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Sé cortés con los compatriotas hindúes

Tenemos como 300 en Uruguay, deberíamos saludarlos y felicitarlos durante sus festividades de Diwali, algo así como un Año Nuevo o una Navidad en sus creencias y tradiciones.

La oportunidad ya pasó, pero tenelo en cuenta para el año próximo. Trescientos son pocos, sí señor, pero justamente porque están muy solos, porque no encuentran las cosas a las que estaban acostumbrados, porque seguramente les cuesta bastante esfuerzo vernos comer vacas sagradas sin parar… por todo eso merecen más consideración de nuestra parte. Pensá en tus abuelos tanos, gallegos o andá a saber qué, recién desembarcados en medio de gente con costumbres tan diferentes a las de ellos.  ¿No dicen que los yoruguas somos buenos tipos y generosos anfitriones cuando se trata de acoger inmigrantes?

Me cae medio espesa esa aseveración bastante gratuita, porque muchos de aquellos abuelos la pasaron acá bastante mal… pero como terminamos de darle una bienvenida por todo lo alto a un grupo de iraníes, propongo que continuemos en esa onda excelente. Además, ¿cómo no vamos a felicitar a una gente que considera que la diosa que celebran en esa oportunidad se pone contenta y ayuda a aquellos que en estas fechas se reconcilian con sus enemigos? Por eso la fiesta dura cinco días, ¡hay cada enemigo…!

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¡¡Happy Diwali!! Si esto no es alegría natural y contagiosa, decime en qué consiste la alegría para vos.

En Montevideo relumbraron unas lucecitas en la rambla y en sus casas y lugares de reunión celebraron con un  poco más de estridencia, si es que un hindú puede ser alborotador en algún momento de su vida. ¿Cómo son los hindúes? Y solo con el gentilicio comienzan los líos, por triplicado. Porque quizás deberíamos decir “indios”, si no fuera porque eso sugiere indígena americano por culpa de la ignorancia geográfica de Colón. Entonces les decimos “hindúes” a sabiendas de que esa es la manera de referirse a la religión, que es la mayoritaria (80%), pero no la única en la India. Y así llegamos a tres inexactitudes en un solo intento y sin solución.

Ahora, el 80% de casi 1.200 millones de habitantes es una montonera inimaginable de gente para un uruguayo. Aún porcentualmente, deberíamos aspirar a más de estos inmigrantes. Se los podríamos canjear por algunos  que nos están sobrando en las calles y en las noches… pero la India tampoco se los merece. Vendrían bien inmigrantes hindúes porque son tipos muy inteligentes, porque tienen empresas que hacen temblar a las enormes corporaciones, porque su país está avanzando a velocidad vertiginosa y, muy especialmente, porque les caemos bien.

¿Vos compraste esta imagen estereotipada de la India? Bueno, es hora de que sacudas todos tus prejuicios. Porque sin renunciar a sus tradiciones ni a sus creencias, el gigantesco país va tomando esta otra cara…

Estas son las Torres Naga descritas como “guardianes de la ciudad”, cerca de la capital comercial del estado de Ahmedabad. Si te vas a relacionar con empresarios de la India, verás estas cosas… a menos que estés cegado por la folletería barata.

No vayas a creer que vinieron porque no sabían como éramos; que no te confunda ni el austero taparrabos de Mahatma Gandhi ni las selvas del Mowgli de Rudyard Kipling: el PIB de la India es el tercero más grande del mundo según el Fondo Monetario y cuando llegó la más avanzada tecnología de la información, estos hindúes se le subieron encima como quien cabalga un elefante para cazar tigres aunque solo sea para pasarles las manchas por un lector de código de barras. ¡Ahora que aceptaron la economía de mercado no los para nadie!

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Gracias a Youtube, viví durante 13 minutos la festividad de Diwali, sin ornamentos, tal como se vive en la India.

Los elefantes son para turistas y zonas muy rurales; ellos conducen vehículos producidos en su país. Tienen mucho para elegir entre las 1:200.000 unidades que producen cada año, en una industria que también destaca por sus productos aeronáuticos, pero principalmente por el software y la informática. Hasta tienen su propia bomba atómica por si el pacifismo de Ghandi no alcanza. Cierto, a la India le llevará mucho tiempo elaborar igualdades sociales y superar algunas tradiciones discriminatorias; pero iniciaron su tránsito hacia esos objetivos. Y eso es lo que importa.

Bien, entonces, ¿cuándo y por qué deberíamos felicitar a estos compatriotas oriundos del gigantesco país? Y digo compatriotas porque muchos de ellos ya tienen ciudadanía, seguramente algunos ya votaron junto con nosotros. Pero extrañan mucho, que extrañen menos es nuestra obligación moral. Por encima de todo, respetá las creencias de otros. No solo la de los hindúes, las de todos, la paz, justicia, bienestar y prosperidad se logran en un entorno de tolerancia… o no se consiguen en absoluto.

El Diwali o «festival de las luces» es un festival hindú que dura cinco días. Se celebra en “la luna nueva del mes de Kartika, comienza en el día “Dhanteras”… en fin, un intríngulis del que no saldríamos ni con un artículo grande como un libro. Digamos que en el calendario gregoriano que usamos nosotros, Diwali cae entre mediados de octubre y mediados de noviembre. Si empezás a felicitarlos por esas fechas, aunque le erres porque no estás bien alunado (porque lunar es su calendario), ellos igual se van a sentir gratificados y bienvenidos. Para mayor complicación, la “fiesta de las luces” no es un patrimonio exclusivo del hinduismo; también la celebran los sijistas y los jaimistas… pero no me pidas que también hable de eso. Al final van algunas urls por si querés abundar.

Entonces, si vos tenés un compañero de trabajo (ahora puede ser tu jefe en alguna empresa de la Zona Franca) ves que estrena traje y te convida con un dulces, no vaciles, decile ¡ दीवाली ¡ con una sonrisa de oreja a oreja y lo dejás contentísimo. ¿Qué cómo se pronuncia eso? ¡Yo que sé!, preguntale a él o buscalo en Google.

Durante el Diwal la gente estrena ropa nueva, comparte dulces y hace explotar petardos y fuegos artificiales. Es la entrada del año nuevo hindú, y una de las noches más significativas y alegres del año. La divinidad que preside esta festividad es Lakshmi, consorte del dios Vishnú. Ella es quien otorga la prosperidad y la riqueza, por eso es especialmente importante para la casta de los comerciantes (vaisyas).

Pero es una fiesta para muchos dioses y por eso no hay hindú que se considere ajeno a la celebración. Entre los dioses agasajados en estos días, están Ganesha y la importante diosa Kali, que ardería de indignación si se entera que una charcutería uruguaya lleva su nombre. Y ya que estamos, aunque sea casi una herejía, de Kali te recomiendo muy especialmente la salchicha suiza y el paté de hígado en tripa. Pero, por favor, no le cuentes esto a ninguno de tus amigos hindúes casi invariablemente vegetarianos de aquellos que en la antiguedad veían una proteína y la aplastaban con el turbante.

No te asustes si te encontrás hindúes dibujando una esvástica con velas. El símbolo jamás les perteneció a los nazis, desde antes de nuestra era representa al dios Vishnú, que lo muestra dibujado en sus cuatro manos. Un hindú con inclinaciones nazis es poco menos que inimaginable; si lo fuera,  en su siguiente reencarnación sería algo peor que una inmunda cucaracha.

Si será multifacético el Diwali, que para los sikhs estas fechas celebran  la liberación de su sexto gurú Hargonbind. También conmemora la muerte del demonio Narakasura a manos de Krishna y la liberación de 16.000 doncellas (porque ellos también pueden ser exagerados). Por las mismas fechas regresó a la ciudad el príncipe Rama tras su victoria sobre Ravana, el rey de los demonios. Como la gente de la ciudad temía que Rama no encontrara el camino, lo iluminaron con velas y llenaron las murallas y los tejados con lámparas; de ahí viene la tradición convertida luego en un pandemonio de fuegos artificiales.

Al atardecer, igual que en nuestra Nochebuena, las familias se reúnen ante una mesa bien servida y se intercambian regalos… pero que nadie se confunda, lo que más contenta deja a la diosa Lakshmi, es que la gente se reconcilie, que terminen todos los rencores, que así como se limpia y adorna la casa, lo mismo se haga con el alma. Y eso es algo admirable sean cuales sean tus creencias.

En Uruguay y en 2014, la fiesta central del Diwali (en el tercer día) se realizó a las 21.30 en Avenida Brasil y la Rambla, lugar al que concurrieron casi todos los 300 hindúes que viven en Uruguay, acompañados de algunos amigos, novios, novias y simpatizantes.  En la nota que publicó nuestro hermano mayor, El País (http://www.elpais.com.uy/informacion/luces-india-iluminaron-rambla-montevideana.html ) , se asegura que la cantidad de hindúes en Uruguay aumenta cada año gracias a las propuestas laborales de grandes empresas indias instaladas en Uruguay, la tranquilidad del país, y la fácil integración a la sociedad.

«El uruguayo suele ser cálido y amable con los extranjeros», señalaron en el Consulado. Para las empresas indias, Uruguay también es un país atractivo. Sobre todo por su ubicación, que le permite distribuir los productos en la región, y por los acuerdos bilaterales entre los Estados. Tata Consultancy Services es la empresa en la que trabaja una gran parte los ciudadanos indios que viven en Uruguay. Pero a ella, se suman varias más como Olam-NZ Farming Systems —una empresa de Singapur, con capitales indios—, el grupo Zamin-Minera Aratirí, Plastene-Oliva Garden y Arcelor Mittal-Cinter SA.

La comida representa otra de las dificultades que los indios encuentran en el país. Ser vegetariano en Uruguay es un «gran desafío» para Nayan Raval, un indio que el pasado 16 de septiembre llegó al país para instalarse en Punta del Este. Raval nota que la comida y hasta los vegetales son diferentes a los de su país, se explica en El País impreso. Un mes después de su aterrizaje, llegaron su esposa Kruma y su hija Sumaya. El padre de familia vino antes porque, a pesar de haber viajado por América Latina, nunca había visitado el país que los hospedaría. Consiguieron la residencia por dos años y apuntan a la permanente.

«Si el gobierno nos apoya, podemos llamar a muchos amigos y familiares indios para que se queden aquí de modo permanente y contribuyan con la economía y en el desarrollo de trabajo para varias empresas y servicios», dijo Raval.

Guillermo Pérez Rossel

http://es.wikipedia.org/wiki/Diwali

http://es.wikipedia.org/wiki/Laksm%C3%AD

http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Dioses_hind%C3%BAes

http://es.wikipedia.org/wiki/Hinduismo

http://es.wikipedia.org/wiki/Hinduismo

http://es.wikipedia.org/wiki/Jainismo

http://es.wikipedia.org/wiki/India