Phuket y Phi Phi con Bangkok
Si leés una promoción con estos destinos, no pienses en nada escatológico, tené un poco de respeto con nuestra ignorancia.
¡Qué poco que sabemos de esta región del mundo! Los muy veteranos nos quedamos con la idea de aquél Yul Brinner andando en elefante sin un pelo de tonto. Y los más jóvenes pueden haberse quedado con la idea de Leonardo DiCaprio en “La Playa” una película que enloqueció a las chicas y estropeó “Ko Phi Phi Lee”, la mejor playa de un archipiélago que algunos asociarán con una cistitis imparable y otros con el doble de 3,1416… Por esa película, la 20th Century Fox debió indemnizar a Tailandia, ¡bien hecho!
También es cierto que un viaje tan largo resulta un poco desestimulante aún con la pandemia en retroceso…
Playas infinitas y compras por doquier
Ahora, ¿no les parece lamentable que para dar indicaciones de un lugar debamos echar mano a películas de Hollywood? Tenemos varias disculpas a nuestro favor debido a una historia política plena de cambios radicales y una historia geológica no menos accidentada, incluyendo tsunamis y otras marejadas. Hasta el nombre del país no se quedó quieto y de Siam pasó a Tailandia. En cuanto al nombre de la capital también es equívoco; Bangkok era el nombre de un barrio, pero como Bangkok significa “aldea de la ciruela silvestre”, resultó tan adorable que sustituyó al verdadero.
Phuket es una de las provincias de Tailandia y tiene un aeropuerto internacional, a pesar de lo cual los viajeros de esta zona del mundo suelen arribar a Bangkok, lo cual no está nada mal para tomarse algunos días y algunas de las excursiones que parten de esta ciudad que merece nota aparte. En cuanto a Phi Phi, es un pequeño archipiélago y uno de los más formidables caprichos de la naturaleza. Apurate a ir, pues como es pequeño, tanto turismo está depredando al paisaje.
Ciertamente podés armarte una excursión por tu propia cuenta … y con tu propio riesgo. Pero no olvides que en Uruguay hay agencias donde podés conseguir viajes prolijitos con todo previsto, seguros y garantías. De cualquier manera, abajo encontrarás el hipervínculo al segmento conrrespondiente de TripAdvisor, que tiene la ventaja de incluir, además de toda la información, también las opiniones de algunos viajeros. No confíes mucho, pues algunas de esas opiniones las pusieron los mismos hoteleros para hacerse propaganda o para fastidiar a la competencia. Eso es lo malo que tiene Internet.
Lo de los elefantes va muy en serio en Tailandia.
Al llegar a Puket por avión se divisan las kilométricas playas de la bahía de Phang Nga, sus aguas de color esmeralda y algunas o todas sus 160 rocas que emergen locamente solo para enriquecer el paisaje. Lo que en los años setenta era un secreto bien guardado por los escenógrafos de Hollywood y los mochileros naturistas, hoy es un emporio hotelero. Pero antes de ponerte a rezongar, mirá qué hoteles se mandaron estos tipos. ¡Qué querés que hicieran si había que recibir a tres millones de turistas por año!
Hay playas muy bulliciosas como las de Patong, Karon y Kata, pero todavía se pueden encontrar playas desiertas, con sus cocoteros por arriba y sus peces multicolores por debajo. No querer ir a estas playas por temor a un tsunami como el del 2004, equivale a no querer conocer Punta del Este porque viste vacas muertas por la sequía o campos inundados en algún noticiero internacional. No te me achiques pues un poquito de riesgo hay en todos lados, si no mirá lo que pasa en cualquier esquina sin semáforos.
Tu paquete turístico seguramente incluirá a varios, pero al llegar al aeropuerto te conviene pegar un manotazo a todos los folletos que te ofrecen. Siempre hay tiempo libre para hacer alguna extra ¿o te vas a ir de Tailandia sin haber montado en elefante? Al parque acuático Fantasea no te lo podés perder por gringo que te parezca. Andá mirando en http://www.phuket-fantasea.com.
Mitológica y misteriosa, Tailandia tiene hoteles que te dan vuelta la cabeza y rincones poco transitados que pueden esconder cascadas como ésta.
Y cuando creas que el día ya se terminó, todavía tenés los lindísimos bares que pululan en Kata, Karong o Patong. Recomiendan alquilar un ciclomotor y darle de punta a los alrededores, incluyendo plantaciones de caucho, de arroz, cacao, cocos y mucho más. Pero ¡guambia! Mirá que que acá todavía se circula por la izquierda. Tendrás que llegar hasta el norte para ver la “roca de James Bond” en el Parque Phang Nga, que pocos llaman con ese nombre. ¡Eso sí que es rating de una película! Una excelente opción es llegar allí embarcado, saliendo del muelle de Laem Sai.
Noventa kilómetros al norte de Phuket está el Parque de Kao Lak, con bosques, valles, acantilados, playas, estuarios y manglares. Podés ver ciervos, gibones, monos y osos, pero guardá energía para hacer snorkel o buceo en las islas Similan y Surin, donde formaciones de coral sirven de habitat a multitudinaria vida submarina.
Patong Beach es la playa más afamada de Phuket. Con tres kilómetros de bahía se presta no solo para bañarse y tomar sol, sino también para hacer compras, comer mariscos y salir de noche. También es extremadamente bulliciosa. Buenos mariscos también encontrás en Chalong Bay, famosa por sus restaurantes.
Más tranquila es Mai Khao Beach, a unos 40 kilómetros. Es muy extensa, pero con un poco de suerte (para vos) podés encontrar el exacto lugar donde las tortugas gigantes ponen huevos entre noviembre y febrero. Tranquilísima es Nai Yang Beach, que forma parte del Parque Sirinat, donde también hay manglares y es ideal para la natación submarina.
Lo malo de ir a Tailandia es que te da un ataque de sinceridad y dejás de asegurar que sólo Uruguay tiene playas larguísimas con blanquísima arena. Karon y Kata beaches son enormes de largas y bastante tranquilas… aunque ni remotamente tan solitarias como las de Rocha, hasta ahora. La arena tailandesa es impecable, luciéndose en tal sentido la playa lacustre de Nai Han.
No solo de playas vive el hombre (¿estás seguro?), de manera que también podés alimentar tu espíritu en Phanwa Cape, donde hay un imponente centro de investigación biológica marítima y un acuario. El Museo de Thalang está dedicado a la historia y al arte; el Museo de los Caracoles que exhibe algunas perlas únicas en el mundo, así como ejemplares del único caracol que hace su espiral hacia la izquierda. ¿Sabías que todos los demás caracoles son empecinados derechistas?.
El Museo de Piedras Raras es una atracción flamante que compite con opciones tan coloridas como laVilla Thai y el Jardín de Orquídeas, cuya principal atracción suele ser la exhibición de destreza con elefantes, las artesanías y la recreación de una mina de estaño.
En fin, que hay de todo en Phuket y que Phi Phi es un tesorito al que te llevarán con cuidado, para que no se te de por quedarte para siempre. Cuando vayas podrás descubrir por qué: ni un tsunami te arranca de ahí.
http://www.siamhotel.net/tours/phukettours.php
http://www.myampang.com/2010/07/10-reasons-why-you-must-visit-phuket-thailand/
http://www.tripadvisor.es/Tourism-g293920-Phuket-Vacations.html
Guillermo Pérez Rossel