Ahora van a salir a los gritos los conservacionistas pensando que propongo impedir que nos coman, pobres pececitos hambrientos. Yo no propongo nada, solo señalo una injusticia con los microbios.
Regresó nuestro voluntario corresponsal Igor Galo y nos trae algunas estrategias para entrarle a una de las ciudades más lindas y más caras del mundo sin que la tarjeta colapse.