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La boina y sus sorpresas

 ¡Já! Ahora resulta que la boina vasca se usaba hace como tres mil años en lo que hoy es Dinamarca y Austria. Peor aún: hasta el hombre de la edad de bronce usaba boina.

¡Qué decepción para los vascos, para los jugadores de bochas y para nuestros criollos! Resulta que en la nota que hicimos sobre la gigantesca cabalgata que sale de Paysandú rumbo a la Meseta de Artigas, se ven muchos personajes bien gauchescos tocados con boina. Mi muy peninsular amigo Juan Manuel Beltrán pegó un brinco ¡tantas boinas españolas en los gauchos!. Bué, mirá JuanMa, resulta que estrictamente, la boina no es vasca y no es gaucha; su origen se remonta hasta el origen de los tiempos.

Pero, ¡un momento! Todavía queda una esperanza y si vas al ropero donde guardás tu boina “de salir”, esa que tu mujer no quiere ni ver en tu cabeza,  puede que descubras que la hicieron en la fábrica guipuzcoana de Elósegui. Y ¡eso sí que es tradicional, además de garantía de calidad!

Es una nota de Alberto Moroy, naturalmente

Ya nos hemos ocupado de las alpargatas y de la bombachas de campo. Hoy  le toca a la boina Siendo esta un atuendo vasco por excelencia, aunque no fueron  los creadores, ni tampoco los únicos, si son los responsables de que por esta parte del mundo, se use con bastante regularidad.

En la primera oleada de migración vasca correspondiente a la epoca colonial no tenemos indicios de que fuera usada. La Primera Guerra Carlista fue una guerra civil que se desarrolló en España entre 1833 y 1840. El caudillo carlista que operó por la zona de Navarra, Guipúzcoa y Vizcaya. Fue Tomás de Zumalacárregui (en la portada) e indirectamente uno de los responsables de la segunda migración.

Montevideo 1835

El censo da una población de 23.404 habitantes, de los cuales 14.390 correspondían a su planta urbana y 9.014  a extramuros.

Montevideo 1836

El 3 de abril de 1836 fondeaba en la bahía de Montevideo la corbeta francesa “La Bonite”, permaneciendo en la ciudad hasta el día 28 de ese mes. En ella viajaban los acuarelistas Teodoro Augusto Fisquet (L’Almirante) y Enrique Benito Darondeau, autores de varios dibujos de distintos lugares de la capital uruguaya, que entonces contaba con quince mil habitantes.

En el diario de viaje de esta expedición, publicado en París, en 1845, se describe una escena bastante dura observada por estos pintores durante su breve estancia. “De regreso a Montevideo, viniendo en una excursión por sus afueras, los señores Darondeau y Fisquet advirtieron numerosos hombres ocupados en derribar las murallas de la ciudad. Nuestros viajeros se mostraron sorprendidos al ver entre ellos a varios vascos, a quienes se reconocía por su vestimenta y particularmente por la boina, tocado característico de su país.

El censo de Montevideo realizado por Andrés Lamas, 1843 constata la presencia de 6 mil italianos y 17.000 franceses en Montevideo, casi todos vascos de  familias de Iparralde (zona norte Francia) junto con contingentes del país vasco peninsular. La falta de trabajo unida al aumento de la población y del traslado de las aduanas a la costa, en el caso del País Vasco español después de 1841, junto con la gran carestía de cereales a partir de 1847 y, en 1856, la epidemia de las viñas que afectó especialmente la Rioja alavesa, fueron motivos fundamentales para que muchos vascos campesinos se trasladaran a la Argentina y al Uruguay, entre ellos mis antepasados paternos, que se afincaron en Tacuarembó.

Boinas en la Plaza  ¡¡Muy bueno!!

Imagen de previsualización de YouTube

http://www.youtube.com/watch?v=Bs9bUyqSmiY

Zona vasca (española y francesa)

La causas de la  migración de los vascos

http://www.juandegaray.org.ar/fvajg/docs/Cuales_fueron_las_causas_que_impulsaron_a_los_vascos_a_emigrar_en_el_siglo_XlX

 Las boinas más antiguas

En la década de 1960, la revista francesa “Archéologie” publicó la fotografía de una figura de la Edad de Bronce, procedente de Cerdeña y que representa a un hombre tocado con una boina igual a las actuales. Al parecer, éste es el testimonio más antiguo que se posee de esta prenda (unos 2.000 años antes de Cristo), y quizá todavía cabría remontarse a épocas más remotas, si se tiene en cuenta que, por su forma y características, es una prenda sencilla, práctica y de fácil fabricación.

En un sepulcro de 1.000 años a.C., en Guldhöi, en Dinamarca, se encontró un cadáver que llevaba en la cabeza una especie de boina semiesférica de lana, y en una sítula (Vaso) de bronce de 400 y 800 a.C. descubierta en Carniola, en Austria, varios hombres se cubren la cabeza con boinas.

Situla (Vaso) de bronce Watgach Austria /Frente y perfil de un ex voto ibérico / Macedonia

Austria 800 a 400 Ac.

Arqueología e Historia del Arte indican que el casco similar a la boina moderna se ha usado desde la Edad del Bronce en el norte de Europa y por el sur hasta la antigua Creta e Italia, donde fue usado por la civilización minoica, romanos y etruscos.

Carniola Austria, se encuentra una vasija de bronce con varios hombres tocados con boinas

Siglo XII

En el códice Especulum Virgunium que se conserva en el Rehinisches Landes Museum de  Bonn (Alemania) se ve la figura de un campesino con una pala tocado de una boina similar a las actuales Siglo XIII en las Cantigas de Alfonso XII el sabio, se observan algunas miniaturas de hombres con boinas y alguna de ellas tiene el “rabillo o txortena”

Siglo XVI

En retratos pintados por Holbein, en la primera mitad del siglo XVI, EL Conde de Surrey y el poeta Nicholas Bourbon de Vandoeuvre lucen boinas similares a las actuales (1533)

Los Embajadores de Hans Holbein, (Jean de Dinteville y Georges de Selve)

 En el pais Vasco

Ya en el siglo XVII era muy popular en las tres provincias vascas Hasta hoy han sobrevivido algunos testimonios que hablan de la presencia de esta prenda entre los vascos. Un ejemplo lo encontramos en 1660, año en que Luis XIV visitó San Juan de Luz. Con motivo de tan noble presencia, se celebraron bailes y festejos. Las cuentas del archivo de la localidad hablan de «bonetes de escarlata fina adornados de cintas blancas y azules». Características que podrían aplicarse a las txapelas (boinas) que lucen los dantzaris actuales.

 En el renacimiento

También en las Cantigas, de Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León a mediados del siglo XIII, recoge entre sus miniaturas las de hombres tocados con una boina que incluso tiene ya el famoso rabillo o txurtena en lo alto gusto europeo medieval y renacentista. En la obra citada, del siglo XII, entre los motivos dibujados se encuentra una serie de campesinos que se tocan la cabeza con una boina mientras realizan las labores del campo.

Joven con Boina /  Rembrandt  El levantamiento de la Cruz

En el Pais vasco: no está todo perdido 

Como de costumbre, también en esto hay “otra biblioteca” y muy documentada, que enfoca el nacimiento de la boina en el País Vasco, donde los pastores en verano tejían los mechones de lana sobrante con grandes agujas y luego lo dejaban sobre las rocas para que se humedeciera y secara al sol. Así obtenían un material, el fieltro, que les protegía de las inclemencias del invierno. No por casualidad, en inglés, este modelo se conoce como basque berret.

Edad Contemporánea

Una descripción  realizada por un oficial de Wellington en 1813, (Vitoria España)  habla de «anchas gorras», refiriéndose sin duda a las boinas. En efecto, la boina se convirtió en el gorro militar y en el distintivo político de los carlistas desde que el general Zumalacárregui, vistiendo su gran boina de plato, aparece a la cabeza de los batallones absolutistas en las montañas guipuzcoanas.

Boina carlista

General Zumalacárregui (Boina roja) / Soldado carlista

 Decia Unamuno (Filósofo y escritor 1834-1966)

Miguel de Unamuno definía la boina como una prenda niveladora, puesto que al ser más cómoda y más barata que otros tocados al uso, provocó que éstos se fuesen relegando al olvido. Y en propias palabras de Unamuno, la boina pasó a convertirse en una prenda típica y, en cierto modo, tradicional del vasco.»El vasco apenas introduce la boina en su cabeza, mientras que en otras latitudes se la calaban hasta las orejas. Según la buena maña del usuario, podía inclinar la boina hacia atrás, hacia delante, hacia la izquierda o hacia la derecha.

Las fabricas

En la vertiente francesa la mayor parte de las fábricas se situaban en torno a Oloron, mientras que en 1859 se fundó otra importante en Tolosa (Guipúzcoa).

Oloron Sainte Marie foto / Tolosa

Fábrica  Lahulere Francia 1840  (Oloron-Sainte-Marie en Francia)

http://www.laulhere-france.com/

Fábrica Beatex

Imagen de previsualización de YouTube

http://www.youtube.com/watch?v=aD2XX2mG_os

Tolosa Fábrica

http://www.boinaselosegui.com/

En tolosa Boinas Elósegui

Es en la próspera villa Guipuzcoana de Tolosa donde reside el mayor centro productor de boinas de todo el mundo. La fábrica de los sucesores de Elósegui es un emporio industrial que enorgullecería a los países más adelantados. De esos talleres han salido los millones de boinas que abrigaron las cabezas de varias generaciones de vascos.

La marca Elósegui

A donde se exportan

El tambero que en la soledad pampeana o en los campos del Uruguay, cuida su tropilla de vacas lecheras, el marinero que navega por los ardientes mares de Malaca, de Hong-Kong, de Filipinas, al quitarse la boina descubren la marca casi inevitable: Elósegui, Tolosa.