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Fray Bentos, la enigmática

Tuvo y tiene todo para ser la zona más próspera de Uruguay, pero no la dejan. Entonces debe conformarse con ser una de las más lindas.


Con su monumental frigorífico hizo célebre y trajo prosperidad a todo el Uruguay, con el puente le acerca turistas a Punta del Este y con la planta de celulosa da trabajo forestal a varios departamentos. Tal parece que está condenada a que la riqueza le pase por encima… pero siga de largo, no me digan que es un enigma fantástico.

Fray Bentos es también un enigma histórico relacionado con su nombre; lo confiesa la propia web oficial de la Intendencia de Río Negro.  Si preguntás por allá te propinan la versión de Orestes Araújo según la cual hubo un monje ermitaño conocido como Fray Bentos que anduvo a las vueltas por ahí y le quedó el nombre.

Parece cierto que hubo un monje en el Rincón de Haedo y fundó una reducción indígena, trasladándose luego al paraje Caracoles, donde todavía se muestra una pequeña gruta que le habría servido de albergue. El problema es que hay inconsistencias cronológicas y que el nombre Fray Bentos precedió al susodicho monje. ¡Qué lío! Por lo pronto, en el Mapa de las Misiones de la Compañía de Jesús ya figuran caracterizando al lugar, los nombres de Rincón de las Gallinas, Fray Bentos y Caracoles. Por otra parte, la ciudad y el departamento tuvieron casi tantos nombres diferentes como jerarcas con pretensiones cartográficas.

Como puede verse, esa región binacional sigue siendo excelente productora de carne, pero ahora su fama internacional se debe a una planta de celulosa y un puente que el mundo entero se sorprende que a veces no pueda atravesarse. Para comer el corned beef de Fray Bentos, los ingleses tienen que producirlo ellos. No me digan que no es vergonzoso.

Citaremos constantemente a la web municipal http://derionegro.com.uy/localidades-fray-bentos.php , de la cual también proceden buena parte de las fotografías. También acudimos a la excelente web  http://www.welcomeuruguay.com/fraybentos , donde el lector que quiera conocer el lugar podrá encontrar información actualizada sobre hotelería, gastronomía y otras atracciones del departamento.

Después de todo, la nomenclatura es solo una cuestión política, bien distanciada de lo que es la conformación geográfica y demográfica. A ambas les importa un pito el nombre, mucho más les preocupa que les bloqueen el puente o que uno de los frigoríficos más famosos del mundo deje de funcionar por razones tan inexplicables como los argumentos de los piqueteros.

Fue un lector de Viajes.ElPaís quien pidió un artículo sobre Fray Bentos y, aunque anduvimos varias veces por allí, nos guiaremos por la muy documentada web municipal, así como por la wikipedia seguramente enriquecida con el aporte de algún fraybentino. Desde el punto de vista viajero, uno de los detalles más interesantes es que Fray Bentos está casi a la misma distancia de Montevideo (unos 300 kilómetros) que de Buenos Aires… desde la construcción del puente. Hay tanto para contar que esto seguramente saldrá desordenado. Pasaremos por alto interesantísimas localidades de Río Negro como las colonias alemana de Nuevo Berlín y la rusa de San Javier, también a Young, Algorta, Grecco y nada menos que Las Cañas el balneario más afamado del Río Uruguay, pues todo esto merece otras notas.

Comencemos por el puerto construido en 1930 cuando se daba por cierto que Río Negro debía ser el departamento más rico de Uruguay ¡si tenía y tiene todo para serlo! El puerto permite la operación de embarcaciones de gran calado (21 pies), tiene cinta transportadora y silos para casi 10.000 toneladas de granos. Dos espaciosos muelles permitirían la operación de dos transatlánticos a la vez, nada menos. Todo lleva a admirar a los fraybentinos, tipos capaces de administrar como nadie acontecimientos deslumbrantes que se transforman en negativos pese a todos sus esfuerzos. Y todavía no empezamos a hablar del corned beef. En el caso del puerto, se arrancó con la auspiciosa venta de citrus a Europa, declinó el mercado y ahora parece mejorar, pero los locales son filosóficamente prudentes. Ahora es el turno de la madera.

El Puente Internacional cambió la vida de Fray Bentos y también la de Puerto Unzué, que no se hagan los locos que a ellos también les vino requetebién, hasta el punto que desde Chile y buena parte de las provincias argentinas llegan hasta la ciudad de los ambientalistas los camiones repletos de mercaderías hacia Brasil, ida y vuelta, en un sentido y en el otro. El puente une a esas dos ciudades a lo largo de 5,36 kilómetros y se eleva sobre el río Uruguay a 44,5 metros de altura. Un disparate. Cuando se inauguró en 1976 nuestro país estaba en plena dictadura.

Pero seamos justos, no pasemos por alto que fue en ese período que Argentina y Uruguay resolvimos hacer dos puentes y una represa internacional, así como llegamos a un acuerdo bastante razonable sobre los límites del Río de la Plata, también con Brasil. Fueron acuerdos generales.

La ciudad en sí tiene bastante para recorrer, por ejemplo el Teatro Miguel Young que lleva el nombre de quien lo construyó para embellecer la ciudad. Tanta era la opulencia que brindaba la ganadería desde principios del siglo XX, guerras europeas mediante. Si continuamos con la cultura podemos enorgullecernos todos, no solo los fraybentinos, con el Museo Luis Alberto Solari que atesora una impresionante colección cedida en préstamo por los hijos del artista, pintor y lúcido analista del espíritu humano hasta el punto de que nos pinta a todos con cabeza de animal. No deja de ser una ofensa gratuita para los bichitos.

El Teatro de Verano está ubicado en las barrancas costeras, afirmando un limo que dicen tiene 35 millones de años de antigüedad. Igualito a un anfiteatro griego, tiene cabida para 4000 personas. Las barrancas costeras son todo un espectáculo, hasta el punto que se merecían una intervención paisajística como lo es el Parque Roosevelt, inaugurado en los años cuarenta y dotado posteriormente de varios monumentos.

De aquí, la web municipal nos conduce a la Rambla Costanera del Río Uruguay que no necesita otra descripción que la formidable y melancólica fotografía que publica la Intendencia y reproducimos. Tené cuidado con esta rambla, mirá que si te agarra en pareja durante la puesta de sol te podés enamorar para toda la vida. La rambla contornea el río hasta confluir en el camino hacia el Barrio Anglo en el puente sobre el Arroyo Laureles.  No escarbes por ahí porque podrías encontrar alguna de las tres urnas con mensajes para las futuras generaciones y no se pueden abrir hasta el 2050.

Lo que sí podés hacer es regodear la vista con las embarcaciones, alguna de las cuales podés perfectamente alquilar y hasta intentar pescar la maravilla de las maravillas de nuestros ríos: el formidable peleador llamado “dorado”. No es fácil y hay temporada para pescarlo, pero vale la pena.

En la misma rambla costanera está la Plazoleta Tiradentes, como para que no digan que no recordamos a los patriotas brasileños. No queda claro si lo mataron por libertario o porque no soportaba la esclavitud; bien merecida la plazoleta. Y si seguís te encontrarás con el Club Remeros Fray Bentos, que amplió su zona de marinas debido a que cada vez más yates recalan en este puerto; buena parte de ellos son argentinos, de esos argentinos que privilegian la hermandad y son retribuidos con afecto duplicado.

En la Plazoleta de la Integración Latinoamericana se izan las banderas de los países amigos y en la Plaza San Martín hay un busto del héroe argentino. La Plaza Hargain está en la zona portuaria y lleva el nombre de quien primero que nadie se instaló en esas barrancas para ofrecer servicios a los barcos que pasaban de largo porque todavía no había nada en esta costa. El puso una hostería con todos los servicios, incluyendo los diarios que llegaban de Montevideo y paseos a caballo por los alrededores mientras aguardaban la diligencia que los llevaría a Mercedes. Así que la plaza mantiene las características de un paseo de comienzos del siglo XX.

La estación de ferrocarril de Fray Bentos está ubicada al lado del puerto desde 1911, cuando hasta allí llegó un ramal de la empresa inglesa Middland para hacerle la competencia a la navegación de cabotaje, que por ese entonces alcanzaba su esplendor.

La Plaza Constitución, en pleno centro de Fray Bentos luce un kiosco o pérgola que con muy buen tino fue recuperado para que luciera adecuadamente. Lo trajeron de Cardiff en Inglaterra en un buque a vela. El singular artefacto de hierro y madera, fue donado por la compañía Liebig’s e inaugurado el 18 de Julio de 1902 con un acto memorable, como para hacer notar lo importante y poblada que era la ciudad al ingresar al siglo XX. La banda de música de la sociedad musical “La Estrella” se mandó un concierto y el Gerente de Liebig’s Otto Gunnther se mandó un discurso, durante el cual explicó que el kiosco es una réplica de uno existente en el Palacio de Cristal de Londres, desde donde la Reina Victoria asistía a los conciertos.

También la iglesia Nuestra Señora del Pilar en la Plaza Constitución es una donación de la “Compañía del Saladero Liebig’s” y fue inaugurada al culto en 1863.  El vecino José Hargain donó dos campañas y una imagen de la Purísima Concepción de María Santísima, en tanto que los altares y el reloj fueron donados por el cura párroco Antonio Echeverría.

El Corned Beef, carne de cañón

Lo fue en una interpretación diferente a la usual, pues estaba en las trincheras de las guerras europeas traída directamente de Fray Bentos. Con una singular particularidad: a los soldados los atiborraban de esta proteína concentrada y con el extracto de carne, razón por la cual luego de algunas semanas deberían haber estado hartos de tanta monotonía de sabor.

Pues no, no solo no se aburrieron sino que hasta hoy continúa siendo para su descendencia, un alimento riquísimo y saludable. Lástima que ya no pueden consumir el de Fray Bentos. Un producto tan exitoso no impidió que el frigorífico cerrara, como tantos cierres inexplicables de empresas que ocurren en Uruguay. Por ahí te brindamos bibliografía para que examines esto si te da la gana. Pero pensá en una cosa: todas las explicaciones que encuentres estarán muy bien argumentadas, pero no podrán justificar que esto solo puede ocurrir en Uruguay. Y si no, pensá en la industria textil uruguaya, tan afamada como el corned beef y tan acosada por el destino como ese producto.

Dice la wikipedia, que antes del “ok” de los estadounidenses, los británicos que volvieron de la Gran Guerra, cuando querían explicar que todo estaba excelente, decían “fribentos”. Actualmente los ingleses y otros europeos continúan consumiendo con entusiasmo un corned beef que se denomina “Fray Bentos” (ver foto)… pero no se hace en Uruguay, no utiliza carne uruguaya y de nuestro país solo tiene un nombre que ellos recuerdan mas honorablemente que nosotros.

Uno de los dos tanques de guerra que llevaron el nombre de “Fray Bentos” en homenaje a nuestro corned beef.

El frigorífico Anglo

Para la descripción de lo que es un paseo obligatorio en las proximidades de Fray Bentos, utilizaremos la ajustada descripción de la web municipal:

“En 1858 Ricardo Hughes inició la construcción del saladero entre los arroyos Laureles y Fray Bentos. Pero a finales del siglo pasado la industria de los saladeros comienza a decaer debido a la imposibilidad de conservar la carne en los largos viajes a Europa.
Este problema sería solucionado por el Quim. Alemán Justus Von Liebig, considerado el “Padre de la Química Orgánica” al crear el extracto de carne.

Este se asocia con el Ing. Alemán George Giebert, quien radicado en el Uruguay comienza a producir extracto de carne en Fray Bentos y lo exporta a Europa.  Durante la guerra Franco-Prusiana los franceses sitiados en París consumían extracto de carne. La marca Fray Bentos dio la vuelta al mundo en forma de varios productos, particularmente el “corned Beef”.   En 1924 Liebig se transformó en el Frigorífico Anglo, que llegó a elaborar 100 especialidades de conservas y a emplear a más de 3500 trabajadores.   En una jornada la planta faenaba 1600 vacunos, 6400 corderos y 4800 capones.

Los ciudadanos del imperio británico fueron grandes consumidores de los productos Fray Bentos. Algunos de ellos, símbolos de una época y un estilo de vida, aparecieron en películas como «Gallípoli», protagonizada por Mel Gibson (que muestra latas de «corned beef» en medio de esa batalla de la Primera Guerra Mundial), y la premiada «El paciente inglés».

Hasta la segunda mitad del siglo XIX la producción uruguaya de carne sólo se exportaba en forma de charque o tasajo (carne seca y salada).  El extracto de carne y el «corned beef» enlatado abrieron nuevas posibilidades, que se ampliaron enormemente con la aparición de los barcos frigoríficos, que por primera vez permitieron vender carne fresca al exterior.

La promoción de sus productos hizo que la Liebig´s Company arrasara pronto con los primeros premios de todas las exposiciones internacionales en que se presentaba, lo que hizo que a partir de 1885 sólo se le aceptará “fuera de concurso”.

Cuando en los últimos años de la década de 1910 la Liebig acusó el desmedro causado por el resultado de la Primera Guerra Mundial, el establecimiento estuvo a punto de cerrar, hasta que en 1920 se produjo un negocio que hizo surgir a la que fuera la ANGLO DEL URUGUAY, con capitales netamente ingleses. A este establecimiento le tocó desarrollar la novel tecnología de la industria frigorífica y hacer frente  a los compromisos de producir para dar de comer al viejo mundo, sumido en las conflagraciones de la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea.

Nunca se hizo más real aquel dicho -nacido en épocas de la Liebig- que en Fray Bentos «lo único que se desperdicia es el mugido del vacuno». El aumento del consumo generó un crecimiento inusual de la empresa y sus instalaciones fabriles, a las que se sumaron durante décadas departamento tras departamento, produciendo no solamente conservas de carne -ideales para el consumo de las tropas aliadas- sino también varios subproductos originados en la faena de carneros, cerdos, pavos, vacunos y en el aprovechamiento de la producción agraria de la que surgían inigualables productos en su calidad como rabos vacunos, lenguas de cordero y de cerdo, pucheros enlatados, albóndigas, ravioles enlatados, salchichas, quesos de cerdo, salames, mortadelas, chorizos, panceta ahumada, lomito de cerdo, pildoritas, sesos, jamón, paté, frutas y legumbres enlatados, dulces y mermeladas, etc.

Entre el Anglo y la comunidad hubo una relación paternalista que la historia de la industrialización ha revelado en múltiples oportunidades.  Ese tipo de relación sitúa a las personas en una fuerte dependencia de la empresa y alimenta en la comunidad comportamientos basados en una suerte de creencia mística en la inmortalidad del sistema así genera que no admite la posibilidad de crisis.  Pero ésta llegó y ante la paralización total de la empresa hubo protestas, manifestaciones y marchas a pie a Montevideo.

El Anglo funcionó como frigorífico hasta 1979 y después fue cerrado.  En junio de 1989 la parte central del frigorífico fue declarada “Monumento Histórico Nacional”. Parte del mismo se convirtió en museo, y el resto de las instalaciones se transformaron en un Parque Industrial Municipal, en el que operan pequeñas empresas.

El Barrio Inglés

Ubicado a un kilómetro del centro de Fray Bentos, el Barrio Anglo conserva las características arquitectónicas que definieron alemanes e ingleses en torno al Frigorífico Liebig a fines del siglo XIX y comienzos del XX. La zona fue la primera del país en contar con servicios de energía eléctrica, incluso antes que Montevideo.
En los alrededores funciona todavía el Fray Bentos Golf Club, con su cancha de nueve hoyos. El campo es de 1933, diseñado por Aliester Mc Kenzie, la institución fue establecida en 1937 como «Anglo Sports Pavilion»; un cartel que recuerda el hecho señala que se hizo «in commemoration of King George VI Coronation».
La recorrida del lugar es una suerte de viaje en el tiempo y se completa con un restaurante típico.

Las edificaciones más importantes y las casas destinadas a los obreros del frigorífico fueron construidas de acuerdo a los estilos que importaron los técnicos y ejecutivos de la planta llegados desde Europa. Los responsables del Frigorífico Liebig instalaron su propia planta generadora de energía eléctrica en 1874, para satisfacer las necesidades de producción. El servicio se hizo extensivo al barrio donde vivían los técnicos, ejecutivos y obreros de la planta.

Museo de la Revolución Industrial

Instalado en la planta del Ex Frigorífico ANGLO, se puede realizar un circuito histórico- cultural con visita guiada por los edificios de la época, al igual que podemos conocer su sala de máquinas, laboratorio, escritorios, etc. El Parque Industrial Municipal, surge a partir de una coyuntura de situaciones que se suceden cuando la propiedad de las instalaciones del ex frigorífico Anglo, pasan a pertenecer al gobierno municipal.  Desde un principio el objetivo perseguido fue el de radicar industrias a efectos de generar puestos de trabajo, que pudiesen ser desempeñados por gente de la zona. En 1998 fue declarado Proyecto de Interés Nacional.

Coordenadas para Google Earth:  33º7’29”S 58º.18’1”O

http://derionegro.com.uy/localidades-fray-bentos.php

http://es.wikipedia.org/wiki/Fray_Bentos

http://www.british-food-shop.de/Fray-Bentos-Steak-Kidney-Pie-425g/en