El motín de las cortesanas
Ocurrió por acá y no fue filmado, pero es más novelesco que el del Bounty. Eran tiempos en que una jovencita de 17 años la podian condenar a ser arrojada a la costade Australia por haber robado ¡azucar! No extraña que se amotinaran para salvarse de ese destino.
De nuevo Alberto Moroy nos lleva de turismo por la historia, esta vez para conocer más de un episodio inaudito que comienza en Londres, se desencadena en las proximidades de Río Grande do Sul a bordo de una fragata que transporta mujeres convictas y culmina en Buenos Aires, previo pasaje por Montevideo, donde muy rara vez alguien recuerda que esto ocurrió.
Tiene mucho más valor social que el Motín del Bounty por cuanto revela las brutales injusticias que aquejaban a una mujer que no tuviera un marido, más aún cuando había delinquido o al menos sometida a juicios en los cuales su defensa debió ser poco menos que patética. Para darte una idea, una de las amotinadas de 17 años de edad había sido condenada a siete años de prisión por haber robado un poco de azúcar de un almacén y otra había arrebatado pan y tocino. Contra todas estas condiciones luchó Mary Clark, a quien Alberto eleva justicieramente a la condición de heroína.
Por Alberto Moroy
Esta historia poco conocida esta referida al motín del navio «Lady Shore» en el año 1797 en las proximidades de Santos (Brasil) y el posterior abandono de la tripulación en un punto distante 300 km de Rio Grande do Sul. Los amotinados entraron a Montevideo el jueves 27 de agosto de 1797 con bandera francesa, pero las autoridades españolas confiscaron el navío, apresaron a los hombres y distribuyeron a las mujeres entre las familias de ambas orillas del Plata. De las que quedaron de este lado, no sabemos nada, aunque seguro dejaron su impronta en algunos uruguayos desconocedores de sus ancestros, en cambio sobre las de Buenos Aires hay bastante informacion al respecto, pero las circunstancias hacen que nos centremos en una de ellas, cuya historia bien merecería una película, se llamaba Mary Clark.
Durante muchos años pensamos que los motines a bordo sucedían en mares distantes sin tener en cuenta que para muchos navios, el camino obligado hacia el océano Pacifico eran los mares del Sur y para eso tenían como puerto de recalada Maldonado o Montevideo, otros seguían de largo, previo arribo al de Rio de Janeiro. Así era el periplo del HMAV Bounty (His Majesty’s Armed Vessel) cuando bajo el mando de William Bligh el 23 de diciembre de 1787 (10 años antes del motín de Lady Shore) pretendía llegar a Tahití, rodeando el Cabo de Hornos (25 mil km.) sin embargo por una tormenta tomo la ruta de Sur de Africa. Lo que sigue es archí conocido, al menos tres películas se filmaron en relación al motín de Bounty , las primera dos por Clark Gable y por Marlon Brando y la tercera por Mel Gibson, Anthony Hopkins etc (abajo link).
Replica del Bounty / desembarco de los oficiales / maqueta de la proa
Sinopsis
Clark gable ( 1935), sin bigote, pero heroico como siempre
Marlon brando (1962)
Por si quieren visitarlo
http://www.tallshipbounty.org/schedule/
Ubicacion del astillero que construyo la replica
43°50’56.86″N 69°37’51.68″O
La historia continua
Pero no los traje hasta aca para que conozcan la historia del (Bounty) sino la de otro motín que sucedió aqui nomás en aguas brasileñas un poco mas allá del puerto de Santos y cuyo desembarco de la tripulación pudo haber sido en las actuales aguas uruguayas. En agosto de 1797 sale del puerto inglés Falmouth la fragata «Lady Shore» (316 Tons, 50% mas que el Bounty) propiedad de la Compañía de las Indias con casi 170 personas con destino a Botany Bay (Australia). Treinta y tantos días mas tarde, se produce un motín a bordo promovido por soldados irlandeses, franceses y algún alemán y polaco, llevan a la nave a Montevideo. Sesenta y ocho mujeres convictas viajaban a bordo de ésa fragata convenida en cárcel flotante de prostitutas, condenadas por delitos menores y alguna a prisión perpetua. Los amotinados entraron a Montevideo con bandera francesa, pero las autoridades españolas (Virreinato) confiscaron el navío, apresaron a los hombres y distribuyeron a las mujeres entre las familias de ambas orillas del Plata, según el relato de uno de los oficiales, John Black.
Puerto de montevideo 1779/ Nombre, edad, ofensas y pena de las condenadas
Crónica de época (Viaje a Australia)
«Durante el lapso de seis meses que estuvimos anclados en el Támesis se vaciaron todas las cárceles de Inglaterra para completar nuestra carga y cuando zarpamos iban a bordo 245 convictas. Muchas de ellas no tenían mal carácter, la gran mayoría había sido condenada por crímenes insignificantes y una buena proporción sólo por desorden, esto es prostitución (streetwalkers); la colonia en aquel tiempo tenía gran necesidad de mujeres. A una escocesa se le quebró el corazón y murió en el río; fue enterrada en Dartford, era joven y bella pese a su vestido de convicta, pero pálida como la muerte y sus ojos enrojecidos por el llanto (El historiador inglés George Pendle)
Prisioneros a Botany Bay (Australia) Publicado por RBT. Sayer & Co., 1792/Prostitucion en las calles / Robo y posible deportación
Asi viajaban
Las mujeres dormían en la cubierta inferior, justo por encima de las bombas de achique, los desechos humanos y restos de comida eran parte de las aguas servidas que llegaban a la sentina . A pesar de tales dificultades, las condiciones pueden haber parecido preferible a muchas de las mujeres en comparación con aquellos que habían dejado atrás en las prisiones de Londres. Para algunas de estas mujeres, el viaje ofrecía una oportunidad para ellos para mejorar sus posiciones. Las mujeres que se convirtieron en «esposas» de los miembros de la tripulación a bordo de la nave podría obtener acceso a mejores disposiciones y arreglos para dormir. La prostitución no era inusual en Georgia, Inglaterra o en el sector del transporte marítimo.
El Lady Shore
El grueso de la tripulación eran ingleses, habia nueve franceses que organizaron el complot, en especial tres de ellos que eran fervientes partidarios de la república y habían revistado en las fuerzas navales de su país; es decir que tenían conocimientos náuticos y cierta pericia en el manejo de los hombres. Dos alemanes, un suizo y varios irlandeses sirvieron como apoyo ya que ellos tampoco tenían interés en llegar a Botany Bay (Australia). Las versiones indican a las mujeres como instigadoras del motín. En cuanto al resto de los soldados del regimiento, esa madrugada del 1° de agosto estaban profundamente dormidos y no ofrecieron ninguna resistencia luego de ver caer herido de muerte a su capitán.
La madrugada del 1 de agosto de 1797 a cuatro dias de navegación de Rio de Janeiro los soldados y varios de los marineros, se amotinaron. Durante la refriega John Black (oficial del buque) disparó su pistola y le pego al sombrero de uno de los amotinados; estos rápidamente se hicieron cargo de la nave pero durante la lucha el capitán James Willcocks y el primer oficial de puente, Lambert, fueron asesinados. Todos los que no estaban en el motín, incluyendo soldados oficiales y soldados, fueron encarcelados bajo cubierta.
Dos semanas más tarde, durante la tarde del lunes 15 de agosto de 1797, John Black y otros 28 fueron liberados de su prisión, puestos en un bote con su equipaje y algunas provisiones, y dejados en alta mar, se les dio «tres pequeños toneles de agua, que contiene cerca de noventa litros, cuatro bolsas de pan y tres pedazos de carne salada» cerca de cuatro galones de ron » , y para la navegación un cuadrante , y una pequeña brújula de bolsillo. Los 29 náufragos en el bote vela izada y se dirigieron a Río Grande, Brasil , la población más cercana en la costa portuguesa de América del Sur, a unos 300 kilómetros de distancia.
Sobre John Black
http://en.wikipedia.org/wiki/John_Black_(privateer)
El relato es del oficial John black tiene algunas imprecisiones al menos en cuanto a la navegación. Si el motín fue a cuatro dias de Rio de Janeiro, el Lady Shore debería de encontrase al menos a 400 km. de esta, es decir un poco adelante de Santos. Quince dias despues fueron liberados a 300 km de Rio Grande ¿Donde estuvieron los dias que faltan? porque si fuese navegando hubiesen llegado cómodamente hasta Montevideo, peor aun las crónicas dicen que arribaron a esta el 27 de agosto de 1797 lo que hace un viaje de 26 dias, para uno que habitualmente se hacia en menos de 20 (1770 Km, 952 millas náuticas)
En los archivos del Public Record Office (Oficina de Registro Público) se conserva la lista de las embarcadas con sus nombres, tribunal donde fueron juzgadas, fecha y pena impuesta. 57 mujeres fueron sentenciadas a 7 años de prisión, 1 a 14 años y las 10 restantes a prisión perpetua. Posiblemente tambien estuvieron censadas en Montevideo ya que acá se llevaba un pormenorizado detalle de quienes arribaban, todos los emigrantes oficiales (2200), mal llamados maragatos, están individualizados hasta con el color de ojos, altura y demas, en esa fecha.
Londres, robo y detención / Prostitucion callejera
Los amotinados entraron a Montevideo con bandera francesa, pero las autoridades españolas confiscaron el navío, apresaron a los hombres y distribuyeron a las mujeres entre las familias de ambas orillas del Plata. Probablemente existan descendientes en Uruguay, aunque de ellas no sabemos nada, la información se hizo humo. Pero sí se sabe de los que continuaron hasta Buenos Aires. Algunas cayeron en la prostitución, pero otras lograron afincarse en estas tierras, como Mary Clarke («Doña Clara, la inglesa») quien se casó con el capitán Taylor y en 1810 abrió el primer hotel de Buenos Aires, en la actual 25 de Mayo, entre Corrientes y Sarmiento.
La increíble historia de Mary Clarke
La leyenda decía que Mary era una mujer hermosa y había tenido una relación amorosa con el capitán del buque a quien mató con sus propias manos. Al arribar a Montevideo Mary declaró ante las autoridades españolas estar casada con el Sr. Lochard a quien había conocido a bordo. Lochad era un suizo-alemán y ex oficial al servicio de Francia quien fuera obligado por los británicos a enlistarse en el Regimiento de Gales del Sur. En 1798, la Sra. Clarke y otras convictas fueron transferidas por orden del Virrey español desde Montevideo a un edificio llamado la Residencia en Buenos Ayres, establecimiento donde eran depositadas las mujeres acusadas de delitos, insanas, chinas e indias o de vida libertina. Lochard fue liberado al año por las autoridades.en enero de 1799.
Asi debería ser Mary Clarke / Buenos Aires 1790
Darwin 1832
«Junto con el capitán Fitz Roy visitamos a doña Clara o Mrs. Clarke. La historia de esta mujer es extraordinaria. Alguna vez fue muy hermosa. Embarcada por un crimen atroz, conviviría a bordo con el capitán. Poco antes de llegar a la latitud de Buenos Aires conspiró con otras mujeres convictas, para asesinar a todos a bordo, salvo unos pocos marineros. Mató al capitán con sus propias manos y con la ayuda de algunos marineros condujo el barco hasta Buenos Aires. Aquí se casó con una persona de gran fortuna a quien heredó.
El alcalde del cuartel nº 13 que comprende el barrio circundante a la iglesia de San Miguel consigna que en la casa de don José Bidal, situada frente a la iglesia, habita don Rosendo del Campo, asturiano de 47 años, su esposa «doña María Clara Jonson» ( Mary Clarke) de 29 años y cuatro criados de color. Rosendo del Campo murió alrededor del año 1808 y la nombro heredera.
Sabemos que la Sra.Clara estuvo enferma durante un cierto período pero que luego se recuperó y se transformó en una mujer muy respetada y de fortuna que acostumbraba a liberar a sus esclavos. Incluso se hizo cargo de la hija natural de una de las convictas ( Srta. Jane Grigg ) quien fuera abandonada por su pareja británica. Desgraciadamente, la Sra. Clarke fue litigada cuando le vendió un esclavo al Sr. Melchor Fernández, chantre de la Catedral sin advertirle que el mismo era un ladrón. En esta oportunidad es que aparece por primera vez oficialmente casada con Thomas Taylor.
¿La fonda de Mary Clarke o de Taylor?
En ese entonces existían en Buenos Aires dos posadas bien conocidas: la Fonda de los tres Reyes, de un genovés llamado Juan Bonfillo y la de la Sra. Clarke o La Fonda de la
Inglesa donde se alojaban principalmente británicos. Ambas estaban situadas en la calle del Fuerte (hoy 25 de Mayo) media cuadra al norte del Fuerte de Buenos Aires (entre las calles Piedad y Cangallo). La Fonda de los Tres Reyes se hallaba en la vereda de los números pares y la Fonda de la Inglesa sobre los impares.
¡Duelo histórico entre las fondas! (21 de Noviembre de 1814)
En Buenos Aires Tomás Taylor se hizo dueño de una posada. En ella se alojó el coronel chileno Luis Carrera, con la desgracia de que en otra, situada al frente, se hospedó su adversario Mackenna. Carrera decidió retar a duelo a Mackenna para lo que solicitó a Taylor que hiciera de portador del desafío. Taylor tenía en gran consideración a Carrera, en razón de los elogios que les hacía el cónsul Poinsett, por lo que aceptó la comisión y se ofreció para servirle de padrino en el duelo, el que finalmente se llevó a cabo y resultó en la muerte de Mackenna.
Los Salones de Comercio Británicos le alquilaron el edificio a Clara desde 1811 hasta 1822 cuando fue vendido. El Sargento Mayor de Marina Thomas Taylor falleció en octubre de 1822. Su viuda se trasladó entonces a la casa de don Cornelio Saavedra hasta febrero de 1824. La Sra. Clara y los Salones de Comercio Británicos volvieron luego a la calle del Fuerte Nº 47. El 20 de octubre de 1829 el British Packet anunciaba que la viuda Taylor ya no vivía más en los Salones de Comercio Británicos y que se había mudado a una pequeña pero elegante casa en la calle 25 de Mayo cercana al Retiro donde recibiría todas las atenciones y felicidad que su filantropía le había ganado.
Acostumbraba celebrar su cumpleaños (el Día de Santa Clara) con importantes invitados. En dichas recepciones exclusivas podía encontrarse a Manuelita, hija del gobernador de Buenos Aires don Juan Manuel de Rosas, al Comandante Maza de la artillería naval y a don Juan P. Esnaola. En 1842, celebró nuevamente su Santa Clara pero decidió reescribir su testamento (lo cual había hecho en varias ocasiones). La Sra. Clara, una devota católica, nombró a María Josefa Ezcurra y al párroco de la Catedral como albaceas dejando su fortuna a varias parroquias, especialmente al Convento de las Catalinas. Sabemos que a partir de 1822, la Sra. Clara supo recibir una pensión de 200 libras procedente de la London Royal Insurance Company.
Esta increíble mujer de 70 años de edad, que había tenido un comienzo tan difícil en su vida, falleció un 29 de julio de 1844 siendo querida, respetada y rica. Fue enterrada en el Cementerio de la Recoleta en medio de una gran ceremonia. El cortejo ostentaba dos coches fúnebres que era el máximo que autorizaba Rosas. Al día siguiente se realizaron los funerales en la Catedral Metropolitana en medio de una enorme asistencia.
Interesante y completa lectura sobre Mrs. Clarke y sus tres maridos