A la playa en 1917
Punta del Este no se necesitaba porque Montevideo era el balneario chic de la región. A veces uno desmerece lo que tiene cerca; entonces Alberto Moroy nos lleva de paseo al tiempo en que la ciudad era valorada con justicia… y el agua era casi tan cristalina como ahora en el este.
Claro que igual que ahora, ese recuerdo idílico tiene manchones: resulta que ese hermoso mirador donde termina Propios en el Buceo, es en realidad una montaña de basura que el municipio de entonces ¡arrojaba a la playa! Pero todo el resto era tan memorable como lo recordaba el abuelo del Editor, quien con un amigo de pesca, construyó la primera casa de Playa Honda. En absoluta soledad, al arquitecto sin embargo se le ocurrió ponerle claraboya, lo que era una sorprendente incongruencia. Pero su ubicación era inmejorable y su nieto la disfrutaba cuando tomaba un trolleybus que lo dejaba casi en la puerta. «Ahora es fácil, comentaba mi abuelo, «cuando la construímos teníamos que ponerle cadenas a las ruedas de los autos para poder llegar por encima de los médanos». Ahora sí va el artículo, inspirado en un relato de la época.
Por Alberto Moroy
Esta magnifica postal coloreada de la rambla de Pocitos, que ven en la portada, dice: «Ayer por la tarde paseamos por esta rambla», es del año 1920 ( Est.) y refleja claramente la admiración que sentía, quien la envió. Lo que sigue tratara de rescatar del olvido una época pasada que más de uno, le gustaría haber conocido de primera mano.
Encontré este interesante relato cuyo titulo dice «Montevideo y sus Playas» (1917) del Sr Roberto J. G. Ellis y que sirve de marco a una recopilación de fotos de época que seguro disfrutarán. Comienza el relato.
A Carrasco se llegaba solamente por la Unión, tomando después el Camino Carrasco y al llegar a La Cruz, había que ir por el antiguo Camino Ferreira, hoy Avenida Bolivia hasta llegar a los Portones y penetrar por las avenidas Juan Maria Pérez (Hoy Av. Juan Bautista Alberdi) y Av. Alfredo Arocena, hasta llegar a la rambla que tenia apenas unas pocas cuadras.
La cruz Camino Carrasco y Av. Bolivia 34°52’21.41″S 56° 5’48.07″W Los Portones 34°53’8.06″S 56° 4’55.38″W
Portones 1919 /Playa Carrasco 1914
La grandiosidad de su playa, de fina arena blanca, era un espectáculo inolvidable. En cuanto a las residencias de aquella época, muchas de las cuales se conservan, eran contadas. Pero no es precisamente el Balneario Carrasco, cuyo renombre ha pasado nuestras fronteras a lo que quiero referirme hoy, sino más bien a cómo se acercó a Montevideo al construirse la rambla que todos disfrutamos y admiramos hoy en día. Nada mejor para comprender este contraste que evocar una de aquellas famosas caminatas que hacíamos por la costa, por los años 1916 y 1917.
Hotel Carrasco en construccion, casas año 1917 / Mr. Alfredo Mitchell Innes (Ministro Ingles 1911)
En esa época el Ministro ingles acreditado ante nuestro gobierno era Mr. Alfredo Mitchell Innes, (1908 hasta 1913).hombre soltero en esa época, de mediana edad, inteligente, dotado de un gran sentido del humor, caminador infatigable. Varias veces formamos parte en estas excursiones que comenzaban con un almuerzo en su residencia de la Plaza Zabala. De allí en tranvía eléctrico íbamos hasta la Unión, donde alquilaba un break para ir por la Calle Pan de Azúcar, Camino Carrasco, y la hoy Avenida Bolivia, hasta dos cuadras mas hacia la playa de los Portones, donde hoy nace la Avenida General Paz.
En el Camino Carrasco, después de pasar lo poco que quedaba de la antigua Quinta de Basañez, casi todos eran campos, hornos de ladrillos y quintas de verduras. Pero había una pequeña casa de dos piezas (una de ellas destinada a comercio) que tenia pintada con grandes letras el título de la misma: “Tienda La Millonaria”. Esto era motivo para que Mr. Mitchell Innes festejara con alguna broma el nombre de esta modesta tienda.
A la altura de las hoy Avenida Bolivia y General Paz, despedía el coche, y ahí comenzaba nuestra caminata.
Tienda la Millonaria 34°53’14.95″S 56° 4’48.79″W
Quinta de Basañes 34°51’49.16″S 56° 8’47.74″W
Portones de Carrasco 34°53’8.05″S 56° 4’55.51″W
Cruzando campos y arenales, llegábamos a lo que hoy es Playa Verde, y allí nos dábamos un magnifico baño, sin que hubiera mas testigos que algunas gaviotas. Después de disfrutar del baño, y colgando nuestras ropas en los bastones que llevábamos al hombro, cruzábamos Punta Gorda, donde lo único que había era una casilla para la guardia y para depositar herramientas de los que trabajaban en las canteras. Pasábamos por la desierta Playa de los Ingleses, después el viejo Molino (de Pérez) a orillas del arroyo, que ya era un representante silencioso de un lejano pasado, y la playa de Malvín con sus grandes medanos, no tenia otra construcción que la casa del Dr. Lussich, hoy convertida en un hotel, y unos cuantos ranchos y casillas dispersos por la playa, que pertenecían a pescadores y amantes de la soledad.
Hay que pensar que en esa época, para ir a Malvin, el tranvía dejaba en el antiguo Camino de la Aldea, hoy Avenida Italia, a la altura de Veracierto, y desde allí hasta la costa (1 km.) prácticamente todo eran unos magníficos medanos blancos.
(1820) Playa Verde con la subida de Coimbra al fondo / Playa de los Ingleses con la subida a la izquierda / Playa de los Ingleses, la «Curva del Ensueño».
Playa de los Ingleses 34°53’45.08″S 56° 5’6.55″W
Playa Verde 34°53’52.60″S 56° 4’33.29″W
Molino de Pérez 34°53’39.23″S 56° 5’25.69″W
Al llegar a la Playa del Buceo, había algunas casillas mas y algunas casas de veraneo (o ranchos como se les llamaba a estas en ese entonces) muy modestas, ya aquí por la calle Comercio tenían el tranvía muy próximo. Al costado del Cementerio del Buceo, y donde hoy esta Bulevar Propios, había verdaderas montañas de los desperdicios de la ciudad, pues en esa época no existían los hornos incineradores. Estas gigantescas montañas de basura constituyen hoy el fundamento de la hermosa “bajadita” a la rambla ahí donde nace Bulevar Propios. Este paisaje no era agradable, pues según fuera la dirección del viento venía el mal olor de los residuos, donde merodeaban una banda de “beachcombers” en busca de algún objeto de valor que pudieran negociar.
Ubicación de las montañas de basura 34°53’58.49″S 56° 7’21.48″W
Origen del Nombre (Beachcombers- Beachcoming)
Siempre hubo un pequeño número de náufragos en el Pacífico Sur desde los primeros exploradores españoles, pero el número aumentó drásticamente en el siglo XIX y no precisamente por los naufragios, sino más bien por la mala conducta, debido a la cual los bajaban del barco sin miramientos. Algunos pocos eran vagabundos Ingléses convictos que habían sido transportados a Australia y se escaparon de la colonias penales. La mayoria eran marineros, sobre todo los balleneros, que había abandonado el barco. Se estima que en 1850 hubo más de 2.000 vagabundos en toda la Polinesia y Micronesia se los llamaba Beachcombers- Beachcombing.
Playa Malvin / Playa del Buceo 1919
Llegando al Puerto del Buceo, ya se encontraba una vida distinta; había una calle de arena por donde hoy pasa la rambla que estaba bordeada de ranchos y casillas de pescadores. Infinidad de botes eran calafateados por sus patrones y en esa misma calle sobre grandes badejones de eucaliptus tendían las redes para secar y las zurcían para nuevas pescas. Aquí se veía ya gran animación y era frecuente antes de llegar oir los coros de estos hombres de mar, que realizaban sus tareas acompañadas de canciones. En esta calle abundaban los árboles, especialmente los tamarices y tenían un encanto que solamente los que conocimos todo aquello podemos recordar.
Hace poco conversando con el pintor Rúffalo, sobre esta calle, el que es un gran admirador de nuestra naturaleza y la ha interpretado con tanta maestría en sus telas, me decía: “Esa calle fue un semillero de cuadros para mi”. Al llegar al final de esa calle en la curva que hace la rambla, próximo al Yatch Club, nos aproximábamos al barrio de las lavanderas, y poco después entrábamos en la pintoresca y hermosa Playa de los Pocitos, que en aquellos entonces tenia una gran cantidad de chalets con sus bien cuidados jardines que han ido desapareciendo en pocos años para bordear hoy la rambla una serie de casas de apartamentos, que le han robado el tibio sol invernal.
Playa Pocitos / Ruffalo Carlos Roberto ( 1880-1975) Oleo «Aduana de Oribe»
También ha desaparecido el viejo Hotel sobre la playa (Abajo) , con su bella terraza tan concurrida en aquella época, y las casillas de baño de los hombres con su trampolín. Aquí terminaba nuestra excursión. De Pocitos pasando por Punta de los Canarios (hoy Trouville) hasta Punta de Las Pipas (hoy Punta Carretas) existía el tramo de la rambla, pero no estaba la parte que hoy la une con la Playa Ramírez, ni existía el magnifico campo de Golf Punta Carretas, antes Las Pipas Punta Brava (Cartas Náuticas).
Pipas por similitud a pipas (barriles) de vino. Tres lugares llevan ese nombre, frente a la playa Carrasco, Punta Carretas (antes) Rocas en Colonia, cerca de Riachuelo. Para 1820 la bahia de Buceo se llamaba «Ensenada de las basuras». Playa Ramírez, antes Playa Chica o de los Pocillos, por ella desembarcaron los ingleses durante las invasiones con el HMS Unicorn (Capitán Lucius Hardyman)
Playa Pocitos