El Duomo de Milán
El Duomo de Milán es algo que no podés dejar de conocer. Los vaivenes cambiarios suelen ser arbitrarios y generalmente no anncian nada bueno salvo casos puntuales que duran poco: ocasionalmente Europa es un poquito más accesible.
El lugar donde está emplazado fue seguramente lugar de culto en la Antigua Roma y posiblemente antes. Eso explica que sea el centro de una ciudad que lo circunda hasta tal punto que solo tienes que seguir las calles en la dirección correcta para llegar al Duomo de Milán. El nombre romano de la ciudad, Mediolanum, lo dice todo.
Allí estaba la Basílica de San Ambrosio a comienzos del siglo V y en 836 se le agregó otra basílica ¿complementaria?. Ambas se incendiaron en 1075 y se demoró más de cien años en comenzar a construir este impresionante edificio, en 1386, con un estilo rayonnant gótico tardío con características poco usuales en Italia, aunque frecuentes en Bourges, Francia. Más insólito es que las obras realmente no estuvieron terminadas hasta el 6 de enero de 1965, aunque su consagración o conclusión religiosamente hablando, ocurrió en 1805.
En este increíblemente prolongado tiempo, contribuyeron muchos miembros de la nobleza y hasta Napoleón Bonaparte… con dinero y riqueza que no produjeron ellos sino villanos y campesinos que no sufrían el IRPF, pero tampoco la llevaban gratis. El resultado justifica tanto sacrificio: el Duomo de Milán es uno de los más formidables edificios religiosos que haya construido la humanidad.
Si querés más detalles, de esos que aburren a la mayoría de la gente, podés encontrarlos en http://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Mil%C3%A1n junto con vínculos a más y más doctos análisis sobre este monumento. De aquí, así como de nuestra recurrente Wikipedia, proceden casi todos los datos e ilustraciones. Tampoco te pìerdas el video de Youtube que publicamos al final.
Solo por conocer el Duomo se justifica visitar Milán, pero la Plaza a la cual está enfrentado y la Galería Víctor Manuel, también la justificarían por sí mismas. Lo mismo diría del «rissotto» con auténtico «caracú» que sirven enfrente, en un restaurante de un primer piso, con vista al Duomo y en la misma acera que la galería (debí anotar el nombre, pero me distrajo la indigestión). A esta ciudad ya le dedicamos un artículo en http://www.viajes.elpais.com.uy/index.php?option=com_content&view=article&id=172%3Amilan&Itemid=291 , de manera que solo daremos alguna información suscinta para que disfruten de las fotos.
Aunque no te gusten las catedrales, a esta le dedicarás no menos de dos horas, con alguna pausa para correr hasta la galería y tomarte un refresco o un «ristretto», ese pocillo minúsculo desbordante de cafeína como para lanzarte a la carrera hacia arriba, hacia las terrazas del Duomo para ver un espectáculo inolvidable.
¡Ah! Llevá una cámara con buena sensibilidad para fotografiar los interiores sin utilizar el flash que no te ayudará para nada y puede dañar las obras de arte que te circundarán. ¿Cómo andás de pulso? Si la máquina tiene un buen automatismo, el disparo lento exigirá que no respires durante la toma y que apoyes el codo en alguna columna.
No es de extrañar la inspiración francesa, pues de esa nacionalidad era su arquitecto jefe, Nicolás de Bonaventure. Inició las obras en 1389 pero diez años más tarde otro francés, Jean Mignot le enmendó la plana a su compatriota y dijo que todo se iba a venir abajo, lo cual era absolutamente falso. Así de ruin y de antigua es la envidia.
Es que el proyecto era realmente impresionante, nunca intentado hasta ese momento. Había que subir grandes piezas de mármol hasta 45 metros de altura y diseñar máquinas para lograrlo. Solo hay una iglesia con su nave central más alta, pero está inconclusa: la catedral de Beauvais tiene tres metros más. Arriba de todo en el Duomo está La Madonnina, una obra en cobre dorado de Giuseppe Perego, elevada hasta ese encumbrado lugar en 1774. La aguja diseñada por Francesco Crocce esa está mucho más alta, a 108,5 metros, eso si que es una proeza mayor que las que se siguen intentando con rascacielos, pero con maquinaria de última tecnología.
El Duomo (viene de Domus Dei, la Casa de Dios) tiene cinco naves, una central y dos laterales de cada lado; se apoya sobre unos cuarenta pilares, todo cubierto de exquisito mármol rosado. Cubre una longitud de 157 metros y puede albergar a 40.000 personas, lo cual puede parece no demasiado impresionante ahora, cuando a poca distancia el estadio San Siro donde juegan el Inter y el AC Milán, acoge al doble de espectadores y no en actitud de pasivo recogimiento. Pero en aquél entonces los arquitectos se la tenían que arreglar sin hormigón vibrado ni vigas de acero ni facultades de ingeniería que te hacen los cálculos justitos … casi siempre.
Cuando trepes a los tejados podrás ver de cerca esculturas que te quitan la respiración y un bosque de pináculos y capiteles nunca visto en otras catedrales.
San Carlos Borromeo, que fue obispo en esta catedral, designó en 1571 a Pellegrini Tibaldi para continuar la obra y entre ambos introdujeron un estilo renacentista más patriótico que el gótico. Algo de milagroso tiene esta catedral, pues también antes y después de Tibaldi los arquitectos desfilaban y cada uno metía su impronta, sin embargo el resultado es todo lo contrario a una ensalada; el rompecabezas terminó bien, mucho mejor que los celos y los tejemanejes en las fuentes de poder.
Si viniste acá para contemplar La Ultima Cena de Leonardo da Vinci, le embocaste a la ciudad, pero le erraste a la iglesia. Está en el Refectorio de Santa María Delle Grazie, también en Milán. Pero en el Duomo también encontrarás muchas obras de arte, particularmente esculturas.
No nos digas que vas a ir a Milán solo para ver el Duomo. No te lo vamos a creer; capaz que fuiste por un partido de fútbol o por una ópera en La Scala. Pero sería imperdonable que no te tomes el tiempo suficiente para apreciar esta maravilla y muchas otras que hay en la ciudad y sus alrededores. Acá te damos algunas webs y blogs que nos parecieron muy utilitarias para preparar tu viaje o para perfeccionar tu estada de negocios.
Guillermo Pérez Rossel
http://www.milanturismo.com
http://www.aboutmilan.com/sobre-milan/transportes-en-milan.html
http://www.viaje.info/milan