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Los mil budas de la ruta de la seda

La Ruta de la Seda guarda sorpresas como las Cuevas de Mogao, en un pequeño oasis con milenios de historia.

Los gusanos creaban la materia prima para la seda y los camellos que la transportaban necesitaban agua y descanso porque si no se ponían jorobones. Cada una de esas etapas, igual que las postas de las llamas en el imperio incaico, guarda tesoros que nos hablan de historias raramente contadas, pues eran secretos comerciales.

Así que lo que verán en este artículo no era para consumo popular, sino únicamente para los miembros de las caravanas que atravesaban el desierto de Gobi desafiando a la muerte y enfrentados a la fe. Cuando llegaban al Oasis de Dunhuang se encontraban con un acantilado que enmarcaba un pequeño río y les daba por cavar, rezar, tallar y pintar. Aunque sospecho -porque no vi nada escrito- que a los camelleros ahí los esperaban monjes artesanos que a cambio de algunos metros de seda o algunos dáricos u óbolos, te tallaban un Buda así como así. Y como te digo seda, te puedo agregar pólvora, brújulas, tallarines y mucho más. Fijate que detalle: los monjes budistas usaban la pólvora para hacer fuegos artificiales, en tanto que  los europeos enseguido le encontraron utilidad para matar gente (aunque personalmente me queda sospecha sobre esta visión tan altruísta de tipos capaces de descastar personas).  Si querés más sobre budismo:  http://es.wikipedia.org/wiki/Budismo.

Terminaron por hacer más de 400 cuevas en medio de un paisaje tan sobrecogedor que daba para a rezar, a lo que fuere. Y por acá pasaron todas las religiones de Asia, Africa y la vieja Europa, incluyendo al judaísmo, cristianismo y luego al islamismo. Pero la que prendió fue el Budismo ¡y con qué entusiasmo!

Por algo al lugar también lo llaman Las Cuevas de los Mil Budas, aunque también se lo conoce como las cuevas de Dunhuang por la pequeña ciudad próxima, que ahora vive casi exclusivamente del turismo.

¿Cómo se salvó todo esto del peor de los depredadores que es el ser humano? Increíble: cuando en el Siglo XIV la Ruta de la Seda y de todo lo demás dejaron de ser útiles el desierto de Gobi se encargó de enterrarlo y disimularlo.  Después de haberse esforzado tanto, se olvidaron por completo de Mogao durante siglos. ¡Las cosas que todavía guardará China y tantos otros países del mundo! Y otra reflexión de regalo: si el descubrimiento de América no hubiera abierto una nueva ruta a la ambición humana, este lugar no habría sido olvidado tan fácilmente y nosotros no disfrutaríamos lo que se recordó  gracias al olvido.

La cuestión es que a principios del Siglo XX según relata la Wikipedia, un chino taoista llamado Wang Yuanglu se nombró a sí mismo guardián de los templos y comenzó a descubrir imágenes y documentos que atrajeron a tipos con dinero como para hacer algo importante, como fue el caso de Aurel Stein y Paul Pelliot, quienes junto a Wang quienes  con el concurso de donaciones, rescataron este formidable conjunto arqueológico. Claro que esa no es la única versión, como verán más adelante.

Ahora, ya declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad,  nuevamente está en peligro por las huestes de viajeros deseosos de conocerlo y por la inexistencia de regulaciones que las protejan. Si llegaron hasta nosotros fue porque el Libro Rojo de Mao no decía que se las destruyera, porque los romanos que pasaron por acá no las encontraron redituables y, seamos justos, porque todas las demás religiones tuvieron respeto por estos budistas tan hacendosos. Por otra parte, el actual gobierno chino que tendrá sus cosas pero no mastica vidrio,  está disponiendo fuertes inversiones para  preservar este destino turístico que hasta ahora atrae poco a los europeos, quienes son apenas algo así como un 15% de los visitantes.

Los murales son casi todos de inspiración budista o narraciones de los sutras expuestas en sucesión de pequeñas escenas. Aunque poco refiere a nuestro propio derrotero occidental  a través de los siglos, en los más de 400 templos excavados, figura buena parte de la historia de oriente desde bastante antes de que se inventara la escritura. El encuentro entre civilizaciones tuvo lugar aquí, sin perjuicio de que hubo otros lugares que también pueden reclamar ese singular mérito.

Son 2.500 esculturas pintadas y murales que, sumados, cubren la increíble extensión de 42.000 metros cuadrados, algo difícil de concebir. Sin embargo, aún siendo las más famosas de todas, no son las únicas grutas budistas de China;  junto con las de Longmen y las de Yungang forman el grupo de sitios esculturales antiguos más destacado del país.

Además de murales y esculturas, en las grutas también encontraron libros, entre ellos uno denominado la Sutra del diamante, el más antiguo de que se tenga noticia, pues parece haber sido escrito en el año 868. Sin embargo, los chinos de buen humor quieren que les muestren un modelo de carta china ideada para que los invitados ebrios pudieran disculparse ante sus anfitriones por las barrabasadas cometidas.

En cuanto a barrabasadas y otras cosas, resulta que encontramos la versión china del hallazgo de estas cuevas en el Siglo XX. Naturalmente, ni una línea sobre la responsabilidad de los gobiernos lugareños en las pérdidas irrecuperables. Pero en cambio, nos alertan acerca de la versión idílica volcada por occidentales en la Wikipedia. Dicen que en apenas 20 años desaparecieron como 40.000 tomos, algunos de los cuales pueden apreciarse en Gran Bretaña, Francia, Rusia, India, Alemania, Dinamarca, Corea del Sur, Finlandia, Estados Unidos. Lo cual debe ser tan absolutamente cierto como que el gobierno de Afganistán llegó a dinamitar dos imágenes de Buda porque no encuadraban dentro de la ideología musulmana.

En fin, como dijo Discépolo, “¡Quevachaché!”

La cuestión es que aunque no se encuentra mucho material en español sobre este sitio, parece que en toda la zona se han desarrollado algunos servicios turísticos que te permiten integrar caravanas y salir a lo Marco Polo solo para que después te traten de mentiroso por lo exagerado. Así que es bien posible asentarse por acá y pasar varios días, experimentando incluso comida china con influencia india, tanto en sus versión auténtica como en la versión para occidentales servida en plástico, faltaba más.

Por si te da la gana de ir, y realmente estaría justificado, lo mejor que encontramos, increíblemente, fue el segmento de TripAdvisor que refiere a la zona, donde hay referencia a numerosos hoteles en la pequeña ciudad de Dunhuang. También te pongo las coordenadas para que encuentres el lugar en Google Earth y, a través de él, accedas a información sobre hospedaje, restaurantes, paseos, etc. Naturalmente también va la url de la Wikipedia y la de un blog impresionante realizado por un fotógrafo. Las fotos fueron colgadas por usuarios en TripAdvisor, Panoramio y en la web oficial china.

http://www.tripadvisor.es/Attraction_Review-g303695-d319120-Reviews-Mogao_Caves-Dunhuang_Gansu.html

40°02′14″N 94°48′15″E / 40.03722, 94.80417

http://es.wikipedia.org/wiki/Cuevas_de_Mogao

http://www.quesabesde.com/noticias/bingling-mogao,1_2863