El castillo más embrujado del mundo
Mirá que estos ingleses, tan gentiles y elegantes, que inventaron nuestra civilización industrial, en otros tiempos emparedaban, destripaban y descuartizaban gente cuando el clima no se prestaba para el golf.
Quizás fue tanta barbaridad junta lo que los hizo tan educados y elegantes, como un acto de contricción. O quizás fueron los fantasmas quienes los condujeron a un cambio tan radical que hoy son un ejemplo de convivencia. Pero como los fantasmas son eternos, ahí andan en decenas de castillos embrujados. Y esa es otra diferencia: en el resto de los países, los fantasmas deben contentarse con casas embrujadas, pero a un fantasma inglés no lo conformás con menos de un cinco estrellas.
El Castillo de Chillingham tiene fama como “el castillo más embrujado de Inglaterra” y por tanto, también del mundo. El más famoso de sus fantasmas es el “Muchacho Triste” quien todavía grita su agonía a medianoche en un pasaje oscuro que conduce … a un buffet auto-servicio convenientemente ubicado como para ahogar el miedo en exquisita cerveza inglesa acompañada por bocaditos. Porque como ya habrás imaginado, tantos fantasmas no pueden convocar a otra cosa que al turismo y a las convenciones, pues el castillo también se arrienda para convenciones de gente incrédula.
Andá mirando la web oficial del castillo (http://www.chillingham-castle.com) mientras te contamos algo más sobre el Muchacho Triste, que es algo más que una leyenda truculenta. Hace pocos años se descubrieron los huesos del muchacho ocultos tras una pared en una habitación contigua a donde suelen escucharse sus gritos.
http://www.youtube.com/watch?v=WTTjQmQvLEs
No es el único emparedado pues, sin desmerecer otras opciones, amurar vivas a las personas era una de las especialidades de los sucesivos propietarios del castillo. Uno de ellos es el “Chico Azul”, denominado así por el halo de luz que aparecía sobre una de las camas mientras se escucha un fuerte aullido. Hubo múltiples testimonios de esta fantasmal experiencia, que cesó cuando durante unos trabajos de remodelación, encontraron los cuerpos de un hombre y un joven atrapados dentro de un muro de 3m. de espesor y los retiraron para darles cristiana sepultura. Eran azules los restos de la ropa del joven.
Por ahí andan también los fantasmas de John Sage que era un antiguo torturador y encontró su merecido y el de Lady Mary Berkeley, cuya historia es tan romántica como apasionante. A este fantasma también se lo identifica como la Dama Gris cuya presencia se hace notoria cuando un escalofrío te recorre el cuerpo mientras caminás por cualquier parte del Castillo, porque esta no hace cuestión geográfica en sus apariciones. Parece que Lady Mary todavía busca a su esposo, Lord Grey de Wark y Chillingham, quien huyó con la hermana de Mary abandonándola para siempre. Las cuñadas son lo peor. En fin, no hay como ir al castillo, que además se justifica por muchas otras cosas, como para interiorizarse y tener alguna vivencia fantasmal, si cabe el término.
Lady Mary, su hermana Henrietta y el fantasma que busca a su marido. Te digo que uno no justifica, pero al menos entiende, pues hay poca gente con tanto buen gusto como un inglés.
No son los únicos ni remotamente, no por nada se le denomina el castillo más embrujado del mundo, pero la mayoría de los otros fantasmas son menos ilustres, apenas decapitados como tanta otra gente por tantas otras razones, si es que debiera haber alguna. Si querés profundizar un poco, te recomendamos http://sobreleyendas.com/2011/04/27/los-fantasmas-del-castillo-de-chillingham
El castillo originalmente era un monasterio a finales del siglo XII. Ocupaba una posición estratégicamente muy importante en la época medieval: se encontraba en la frontera entre dos naciones feudales. Se usó como punto de partida para las tropas inglesas que entraban en Escocia, pero también fue repetidamente atacado y sitiado por las tropas escocesas y asaltado en las partes que daban al sur. El lugar contiene un foso, y en algunas partes las fortificaciones eran de 3,6 metros de grosor.
En 1344 el Rey Eduardo III dio licencia al castillo para poder construir almenas, transformándolo en un castillo fortificado plenamente, de forma cuadrangular. Muchos reyes, nobles y grandes personalidades permanecieron o pernoctaron en él como conveniente escala de sus viajes hasta que la unión de las dos coronas disminuyó la necesidad estratégica de contar con una fortaleza militar en ese lugar. El foso se rellenó y las almenas se transformaron en alas residenciales; como complemento se construyeron un salón de banquetes y una biblioteca, pues ahora se prefieren entretenimientos menos cruentos que el destripamiento de huéspedes.
El que una vez fue un gran parque, ahora bajo propiedad separada del castillo, es el hogar del famoso ganado salvaje de Chillingham.
Durante la II Guerra Mundial el castillo se usó como cuartel. Durante este tiempo, se dice que la mayor parte de las maderas decorativas fueron arrancadas y quemadas por los soldados que allí vivían. Tras la guerra el castillo empezó a caer en mal estado. El plomo del tajado fue retirado y esto causó graves daños al edificio debido al clima. En la década de 1980, el castillo fue comprado por Sir Humphry Wakefield, 2º Barón, cuya mujer Catherine es descendiente de la familia Grey de Chillingham. Ellos iniciaron una minuciosa restauración del castillo. El castillo ahora es administrado como una casa de campo-hotel por los Wakefield.
Los propietarios están rescatando muy bien su costosa inversión que salvó un castillo que debía rescatarse no solo por las leyendas. Ofrecen entre otras cosas, un “Ghost Tours” poco menos que con apariciones aseguradas en las visitas personalizadas que pueden contratarse por el teléfono 01668 215359 o haciendo contacto desde su web cuyo link ya suministramos. Hasta puede contratarse alguna pernoctada o una vigilia en habitaciones frecuentadas por fantasmas. Y como se ve en la foto, hay parejas a quienes les gusta invitar fantasmas a su matrimonio. En el mes de octubre, mes de Haloween, hay promociones especiales.
Guillermo Pérez Rossel