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Del puerto Waitemata al Río Yí: ¡Hombre al agua!

Die ???Riesen-Nixe??? in der Alster Ein Kunstprojekt des Hamburger Kreativen Oliver Voss 

Volvió el que sabe, Damián Argul. Esta vez con un enfoque acuático y singular. No nos habla de formidables cruceros, sino de recorridos memorables aunque breves, desde un recorrido exótico en el río Chao Phraya a un paseo en bote de remos en nuestro vernáculo río Yi.

También les haré una confesión: el no menciona para nada a esa teutona monumental de la portada sumergida en el lago Binnenalster  de Hamburgo, pero ¿quién resiste la tentación de escoger esta foto para sorprender a los lectores? En realidad no sabemos si es teutona porque está sumergida hasta el cuello. Fue creada por Oliver Voss, se denomina «La bañista», tiene cuatro metros de altura y 20 metros de largo, pesa dos toneladas y todos los días debe soportar a la gente que llega en bote para acariciarle las piernas.

Por Damián Argul

Viajar en la línea #1 del Vapporetto  (los autobuses de Venecia) por el Gran Canal representa un placer indescriptible. En la proa, recibiendo la brisa en la cara, me siento navegando en un cuadro de Canaletto o de Guardi, unos 300 años atrás.
Curiosamente nunca me sentí tentado a pasear en góndola, un poco por su alto precio y otro tanto porque siempre las vi muy preparadas a explotar nuestra ingenuidad de turistas, aunque, preciso es reconocerlo, son el símbolo de la ciudad. Como lo son el Obelisco de Buenos Aires o el Cristo Redentor de Río Janeiro.
Los “bateaux mouches” son también característicos de Paris. Si verlos pasar por debajo de los puentes ya es una imagen conmovedora, más lo es navegar en ellos el Sena, por la noche, cuando sus históricos edificios se iluminan y el aire  parece impregnado de melancolía y romanticismo.
Navegar los ríos, los lagos y las costas de muchas ciudades siempre me ha ofrecido la oportunidad de conocerlas desde otra perspectiva, conocer cosas nuevas e incluso disfrutar de un, a veces, merecido descanso.

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Así he navegado el Támesis (Londres) el Lago Lehman  de Ginebra, el Rhin( desde Colonia) y los canales de Brujas y Ámsterdam- este último gratis si asistís a una demostración de tallado de diamantes. Dos experiencias incomparables lo constituyeron el Star Ferry de Hong Kong y un paseo en lancha por el río Zambeze, al pie de las cataras Victoria, ya descritos en anteriores entregas.

No he realizado todos los que quería. Me quedan por ejemplo las Islas Tropicales (Río Janeiro) , el Delta del Mekong (Vietnam), Isla Mujeres (Cancún)  y muy especialmente la Isla de Lobos (Punta el Este) que debe ser una de los más grandes espectáculos del mundo animal aunque aquí todavía no nos dimos cuenta.

Además de los ya mencionados, realicé algunos otros que, por distintas razones merecen ser destacados.

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Auckland. Puerto Waitemata.

Poco importa cuán afectado por el jet lag  llegues a la Isla Norte, el primer paseo debe ser un recorrido en velero por el Waitemata Harbor.  Cualquier día después del fin de la jornada laboral o especialmente los fines de semana en que toda la gente parece estar en el agua, muchos de ellos en sus veleros

Que por algo le han dado a Auckland el nombre de “ciudad de las velas”. Navegando  un  cómodo velero se ven modernos edificios, parques, torres y grandes obras de ingeniería aunque el verdadero espectáculo está en el agua con sus numerosos y variados veleros, de coloridos velámenes, algunos navegando, otros pescando y muchos tan solo disfrutando de la vida a bordo, todos sin embargo saludando amistosamente nuestra embarcación turística.

Tras este energizante recorrido ya en tierra firme nada mejor que darse una vuelta por el animado barrio de Viaduct Harbor y culminar el día – en Nueva Zelanda se cena temprano – el bar y restaurant Oyster & Chop para disfrutar una comida en base a mariscos frescos, especialmente las otras servidas con diferentes salsas. El más democrático “fish and chips” es también ,excelente, siempre con vista al mar.

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Bangkok. Río Chao Phraya

La capital de Tailandia “la ciudad de los ángeles” nació y creció junto al Chao Phraya el “río de los reyes” que es su  arteria principal por el que navegan 50 mil personas diarias. Hay numerosas formas de hacerlo siendo la más económica y recomendable el ferry público en el que viajan escolares, familias, hombres de negocios, vendedores de todo tipo de mercaderías y sobre todo sonrientes monjes budistas con sus túnicas color azafrán.

En el recorrido se ven el Palacio Real, y, entre otros el Templo  Wat Arun, grandes hoteles y modernos edificios en los que llaman la atención el contraste de pequeños altares  construidos a su entrada, en recuerdo de difuntos.

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Un poco amontonados… pero vale la pena

Capri. Gruta Azul.

Aunque no suene muy original pienso que la Grotta Azzurra es un tesoro dentro de ese tesoro que es la Isla de Capri en el Mar Tirreno. Para visitarla hay que ir al Puerto Marina Grande tomar una embarcación, luego transbordar a  otra más pequeña y finalmente subir a un bote a remo que te lleva hacia la muy angosta entrada de la gruta, tanto  que generalmente tenés que tumbarte al piso para poder entrar. Inmediatamente y aunque la haya visto mil veces fotografiada, lo que ves es sobrecogedor. Ese gran espacio se nos aparece iluminado por una luz que sale del agua teniéndolo todo de color azul, una luz natural que nunca entendí como se refleja pero que ya atraía a los emperadores romanos que veraneaban en la isla.

El silencio es perfecto y solo lo alteran los gritos de los boteros para demostrar un eco casi sobrenatural. El  impacto es tan grande que casi no importa la insistente demanda de “mancia” (propina) cada vez que cambiás de embarcación.

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Nueva Orleans. Río Misisipi.

Navegar el  río  de Mark Twain, el de las plantaciones algodoneras y de los blues es una tentación a la que es difícil sustraerse. El Natchez es un tradicional barco a vapor que ya de por sí resulta atractivo.

El recorrido no lo es tanto, ya que en ambas orillas solo se ven industrias, barcos viejos y chatarra, todo muy lejos del tradicional encanto sureño que uno imagina encontrar en el Ol’Man River. Hay opciones con jazz y cena que pueden ser más atractivas.

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Ciudad de México. Xochimilco.

A unos 25 kilómetros del mero centro de CDMX la delegación de Xochimilco cuenta con numerosos embarcaderos para alquilar una   pintoresca barca llamada trajinera y recorrer los canales y las chinampas o islotes artificiales creados en la época prehispánica. Xochimilco “tierra de flores”, en lengua nahuatel, fue y es el huerto de vgetales y flores que surte a la ciudad.

Un paseo en las coloridas trajineras es, sobre todo,  participar de una verdadera fiesta popular. Se pueden alquilar por hora y recorrer en ella sus infinitos canales. A medida que navega otras barcas se acercan ofreciendo bebidas, “antojitos”, artesanías, sarapes y sobre todo música y canciones de El Mariachi que completan la fiesta y te acompañan lo que dure el repertorio contratado. (Visitar la Isla de las Muñecas tiene algo tenebroso que no me pernito recomendar)

La delegación de Xochimilco es muy grande y se puede recorrer visitando otros interesantes lugares, siendo muy recomendable la finca La Noria, del siglo XVII, donde funciona el Museo Dolores Olmedo y su gran colección de obras de Diego y Frida y arte prehispánico mesoamericano.

Hamburg

Hamburgo. El puerto.

Pocos paseos pueden ser más recomendables que tomar un crucero por este puerto sobre el Río Elba que funciona como tal desde el Siglo XII.

Hay muchas opciones y todas recomendables. Tuve la suerte de hacer un viaje con colegas participantes de un semanario de la compañía Marriott, que comenzó con un café en el restaurant del Schulauer Fährhaus donde funciona el punto de bienvenida y despedida que se le da a los barcos que llegan y salen del puerto de Hamburgo (aproximadamente 50 diarios) tocando los himnos de sus respectivos países. (Guardan 173 grabaciones  de diferentes himnos)

Luego tomamos un barco que nos llevó río arriba al puerto de Hamburgo que es un espectáculo imperdible acompañados con un servicio de buffet de frutos del mar, cervezas, vinos y los siempore oportunos schnaps. En el recorrido se atraviesa la ciudad de Hamburgo con su muy moderna playa de contenedores, el monumental proyecto HafenCity, siendo impresionante  la variedad de barcos y sus diferentes modelos, algunos inimaginables y el despliegue de algunas grandes corporaciones como Chiquita Brands sucesora de la otrora abominable United Fruits, presente en todas las proclamas de mi época de   estudiante.  Me pareció increíble la corporación de la empresa que transformó el Macondo de Cien Años de Soledad, la compañía que posiblemente dio origen a la expresión República Bananera. .

A lo largo del recorrido de este puerto impecable se pueden también apreciar algunos barcos históricos. Para visitar estos barcos  – convertidos en museos – y otras innumerables atracciones del puerto es muy recomendable continuar la visita en forma independiente ya que también hay tiendas   y restaurantes. (El ferry 62 realiza un recorrido más breve y económico pero igualmente recomendable)

Por fluencia del puerto y junto a él está el distrito rojo de St.Pauli, hoy, según los nostálgicos, un poco alicaído, pero todavía lugar de culto de la beatlemania ya que ahí y en la calle Reperhan fue donde los cuatro actuaron en diferentes  bares y como dijo John Lennon  «tal vez nací en Liverpool- pero maduré en Hamburgo.

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Nueva York. Vuelta de Manhattan.

Varias veces realicé, acompañando grupos el crucero de Circle Line que da la toda la vuelta “a la Gran Manzana” navegando el Río Hudson y el Río Este. Lo más rescatable es pasar cerca de la Estatua de La Libertad, puente de Brooklyn, el edificio de las Naciones Unidas y algunas zonas recicladas de la costa de Nueva Jersey. El resto es muy monótono ya que la ciudad no mira al agua. Recuerdo sí que al dar la vuelta del norte de la Isla, al pasar por la costa del Bronx unos jóvenes se entretenían demostrando lejanas actitudes agresivas al barco… ahora pienso si no serían pagos  para hacer menos tedioso el recorrido .

Pienso que la ciudad tiene propuestas más interesantes, pero al atardecer cuando los edificios empiezan a iluminarse hay cruceros que recorren  solo la parte baja de Manhattan y son mucho más atractivos.

Yo realicé uno en función privada al atardecer organizada por mi amigo Ernesto Langsner, de los Hoteles Doral, bien servido y con suave música de fondo. Realizó un pequeño recorrido pero estuvo detenido frente a la Estatua de la Libertad mientras las luces de los rascacielos  se encendían, haciéndome vivir un momento difícil de olvidar.

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Miami Dade. Biscayne Bay.

Cuando viajamos por los puentes que unes la ciudad de Miami con la isla de Miami Beach el paisaje no puede ser más espectacular y por eso llevé a Los Viajes del 12 con Julio Alonso a filmarla en unos de sus primeros viajes.

La Bahía Biscayne salpicada por islas artificiales termina en la isla de Miami Beach y poco después el inmenso océano todo en colores azules, esmeraldas, turquesas de las aguas combinados con los distintos tonos de verde de la frondosa vegetación tropical. Ese paisaje invita a a navegarlo en alguno de los muchos cruceros que salen principalmente del Bayside. En esos recorridos se pueden ver esas islas artificiales,   formadas con la arena que se extrajo de la construcción del Puerto de Miami, se pueden ver las fabulosas residencias con sus barcos e incluso algunos con pequeños hidroaviones. Entre ellas Palm Island refugio invernal de Al Capone.

Algunas como Indian Creek alberga o albergó personajes de la talla de Beyoncé, Julio Iglesias, Shakira, Shaquielle O’Neil, don Shula – el zar de los Miami Dolphins, jeques árabes y numerosos magnates de la industria y el comercio.

En la cercana Fort Lauderdale (la Venecia de América) el Jungle Queen realiza un crucero parecido,  más variado y largo por su entramado de canales, pero con, para nosotros,  menos famosos a la vista.

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Bariloche Lago Nahuel Huapi

Este lago, por su belleza, te deja sin aliento y navegarlo es como estar dentro de un postal o selfy, como se diría ahora. Su superficie de 557 km2.  de aguas azules y rodeado de hermosos paisajes con la vista de Los Andes y sus picos nevados pueden conducir a un exceso de adjetivos.

La forma de aprovechar es embarcarse en la motonave Modesta Victoria en la que no hace poco navegaron los Obama ya que se trata de un paseo imperdible. El más popular de sus viajes es a la Isla Victoria a solo 30’ de navegación es desde Puerto Pañuelo. Se llega primero a la Península de Quetrihué para visitar e1 Bosque de Arrayanes y seguir luego a Puerto Anchorena para recorrer la isla sus bosques, senderos y playas. Hay varias opciones para almorzar siendo muy recomendable el Isla Victoria Lodge con buena comida patagónica e incomparable vista. (Se re recomienda reservar previamente). A la vuelta seguiremos deleitándonos con el paisaje que tiene como centro el Hotel LLao Llao.

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Durazno. Río Yi

Entre tanta vuelta en distintos tipos de barco y lugares andar en bote por  el Río Yí merece también recordarse. Fuimos a Durazno Uruguay con un grupo de colaboradores de mi Operadora Turística gracias a la invitación de la Agencia Trips and Travel que nos organizó un Fam Tour  (viaje  para que AADVV se familiaricen con un destino). Organizado con el más alto standard y profesionalidad nos alojamos en una estancia turística, visitamos el campo, la ciudad con la maravillosa catedral obra de Eladio Dieste y hasta un insólito taller de reparación de maravillosas antigüedades europeas.

El programa incluyó un paseo por el Río Yí, en  sencillos botes a remo manejado por un curtido baqueano que conocía palmo a palmo el río y sus orillas. Nos ilustró de las peculiaridades del río, que con sencillez, sin adornos nos enriqueció con la descripción de su fauna y su flora. Fue realmente un paseo ecológico que me permitió un contacto directo familiar con la naturaleza en la que el haber “encallado” en un banco de arena no pasó de ser una anécdota jocosa.

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Nota del Autor: La presente serie de artículos representa una recopilación
de experiencias adquiridas en más  de sesenta años de viajes por los cincos
continentes. La información contenida en ellos ha sido en lo  posible,
confirnada por distintas vías,  pero no debe ser tomada como una guía turística actualizada.