Dios nos puso manos para comer, Lucifer nos tienta con los cubiertos para hacernos pecar. Le llevó siglos al hombre comer sin engrasarse las manos.  No eran un invento difícil… sorprendentemente se transformó en una cuestión religiosa.

Por Alberto Moroy

Cuchillos y tenedores fueron considerados como símbolos del demonio por la iglesia católica y su uso fue prohibido a monjes y monjas. El mismo Lutero (1483- 1546) los prohibió a sus protestantes. Una norma sobre modales de la mesa del siglo XVII prohibía el uso de cuchillos y tenedores basándose en que si Dios concedió al ser humano cuatro dedos y un pulgar en cada mano, era precisamente para comer.

Neptuno parado en un carro tirado por dos caballos de mar

Arriba “El Triunfo de Neptuno” parado en un carro tirado por dos caballitos de mar (latín: hipocampos). Mosaïque d’Hadrumète (Sousse) a mediados del siglo III d.C. Musée archéologique de Sousse. Hoy iremos tras el origen del tenedor, que por más loco que parezca, está emparentado con esta trinidad pagana de Poseidón en la mitología Griega (siglo VIII a. C.), Neptuno Dios de la mitología etrusca y romana. El tridente o arpón habla de su habilidad para controlar el agua. “Fue elaborado por los cíclopes antes que se ocurriera la guerra entre los dioses olímpicos y los titanes” Por último el diablo, representado de varias formas, la imagen más popular es una bestia (con cola, cuernos y patas de cabra con un trinche en su mano… Tras la aparición del Cristianismo y los Evangelios se le otorga a este ser y a ese término un carácter personal como enemigo de Cristo.

En la tradición cristiana, el tridente se asocia al diablo.

Comiendo con los dedos

Antes de que el tenedor hiciera su aparición, el hombre comía con los dedos, hincaba los dientes a los alimentos y solamente utilizaba el cuchillo cuando éstos ofrecían resistencia. Durante la época romana, los criados eran quienes cortaban la carne en la cocina o en el mismo comedor. Tan sólo las aves se llevaban enteras a la mesa y cada uno cogía con las manos sus partes. Existían sin duda utensilios dentados, unidos por un mismo mango a un cucharón o a una cuchara. Por las medidas, no más de 14 cm podemos diferir que se usaban como tenedores

¡Solo con tres dedos!

Lo más común era agarrar la comida y comerla con cinco dedos, pero desde los romanos y en adelante se consideraba de buena educación comer con tres dedos. En la década de 1530, incluso había un libro de etiqueta que describía la «regla de los tres dedos», pulgar, índice y medio en vez de toda la mano para tomar los alimentos y a ser posible, limpiándose antes y después Se les recordó a las personas la importancia de usar la cantidad correcta de dedos, al cenar en una “buena sociedad”

Los modales según Leonardo Da Vinci 1480

Hay dos corrientes de historiadores sobre lo que suponemos de Leonardo, probadamente cocinero de alto vuelo. Unos asumen como legítimo este texto y otros lo consideran una broma del propio autor. Nos limitamos a reproducirlo.

Hay ciertos procederes indecorosos que debe evitar todo invitado, y para esto me baso en las observaciones que realicé a lo largo de los últimos años:…”

Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado.

Tampoco ha de poner la pierna sobre la mesa.

Tampoco ha de sentarse bajo la mesa en ningún momento.

No debe poner la cabeza sobre el plato para comer.

No ha de poner trozos de su propia comida de aspecto desagradable o a medio masticar sobre el plato de sus vecinos sin antes preguntárle.

No ha de enjugar su cuchillo en las vestiduras de su vecino de mesa.

No ha de limpiar su armadura en la mesa.

No ha de morder la fruta de la fuente de frutas y después retornar la fruta mordida a esa misma fuente.

No ha de escupir sobre la mesa.

Ni tampoco de lado.

No ha de pellizcar ni golpear a su vecino de mesa.

No ha de hacer ruidos de bufidos ni se permitirá dar codazos.

No ha de poner los ojos en blanco ni poner caras horribles.

No ha de poner el dedo en la nariz o en la oreja mientras está comiendo.

No ha de hacer figuras modeladas, ni prender fuegos, ni adiestrarse en hacer nudos en la mesa (a menos que su señor así se lo pida).

No ha de dejar sueltas sus aves en la mesa.

Ni tampoco serpientes ni escarabajos.

No ha de tocar el laúd o cualquier otro instrumento que pueda ir en perjuicio de su vecino de mesa (a menos que mi señor así se lo requiera).

No ha de cantar, ni hacer discursos, ni vociferar improperios ni tampoco proponer acertijos obscenos si está sentado junto a una dama.

No ha de hacer insinuaciones impúdicas a los pajes de mi señor ni juguetear con sus cuerpos. Tampoco ha de prender fuego a su compañero mientras permanezca en la mesa.

No ha de golpear a los sirvientes (a menos que sea en defensa propia).

Y si ha de vomitar, entonces debe abandonar la mesa

 

Horquilla con dos dientes. Época grecorromana; Susa, Irán Paris, V siglo a.C.

Plata Italia, romana, finales del siglo IV – principios del siglo V (20.4 cm)

Plata: 14,5 cm Bizancio o Siria, siglo IV.

Italia, comiendo con horquillas (tenedores de dos pinchos)

Comienzo del tenedor «instrumentum diaboli»

Con la introducción de la cultura oriental traída a occidente por mercaderes y cruzados se hizo más común traer su propio tenedor, además de la daga por propia seguridad, la misma que se usaba como cuchillo de mesa simultáneamente. Sin embargo, tomó más de 200 años para que las mesas se pusieran con cuchillería junto con vajillas refinadas y manteles de calidad

Se dice  que el tenedor lo utilizó por primera vez en Europa en el siglo XI la princesa Teodora, hija del Emperador Constantino Ducas de Bizancio. Esta princesa contrae matrimonio con el Dogo Veneciano Doménico Selvo (1071-1084), hijo del Gran Dux veneciano y trata de imponer en la corte este nuevo utensilio, conocido como “fourchette”, que significa pincho. El hábito fue tan escandaloso como admirado, al puntio que el cardenal Pedro Damien, luego consagrado como San Pedro Damián, (1007-1072), introdujo una variante tras  la prematura muerte de la princesa: “no tocaba la comida con las manos y se hacía cortar la comida en pequeños trozos por los eunucos. Después los tomaba llevándolos a la boca con tenedores de oro de dos dientes.

Posible Teodora /  Su marido  / Cardenal Pedro Damien

Sabemos que en 1384, la vajilla de Luis de Anjou se componía de 3.000 piezas, el 10 por ciento de oro y el resto de plata dorada o blanca, todas perfectamente dispuestas en aparadores. Del servicio se encargaba el personal doméstico del anfitrión, dirigido por un noble con el cargo de mayordomo: había coperos que servían la bebida, escuderos que traían los platos, trinchadores que se encargaban de cortar la carne.

En 1423 el marqués de Villena explicaba en su Arte Cisoria o Tratado del arte de cortar a cuchillo cómo lo que él denominaba brocas “se ficen comúnmente de plata, è de oro” con dos o tres puntas y el extremo contrario también puntiagudo.  

Arte cisoria

https://biblioteca.org.ar/libros/130282.pdf

Enrique de Villena/ Arte cisoria / Brocas

El fourchette tan solo era utilizado por la refinada clase alta, aunque su uso era escaso ya que la falta de costumbre provocó numerosos accidentes, algo que no ayudó a popularizar el invento y que no fue hasta bien entrado el siglo XVI en el que se trasladó y difundió su utilización en la selecta corte francesa, gran pionera de muchas modas de aquella época y que ayudó a la difusión y conocimiento popular del tenedor.

En Francia

Aunque no se conoce la fecha exacta de la introducción del tenedor en Francia, parece probable que el Rey Enrique III fue uno de sus precursores (reinado: 1.574 y 1.589), tratando de extender el uso de este utensilio en su refinada corte francesa, con alguna pequeña variante respecto del modelo original de la princesa bizantina Teodora, pues contaba con dos dientes y un mango algo más amplio. Este mismo rey fue el creador de uno de los primeros manuales de buenas maneras en el que se incluyen las normas de comportamiento en la mesa. En dicho manual, editado por Jean Sulpice en el año 1545 y titulado Libelus moribus in mesa servandis Lo llamaban “El rey en la isla de los hermafroditas” por vivir en una corte extravagante y ambigua, por decirlo de alguna manera.

Rodeado de sus amigos/ Enrique III (Enrique de Anjou)

Francia 1580

Juego francés de cubiertos de viaje que datan del siglo XVI

En 1630 el Duque de Richelieu, en Francia, tuvo una brillante idea: mandó achatar todos los cuchillos de la casa para que las puntas afiladas de esta herramienta no fueran amenazantes durante la comida. Después se fueron diseñando normas y modales en la mesa para que el cuchillo simplemente cortara la carne y no lo transportara a la boca,  sino que el tenedor fuese el encargado de llevar el trozo de comida.

En Italia

Poco a poco el uso del tenedor fue extendiéndose por Italia y a finales del siglo XIV el uso del tenedor era corriente en Italia, incluso en las tabernas para comer las pastas. En un relato de Franco Sacchetti (1335-1400) nos revela cuando pone en escena, enfrentados en la misma fuente, a dos comilones de macarrones calientes, uno de los cuales se atraganta porque esta atorado (Tables Florentines, p. 21). Pero la rápida utilización del tenedor en Italia no está limitada al consumo de las pastas.

Ya en el siglo XVII Tomas Coyat, 1577 – 1617 intrépido viajero inglés cuenta de lo generalizado que estaba el tenedor en Italia. “Los italianos se sirven siempre de un pequeño instrumento para comer y para tocar la carne. La persona que en Italia toca la carne con los dedos ofende las reglas de la buena educación y es criticada y mirada con sospecha Observé una costumbre en todas esas ciudades y pueblos italianos por los que pasé, que no se usa en ningún otro país que vi en mis viajes, ni creo que ninguna otra nación  la use, sino solo Italia. Los italianos y también la mayoría de los extraños que son, usan siempre un poco de tenedor cuando cortan la carne.

Italia Nápoles  1701 – 1800 14 cm

 

En Inglaterra

Mr. Coryate introdujo el tenedor en Inglaterra en octubre de 1609. En 1463 aparece en el testamento de John Baret de Bury St. Edmunds «my silvir forke for grene gyngor». «Itm J. yeve and beqwethe to Davn John Kertelynge my silvir forke for grene gyngor» [mi traducción: «Artículo: Doy y lego a Davin John Kerteling mi tenedor de plata por jengibre verde » El tenedor «suckett» se utilizó para sacar conservas como el jengibre de frascos “Artículo, una caja de cuchillos provistos de cuchillos de buzo y un tenedor, de los cuales dos son grandes piezas de plata dorada, la caja cubierta con terciopelo carmesí». Es la primera vez que documentalmente aparece en Inglaterra. En el siglo XVII el tenedor no había entrado todavía de lleno en Inglaterra.

En España el tridente

En España encontramos referencias en el siglo XIV como un instrumento que usaban los maestros trinchadores y el marqués de Villena en un tratado titulado Arte Cisoria de 1423 incluye un utensilio con la siguiente descripción: La segunda disenle tridente, porque tiene tres puntas, donde la primera tiene dos; ésta sirve a tener la carne que se ha de cortar, o cosa que ha de tomarse, más firme que con la primera. El uso del tenedor se generaliza en España en el siglo XIX y en concreto fue Barcelona la que creó la primera industria en la fabricación de estos hoy utensilios indispensables.

Alemania

Alto Rin, Alemania  año 1500. / Ídem  año 1600 largo 14,6 cm

Sur de Alemania o Austria, mediados del siglo XVIII  / Alemania 1640

Los tenedores fueron aumentando paulatinamente sus dientes: dos, tres y finalmente cuatro.  E.Briffault termina así su «París a la mesa» 1846: “El tenedor de dos dientes se emplea en el norte de Europa. En Inglaterra están armados de un tridente de acero con mango de marfil: el tenedor de tres dientes. En Francia tenemos el tenedor de cuatro dientes, que es el colmo de la civilización”

Jugo de mesa ingles en plata año 1900 / ¡Una mesa bien servida!