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Templo egipcio en Madrid

Hay pedazos arrancados al Egipto faraónico en todas las ciudades del «primer mundo», pero el que atesora Madrid tiene una virtud relativa: no fue robado.

Se lo regalaron a España por haber contribuido muy dedicadamente al rescate arqueológico de todo lo que iba a quedar sumergido al construirse la segunda represa de Assuán. De hecho la primera de esas represas había causado que durante nueve meses cada año, el Nilo anegara completamente al Templo Debod, esa maravilla que hoy puede verse en Madrid, cuidadosamente reconstruida.

De cualquier manera parece lo mismo que ocurrió (y ocurre) en México y Guatemala con los restos de la cultura maya o en Perú y Bolivia con lo que queda de la siempre sorprendente cultura andina. Pero no lo es: si al Templo Debod lo hubieran transplantado a otro lugar cerca del Nilo, tendrían que haber destruido antes algun otro resto arqueológico. Así de vasta y enorme es la historia monumental de Egipto.

Hace unos 2.200 años, un rey nubio llamado Adijalamani de Meroe, ordenó levantar una pequeña capilla en la localidad de Debod, al sur de Egipto, para honrar al dios Amón, padre de todos los dioses, posteriormente ampliado y dedicado a la diosa Isis durante época ptolemaica. Así lo refiere http://www.egiptologia.com/arqueologia/52-el-templo-de-debod.html, sitio web que recomendamos con énfasis a quien quiera saber algo más sobre este templo y sobre el Antiguo Egipto en general.

Originalmente estaba ornamentado con numerosas policromías y relieves, pero las inundaciones anuales, algún terremoto debido al peso del embalse y la humana depredación milenaria, casi terminan con él.

España lo instaló junto al Parque del Oeste,  sobre las ruinas del antiguo Cuartel de Montaña, completamente destruido durante la Guerra Civil española, lo cual también podría ser discutible, como todas las cosas. Pero toda disquisición ociosa se olvida al pasear por los jardines, particularmente si la visita se hace próxima al atardecer, aunque teniendo en cuenta los horarios que pueden consultarse en http://www.munimadrid.es/templodebod/

Si te da por la mística, tené en cuenta que los madrileños respetaron hasta la orientación geográfica de este templo que sin discusión fue concebido para recorrerlo en un sentido determinado para terminar en el templo en sí; hasta la presencia del agua fue tenida en cuenta. Así que sin necesidad de trasladarte hasta la lejana Nubia podés invocar a Amón, dios de dioses, y pedirle algo con la condición que no sea una cábala para el Cinco de Oro, práctica muy mal vista por la Banca de Quinielas desde mucho antes que Napoleón anduviera alborotando una historia arrasada por el islamismo con la eficaz ayuda de muchas otras religiones.

De hecho casi desde el principio Debod no tuvo mucha convocatoria de feligreses, al parecer Amón no tenía tanta convocatoria como Isis, diosa a la cual estaba dedicada buena parte de la región y un enorme templo que estuvo próximo. A fin de cuentas, el Templo podría consagrarse actualmente a la inconstancia del hombre, pues los nubios tenían en ese lugar un templo consagrado a sus dioses, antes de que Adijalamani resolviera remover todo para honrar a Amón, luego se le sumó Isis y sobre el final de su vida útil como centro religioso, se le agregó Apedemak, un poderoso dios león.

Por otra parte, la mayor parte del proceso histórico de Debod se produjo durante gobiernos ptolemaicos, es decir, cuando descendientes de los griegos que trajo Alejandro, se instalaron por allí y por muchos otros lugares, sembrando el humanismo pero olvidando por completo algunas tradiciones, como la religión. No menor fue la intervención realizada por los invasores romanos y bizantinos, crstianos ellos y predecesores de los musulmanes: es una historia de nunca acabar.

Anastilosis, ese es el nombre elegante para expresar que los técnicos hicieron lo que pudieron al reconstruir un templo que, al ser desmontado piedra por piedra y estar muy deteriorado, resultó un puzzle casi imposible. Los expertos dicen que obtuvieron un excelente resultado, cosa que podrás comprobar si llegás en hora y esperás tu turno pacientemente para ingresar al interior del templo. Vale la pena, dicen los místicos, pues aunque fue trasladado, sigue transmitiendo energía a quien lo transita con respeto.

He aquí la descripción del conjunto que transcribimos de http://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Debod:

  • Vestíbulo o pronaos hipóstilo: con decoración realizada por Augusto y Tiberio.
  • Antesala del naos: redistribuye al visitante entre las tres capillas de cabecera.
  • Sala de los naoi: contiene el único naos que se conserva actualmente (hubo un segundo naos monolítico que desapareció en el siglo XIX).
  • Corredor: uno de sus muros (que en su día fue exterior) contiene un interesante reloj solar.
  • Capilla osiriaca: capilla-relicario de Osiris, en la terraza, junto a la escalera ritual de acceso.
  • Terraza: lugar donde tenían lugar importantes ceremonias solares y el Ritual de Año Nuevo.
  • Capillas de la cabecera: flanqueando la capilla del naos se encuentran dos capillas anepígrafas.
  • Uabet: lugar de purificación, abre su puerta al vestíbulo.
  • Criptas: Debod es uno de los pocos templos que tuvo criptas, abiertas a las capillas de la cabecera.