El archipiélago es un paraíso que solo visitan 6.000 personas al año. Sin embargo, hay muchas razones para viajar hasta allí. Algunas de ellas son aterradoras.

A 70 años de la bomba atómica, corresponde recordar este tan aterrador como increíble episodio, así como averiguar en que terminó el islote y el archipiélago al que pertenece.
.Reconozco que mi memoria había hundido en el olvido a Betio, hasta que lo recordó hace  tiempo un excelente editorial de Matías Chlapowski (http://www.elpais.com.uy/opinion/bomba-atomica-enfoques-matias-chlapowski.html). Relata Matías que el 20 de noviembre de 1943 había en el islote 4.601 japoneses, de los cuales 2.571 eran de la infantería naval, 2000 eran civiles que estaban construyendo una pista de aviación y el resto eran mecánicos de la fuerza aérea. Contra ellos Estados Unidos lanzó 5 portaaviones y 3 acorazados integrantes de una flota de 50 navíos, desde los cuales desataron un infierno de bombas y de ataques aéreos. Luego, desembarcaron 19.000 infantes de marina. La denominaron la Batalla de Tarawa, para identificarla con el atolón más conocido. ¿Parece desmesurada la cantidad de efectivos utilizada por los estadounidenses? Veamos.

El ataque duró cuatro días y de hecho no hubo rendición sino aniquilación. En la batalla murieron 4.455 de los 4.601 japoneses. Los civiles lucharon tanto como los soldados y los que sobrevivieron estaban casi todos heridos, mutilados, quemados, algunos estaban ciegos y otros tenían sus tímpanos reventados. Aún con esa inferioridad numérica, los norteamericanos tuvieron unas 3.400 bajas, 1.115 muertos… a pesar de que la suerte corrió a su favor.

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Comenta el editorialista que el contraalmirante Shibasaki, a cargo de la isla, resultó muerto el primer día al ceder su búnker para armar allí un hospital. Por otra parte, el destructor USS Ringgold, que estaba apoyando a los marines en la playa de desembarco, recibió dos impactos de cañones de grueso calibre, cuyos proyectiles atravesaron la nave sin explotar, lo cual le permitió continuar con su apoyo logístico.

Las fotos y los videos  son elocuentes acerca del estado en que quedó ese islote, parte del atolón de Tarawa, que había pertenecido a Gran Bretaña hasta que fuera capturado por Japón. Tiene unos 5 km. de largo y unos 500 metros en su parte más ancha, no tendría utilidad alguna… a no ser por esas medidas que lo hacían ideal para la construcción de una pista de aterrizaje y una base aeronaval. Eso es lo que era cuando la atacaron, aunque el aeropuerto no estaba terminado debido a los retrasos que provocaban los submarinos norteamericanos.

.Después del ataque a Pearl Harbor, la estrategia de EEUU consistió en aproximarse lo más posible al territorio japonés, sin perder fuerzas ni tiempo en objetivos intermedios bien defendidos, como Taiwán. La idea era original era ablandar la defensa de Japón para luego proceder a una invasión. Pero la resistencia suicida en Guadalcanal y Nueva Guinea, permitían prever que las bajas norteamericanas serían enormes. La carnicería de Betio (Tarawa se llamó a la batalla) fue lo que terminó de convencer a los norteamericanos que una invasión a Japón era poco menos que imposible.

.En febrero de 1945 ocurrió lo de Iwo Jima, donde tras 34 días de batalla con curso semejante a Tarawa, Estados Unidos obtuvo la victoria… pero sufriendo más bajas que los japoneses. Las bajas norteamericanas fueron de 24.480 soldados, en tanto que las de los japoneses sumaron 20.703. La diferencia fundamental, igual que en Betio, consistió en que no murieron más japoneses porque no había. Solo sobrevivieron 216 maltrechos habitantes de la isla, que también era una base aeronaval.

.A esta altura podrás decir que esa justificación de la bomba atómica no deja de ser un pretexto. ¿Hay algún argumento que justifique una bomba atómica? Pero deberás conceder que hay elementos de juicio como para entender a Truman cuando dio la orden en agosto de 1945… en dos oportunidades. ¿Cómo explicar esa actitud patriótica extrema de los japoneses? Ningún otro país del mundo es capaz de combatir hasta su exterminio absoluto, como parece que era el caso en esos años de Japón.

.¿Estamos ante una heroicidad extrema? En parte sí, pero esas son las cosas que pueden ocurrir cuando hay una religión de Estado y cuando los preceptos espirituales se confunden con la conveniencia gubernamental de sostener la divinidad del Emperador y fusionarla con la identidad nacional. Esta derivación del sintoísmo surge en la era Meiji y continúa hasta la Segunda Guerra, luego de la cual la religión recupera su sentido espiritual inicial, totalmente disociado del militarismo.

.Pero eso le costó a Japón dos bombas atómicas y millones de muertos, tras lo cual nos encontramos con este admirable país que vemos hoy. Más allá de todo esto, esos militares japoneses serían heroicos, pero cometieron horrorosos crímenes en casi todos los territorios que ocuparon. De manera que a esos militares la postura de víctimas les queda holgada; lo que realmente impresiona hasta la admiración es la disposición de los civiles.

Aquél gigantesco hidroavión-bombardero-transporte, seguramente terminó como este otro fotografiado en la actualidad.

Poner a Japón como “el malo” de la región no es legítimo en absoluto. El país estaba prácticamente bloqueado por las potencias occidentales y por Rusia, país con el cual ya había entrado en guerra. En fin, fue un período deplorable en la historia de la humanidad, nadie fue enteramente inocente y nadie fue enteramente culpable.
El último párrafo del editorial, me resultó admirable: “En menos de una generación Japón se convirtió en una potencia económica mundial; Hiroshima y Nagasaki son hoy grandes ciudades con parques y arboledas. Atrás quedó el horror de la bomba y aquella cruel pero estratégica decisión norteamericana que finalizó la contienda”.

Betio/Tarawa,  antes y ahora
La historia de hoy comienza a continuación de ese párrafo. ¿Qué paso con el islote? ¿En qué situación está el atolón de Tarawa? Pues bien, Tarawa se convirtió en la capital de la república de Kiribati, un país con una superficie de 3 millones de kilómetros cuadrados… de las cuales solo emergen del Océano Pacífico 811 kilómetros cuadrados, a pesar de lo cual tiene 103.000 habitantes. Eso lo convierte en un país superpoblado y económicamente tan frágil que depende de la ayuda de Gran Bretaña y Japón, desde que el coco, su principal producto de exportación, bajó de precio junto con todos los productos agrícolas. Se independizó del Reino Unido en 1979 e instaló una pacífica república parlamentaria, que usa al dólar australiano como moneda de curso.

Antes de concederle la independencia a una nación deficitaria (¿y si hubiera sido próspera?) los británicos se mandaron la barrabasada de c0nvertir al archipiélago en zona experimental para bombas de hidrógeno. Estallaron una en 1957 y otra en 1962, naturalmente en atolones despoblados… pero lejos de su territorio.

Son 33 atolones (entre los cuales está Betio) y una isla volcánica denominada Bonaba. Ese volcán es la parte más elevada del país (81 metros), el resto emerge apenas 2,5 metros, razón por la cual algunas de sus islas ya comienzan a desaparecer debido al aumento al nivel del mar por el calentamiento global. Tan amenazante es la situación, que desde 2012 hay gestiones para comprarle territorio a Fiyi para trasladar a la población más amenazada. Aseguran que solo restan 50 años para llegar a esa situación extrema.

.Te diré que es un hermoso lugar para visitar y te propondré como fecha, el 30 de diciembre de éste o de cualquier otro año, para poder ser el primero de tus amigos en celebrar el Año Nuevo. Y digo el 30, porque si no tenés en cuenta el huso horario y la dirección en que estás volando, podés llegar un día más tarde. Porque las islas kiribatianas son el territorio más oriental del mundo. Das un paso y estás en el territorio más occidental ¡no me digas que no es una originalidad tanto o más extraordinaria que la línea ecuatorial! El 1º de enero de 1995 se movió una sección de la Línea Internacional de cambio de fecha, para incluir en occidente a las islas que quedaban del otro lado del año, todo a los efectos de que el país entero viviera en el mismo día.

Ahora, vos te preguntarás para qué ir hasta el otro extremo del mundo, fuera del interés un poco cruento de revivir uno de los más terribles episodios de la Segunda Guerra. Pues bien, ¿viste esas pilas bautismales que parecen la cubierta de una almeja gigante? Pues eso es lo que son. Alcanzan ese tamaño en la mitad de su vida, que puede ser de 70 años y 70 cm., un centímetro por año.. Su interior puede alimentar a una familia isleña entera. Pues bien, esas pilas butismales proceden de aquí, buscarlas y recolectarlas es una de las actividades que podés realizar en estas islas primitivas, pero paradisíacas.

No lo podrás creer: este es el aeropuerto al que llegarás. ¿Y qué querías con 6.000 visitantes por año? Tampoco te voy a engañar diciéndote que todo es barato, pues poco o nada puede producirse en un territorio que varias veces al año queda prácticamente anegado por el agua salobre del Pacífico. En cuanto a la higiene… la mayoría de las islas parecen creadas ayer por la mano de Dios… pero hay zonas donde es imposible mantener limpias zonas muy pantanosas.

Cuando llegues al aeropuerto internacional de Bonriki, grupos de jóvenes te recibirán con una danza de bienvenida. Pertenecen a la etnia isleña dominante, en la cual está representada un 97,7% de la población. Apenas un 0,2 % son europeos, así que serás una rareza. Los habitantes de Kiribati son de extracto de Melanesia y Polinesia.

Todas las fuentes coinciden en asegurar que los lugareños son amables, hospitalarios y de trato fácil, pero no son sumisos para nada y reaccionan como hay que reaccionar cuando el extranjero se pone prepotente y grosero. Lo bien que hacen. Hablan un dialecto de Micronesia, el I-Kiribati, (ee-kee-ree-bus), pero Inglés se utiliza bastante universal.

Una maneaba comunal, una casa familiar y un menú bastante habitual.

La maneaba o mwaneaba es el centro de la aldea, dice la wikipedia (mirá mi apunte abajo). La maneaba es la «pieza maestra» de la cultura local. Igual que las casas, tiene forma rectangular. El arquitecto de la maneaba es, generalmente, un anciano quien aprendió su oficio gracias a la experiencia y tradiciones en su familia. A este anciano también se lo podría considerar como un brujo, ya que la construcción de la maneaba requiere una invocación al espíritu llamado Anti. La maneaba se adapta bien al clima de la isla y a su función. El techo está sostenido por columnas de piedra a la altura del hombros.

Los hoteles también son escasos. Acá tenés uno de ellos, siempre atendidos por gente muy cordial. El hotel es el lugar ideal para alquilar una embarcación con un guía para ir hasta la Isla Navidad, el lugar a dónde todos concurren para celebrar la festividad.

También te aconsejarán dónde encontrar las playas más hermosas (difícil es encontrar una que no lo sea), las lagunas más azules, los lugares más recomendables para el buceo, los escondites de las colonias de peces perseguidos por las aves marinas y, naturalmente, una de las principales razones para llegar hasta aquí: ver los restos de esa maldita batalla que tantas vidas costó.

No tengo que decirte que los atolones coralinos que conforman todas las islas menos una, son un regalo para los amantes de la naturaleza y del buceo. Pues bien, acá tendrás la mayor concentración de formaciones coralinas y el mayor atolón de todo el mundo (Kirimati). Alguna de las islas es un anillo de coral que encierra una hermosísima laguna dentro… imposible no querer ir allí.

Este rincón del Pacífico es uno de los preferidos para todos aquellos que disfrutan con el avistamiento de pájaros. La mejor época es de junio a diciembre. En Phoenix Islands existe un área protegida donde se concentran una gran cantidad de aves exóticas, así como 150 especies de coral y 500 de peces. Es necesario solicitar un permiso gubernamental para acceder a este santuario.

Olvidaba decirte que son mayoritariamente católicos, cosa que no deja de ser curiosa en lo que fue una posesión británica

En varias islas, pero principalmente en Abatao, se pueden conseguir tours culturales que permiten convivir algunas horas (y hasta algunos días) con familias locales. Algunas de estas familias ofrecen una alternativa a alojarse en hoteles, pero antes de aceptar la oferta, deberías estar seguro de que podrás seguirles el paso en sus hábitos alimentarios. No es que sean faltos de higiene o inadecuados, es que son absolutamente diferentes y luego del primer día te pueden resultar un poco agresivos.

En fin, si querés conocer, tenés que arriesgar y si vas a  arriesgar, lo mejor es que lo hagas con gente tan comprensiva y servicial como esta. Eso es lo que dicen.

Guillermo Pérez Rossel

Como es usual, en TripAdvisor encontrás toda la información necesaria para llegar, alojarte, comer, conseguir barcos y excursiones y leer comentarios de otra gente que allí ha llegado: http://www.tripadvisor.com.ar/Tourism-g294121-Republic_of_Kiribati-Vacations.html