La ciudad de Lutero y la rebeldía contra las indulgencias
Desafío a encontrar a alguien con un nombre más breve y musical que el de mi compañero Dirk Epp. Con dos sílabas los padres arreglaron nombre y apellido. Dirk seguramente estaba en ese lugar anticipándose a los actos con que el 31 de octubre de 2017, Wittemberg conmemoró los 500 años de su rebeldía contra las indulgencias.
Arriba, la puerta donde se supone que Lutero estampó el graffiti más influyente de la historia. Si estás esperando una diatriba contra el catolicismo, sofrená los ánimos. Quinientos son muchos años y todo encono ya debería estar enterrado bajo un enorme manto de tolerancia. No se puede juzgar con ojos de hoy, lo que ocurrió en un momento en que la gente creía que un corro de brujas podía estar esperándote tras los árboles de un bosque que hace centurias no existe y en las noches algún súcubo (o íncuba) podría asaltarte en tu lecho donde preservas celosamente tu virtud (más vale cállate, que no convencés a nadie).
En fin que uno entiende las razones de Lutero, como las de los demás reformistas… pero mirá que apenas tuvieron poder, ellos también cometieron gravísimos crímenes en supuesto nombre de la voluntad divina. Porque el problema en este mundo no son las religiones, sino quienes se apoderan de ellas y un día prenden fuego a uno en nombre de Cristo y otro día atropellan una inocente multitud en Barcelona, creyendo que con eso irán al cielo. En todo caso, ¿quién soy yo y quienes somos todos, para juzgar cosas que ocurrieron hace exactamente medio milenio? Y si las religiones están ahí, es quizás porque son reales, porque la humanidad las necesita o porque algo superior a nosotros las impone.
Tras las huellas de Lutero en las ciudades relacionadas con su vida
Por si faltaba remarcarlo, el nombre oficial de la ciudad es Lutherstadt Wittenberg, es decir ‘Wittenberg Ciudad de Lutero’. Ahí se inició la Reforma Protestante; fue en la puerta de iglesia de Todos los Santos, la Schlosskirche («iglesia del Palacio»), que Lutero clavó las 95 tesis en 1517. La iglesia fue católica romana cuando la erigieron en 1489 y esa puerta original de madera con tanto significado para los protestantes, quedó destruida por un incendio desatado 1760 a consecuencia de un bombardeo francés durante la guerra de los Siete Años. La iglesia fue reconstruida y restaurada años más tarde (1885-1892), pero para entonces era un templo decididamente luterano. Las puertas de madera, quemadas en 1760, fueron sustituidas en 1858 por puertas de bronce que llevaban esculpido el texto latino de las tesis. Dentro de la iglesia están las tumbas de Lutero y de Philipp Melanchthon, de los electores Federico el Sabio (por Peter Vischer, 1527) y Juan la Constante (por Hans Vischer), y los retratos de los reformadores realizados por Lucas Cranach el Joven.
En los hechos, hoy estamos ante una nueva reforma, tan radical como aquella, pues si bien lo que se conmemora el 31 es el nacimiento de las ramificaciones protestantes del cristianismo, como una iracunda reacción contra el mercantilismo mezclado con las cosas del alma, la ciudad muestra tempranamente una variante ultramoderna de lo mismo. En las tiendas y puestos ubicados en las calles que conducen a la Markplatz, la plaza donde están las estatuas de Lutero y Melanchton, se vende de todo. No se venden indulgencias, pero se consigue Lutherbrodt, es decir, Pan de Lutero aderezado con jengibre, ositos de peluche, licores y galletas con la imagen del reformador tal como lo retrató Lucas Cranach. Además, calcetines y cojines con algunas de sus sentencias más famosas como “Hier stehe ich, ich kann nicht anders” (Aquí estoy, no puedo obrar de otra manera). “En el ámbito alimentario, hay a la venta incluso Lutherpasta y Lutherburger, especialidades que habrían dejado a Lutero boquiabierto”, hace notar La Vanguardia de Barcelona.
El récord es la figurita de Playmobil de Lutero, vestido de negro, con pluma y Biblia abierta –el teólogo tradujo la Biblia al alemán, y fijó así el estándar de la lengua alemana–, que ha sido tomada al asalto por niños y coleccionistas en toda Alemania. La empresa ha vendido más de 750.000 figuritas, un récord juguetero en el país. Otro tanto ocurre en la ciudad de Eisleben, también denominada la Ciudad de Lutero porque allí fue donde nació. Su vida transcurrió en Alemania central y en Wittenberg se instaló recién en 1512 para doctorarse en Teología. Fue cinco años más tarde, en 1517, cuando publicó sus 95 tesis contra la venta de indulgencias. No pretendía una ruptura con la iglesia católica, sino una reforma… pero los tiempos y las iras llevaron a un camino sin retorno hacia las batallas y las matanzas.
La Biblia de Lutero
Ahora discuten que esas tesis se hayan clavado en la puerta de esa iglesia, pues él en realidad predicaba en la Stadtkirche St. Marien, a poca distancia. Y hasta se asegura que Lutero no clavó nada ni él, ni ningún artesano mandado por él, sino que las publicó y las difundió. ¡Ay Gutenberg, nunca hubieras imaginado que tu imprenta produjera casi tantas muertes como la peste bubónica! ¿Debería llamarnos la atención que mientras en la Europa del norte la gente andaba descubriendo estas contradicciones filosóficas, desde la Europa atlántica salían barcos y barcos para descubrir, masacrar y explotar indígenas americanos, todo en nombre de Dios? Fue un momento de la historia, felizmente sin retorno, que cambió para siempre este planeta en que vivimos… en occidente, porque en el mundo islámico parece rebrotar.
Lutero y Melanchthon
En todo caso y a la distancia, todo eso no cambia nada. El cristianismo vivió un nuevo cisma, se ramificó y brindó nuevas opciones a los creyentes. Siguió la Ilustración, la Industrialización y, claro, el Capitalismo que hoy impera y que no luce simpático, aunque parece consolidar las conquistas sociales que cursaron paralelamente. La ciudad recibió medio millón de turistas. Para actividades relacionadas con el aniversario se invirtiò en la ciudad 50 millones de euros, de procedencias diversas. Nosotros enviamos a mi amigo Dirk como un adelantado.
Está habilitada la Exposición lutero, una de las tres grandes realizaciones de Alemania para conmemorar la Reforma. Las otras dos son: El efecto Lutero, sobre su impacto en el mundo, en Berlín; y Lutero y los alemanes, en el castillo de Wartburg, en Eisenach.) Pero la ciudad en sí es un tesoro.
Tiene unos 50.000 habitantes, se conserva parte del monasterio de los Agustinos, en el cual vivió Lutero primero como monje consagrado y luego de la Reforma que impulsó, con su esposa y sus seis hijos. Porque si vamos a reformar, hagámoslo a fondo. También perdura con muy pocas modificaciones, la iglesia de Santa María, donde predicaba Lutero. La magnífica pintura que allí se destaca no es de Lucas Cranach el Joven , sino del Viejo, su padre. No son las únicas valiosas pinturas y, como remate, en la misma iglesia hay una fuente que se asigna a Hermann Vischer.
Otro edificio destacado en los tiempos de Lutero es el Palacio Electoral, que sufrió daños en 1760 y hoy solo contiene archivos… aunque puede visitarse. El paseo por lugares históricos y destacables, incluye la casa de Philipp Melanchthon, el otro reformador religioso y catedrático de Teología Bíblica en Wittenberg que ejerció notable influencia en Martín Lutero y asumió el liderazgo de la causa luterana cuando el fundador fue confinado en el castillo de Wartburg.
No menos infaltable debe ser la casa de Lucas Cranach el Viejo, un personaje que junto con su hijo, son para el arte, una referencia tanto o más importante en la ciudad. De una fe religiosa inicialmente católica, dice la Wikipedia, Cranach el Viejo pasó a apoyar fervientemente el luteranismo, promoviendo con sus retratos y grabados la fama internacional de Martín Lutero y Philip Melanchthon. En algunos grabados, Cranach pareció ridiculizar al papa y a la Casa de Habsburgo. A raíz de la derrota de las tropas protestantes ante Carlos V en la batalla de Mühlberg (1547), el elector Juan Federico I de Sajonia fue apresado y enviado al exilio a Weimar, y Cranach le acompañó por voluntad propia. En tales circunstancias el pintor falleció en el año 1553.
Veamos la referencia que en la biografía de Cranach el viejo describe a un desnudo femenino que representa a una Venus, con una gargantilla y una gasa transparente como única vestimenta. Dicen que fue rechazado por cuestiones de pudor para integrar una exposición, por la compañía que administra el Metro de Londres, pero no hace cientos de años sino en 2008. Ahora y con franqueza, ¡qué fijación con el nudismo no solo por los Cranach sino por todos los artistas de ese entonces! Como si fueran enemigos a muerte de la industria textil y de las costureras.
La Plaza del mercado es un hito urbano, con frente al antiguo ayuntamiento, la iglesia de la ciudad y la estatua de Martín Lutero. En realidad la ciudad no solo vio el nacimiento del movimiento Luterano, pues también allí fue uno de los reductos del movimiento anabaptista. Sus conductores tuvieron un encontronazo con el reformador cuando se inclinaron al rechazo del bautismo, en tanto que los luteranos lo mantenían como una sagrada tradición. Fueron condenados, naturalmente. O lo aceptás todo, o estás fuera.
Antes de todo esto, la vida no fue cómoda en la ciudad, bombardeada por los austriacos en 1760, ocupada por los franceses en 1806 y vuelta a fortificar en 1813 por orden de Napoleón Bonaparte. En 1814 fue asaltada por los prusianos a las órdenes de Tauentzien, que recibió el título de von Wittenberg como recompensa. En 1815 Wittenberg pasó a formar parte de Prusia y continuó siendo una fortaleza de tercera clase hasta que fuera desmantelada en 1873 al reorganizarse las defensas alemanas después de la fundación del nuevo Imperio. Pero todo tiene su recompensa, pues se salvó casi por completo durante la Segunda Guerra Mundial. Casi por completo… como lo demuestran los impactos de bala visibles en las estatuas de Lutero y Melanchthon.
Guillermo Pérez Rossel
https://es.wikipedia.org/wiki/Wittenberg
http://www.wittenberg.de/index.php
https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Todos_los_Santos_(Wittenberg)
http://www.dw.com/es/mart%C3%ADn-lutero-el-monje-que-cambi%C3%B3-el-mundo/a-36213755
http://www.azureazure.com/es/viajes/ruta-lutero-alemania