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A veces los de afuera nos valoran más

 

“La bella ciudad de Carmelo”:  así titula su artículo Flor Báez, quien no indica su nacionalidad, pero todo la hace suponer  argentina.

Tal como ocurre con Colonia o Punta del Este, o muchos otros balnearios de nuestro país, hay momentos en que abundan más los argentinos que los uruguayos; pero en Carmelo esa es una constante apenas comienza la buena temporada para navegar en las nacientes del Río de la Plata.

Ellos saben lo que es bueno y Carmelo es uno de esos destinos turísticos que, andá a saber por qué, nunca llegó a ser popular entre los uruguayos. No es para sorprenderse, pues un tipo como Juan Carlos Mareco (“Pinocho”) debió irse a Buenos Aires para triunfar como conductor-comediante-cantante-escritor-compositor-actor-imitador y (una faceta menos conocida) también como naturalista o al menos amante de los animales. ¿Te tengo que aclarar que era carmelitano?

Pero no nos apartemos del tema, pues lo que nos gustó fue que en una web de turismo tan prestigiosa y de buena calidad como Nuestro Rumbo, acogiera a nuestra preciosa ciudad coloniense sin escatimar adjetivos. A la nota la podés ver en http://www.nuestrorumbo.com/4912/turismo-en-uruguay-la-bella-ciudad-de-carmelo y de paso podrías mirar otros destinos uruguayos también muy bien calificados. Las fotos son del artículo de referencia y de estas webs de nuestro país.

He aquí el artículo publicado el pasado 8 de agosto.

“Carmelo es una pequeña ciudad del departamento de Colonia, en Uruguay, que cada año enamora a cientos de visitanes extranjeros que llegan hasta este destino en sudamérica para descansar. Una parte de la ciudad nos traslada a un pasado donde circulan modelos de clásicos autos antiguos mientras que en el otro extremo, reconocidas marcas internacionales de hoteles se disputan por ocupar un lugar. Los invito a conocer un destino ideal para hacer turismo en Uruguay y aprovechar la soledad y tranquilidad en una zona de extensas y hermosas playas.

Edificios coloniales y gastronomía 

Uno de los iconos de la ciudad de Carmelo es la Iglesia de San Roque, la cual se emplaza en el punto más elevado del lugar. En agosto suele realizarse una peregrinación en honor al santo. Es importante tener en cuenta para quienes deseen visitar la Iglesia, que la misma permanece cerrada por lo que hay que llamar para anunciar la visita.

Las fincas y bodegas en Carmelo, se presentan como una interesante visita para quienes viajan a la ciudad. Algunas de ellas son subterráneas y es posible degustar vinos. Poseen además restaurantes donde se sirven completas tablas de quesos. Las aceiteras también se suman a las ofertas gastronómicas para conocer el mundo del oliva mediante una visita guiada.

El Puente Giratorio de Carmelo  apodado Golden Gate, es una de las postales más representativas. La inscripción de su cartel, la cual afirma “quien cruza este puente regresa, siempre regresa” invita a recorrerlo.

La Calera de Las Huérfanas es el sitio por excelencia para los amantes de la historia y la arqueología. Se trata de unas ruinas jesuíticas de una antigua y mística estancia. Los momentos en que se puede conocer estas ruinas y su capilla es desde abril hasta los meses de invierno.

Otras actividades para hacer en Carmelo son pasear en gomón, hacer alguna travesía en canoa y ver la puesta del sol sobre embarcaciones. Todo ello tiene lugar en el Puerto Camacho, un puerto de un barrio cerrado.

Ir de excursión a Carmelo

Una de las maneras más divertidas de llegar a Carmelo es en lancha, partiendo desde la ciudad del Tigre en Argentina. El paseo permite descubrir magníficos escenarios del Delta del Paraná.

La encantadora ciudad de Carmelo puede ser visitada a modo de excursión ya que se encuentra a poca distancia del Puerto de Colonia del Sacramento. También existen varias alternativas de alojamiento para quienes deseen hospedarse y pasar unos días disfrutando de las playas y de sus numerosas propuestas turísticas, acompañadas de una completa oferta gastronómica”.

Claro. Me vas a decir que te quedaste con hambre de información, pero así de breves aunque rigurosos son los artículos de Nuestro Rumbo. Tampoco vamos a abundar mucho; más bien te recomendamos las web http://www.ciudadcarmelo.com/    y http://www.tripinuruguay.travel/carmelo/el-lugar.html , para encontrar información sobre hoteles y restaurantes, así como para ver qué otras cosas se pueden visitar en la zona, que son muchas.

En lo personal, te recomendaría que vayas a almorzar al Yacht Club de la ciudad, que en verano parece un anexo al Tigre y probablemente te cueste conseguir mesa. Pero este otoño anduve por ahí y me comí un suculento salmón acompañado con una salsa agridulce, creo que con naranja. No pude menos que levantarme a darle un abrazo al cocinero. Y para alojarte, te recomendarán el impresionante cinco estrellas del Four Season o el Hotel Casino, en un edificio que en su tiempo fue un hito de la arquitectura turística. Demás está decirte que hay posadas y hotelitos para todos los gustos y para todos los bolsillos.

¿Seguís dudando? Entonces tomate unos días en la Posada Campotinto, donde hasta las parejas que andan a los garrotazos terminan acarameladas.  Los que tenemos experiencia en esas cosas, sabemos que las desavenencias son inevitables porque la vida de pareja tiene eso; pero a golpes se aprende. Y si no se aprende, luego se descubre que los cambios de pareja tampoco curan las desavenencias, cuyo origen siempre se encuentra en lo más profundo de cada uno, más que en las particularidades del otro.

Sea como sea, no hay problema matrimonial que no pueda curar una imponente puesta de sol sobre el Arroyo de las Vacas o, en el caso a que hacemos referencia, en los viñedos que llegan casi a la cama matrimonial en esta Posada que apenas si tiene cinco habitaciones. Antes de la puesta de sol recomponedora de afectos, date una vuelta por la vinoteca de la Posada, donde encontrás los mejores vinos de la zona. Templarás el ánimo y descubrirás por qué el terroir de Burdeos y el de Carmelo se sacan chispas.

Tómense hasta dos copas (no tres, ¡animal!) y salgan a caminar por la viña. Si no arreglan su convivencia, a la pasada por Carmelo pueden iniciar el trámite de divorcio. Acá tienen experiencia, pues era en Carmelo o en Colonia, donde los argentinos venían a casarse porque en su país no había disolución posible ni separación de bienes que valiera. Eran casamientos de la época de “arranco pelito”.

¿Cómo hacés para reserva acá?  http://www.posadacampotinto.com/carmelo.html