabo. Se ubicó en el extremo N. O. de la isla y empezó a alumbrar desde el 5 de Abril de 1858. Su luz era fija, elevada 90 pies (29 mts.) sobre el nivel del mar y visible de 12 a 15 millas de distancia.
Faro Cabo Santa Maria (La Paloma) 1 de septiembre de 1874 Torre del Vigía Maldonado
El lobby de Samuel Fisher y Alexander Ross Lafone
Volviéndose a pretextar que alejaba a los lobos de la isla, los arrendatarios Samuel y Alejandro Lafone, tuvieron bastante influencia para hacerlo trasladar a la península, pues el contrato recién terminaba en 1875, y esto sucedía en 1860.
Samuel y Alexander Ross Lafone
Lafone Alexander Ross
https://www.falklandsbiographies.org/biographies/279
El faro de Punta del Este marzo de 1860
Está ubicado en la ciudad de Punta del este. Su estructura consta de una torre troncocónica de 25 metros de altura, con edificaciones al pie pintadas de blanco. Su cúpula está pintada a franjas rojas y blancas. En un primer momento su luz era fija, tenía un aparato lenticular de origen francés, al que luego se le agrego un sistema de pantallas giratorias que permitía generar su destello característico (condición de todos los faros de la costa).Tiene una altura de 25 metros y un alcance luminoso de 8,8 millas náuticas. Fue inaugurado en marzo de 1860.
Origen del cemento romano
Faro de Punta del Este Ubicación 34°58′08″S54°57′05″w
Las quejas
Seis años después, «El Siglo» de Montevideo: «Dice el «Standard» que el almirante americano ha dirigido una nota a su gobierno respecto a la remoción del faro de la isla de Lobos, que origina frecuentes quejas de los capitanes ingleses».
Nuevo Faro de la Isla de Lobos
La idea de construir un nuevo faro en la Isla de Lobos tuvo múltiples entorpecimientos antes de que fuera una realidad. En 1886 Emilio Landinelli, en representación de la viuda de Apolinario Gayoso, pide a la Cámara autorización para establecerlo. En Junio de 1892 Juan L. Vignolo y Cía. hacen la misma propuesta. Transcurridos dos años, con motivo de un naufragio en sus inmediaciones y obedeciendo a indicaciones hechas por varios marinos expertos, Luis Pujadas resuelve a su vez presentarse para construirlo.
El faro isla de lobos 1924
Isla y faro de Lobos 35° 1’39.65″S 54°52’55.62″W
Isla de lobos 18 de Julio de 1906
Tropezaba sin embargo con la dificultad ilusoria de que tal obra perjudicaría a la pesca de lobos. Ante tal argumento consulta algunos conocidos ingenieros electricistas para averiguar si era posible alumbrarlo desde Punta del Este, conduciendo la electricidad por cables submarinos hasta la isla.
Al resultar factible Pujadas formula su propuesta. Igualmente Juan F. Delgado, en representación de un sindicato de capitalistas extranjeros, así como Pedro Acquarone y también Jaime Molins, quienes hacen la misma solicitud. Estas, como las demás, fueron combatidas por las empresas de explotación de lobos, alegando que su construcción los alejaría.
El capitán de marina Jorge Bailey, en 1893, con motivo del naufragio del vapor «Muriel», allí, le decía al ministro correspondiente: «Este naufragio… viene a demostrar una vez más la imprescindible necesidad de colocar un faro de primer orden en dicha isla, que es el punto preciso de orientación para todos los buques que entran y salen del Río de la Plata, librándolos así de aquel escollo y facilitando extraordinariamente la navegación». Dos años más tarde se vuelve a tratar respecto a lo que Sosa y Bayley reclamaban con urgencia, pero siempre aparecían las mismas dificultades y la oposición de los arrendatarios de la isla. A pesar de la sanción de este proyecto, continuaron las trabas. Y se dio el caso que cuando se llegó a formular el contrato de arrendamiento de la matanza de lobos, del 13 de Setiembre de 1 895, con la condición expresa que no debía construirse el faro proyectado.
Ciudad de Santander
Isla de Lobos, el fin del “Ciudad de Santander” 24 de mayo de 1895
Decía su capitán el Sr. García, jefe de ese buque, que se lamenta con justicia por la falta de una sirena automática, en aquellos sitios y en la estación de las nieblas, para anunciar al navegante la proximidad del peligro. Tomado del relato del naufragio del Ciudad de Santander por parte del Sr. D. Antonio D. Lussich cuando no existía el faro de la isla de Lobos.
https://vidamaritima.com/2010/04/el-fin-del-ciudad-de-santander-y-del-cataluna/
De ahí que durante ese intervalo de ocho años tuvieron la fatalidad de naufragar en la temida restinga de Lobos, dos vapores, un velero y una barca. Finalmente el Estado se determina a hacerlo por su cuenta y queda librado al servicio de la navegación el 18 de Julio de 1906. Según los datos de «El Cincuentenario de «El Siglo», su torre tiene una elevación de 49 metros 50 cts. a partir del nivel del terreno, siendo su basamento basta la altura de nueve metros cincuenta centímetros construido de granito y los cuarenta restantes de hormigón. Con una altura de 59 metros y un alcance luminoso de 22,9 millas náuticas.
El personal del faro lo forman el encargado, el segundo, tres peones faroleros y el cocinero. La sirena está atendida por dos hombres y la estación radió-telegráfica por uno, que con la del Banco Inglés y la del Cabo Polonio proporcionan a la navegación las señales más exactas en tiempos de niebla. Más tarde los edificios anexados al faro fueron construidos por el arquitecto Carlos Pérez Montero, destinados a la habitación del personal.
Del compilador
Hasta no hace muchos años, los que navegábamos a vela en forma deportiva, lo hacíamos con la misma tecnología que en el año 1900. Como aporte extra un radiogoniómetro portátil (complicado su uso), la radio de VHF, un ecosonda y a aguantarse lo que venía. Lo peor era la niebla por la noche, bastante habitual, con las calmas, la cual deja a los veleros obligados a propulsarse con el motor o fondear desplegando en lo alto del palo mayor, la pantalla deflectora de radar para que no nos lleve puesto ningún barco.
No éramos “guapos”, sino inconscientes, y por suerte, a nosotros “de arriba” no nos llamaron. Los radiofaros sirven para saber la ubicación a mayor distancia que las señales lumínicas. Permiten saber que faro es de acuerdo a su señal distintiva y ubicarlo en una tabla, y por consiguiente triangularlo para saber nuestra posición en la carta náutica. Tambien se usaban las emisoras de radio comunes al mismo fin. Hoy el GPS dejo casi en el “freezer” toda esta tecnología del siglo XX.
Gran parte de los datos de época acá consignados fueron extraídos del libro de Carlos Seijo cuyo título es “Maldonado y su región”. Aconsejo leerlo, es súper interesante, les dejo el link.